miércoles, 4 de abril de 2012

capitulo 55


- oh, nada, nada…- decía quitando sus lágrimas rápidamente.

- vamos, Tom.- camine hacia él y lo mire a los ojos. –el va a estar bien, ¿sabes de quien hablamos?, hablamos de Bill, ha tenido que pasar por malos momentos pero no se ha rendido, Tom. Bill es sabe lo que hace, nada malo le va a pasar.

- gracias, (tu nombre)…tienes razón, Bill es fuerte y valiente…- sonrió tiernamente, pero pronto sus ojos comenzaron a crear más lágrimas.

- ¿qué pasa, Tom?

- es que…no puedo aceptar que Bill no esté más.- dejo salir aire de sus labios y cerro sus ojos, evitando que las lágrimas cayeran.

- bueno, ¿Por qué no imaginas que Bill esta con tu papá ahora?, es decir, Bill y tú antes no estaban juntos, tú estabas con tu mamá y Bill con tu papá, ¿Por qué no piensas que ahora es igual?, no pienses que tiene miedo, no pienses que seguro lo está pasando mal.- asintió y miro su reloj.

- es tarde, mejor durmamos ahora ¿sí?

- está bien, Tom. Descansa.

- y tú.- sorbió su nariz. – (Tu nombre)…

- ¿necesitas algo?- el asintió y comenzó a mover sus manos nervioso. –Dime.- sonreí.

- puedes…puedes… ¿puedes quedarte esta noche conmigo?- sonreí aun más al mirar lo difícil que le pudo ser decir aquello. –no lo tomes mal…solo…no quiero estar esta noche solo…

- claro que sí, Tom.- sonrió.

- …gracias…

By Bill

Sentí un fuerte olor penetrar en mis fosas. Desperté con un dolor de cabeza terrible, abrí mis ojos y ahí lo mire, el mismo hombre serio.

- al fin despiertas, idiota, vamos.- me tomo el brazo fuertemente y me saco de ese cuarto oscuro en el que me encontraba.

- suéltame…por favor…- dije tartamudeando. El me miro, haciéndome silenciar completamente. Era algo parecido a una casa, las paredes tenían la pintura caída en tiras largas, usaban unos grandes focos que no alumbraban mucho, había un sofá rojo, los asientos estaban rotos y en algunos hoyos en el mismo sofá, había comida posiblemente podrida, frente al sofá había una mesa de madera, estaba rayada y cortada, sobre ella habían platos y vasos usados, en el suelo había botellas de alcohol rotas y unas que no lo estaban.

El hombre me llevo al segundo piso, en donde se podía escuchar que había personas. Comencé a estremecerme pero no hice nada por separarme de su mano que tomaba mi brazo. Ahí dentro habían seis personas:

Un hombre de tés blanca, usaba la ropa rota y ajustada, en su cabello usaba un pañuelo rojo que hacía que su cabello marrón se parara un poco.

Otro hombre de tés morena, su cabello lo usaba hasta sus codos y se miraba bastante maltratado, usaba una camiseta de cuadros rojos y azules abierta sin nada debajo de ella.

Una mujer de cabello crespo y tés avellana, su ropa era como la de todas las mujeres que había visto en este lugar, sus labios eran rojo vivo y sus ojos eran tan negros como su cabello.

Había otro hombre, de tés pálida y ojos verdes. Su ropa estaba rota y sus pantalones desabrochados, su cabello lo usaba en capas mal cortadas, desde luego, y una diadema de goma negra.

Un hombre bastante grande y de tés casi negra, su ropa era la única que se miraba “normal” pues no estaba rota, mas era la más sucia. Usaba una muñequera blanca, aun que parecía gris por el polvo que llevaba en ella.

Una mujer, la primera que había visto con ropa mucho más holgada, su cabello estaba hasta su quijada y usaba una cachucha rasguñada. Sus pantalones estaban muy grandes y no llevaba maquillaje puesto.

Todos ellos me miraban serios, dejando su conversación. El hombre me empujo al suelo, quedando en medio de todos ellos.

- ¡eh, miren lo que les he traído!

- oh, Dios mío ¡una rica mina!- dijo uno de ellos. Se acercó a mí, pero el hombre que me traía me tomo los brazos.

- tranquilos, a cada uno les tocará un poco de esta niña, pero seré yo el primero.

- ¡tú siempre eres el primero!

