-¿te has sentido bien estos
días?
-bueno… he tenido pequeñas
convulsiones…
- ¿vomitaste sangre?- bajo la
mirada.
- …si…
- te pondré una inyección,
¿sí?
-bien.- el doctor saco la
jeringa y le dio unos golpecitos con sus dedos. Bill sacó su playera y cerró
sus ojos; cuando el doctor penetró la punta contra el pecho de Bill, este dejo
salir un gemido y mostro una cara de dolor.
- no ha habido buenas
noticias, Bill.- Bill colocó su playera de nuevo y bajo la mirada.
- lo sé…sé que es difícil
encontrar un corazón…
- sí, nada fácil, pero seguro
lo encontraremos.
- si no lo encontramos… ¿me
dolerá mientras muero?- mi corazón brinco al escuchar sus palabras y ver su
carita. No puedo creer que se esté dando por vencido tan pronto, no puedo
creerlo, de verdad que no.
- no pienses en ello, Bill.
Aun no sabemos qué va a pasar.
- solo quiero saberlo, por
favor.- insistió.
- bueno, seguirás con
convulsiones más fuertes y está la posible opción de morir por un paro
cardiaco. Pero te digo que no te preocupes, Bill, encontraremos el órgano para que
sigas con tu vida, ¿de acuerdo?
- …eso
espero…- volvió a bajar la mirada.
[…]
- no abandones todo tan
pronto, Bill.- se sentó en una banca, parecía que este parque le hacía sentirse
de alguna forma mejor.
- lo que menos quiero es
abandonarlo, linda…pero que va, seamos realistas, conseguir un corazón es algo
extremadamente difícil.
- pero no por eso imposible.-
él sonrió. –vamos, Bill, ten fe, te aseguro que vivirás toda una feliz y larga
vida.
- es que…lo que más me duele
de todo es que fue por orgullo lo que me pasó. Tuve que ir al doctor pero papá
no me llevó más…
- pero eso ya no lo podemos
revertir, ahora mejor preocúpate por lo que va a pasar ahora y no por lo que ya
paso.
El silencio fue eterno, Bill quito su mirada de la
mía y giro su cabeza hacia el lado contrario, haciendo que su cabello callera
por sobre sus hombros y bailara con el aire. Colocó un pie tras el otro y
comenzó a balancearlos. No quise hablar, no sabía que decir y mucho menos como
actuar, era de esos momentos en los que nos sentimos débiles y tan cobardes
para hablar, con solo un nudo en la garganta apretado, deseando que las
lagrimas cayeran, pero no lo haces, porque hay algo que te dice que no es lo
correcto. Tome su mano, haciendo que me mirara, pero cuando lo hizo, una
lagrima lo traicionó, cayendo rápidamente, sin tocar su piel; él bajo la
mirada.
Me pregunte porque era que las personas tan
humildes pudieran sufrir de una manera como lo está haciendo Bill. y la
respuesta fue: “¿Por qué no?”. Dios no
elegía a las personas por su estado de felicidad, si no las elegía al azar y
por suerte o mala suerte, a Bill le toco esto y a mí, acompañarlo siempre,
cuales fueran las consecuencias. No me importaba lo que le pasara, si de pronto
se haría una diva y un presumido por ser un cantante famoso, no me importaba,
mi papel aquí era quedarme con él.
- …vamos…- dijo él.
“La banda Alemana Tokio Hotel, ha tenido una
pequeña desaparición. Se cree que el hermano mayor de los gemelos, Tom Kaulitz,
ha dejado la banda por asuntos privados. Hemos pedido una entrevista a la
banda, pero ellos la niegan, dicen que no podrían sin Tom. Más adelante: ¿Qué
será lo que tiene a la banda en depresión? ¿Alguna enfermedad en un integrante?
¿Qué será de Tokio Hotel ahora que dos integrantes se van?, todo esto después
de unos cortes…”
- ¿”ahora que dos integrantes
se van”?- dijo con voz seca y cambió el canal.
- no les hagas caso, siempre
exageran todo.- acaricie su hombro.
Bill, tu papá quiere que
vayamos todos a cenar, ¿les gustaría?- era Anette, que cargaba a Arabelle. Bill
se viro y después me miro.
- ¿quieres ir a cenar?-
asentí; Bill sonrió tiernamente y después miro a Anette. –iremos.
- bien, en unos minutos baja
tu papá.- asentí.
