Odiaba
este sentimiento, ¿Por qué tenía que recorrerme el cuerpo? Sentía ese veneno
escabullirse libremente por mis venas, apartándome del mundo y de la realidad.
¡¿Por qué había una realidad?! ¿¡Por qué la realidad era tan imbécil?! Tan
idiota, tan perdedora y cobarde. ¿¡Por qué no podía ser yo quien decidiera mi
futuro?! Mi futuro es estar con Bill, mi futuro es permanecer a su lado, aun
que eso implique que muera yo también, pero siempre vamos a estar juntos… y
nada… ni siquiera la muerte me va a impedir eso.
- Tom, tu hermano quiere hablar contigo.- dijo Gordon. Yo negué, y lo
hice porque… no quería ver a mi hermanito de nuevo, ver su pecho herido y sus
ojos que se apagaban como una velita con una flama que un día fue la más grande
y brillante pero hoy… hoy era la más pequeña y opaca. – está llorando, Tom,
quiere hablarte.
- pero yo no quiero hablarle a él… no quiero verlo de nuevo…
- ¿qué es lo que te pasa, Tom? ¿Acaso no ves que tu hermano está pasando
por algo duro?- por poco no habría podido evitar que una terrible y fuerte
carcajada saliera de mis labios.
- ¡¿CREES QUE PARA MI ESTO NO ES DURO!? ¡¿CREES QUE VER A MI HERMANO MAL
NO ME HACE SENTIR UNA MIERDA!?- el se sentó en el suelo conmigo y me dio un
fuerte abrazo.
- tu hermano está pasando por una decisión muy difícil. Él no quiere
dejarte, Tom, él quiere estar contigo y con (Tu nombre), pero esto le duele.
- me duele que él se dé por vencido tan rápido…él es fuerte, él tiene
personas que lo apoyan ¡¿Por qué no quiere quedarse?!
- en lugar de decirme esto a mí, díselo a él, Tom.
Me decidí rápidamente, a pesar de que Bill se retractara de esa estúpida
decisión, mañana no le quedarían más de 24 horas de sufrimiento… hasta morir y
aún así, dejarme para volvernos a juntar cuando sea el final de mis días. Me
levanté del suelo y fui agradecido con la sonrisa de mi padrastro. Abrí la
puerta de la habitación y al segundo (tu nombre) se levantó de la camilla y
salió junto con Anette y Arabelle, dejándonos a la familia rota, esa familia
que nunca mostró ser lo que realmente era… y como siempre… lo mostraba en los
momentos más difíciles.
La sonrisa de mi hermano iluminó mis ojos, siempre la creí hermosa, más
hermosa que la de un ángel. Pero esa linda sonrisa no combinaba en nada con sus
ojos apagados, su piel pálida y todos esos cables que lo hacían verse extraño y
aun más grave de lo que tal vez podía estar.
- T-Tom…- camine hacia él y me senté a su lado, sobre la camilla.
- Bill… por favor…por favor no…- escuché un sollozó agudo, tan agudo,
uno que jamás hubiera pensado que sería de mi hermanito, pero al mirarlo, supe
que si era de él, pues sus lágrimas salían por sus ojos.
- no puedo…Tom, no puedo…- tome sus mejillas con delicadeza, nunca lo
había visto tan mal física y psicológicamente.
- ¿te duele demasiado?- trate de ocultar mis lágrimas, lo que menos
necesitaba era ver a su hermano llorando como un crío. Él asintió cerrando sus
ojos, intentando que sus lágrimas no escaparan de sus ojos.
- ya no…ya no quiero sentirlo, T-tom…- acaricié sus mejillas con mis
pulgares.
No podía creer lo que estaba a punto de hacer o decir, no podía creer
que yo mismo me diera por vencido, juntándome a su dolor y sabiendo que esto
era lo correcto. A veces dicen que hacer lo correcto es más doloroso que hacer
lo incorrecto, porque no todos salimos beneficiados, más la decisión acabara
con el dolor de las personas a las que estaban sometidas en esa decisión. Me desharía
de mi hermano, estando de acuerdo en que su decisión era la mejor para él y
para todas las personas que lo veíamos en ese estado, para todas las personas
que lo queríamos y con eso queríamos también su felicidad y salud.