- si no les agrada, pueden ir a conseguirse la suya.

- oh, está bien, pero no te tardes demasiado, que yo ya le tengo ganas.

- claro, claro, estaremos abajo.- me tomo los dos brazos y los apresó en mis espalda. Comencé a revolverme fuertemente, intentando escapar de sus brazos, pero él los apretó a un más en mi espalda.

- suéltame… ¡suéltame!- grite con miedo. Él me aventó por las escaleras con fuerza. Mis huesos tronaron fuertemente, y ahí arriba todos reían a carcajadas.

Me quedé tirado en el suelo, no podía moverme, sentía como si mis huesos fueran a romperse si lo hacía. Pero ese hombre me tomo de las manos y me aventó al sillón sobre toda esa comida sucia.

- a que me darás una buena paja, niña.- me acorraló con sus brazos en el sofá y beso mis labios. Le empuje fuertemente.

- ¡Déjame!- me dio un manotazo en la boca y dio un grito.

- ¡maldita zorra! ¿Quieres comer? ¡¿Quieres?!- asentí tan solo porque mi subconsciente me jugo una broma…y también para que no volviera a golpearme tan fuerte. -¡entonces me vas a dejar hacerte lo que yo quiera!- negué.

- pero es que tu…tu no entiendes.- apretó mis muñecas como papá lo hacía y su quijada comenzó a temblar de furia.

- ¡no me hables así, habla bien, puta!

- yo…yo…- el negó y comenzó a romper mi playera. Me revolví con miedo pero él me sostuvo del pecho y comenzó a besar mis pezones; inconscientemente comencé a llorar, pues sería estúpido que pasara por una tercera vez. –no quiero…

- ¡Cállate, idiota, que después te tocara con los demás!

- no…por favor…yo soy…- tapo mis labios y siguió besándome. Bajo a mi pantalón y lo desabrochó, sacando bruscamente mi bóxer y mi pantalón junto. Su cara palideció y negó varias veces.

- ¡maldito marica!- limpió sus labios y desabrochó su pantalón; por un momento creí que iba a terminar con lo que había empezado pese a mi sexo, pero el tomo su grueso cinturón y lo apuntó hacia mí.

- no me pegues…por favor…por favor…- pareció hacerse el sordo. Comenzó a azotar el cinturón en mi cuerpo; su fuerza era demasiada, podía ser hasta más fuerza que la de papá. Cerré mis ojos fuertemente, tragándome la vergüenza que pude sentir al estar completamente desnudo frente a él.

Subió al segundo piso, en donde estaban los otros. Tome mi ropa y me la coloqué rápidamente. Me en camine hacia la puerta e intenté abrirla con mis uñas, mis nervios no podían ser más grandes, podrían venir en cualquier momento, y por alguna rara razón la puerta no podía abrirse.

- ¿¡que mierda estás haciendo?!- camino hacia mí y me jalo el cabello, aventándome al suelo. -¿crees que porque yo no soy marica como tú vas a salir así? Estas equivocado, hay dos personas que quieren verte. ¡Eh, bajen ahora!- ahí estaba la mujer de ropa corta y labios rojos y a su lado, el hombre de ojos verdes.

- no…no…

- hey, cállate niñato.- despeino mi cabello con sus nudillos. –complace a estos dos muchachos, que no te traje aquí por nada, eh.- el miro a la mujer y comenzó a reír fuertemente. –disfruten, chicos, que después de ustedes no habrá nadie que lo quiera. Si quieren disfrutarlo más, ustedes saben donde esta lo que necesitan.

Me quede en el suelo sin mirarlos, sentí que tomaban mi quijada con delicadeza y me hacían virarme. Ahí estaba el hombre de penetrantes ojos verdes, que sonreía sin mostrar sus dientes.

- ¿Cómo te llamas, nene?- comencé a temblar, pero si no quería que me golpearan debía contestar.

- …Bill…- con su pulgar acarició mi mejilla.

- mi nombre es Belthram, pero todos me dicen…

- ¡hey, marica, que no estamos aquí para socializar!- el rodeo los ojos y me miro.

- sí, marica.- sonrió. Su dedo dejo de moverse en mi mejilla y ahora acarició mis labios. –y dime, ¿eres marica?

- n…no…

- ¡vamos, muévete maricon!- la mujer me tomó y sacó mis pantalones, comenzó a tocar mi entrepierna. –hum, que grande…- quite sus manos de mi.