[…]
Iríamos a un restaurante que quedaba bastante cerca
de la casa, entonces fuimos caminando. Arabelle brincaba tomando la mano de
Bill, que caminaba y sonreía. Me sentía bien de que Bill no dejara de sonreír a
pesar de todo lo que pasaba, siempre sacaba una sonrisa, por más pequeña que
esta fuera, pero siempre sonreía en el día.
- ¿ya vamos a llegar? Ya me
cansé.- dijo Arabelle. Jörg acarició su cabello y apunto frente a nosotros.
- ya casi llegamos, ¿ves esa
luz roja?- Arabelle saltó para mirarla y después asintió.
- ¡si, si la veo!
- bueno, es ahí, solo cruzamos
esa calle y llegamos.
- ¡¿en serio?!
- sí.
- ¡quiero ser primera!- se
soltó de la mano de Bill y salió corriendo rápidamente. Sin mirar a los lados
de la calle, estaba dispuesta a cruzarla, pero Bill corrió tras ella, con cara
de espanto, creyendo lo que seguro todos pensábamos en esos segundos.
- ¡ARABELLE!- gritó
desgarrador, Arabelle lo miro y sonrió ampliamente.
- ¡atrápame, Bill, atrápame!-
se dio la vuelta y comenzó a correr de nuevo. Camine rápidamente tras Bill, que
transpiraba y tomaba aire, pero al llegar con él, corrió rápidamente tras
Arabelle.
- ¡Arabelle!- volvió a gritar,
pero las luces en la piel de Arabelle se acercaban. Bill corrió tan rápido,
como nunca lo había visto hacerlo…y eso era muy peligroso para su salud…tomó el
brazo de Arabelle, haciéndola azotar con él piso, él le dio un abrazo tan fuerte,
mientras ella lloraba, seguro por el susto.
- Bill, ¿te sientes bien?-
pregunto Anette. Bill la miro y se levantó del suelo de golpe, asintió y pronto
comenzó a pasar lo que era casi obvio.
- si…ahh…cof…cof…
- respira hondo, Bill,
tranquilo.- tome sus hombros. Tras de nosotros se escuchó la voz de su papá.
- ¡¿estás loca, Arabelle?!
¡Pudiste haber muerto, no vuelvas a hacer eso!
- perdón…papi…
- ya, papá…está asustada, no
le hables así…- dijo Bill, respirando entrecortado, acariciando su pecho
lentamente. – (tu nombre)…
- ¿Qué pasa, Billy? ¿Te
sientes mal?
- y…yo…
- Bill, dímelo, ¿Qué pasa?-
comencé a alterarme.
- ahh…las
pastillas…tengo…tengo que ir…
- no, yo te las traigo, Billy,
tranquilo.- corrí hacia la casa por las pastillas de Bill.
- ¡BILL!- escuché un grito
desgarrador de Anette, me vire y ahí lo vi, tirado en el suelo, temblando
fuertemente. Corrí hacia ellos de nuevo y la misma imagen de Bill potando
sangre apareció, más ahora, Bill estaba en el suelo, en medio de todos. Mis
lágrimas comenzaron a salir.
- Billy, por favor, respira…-
el temblaba tan fuerte, mientras tosía y hacia que la sangre saliera por sus
labios.
By Bill
- ya está abriendo sus ojos…
Tiii….tiiii….tiiiii…tiiii…
¿Un hospital?, ¿Qué mierda
hago aquí?
- ¿cómo te sientes?- preguntó
una enfermera.
- ¿Por qué estoy aquí?- entró
ese doctor que ya conocía; me miro sonriente, tomando en sus manos un gran
sobre amarillo.
- tu corazón sufrió un gran
susto, pero estas estable ahora.
- ¿puedo irme a mi casa ahora?
- no, no puedes, Bill.- abrió
el sobre y sacó unas radiografías, las colocó en un pequeño pizarrón luminoso
frente a la camilla. -¿ves esto?- señaló.
- sí, ¿Qué es?
- eso, es tu tumor. Y ahora,
¿ves esto?- había una pequeña bolita y yo, volví a asentir sin entender mucho.
–ese, es tu corazón, Bill.
- ¡¿tan pequeño?!- me espante,
realmente me espante.
- Bill, creo que tu corazón no
aguantará mucho, ¿entiendes?, debes quedarte aquí, para el tratamiento y eso,
no puedes salir.
- ¡no quiero morir en el
hospital!...si mi corazón ya no aguanta…quiero que…que me dejen estar feliz
mientras pasa, ¡por favor!