- yo…quiero lo mejor para ti, hermano…- mi lucha con mis lágrimas fue
una pérdida, no podría ocultar todas esas lágrimas que yacían en mis lagrimales
como si no fuera a llorar por esto, como si perder a mi hermano fuera una cosa
cualquiera.
Y no, no lo era.
- estoy…estoy contigo…en cualquier decisión que tomes…- sonrió, pero sus
ojos despidieron más lágrimas.
- no…no quiero…no quiero dejarte… pero… me siento mal, Tom…- asentí, él
tomó fuerzas y se sentó frente a mí para después envolverme en el abrazo más
emotivo y triste de toda mi vida. Acaricie su cabello y escuché en mi oído toda
clase de pequeños sollozos que sus labios despedían. Entrelacé mi mano con la
suya fuertemente.
- te quiero…te quiero, Bill, y siempre voy a hacerlo…
- Tom…
- no llores hermano…, tu vas a estar mejor, ya no vas a sentir dolor ni
volverás a llorar gracias al mismo…
- gracias… ¿sabes?... me hace bien que p-puedas a poyarme…- dos doctores
llegaron a la habitación y se acercaron a Bill. Dejé de abrazarlo y los mire
confundido.
- estamos listos, Bill, hemos preparado todo para la operación, ¿estás
listo?- mire a Bill, sintiendo como mi corazón se preparaba para latir
fuertemente. Bill asintió y después me miro, mi respiración se agitó, mi
corazón comenzó a dar golpes en mi pecho.
- …sí…- quitaron los seguros de la camilla y empezaron a moverla hacia
la puerta. Su mano se separó de la mía y con su mano se llevó a mi corazón que
ahora pataleaba, no quería rendirse, no quería que su otra mitad se esfumara.
- no… ¡Bill, por favor!- él me miró, pero la camilla ya estaba saliendo
por completo y yo no iba a hacer nada para detenerla. Por mucho que mi corazón
me lo pidiera a sollozos duros y desgarradores.
Juntos siempre, Juntos hasta la eternidad, Juntos…
Mi cuerpo se llenó de miedo, mi cuerpo se llenó de toda clase de
sentimientos que no me dejaban tranquilo ¿esto era él adiós? La muerte de mi
hermano había llegado más rápido de lo que nunca creí. ¿Pero que podía sentir?
Alivio porque él ya no sufriría, tristeza porque se iba…
- siempre vamos a estar juntos…aun que no pueda verte…- me dejé caer al suelo, sin mirar a papá y a
mamá, que permanecían en silenció. - ¡Dios mío, por favor! ¡NO TE LLEVES A MI
HERMANITO TAN PRONTO! ¡NO TE LLEVES A MI HERMANITO! ¡LO NECESITO, LO AMO, AMO A
MI HERMANO, LO NECESITO CONMIGO, A MI LADO!
- Tom, ven aquí, por favor.- quité mis lágrimas y miré tras de mí. Papá me
miraba con seriedad, esperando que caminara a su lado; me levanté del suelo y
camine hacia la camilla en donde estaba, él dio pequeñas palmaditas a su lado,
en la camilla. –Acuéstate a mi lado, ¿sí?- asentí y eso hice, me recosté a su
lado, sintiendo la rigidez en sus músculos que me abrazaron para que pudiera
desahogarme con tranquilidad. Pegué mi frente a su pecho, sintiendo como
respiraba, tan agitado como yo lo hacía.
Él colocó su mano en mi nuca. No podía hacerme la idea de que mi hermano
ya no iba a sonreír nunca más, no iba a cantar de nuevo esas letras tan bonitas
que escribía, no iba a poder cumplir las promesas con (tu nombre)…
- en esta vida a veces se gana y a veces se pierde.- dijo papá. – pero ¿sabes
qué?
- ¿q-que?- dije sin mirarlo.
- en esta vida no ha perdido.- me separó de su cuerpo y me miro con una
sonrisa grande. –En esta vida tu hermano ha ganado.- limpió mis lágrimas. –la vida
no es eterna, Tom, pero tu hermanito pudo ganarle a todos los muros que se le
pusieron enfrente. No hay que llorar porque se va, porque él no se va a ir de
nuestro lado.