- no me hagan nada…por favor…- chillé.

- no llores, niñato, tú serás quien me lo haga a mí.- bajó mi ropa interior y ella comenzó a quitar su blusa. Retrocedí unos pasos y ella me tomó las manos.

- no quiero…por favor…no quiero…- comencé a llorar, no muy fuerte, pues no quería que el hombre quien me había traído aquí me golpeara. Ella me  miro con asco y me hizo sentarme en el sofá.

- ¡marica!- Belthram camino hacia ella. –quédate con este otro maricón, es un chillón y yo no quiero hacer nada con un maldito quejica.- Belthram comenzó a sonreír y asintió frenéticamente.

- ¡gracias, Margareth, gracias!- Margareth subió las escaleras, pero no me había zafado de todo, Belthram aun estaba y al parecer no iba a irse hasta terminar con lo planeado. Se acercó a mí y acarició mi cabello.

- intentaré ser cuidadoso.

- no…no…- él asintió y comenzó tomando mi entrepierna, lo miraba desconcertado y con mi pecho a punto de explotar gracias a mi corazón.

- uhh…- gimió. Sus labios comenzaron a besarme ahí abajo, me revolví, haciendo que me dejara en paz. –eh, tranquilo, muchacho, no te haré nada malo.- levanto mis piernas y las separo. Mis lagrimas comenzaron a salir y mi estomago comenzó a sacar brincos gracias a que en la posicion que estaba, me era difícil respirar mientras lloraba.

- por favor…no me hagas nada…- dejó mi entrepierna y se levanto del suelo, sentándose en el sofá a mi lado; acarició mi cabello y me miro.

- ¿no te estás divirtiendo?- pregunto nervioso, yo negué sin mirarle. – hum, vaya…entonces cambiemos de posicion ¿quieres?- volví a negar. El me tomo e hizo que me pusiera “a cuatro”, acarició mis testículos y se hincó dirigiendo su entrepierna a mi esfínter.

- por favor…- supliqué pero él no me escuchó. Abrió mi trasero y pronto sentí la punta de su entrepierna entrar.

- oh, ¿sabes?...no te la meteré.- lo miré confundido. – no te está gustando esto…y podría obligarte y partirte el culo aun que no quieras, pero no lo haré, porque no me gusta verte llorar.- sentí un gran alivio en mi interior, podría abrazarle y darle las gracias,  pero no lo haría. –Haremos esto de otra forma.- porque sabía que pasaría algo como esto. Ahora vengo.- se levanto del suelo y camino a saber dónde. Esta vez no quise huir, que si me pillaban sería carne para perros.

En poco tiempo, Belthram llegaba con una caja en sus manos. Se hincó frente a mí y la abrió. Ahí dentro había toda clase de juguete sexual, había lubricantes, látigos, bolsas pequeñas con algo extraño en su interior. Y comencé a temer que me usara como su juguete…me aguante mis ganas de llorar y lo mire. Él tomo una bolsa y un bote de lubricante.

- ¿miras?, nos podremos divertir con esto, ¿no?- negué. –oh, vamos, te gustará.- cerró la caja y la deslizo por el piso lejos de nosotros. Nos recargamos en la pared y el abrió la bolsa. –Abre tu boca.- negué de nuevo. –Por favor, te he salvado de una fuerte penetración.- tenía razón, entonces la abrí, tomo algo de eso que estaba dentro de la bolsa y lo metió en mi boca.

- ¡puagg!- el sonrió.

- trágalo.- oprimiendo mis ganas de potar, tragué esa cosa. Belthram colocó su mano en mi pecho y sonrió; tomo el lubricante y me lo mostro, haciendo que volviera a empezar el miedo. -¿te gusta el olor?- negué. –No lo has probado, acércate.- volví a negarme a aquello, metió su dedo dentro y me lo mostro, después lo colocó bajo mi nariz, aunque no quisiera, tenía que respirar aquello y realmente el olor era una mierda.

- apesta…- confesé. Use mi mano para sacarlo pero él la quitó y negó.

- no lo hagas, te acostumbrarás.- mi vista se hizo borrosa, él me miraba sonriendo, yo le conteste también con una sonrisa. -¿lo ves?, ya te gusta ¿no?