- no vas a estar feliz si
sales de aquí, vas a tener convulsiones y dolores muy fuertes, no vas a ser
feliz.
Mis ojos se llenaron de lágrimas, lo que quedaba de
mi corazón se hizo añicos, mire mis manos, con unos delgados tubos de plástico
dentro, en mi pecho también había uno, uno más grueso. Sentí el frió de mis
lagrimas caer por mis ojos. Esto se había acabado, no tenía nada que hacer
ahora…más que esperar mi muerte recostado en esta camilla.
- no te pongas a llorar, Bill,
todavía no se acaba la pelea.
- …te equivocas…ya se acabo…y perdí…
- no hables así, ten un poco
de confianza, todo va a estar bien, sea cual sea el final de esto, tu vas a
estar bien.
- ¿voy a estar bien si muero?-
dije con sarcasmo.
- vamos, hay alguien que
quiere verte.- él abrió la puerta y ahí estaba (tu nombre).
- Bill…- se sentó a mi lado,
sobre la camilla, tomó mi mano y la acarició.
- …voy a morir, (tu nombre)…
- no, no lo harás…te amo,
Billy…- se recostó a mi lado, con su cabeza en mi pecho, acariciando mi
estomago desnudo.
- te amo, te amo…- unas
enfermeras entraron, pero no a mirarme a mí, sino para mirar a mi compañero de
habitación. Cerraron las cortinas y comenzaron a revisarlo.
Mis ansias por saber quién era me llenaron, quizá
podría hacer un amigo y no morir completamente solo. Pero parecía estar mal y
no quería interrumpir mientras le revisaban. Sentí unos brinquitos en mi pecho
y después húmedo en mi pecho, mi princesa estaba llorando; acaricie su cabello
y coloqué después mi brazo en su cintura, atrayéndola más a mí.
- no llores, no llores…
- un día me dijeron que llorar
era limpiar tus ojos…- sorbió su nariz.
- un día me dijeron que no
abandonara todo tan pronto…no lo abandones tu tampoco, ¿de acuerdo?
- pero tú no estés así… no me
gusta verte mal, por favor, Billy.
- hay que prometernos una
cosa, ¿está bien?- ella asintió, son mirarme.
- dime…
- no lloraremos, hasta que
todo esté decidido…no hay que abandonar nada…hasta que todo se haya decidido…
- …bien…entonces no lloraré nunca…porque vas
a vivir…
- me gusta que no llores, me gusta
ver tu sonrisa.
- Bill, no me estás viendo
ahora…
- pero sé que estas
sonriendo…- sentí otro brinquito en mi estomago. –vamos, linda, prometimos no
llorar…- ella se acomodo de nuevo, recostando su cabeza en el mismo almohadón
que donde estaba la mía. – ¿te había dicho que me gusta sentir tu respiración
en mi cara?
- no, nunca me lo habías
dicho. ¿Por qué te gusta?
- hum…se que estas cerca, sé
que hay alguien conmigo…odio estar solo…
- ¿en serio?- asentí. -¿te
digo que me gusta a mí?- la mire.
- dime.
- cuando me abrazas por la
espalda…y besas mi frente…- reí.
- no lo hago muy seguido…
- y eso me encanta, porque no
sé cuando lo haces, y lo haces por sorpresa…
- Tom dice que nuestra
relación no es normal.
- ¿a qué te refieres?
- dice que parecemos amigos de
un mismo sexo, que no parece que fuéramos novios.- ella rió.
- me gusta nuestra relación
tal como es. Eres mi amigo.
- y tu mi amiga- sonrió.
- siento interrumpirlos, pero
Bill tiene que comer.
- bien, ahora me voy.
- si gustas puedes regresar
cuando termine, ¿sí?- (tu nombre) lo miro y asintió, después se fue sin más.
–aquí está tu comida, Bill.- puso una charola blanca sobre mis muslos. Irguió
la camilla para que quedara sentado. Había un plato con frutas y uno con
cereal, un pan tostado y dos vasos, uno con jugo de naranja y otro con leche.
- gracias.- sonreí.
- de qué.- tome una cucharada
del cereal. Hum, era delicioso.
- ¿puedo…hum- me atraganté. –
puedo preguntar algo?- él asintió sonriendo.
- claro, lo que sea.- tome un
sorbo de jugo y mire a mi lado.
- ¿Quién es mi compañero o
compañera?- el doctor miro hacia la cortina y después bajo la mirada.