- ¿porqué tuvo que enfermarse… porqué no pudo tener aire suficiente
dentro de mamá?- él asintió.
- fue nuestro error tenerlos tan pequeños…fue mi error preferir unas
gafas a su operación, Tom…y no sabes cuan arrepentido estoy…- sus ojos se
llenaron de lágrimas. –preferí lo
material a mi propio hijo…mi hijo al que le robaron su inocencia y yo
fui cómplice de ello…me rendí…- papá quitó sus lágrimas y me miro. –Aun hay
algo que podemos hacer…- lo mire con un poco de felicidad.
- ¿qué?
- puedo…puedo darle una vida... puedo regresarle a la vida que nunca
tuvo realmente…le puedo dar mi corazón…- sonrió.
- no…no puedes…papá…
- estoy dispuesto…quiero ver a mis hijos casarse con la mujer que
escogieron…quiero conocer a mis nietos, Tom…quiero ver a Bill sonreír…
- papá no puedes…no pienses en ello, por favor…
- Tom, mi corazón está limpio, no tiene cáncer y… yo moriré aun así…quiero
darle el órgano a mi pequeño Bill… por favor… habla a los doctores, ¡ve antes
de que lo operen!
- no…papá no voy a dejar que mueras tu también… ¡mi familia se está
pudriendo!
- Tom…
- ¡NO, PAPÁ, NO LE DIRÉ A NINGÚN DOCTOR!- me levanté de la camilla y
camine a la puerta de la habitación para salir de ahí. La familia de esa niña lloraba
fuertemente, pero no le di importancia, porque su dolor no era más grande que
él mío; su dolor no era permanente como lo empezaba a ser él mío.
(Tu nombre) no lloraba, parecía estar herida, aun más herida que nunca. Estaba
sentada en el suelo, con sus rodillas dobladas y su mirada en la nada, solo en
la puerta del quirófano. Estaba paralizada, sin lágrima alguna en su cara. No me
acerqué a ella, quería estar solo, quería estar con mi propia compañía.
Esa familia se acercó a mí, con sus lágrimas estallando en sus ojos.
- donaremos el corazón de nuestra hija.- mis lágrimas se detuvieron, mis
pensamientos también, pero mi dolor se aceleró. –yo…te vi muy mal ayer…y tienes
razón…podrán vivir los dos juntos…- mis ojos reprodujeron más lágrimas y la
abracé con todas mis fuerzas.
- … ¿d-de verdad?
- nuestra…nuestra hijita no va a despertar… me lo dijo un ángel ayer… en
mis sueños… ella no va a despertar…- decía en mi oído, sin dejar de abrazarme.
- no…no sé qué decir…yo…
- no hay que decir nada… ellos vivirán juntos y… ninguno de los dos morirá…
[…]
Estoy con ellos, mirando la operación de Bill. El corazón de su hija ha
sido extraído con éxito y ahora es colocado en Bill.
No me siento bien, me siento tan egoísta por dejar que mi hermanito
viviera en lugar de su hija. Pero me siento feliz, porque Bill va a regresar a
la vida con esa sonrisa y va a estar con (tu nombre).
- todo va a salir bien.- dijo ella, abrazada de su esposo, sonriendo.
- eso espero…- ella me tomo la mano.
- ¿Qué tenía tu hermano?
- un tumor en su corazón…
-nuestra hija…tuvo un accidente de auto…
- lo-lo siento mucho…- ella negó.
[…]
Han pasado un par de horas, la operación ha tenido problemas. Ellos tuvieron
que irse, pero yo no me he ido de aquí…”siempre juntos.” Y nunca lo dejaría. (Tu
nombre) también está a mi lado, más no ha hablado una sola palabra desde que
llegó, sigue en la misma posición, mirando a Bill. Sus ojos estaban
entrecerrados, parecía que ya estaba muerto, pero no era así. Sus labios
estaban entreabiertos, resecos como la lo estuvieron hace dos días; su piel
está blanca por completo. Los doctores estaban algo cansados, pues dos horas de una operación tan
delicada no era nada fácil.