- sí…me encanta… ¿Qué te hiciste? No me digas que te cortaste el cabello.- ella rió.

- no me lo he cortado, tonto.

- no me gusta así, (tu nombre)…

- ¿(tu nombre)?...ah, claro…me lo corté por ti, lindo ¿no te gusta?- negué. - ¿ya no me quieres?

- si te quiero perooo…si te quiiiero…

- yo también te quiero… ¿me das un beso, bebé?- asentí. (Tu nombre) me besó apasionadamente, nunca lo habíamos hecho…sus labios eran extraños…- eh, tengo una idea.

- ¿cuuuál?- (Tu nombre) se levantó de la cama y subió. -¡no me dejeees sooloo!

- ahora voy, nene.- comencé a llorar, (tu nombre) me habíiia dejado. Agarré la bolsita y comencé a comer de eso que estaba adentro. (Tu nombre) bajo las escaleras con un celular. –mira lo que tengo.

- ¿quéee es?

- un celular, lindo… ¿Por qué no nos tomamos fotos?- negué.

- nooo.- el asintió y puso esa cosa frente a nosotros.

- ahí lo dejo, ahora quiero terminar con algo ¿sí?- asentí. Tomo mi entrepierna y la acarició con desesperación, después comenzó a besarla. Yo creía que a (tu nombre) no le gustaba hacer esto… ¿¡Tom!?

- ¡quiiitaatee!

- ¿Qué pasa, bebé?

- Tom…somos hermaaniitos…no pueedess hacerlooo ¡dejamee!

- eh…no…yo no soy Tom…soy…soy eh… ¡(Tu nombre)!

- ah… ¿eres (Tu nombre)? ¿Mi novia?- asintió. –ah…- ella siguió. –huumm, (Tu nombre)… ¿por qué haces esto?...creí que…que no nos gustaabaa ahh…

- cállate…ahh…

- ¡¿quee es eso!?- grite. Mis lágrimas cayeron rápidamente por mis mejillas.

- ¿Qué es qué?

- ¡eso, eso!- apunte mi entrepierna, ella comenzó a carcajearse. -¡estoy muriendooo!

- ¿eres idiota? Eso es la señal de que te ha encantado lo que te hice…es tu semen, tontito.

- ¿selen?

- no, semen.

- semen…ah… ¿es maloo?

- ¿Cuánta droga te he dado?

- droga…no…yo ya no me drogo.

- no, pero yo te he dado…

- ah, creí que me había drogadooo.

- no. eh, ¿Por qué mejor no me ayudas a mí a sacar semen?

- ¿Cómo?

- así.- tomo mi mano y la puso en su entrepierna. –Tómala.- la tome con mis manos y ella comenzó a mover mi mano. –ohh…así…luego puedes chupármela ¿sí?

- bueno…- era muy raro, (Tu nombre) no me había dicho que tenía una igual que yo. Empujo mi cara hacia su entrepierna y yo comencé a besarla.

- huumm, eres bueno, niño…ohh mierda…me correré…vaya, eres él primero…que me ahh, que me hace hacerlo tan…huug…tan pronto…- le salió esa cosa, pero ya no me asuste. –Dios, que bueno eres… ¿Por qué no te lo comes?

- ¿el qué?

- mi semen.

- ahh, ¿sabe rico?

- huy, a mi me encanta, pruébalo.

- bueno, pero… (Tu nombre) ¿Crees que Tom se dé cuenta?

- no, no se va a dar cuenta, solo hazlo.- asentí y con mis dedos tome esa cosa que salía por su entrepierna y me la metí a la boca. Fruncí el ceño.

- no…sabe muy feo…no me gusta…- escupí. Ella tomó mi quijada y me beso.

- ¿Qué es lo que te pasa? ¿Nunca has besado con lengua a alguien?

- no, te había dicho que no estaba listoo para esooo…

- bueno, hoy lo estarás, bésame.

- no sé cómo hacerlo…

- que idiota eres. Mira, yo te enseño, abre la boca.- la abrí lentamente. –Saca tu lengua.- la mire confundido, pero lo hice. –Ahora, solo muévete como yo lo hago.- asentí. Nuestros labios se unieron, era un poco asqueroso pero (Tu nombre) quería hacerlo. Sentía su saliva en mi boca, pero pronto pude llevar su ritmo y casi pude disfrutarlo.