- es un hombre.- sonreí.
- ¿Qué tiene? ¿Está muy mal?
-sí, tiene una enfermedad
crónica.
- oh…-mire ahí, su sombra
mostraba que estaba recostado y la de las enfermeras, que estaban cuidándolo.
Se escuchaba el ritmo de su corazón, tan perfecto…tan fuerte, y el mío…el mío
paraba y saltaba…tan horrible…
By Tom
Prendí el televisor, me sentía un poco solo, como si no tuviera a nadie
cerca de mí. Pura mierda en la tv. Me recline y me decidí a dormir, siendo arrullado
por el ruido de la televisión.
“Bill Kaulitz, el vocalista de la banda Tokio Hotel, fui visto ayer a
escasas horas de la noche con dos mujeres, un hombre y una pequeña niña. Los
sucesos siguientes pudieron dejarnos con escalofríos. Bill tuvo un gran accidente,
algo como una convulsión. Fue llevado de inmediato a urgencias, esperemos que
el joven se encuentre bien, ya que su hermano esta a las afueras de California.
Aquí dejamos algo de lo ocurrido…”
Bill estaba tirado en el suelo, potando sangre mientras (tu nombre)
intentaba ayudarlo….
Mi piel se erizó, mis manos comenzaron a temblar y pronto sentí como los
colores se iban de mi cara. Apagué el televisor y corrí hacia la recamara de
mamá. Ahí estaba con Gordon, recostados en la cama mirando, al igual que yo, la
televisión.
- ¿Qué pasa, Tom?, ¿tienes hambre?- preguntó mamá.
- mamá…Bill… ¡Bill está en el hospital! ¡Bill está mal!
- ¿Qué está mal?- dijo preocupada.
- ¡Tengo que volver a L.A!
- ¡no, eso no Tom! ¡Tu padre puede encargarse de ello!
- ¡estás loca, tengo que ir con él…tengo que estar con él!
- ¡no vas a irte, Tom, acabas de conseguir trabajo!
- ¡me importa una mierda el trabajo, Bill está mal!
- vamos, Simone…Tom tiene que ir, no seas egoísta…- dijo Gordon.
- no puede irse, no ahora.
- ¿entonces cuando?, y no solo debería ir Tom, sino que tu también.
- ¿yo?
- es tu hijo, ¡es tu hijo, simone! ¿Qué no te preocupa?
- si…pero…
- mañana compraremos los boletos del avión, no puedes ser tan egoísta e
inconsciente.
[…]
- …¿hola?...
- ¡(tu nombre), soy Tom!
- ¿¡Tom?!
- ¡¿Cómo está Bill, cómo esta mi hermano?!
- está bien…
- ¿en qué hospital se encuentran?
- ¿estás en L.A?
- si…por favor, dime dónde estás…
- Hospital CHW…- corté sin más. En mi auto, con Gordon y mamá, me dirigí
lo más rápido que pude allí.
Al llegar me percaté de todas las personas que se encontraban paradas en
la entrada: seguidores, reporteros, periodistas. Me hice paso entre la
multitud, empujando y pisando a cualquiera que se me pusiera en mi camino. Al
subir las escaleras, volví a llamar a (tu nombre), me ha dicho que están en el
3er piso. Corrí rápidamente, y al llegar, me encontré con (Tu nombre), que
yacía sentada junto a Anette, que acariciaba la pierna de (tu nombre). Arabelle
dormía en el sofá y papá…papá no estaba… ¡ni siquiera en el momento más duro!
- ¿Cómo está Bill?- pregunte, sentándome a un lado de (tu nombre).
- su corazón no aguantará más.
Una bala penetró mi pecho, haciéndome caer de espaldas hacia la
realidad. Rasguñé mi cara, creyendo que tal vez lo que (tu nombre) dijo era un
sueño, una pesadilla. Me puse la máscara, el abrigo y estaba ahora listo para
esconderme de la realidad, esconderme de los problemas y las falsas esperanzas.
Mi hermano no podía estar tan grave, mi hermano no podía rendirse…el
corazoncito de mi hermano debía seguir luchando.
Maldita realidad, maldita esperanza, maldito tumor, maldita vida… apague
la vela y cerré las cortinas, abrí las llaves que dejaban caer mis lagrimas y
comencé a tocar esa música en mi corazón, golpeando tan fuerte y desgarrador;
até las mentiras en mi garganta y los recuerdos en mi estómago. Encerré a mis
sentimientos dentro de una caja asegurada en mi cerebro. El agua se estancó en
mis ojos, impidiendo que salieran las gotas saladas que mostraban mis
sentimientos. Lo único que reaccionaba en mi eran mis dientes, masticando mis
labios con desdicha, mis manos temblequeando con mido y mis piernas bailando al
los espíritus que recorrían mi espalda, haciendo que mi piel se erizara.