- (tu nombre)…- ella me miró.
- ¿crees…crees que le vaya bien?
- esa pregunta no tiene respuesta. Él va a estar bien.
- lo amo…nunca le tuvo que pasar esto…
- hey- tome su quijada e hice que me mirara. –él también te ama a ti, es
por eso que sigue luchando, solo míralo.- ella miro a Bill. –Está ahí,
esperando por volver a verte.- ella sonrió.
- me dijo que la vida sin problemas no era vida.- yo asentí.
- y esté es solo un problema, un problema que logrará combatir, ¿sí?-
ella asintió y me dio un abrazo.
No podía ser yo quien diera esos concejos, quien calmara a las personas
y mucho menos quien creyera que todo esto era solo una mala pasada. Porque no
estaba bien, no quería mostrarme fuerte pero lo hacía. Como si fuera una
obligación mía; después de llorar un río y perder por completo mis esperanzas;
todo se revolvió, dejándome saber que tal vez esto se arreglaría, que tal vez
esto era lo que marcaría el destino, nuestro destino final.
Bill se quedaba…o Bill se iba.
[…]
Estamos fuera, no hemos visto como sigue la operación de mi hermano. Pero
los doctores entraron a la habitación donde estaba papá y en donde también estábamos
todos nosotros. Por la gran ansiedad que tenía en ese momento, pude sacar una
grande sonrisa. Ya me lo imaginaba todo: Bill sentado con (Tu nombre),
abrazando un gran mono azul…en Disney, sonriendo ampliamente.
Podía imaginármelo y eso era lo que me ponía feliz. Pero al ver a mi
familia no sonreír tuve que quitar mi sonrisa aun que eso fuera un poco difícil.
El doctor acerco ese pizarroncito de luz hacia nosotros y colocó las
radiografías en el. Aclaró su voz y después pareció decidirse a hablar.
- la operación fue un éxito. Miren aquí…- parecía tan apagado, como si
no estuviera feliz con los resultados. –su corazón fu extraído y le fue
concedido el otro. Fueron horas de operaciones con problemas. El espacio de
Bill no era destinado a ese corazón; pero logramos colocárselo.- sonreí.
- ¡¿es decir que mi hermano está bien?!- negó. -¡¿no?!
- no.
- ¿q-que le pasa? Por favor…- dijo (tu nombre).
- el corazón no reaccionó, el corazón no palpitó. Intentamos con
reanimación pero no funcionó…hemos perdido a Bill…
El grito desgarrador de Anette fue lo último que escuché. Después de eso
un huracán azotó en mi interior, rompiendo las cadenas que sostenían cada
órgano dentro de mí, arrasando con cada uno de mis sentimientos, haciéndolos
hundirse y ahogarse entre el mar de mis lágrimas, la desesperación en mi
corazón y la decepción en mi pecho. Algunos sentimientos lograron subir en un
barco y navegar hasta mi cuello, amarrando un nudo en ella, tratando de subir a
un lugar seguro, pero solo perdían el tiempo…dentro de mi ya no había algún lugar
seguro, dentro de mi solo estaba la única luz que formaba mi interior ahora oscuro,
tan negro; y esa lucecita se encontraba en el lugar de los recuerdos, hasta el
fondo.
Mi mente solo recordaba cada momento pasado con Bill, cada recuerdo que
juntos pasamos cuando éramos pequeños, cuando nos separamos… todas las sonrisas
que compartimos, pero eso era todo. Porque no había podido vivir una vida con
él, no pude verlo sonreír una vez más ni tampoco hacer la gira que tanto deseó.
By (tu nombre)
No había palabras, no había sentimientos ni tampoco lágrimas. No sentí
nada, era una pesadilla, la peor que había tenido en años. Billy no podía estar
muerto, ni siquiera pensarlo se me hacía razonable…Bill estaba vivo, Bill aun
respiraba y tenía un corazón nuevo con el cual podríamos cumplir las promesas
que nos hicimos.
- ¡NO…NO!- lo miré, Tom se levantaba y caminaba hacia el doctor. -¡NO
JUEGUE…NO ESTA MUERTO!
- lo siento…no pudimos hacer nada.