- ¡felicidades, Belthram!- ella se separó de mi y corrió por el celular. –Has hecho marica a alguien en tan poco tiempo.- ella sonrió y me miro.

- bueno, parece que le gusta.- esos señores me miraron.

- (tu nombre)… ¿Quiénes son ellos?

- ¿(tu nombre)? Oh, vamos, marica, ¿lo engañaste?

- no, solo le di droga…parece que le gustó, y su cuerpo responde perfectamente a ellas.

- vaya, hoy te tocará dormir en el sofá, te has ganado una buena noche. Ahora este maricón te servirá para lo que quieras.- asintió.

- sí, aun que me confundo con la tal, (tu nombre), creo que es su novia.

- bueno, ahora tu eres su novio, después de esto, (Tu nombre) no será más que una más. Seguro te querrá a ti más que a una mujer.

- eso espero.

- (Tu nombre)…ven conmigo…- dije, pero ella negó. Un hombre me levanto del suelo y tomo mi ropa.

- vístete, marica.

- me llamo Bill…- sonreí y tome mi ropa, colocándomela rápidamente.

- ahora, ¿quieres comer?

- ya comí selen de (tu nombre)…

- oh, vamos, es algo delicioso, ¿no quieres?

- bueno…- el hombre me cargó y me llevo a su cocina. Ahí puso un plato lleno de comida y un vaso con agua. Comencé a comer, pero me llene muy rápido.

- mira lo que le mandaré a tu novia, Bill.- dijo (tu nombre). Me enseño su celular, ahí había un video de dos personas desnudas.

- ¿Quiénes son ellos?- pregunte mientras tomaba mi vaso.

- somos tu y yo, bebé.

- ¿desnudos?- asintió. El uso su celular y después  me miro.

- ya se lo he enviado a una (Tu nombre).- comencé a reír.

- tú eres (Tu nombre).

- ahh, si…- el hombre me cargó y me llevó a un cuarto oscuro.

- aquí vas a dormir, niño.- mire a mi alrededor, todo era negro y no podía mirar casi nada. –aquí hay periódicos para que te cobijes y tu bolso está por allá, por si quieres cambiarte tu ropa. Adiós, idiota.

- ¡no me dejes solito…me da miedo!

- no me importa.- salió de aquí.

By (tu nombre)

Triiin…triiin…

- hum…- me levante de la cama, siendo cuidadosa para que Tom no despertara. Mi celular había sonado y me emocione creyendo que papá había encontrado a Bill. Pero…el mensaje era de Bill…quise despertar a Tom, pero antes quise mirar que era lo que había escrito:

Mira lo que hice ayer… ¿te gusta, (tu nombre)?, me podría quedar aquí tan solo por estar con él, te quiero, tonta.

Mi cuerpo comenzó a tener nervios, pues esa no parecía la escritura de Bill, pero quizá era tan solo una broma. Oprimí en donde decía “mirar el vídeo” y comenzó a cargarse. En poco tiempo pude perder la cordura, la paciencia y las fuerzas para sostener las lágrimas: Bill le hacía sexo oral a otro hombre…y lo besaba tan…tan asqueroso…Bill sonreía y acariciaba a ese hombre desesperadamente.

Pude intentar creer que él no era Bill, pero podría reconocerlo…sus tatuajes, su cabello, sus ojos…su sonrisa y su voz…era Bill…

Comencé a llorar, y pause ese video. Tome a Tom de los hombros y lo moví rápidamente, el se quejó un par de veces pero después me miro confundido.

- pero, ¿Qué es lo que te ha pasado?... ¿por qué lloras, (Tu nombre)?

- Bill…Bill es…- tomo mis manos que temblaban fuertemente.

- ¡¿Qué le paso a mi hermano, (Tu nombre)?!- lloraba tan fuerte que la respiración se me cortaba. –cálmate, (Tu nombre), por favor.

- no…no puedo…

- ¿Qué paso con mi hermanito?... ¡¿Qué le paso?!- le mostré el celular, Tom reprodujo el video y pronto pude recordar:

“- ¿sabes?
- ¿Qué pasa?
- a veces…dudo…
- ¿dudar que?
- dudo…creo que…que si soy homosexual.
-… ¿Por qué lo dices?
- no lo sé…después de todo…de todo lo que me dicen, he llegado a creer que tal vez si soy.
- Bill, ¿te has enamorado de algún hombre?
- no…”

Quizá ese último “no…” fue para ocultármelo…fue por vergüenza…tal vez ya se había enamorado de un hombre y…y no quiso decírmelo.