Negro…todo negro…tan negro como la misma oscuridad, tan negro como las
mentiras y como lo estaba mi mente ahora. Toda mi vista se hizo así…negra…mi
mente se fue, se murió. Mis lágrimas no salieron, mis palabras se habían ido.
Imaginarme a mi gemelo en una situación así, me ponía devastado.
No pude vivir una vida completa con él, y cuando lo tuve cerca…fui yo
quien se fue y lo dejo solo. Fui yo quien deshecho la oportunidad de comenzar
una fraternidad nueva, una banda con mi hermano y sentir la muerte de ambos, al
mismo tiempo, el mismo día…morir juntos… nuestra promesa….
- Tom…- volví…o…volvió la mitad de mi. Gordon me tomaba la quijada.
- mande…
- (tu nombre) quiere que pases a ver a Bill.- mire hacia la puerta, la
puerta que contenía la imagen más siniestra, más triste.
- no…no quiero verlo…
- vamos, él estará feliz de volverte a ver.
- no…no puedo verlo…no quiero llorar frente a él…
- Tom, es tu hermano.
- ¡no quiero verle!- mis sentimientos rompieron el candado y abrieron
las llaves de nuevo, haciendo que esta vez, mis lagrimas cayeran por mis ojos,
como lo hacen las lágrimas de un crío.
- Bill quiere verte, Bill te extraña.
- no quiero verlo ahora…ahora no…- él suspiro y me dio un abrazo fuerte.
Odiaba que me abrazaran, siempre solía desahogarme con fuertes sollozos.
Y lo hice.
Nunca me había escuchado a mi mismo llorar tanto…como un marica sin
huevos…tan idiota por algo que quizá yo ocasioné. Me dolía hasta el alma. Jamás
me creía estar en esta situación, nunca, en mi vida, pude imaginar que Bill
estaría tan mal en el hospital, con un corazón tan enfermo.
Me levanté del sillón y limpiando mis lágrimas, camine hacia la puerta,
decidido en entrar con mi pequeño hermano y pedirle disculpas. Abrí la puerta y
un olor a alcohol entro en mis fosas; Bill estaba dormido, tan blanco, tan
pálido y delgado, sus ojos se cerraban como las de una muñeca de felpa, su
cabello negro cubría una mínima parte de su pecho desnudo, el que tenía tubos y
un gran moretón en su pecho izquierdo…seguro por ese tumor…
- …Bill…- sus ojos se movieron y se abrieron lentamente. Al mirarme, dio
un gran salto.
- ¡Tom, Tom!- su sonrisa fue la más hermosa que nunca vi, su cabello se
alborotó.
- Bill, tranquilo…tranquilo…
- Tom… ¿Qué…que…?-
Tiii, tiii, tiii, tiii…
Su corazón sufrió una sorpresa, me asuste, pues pronto su sonrisa se
transformó en mueca de dolor. Acaricié su cabello y su pecho, calmándole,
intentando que volviera a su estado.
- tranquilo…- me miro y su sonrisita apareció de nuevo.
- ¿Qué haces aquí?
- vine para verte…
- ¿regresaste por mí?- asentí.
- no quise irme sin ti…- lloriquee.
- te extrañé tanto, hermanito.
- no tienes idea de lo que yo te extrañé.
- te quiero…no vuelvas a irte, Tom…por favor…- sus ojos brillaron, pero
no sacó lagrimas.
- me quedaré siempre…contigo…no me volveré a ir…lo juro…
:') esos hermosos gemelos , este capitulo me hizo llorar u.u , pobre Bill! espero que salga bien :c , me encanta tu ficc ! por favor síguela *-*
ResponderEliminardios mio porque TT_TT
ResponderEliminarCaa capitulo es mas y mas trizte
a cada capitulo lloro
mas y mas TT_TT
dios mio como todo esto le puede
suseder a bill y que bueno que
tom ya esta al lado de Bill]
sigeula prontooooo
cudiate tkm
amor tu fic *-*
sigeula pronto sabes,
volvi a leer el final de "amor por accidente"
y aunque paresca ironico volvi a llorar TT_TT