- ¡BILL…BILL NO PUEDE…NO PUEDE!
- ¿p…Podemos verlo?- pregunté. El doctor asintió; tomé la mano de Tom y
le guié a mi lado, hasta llegar a donde estaba Bill.
En la misma posición que cuando lo dejamos, pero ahora su pecho estaba
cerrado, con una costura negra. Tomé su mano y la besé y aquí fue cuando mis lágrimas
salieron.
- ¡BILL…DESPIERTA, HERMANITO, DESPIERTA!
- Billy…no nos dejes…
- despierta, marica…despierta…- di un beso en su mejilla.
Fue como una punzada en el corazón ver que Billy ya no se movía, su piel
ya no guardaba su temperatura y sus ojos no se podían mantener cerrados o
abiertos completamente. Era decirle adiós al angelito que me hizo cambiar, a
mi angelito que me hizo ver la vida por
el lado más difícil, pero que aun así, ese lado tenía una luz. Mi angelito, el
que me enseño que el amor no es un juego, me enseño a vivir la vida desde un
punto más libre, trepando árboles, jugando con barro.
Mi angelito Billy hizo cosas increíbles por mí, por Andy y por Gustav. Hizo
un cambio en nuestras vidas. Porque eso era lo que es Bill: un ángel. Un ángel
que vino a la tierra para hacer un cambio, para enseñarnos que podíamos sonreír
aun en los peores momentos. Y después se fue…para hacer el cambio en otro lugar….
Es la clase de persona que nunca me defraudó. Que a pesar de separarnos
por un tiempo él estaba ahí, para sacarme una sonrisa a pesar de la distancia…
- ¡Billy!- llore. -¿cómo…cómo mirarías atrás sin prejuicios?....Billy….
Siempre me hacen sentir bien sus palabras, siempre me hacen sentir bien
sus filosofías., y en todas ellas, él nunca respondía,…pero jamás creí que se
terminaría así… sin respuesta.
- hermanito…por favor despierta…
Con una vida diferente, él supo cómo hacernos sentir a cada uno de nosotros
que pasábamos por malos momentos. A Arabelle con su papá… a Tom con Arabelle…a
su propio padre consigo mismo y…a él nunca pudo ayudarse. Pero estábamos juntos
en esto…no lo iba a dejar…tal y como se lo prometí.
- te amo, Billy…te amo, te adoro…te adoro…
- (Tu nombre)…démosle gracias…- dijo Tom, tomando mi mano y tomando la
otra mano libre de Bill.
- gracias, Billy…por ser una parte tan importante en mi vida…por ser la
persona en la que más confío, la que más quiero y la que más admiro….te amo,
demasiado…eres una persona irreemplazable…te adoro, Billy… mi angelito…
- gracias…hermanito…por ser mi mitad…por apoyarme y levantarme el ánimo
cuando ni siquiera te lo pedía…por regalarnos esas sonrisas a cada uno de
nosotros…por tus palabras sabias y tu amor… te amo, hermano…te adoro…pequeño
tonto…mi pirata débil…- dio un beso en su mejilla.
- hasta que no haya nada más que podamos hacer….voy a tomar tu mano…Billy…voy
a tomar tu mano hasta que no haya nada más que podamos hacer….- di un beso en
sus labios…
NOO!!!! MI BEBE NOOO LLORE! NO MI BEBESITO NO :'(
ResponderEliminarTu fic es realmente genial! Me dejo perpleja, es diferente y original!
ResponderEliminarEse es el final? Si es así es realmente bueno, y si no espero que continúe. Me has hecho llorar, cosa que es difícil en mi.
Felicidades y un saludo! :-]
TT_TT Noooooooo!!!! por q se murio!!!!!
ResponderEliminarNo...no es verdad cierto? esto es un juego o una broma bill no va a morir no el no puede morir! sigeula prontoo prontooo no puede acabar tn sola como en la otra fic lo acabo Bill porfavor!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Bill no!!!!!!!!!!!!!!!!!!!1 TTT_TTT sigeula pronto esta fic ses orignial realista y muy trizte no lloro lloro a mares porque la vdia es tan injusta!! sigeula T_T
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