- esto no puede ser…- mire a Tom, que cubría sus labios con su mano, mientras la otra seguía mirando el vídeo. Después de al parecer mirarlo todo, me miro y negó lamiendo sus labios. – (tu nombre)…lo siento yo…no sé qué decir…yo…

- Bill es…Bill es homosexual…- Tom suspiró.

- (Tu nombre)… ¿crees que papá lo había visto con algún hombre antes?...es decir…por eso papá le decía todo eso…

- no lo sé, Tom…pero… ¡es que no puedo creerlo!...no me importaría que lo fuera…pero…no tiene la vergüenza para quererme como su novia y encima mandar ese video…

- tenemos que encontrarlo…intentaré localizarlo de nuevo ¿sí?- asentí. Tom me dio un abrazo y beso mi frente. –no te preocupes más…hablaremos con Bill cuando lo encontremos.

- está bien...- el teléfono sonó y Tom al tiro contestó.

By Tom

- ¿hola?

- ¿hablo con Bill Kaulitz?

- no…el no está… ¿quién habla?

- el psicólogo Jonathan Closson, ¿con quién tengo el placer de hablar?

- soy Tom, su hermano.

- ah, sí, he oído hablar de ti.- rió. - ¿entonces puedes dejarle un mensaje a tu hermano?- sabía que esto sería imposible y que el mensaje no llegaría a los oídos de Bill hasta que le encontráramos.

- bueno…creo que no es posible.- Jonathan aclaro su voz.

- ¿Por qué?

- es, Bill escapó de casa y no sé en donde está.

- ¡¿escapó?!- repitió al parecer algo preocupado. –oh…

- ¿para qué lo necesitaba? Puedo ayudarle.

- no, llamaba porque no se presentó a nuestra segunda sesión, creí que le había pasado algo.- y efectivamente le había pasado algo.

- ah…bueno, si los policías pueden encontrarlo yo…le diré que vaya ¿sí?

- está bien y… todo mi apoyo esta con ustedes ¿entendido? Si a ese joven le pasa algo, no duden en llamarme. Espero que lo encuentren pronto.

- muchas gracias…espero lo mismo…adiós.

- adiós.- cortó.

- ¿Quién era, Tom?

- el psicólogo de Bill.

- Tom, ayer olvide decirte que…papá irá a con la policía para…para buscar a tu hermano…
Podía sentir que (Tu nombre) estaba deshecha por la mentira de Bill, ¿Por qué nunca nos lo dijo? ¿Por qué quiso esconder todo? Él sabía que lo apoyaríamos…no entiendo porque…porque nos mintió…


5 comentarios:

  1. Lo siento mucho! Pero no me ha gustado!
    El CAP!
    :S
    pensé que lo iban a encontrar y no le pasaría de nuevo esto!
    Me dio rabia!
    Espero que subas!
    Otro! Y lo encuentren ....
    Porque esta parte dolorosa para nombre no me gusta...
    Bye cdt

    ResponderEliminar
  2. NOOOOOOOOOOOOOOOO pero BILL no es homosexual
    aaaaaaaaahhhhhhhh porque cuando ya estaba mejor sin vivir con su papa
    ahora le pasa esto?????
    y no entiendo xq TOM le da la razón al vídeo el debe confiar en su hermano o
    al menos platicar con BILL antes de sacar sus conclusiones.
    WOW esta genial tu fic sube pronto!!!!!!

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  4. O.O me quede en shok bill no no el
    no es homosexual! D: siguela pronto
    y que ara bill como va a reaccionar
    cuando el efecto de las drogas pase
    TT_TT siempre que algo va a bien
    todo se termina arruinando por
    alguna cosa trizte, siguela pporfavor!!!
    siguela protno vale cudiate tkm
    siguela no me dejes toda intrigada vale
    porfavooorrrr ruego que sigas :DDD
    y que Tn y Tom se den ceunta de que
    Bill estaba drogado y que no es homosexual!
    :D

    ResponderEliminar
  5. o.o Rayos , rayos , NONO ! todo se malogro todo :c , ahora que pasara con (tu nombre), pero sigues siendo una muy buena escritora , síguela por favor (:

    ResponderEliminar