By Bill
Escuché un cuerpo de vidrió
azotar con el suelo fuertemente. Abrí mis ojos, verificando que todo estuviera
bien, al mirarme en ese lugar me di cuenta que nada estaba bien…respire hondo,
y todo el polvo y la tierra de ese lugar entro por mi boca, haciéndome toser
fuertemente. La puerta de este lugar se abrió y ahí vi al hombre de piel negra,
él se acercaba a mí y se hinco a mi lado.
- ¿cómo ha dormido el marica,
eh?- encogí mis piernas hasta mi pecho y las abracé con nerviosismo. El tomo mi
quijada fuertemente y sonrió. - ¿Qué te pasa, ya recordaste todo?- lo mire un
poco confundido.
- ..q… ¿qué?- rió fuertemente.
- ¡levántate del suelo!-
pronto su carácter se torno brusco, me tomo los brazos y me levanto del suelo.
-¿quieres desayunar? ¡¿Quieres?!- negué. Me llevó del brazo a lo que parecía
era la cocina. Ahí dentro estaban todas esas personas que había visto la noche
pasada.
- ¡eh, mi pequeño hombre!-
grito el Belthram, yo lo mire con indiferencia. El hombre soltó mi brazo e hizo
que me sentara en el suelo.
- ¡aquí está tu comida,
marica!- aventaron dos trozos de pan a mi cara. -¿quieres algo de beber? ¡Aquí
tienes!- echaron agua a mi cara. –oh, ¿no vas a comer?
- vamos, tienes que estar
fuerte para tu novio.- dijo Margareth.
- …no…él no es mi novio…
- si lo somos, Bill…hoy
haremos lo mismo ¿cierto?- me levanté del suelo y corrí a la puerta, intentando
escapar. El hombre de barba de candado me tomo del estomago y me jalo lejos de
la puerta.
- ¡no…no! ¡Suéltame, suéltame!
- ¡¿Qué es lo que te pasa?! ¡No
vuelvas a intentar escapar!- me tiró al suelo.
- ¡no me toques, déjame…!
- ¡cállate, que para lo único
que sirves es para complacer a tu nuevo novio, y no te irás hasta que ya no te
quiera!
- ¡él no es mi novio…el me
drogó para que lo hiciera…no es un hombre…y tu tampoco!- era muy tarde para
retractarme. El hombre hizo dos puños con sus manos y comenzó a golpearme.
-¡ahh!- me quejé.
- ¡¿Qué no somos hombres?!
Pff, tu tampoco lo eres, eres un maricon y no te dejaremos salir de aquí.
- déjame ya… ¡no me golpees!-
chillé.
- ¡¿Quién es el hombre
ahora?!- me levanto de los cabellos y me azotó a la pared, ahí me miro directo
a los ojos. –nunca tuviste que meterte conmigo, ¿acaso sabes quién soy?- negó y
escupió en mi cara. –no quiero escucharte juzgar mi hombría, maldito maricon.
- ¡no soy un maricon!
- sí, lo eres.
- ¡tú me besaste a mí! ¡Dime
ahora quien es el marica!- escupí también en su cara. Todos los demás dieron
gritos ahogados y pronto empezaron a reír. El hombre me levanto en su hombro y
se largo al cuarto en donde había despertado, al llegar cerró la puerta y me
dejo caer al suelo con una fuerza bruta que pude sentir mi espada tronar y mis
lagrimas salir.
- ¡Eres hombre muerto!- tomo
un alambre oxidado del suelo y se acerco a mi; no tuve tiempo de correr, mi
espalda me dolía hasta la mierda. Amarró mis manos y camino lejos de mí. Creí
que solo haría eso, que quizá me dejaría morir ahí, pero sabía que no iba a ser
así, llego con piedras y comenzó a aventarlas sobre mí.
- ¡me duele…déjame…por favor!-
el origen de las piedras que llevaba no lo supe y no me importaba mucho, pero
el dolor que sentía con cada una al tocar mi piel, me hacía retorcerme
fuertemente.
- ¡a ver si eres tan hombre
después de esto!- se acerco a mí y me golpe un par de veces, después se fue. Me
quedé en el suelo retorciéndome, hasta no poder si quiera recordar en donde
estaba.
[…]
- hola, hermoso.- tomo mi
mentón y dio un beso en mis labios; con ambas manos apreté su pecho y lo eche
lejos de mi.
- ¡¿Qué te pasa?!...déjame…- Belthram
sonrió y tomo mi cabello.
- ¿Qué ya no te acuerdas de lo
que paso ayer?, ¿Qué ya no me quieres?
- yo…no paso nada ayer…- él
negó y de sus pantalones sacó un celular, ¡mi celular!
- ¡eso es mío!- él asintió sin
más y me mostro la pantalla del celular. Había un video de…mi y él…
- ¿lo ves?, ahora dime que no
te ha encantado.- mis ojos despidieron lagrimas como dos grandes ríos. – eh,
¿Por qué lloras, Bill?
- no…no puede ser…no…por
favor… ¡no!- nunca me había sentido tan mal en toda mi vida…nunca me había
sentido tan sucio, tan imbécil, tan…sucio…
- vamos, niño, deja de llorar.
Esto solo lo sabes tú…y (tu nombre).- rió fuertemente. ¿Cómo mierda conocía a
(Tu nombre)?...
- ¿(tu nombre)?- me eché a
llorar en el suelo fuertemente, él se acercó a mí y se acuclillo a mi lado.
Acarició mi cabello, como era ya de costumbre, pero no hice nada por quitarlo,
sentía mi corazón despedirse de la vida, sentía mi estomago crear arcadas para
después ser expulsadas por mi boca.
- hey, no llores, lindo. Creí
que me querrías después de todo.
- …así no… ¡así no!...- en la
puerta estaba la mujer de ropas holgadas, ella chasqueó los dedos un par de
veces y Belthram se levantó del suelo y se largó de ahí. Me sentí intimidado;
ella se acercó a mí y me miro a los ojos, saqué mi mirada de la suya.
- ¿Cómo es que te llamas?
- B…Bill…- limpié mis
lágrimas, ella asintió y dejo su cuerpo caer al suelo. Bastaron unos largos
minutos de silencio para que ella volviera a hablar.
- veras, sé que es difícil que
confíes en personas como nosotros aquí, pero…te pido que me dejes salir
contigo.- negué.
- no…no…- tomo mi rodilla.
- por favor, Bill…quiero
ayudarte.
- aquí solo quieren abusar de
las personas… ¡no ayudarlas!
- vamos, niñato, por favor,
¡juro por mi vida que no te haré nada malo!- me costó pensarlo varias veces,
pero al final acepté. Nos levantamos del suelo y salimos de esa habitación.
- ¡BUENOS DÍAS, BELLO
DURMIENTE!- gritaron todos, excepto Margareth, Belthram y el señor que me había
traído.
- silencio, maricones. Llevaré
a este tío a hacer negocios, quizá consigamos otras personas.- el hombre de
barba de candado se acercó y la tomo fuertemente de sus brazos.
- si me entero de que lo dejas
escapar o él mismo se escapa, lo siento, preciosa, pero te mataré.- ella se
soltó de sus manos y asintió.
- este marica no irá a ninguna
parte, cálmate, shein. ¡Ahora venimos!
- ¡consíguenos una morra bien
rica!- ella hizo caso omiso a los gritos y me sacó de la casa.
- ahora, más te vale que sigas
mis pasos de ahora en adelante. Y en el camino podré platicarte un poco.
- ¿Cómo se que no me llevas a
un lugar peor?
- ¿crees que hay un lugar
peor?- rió. –Shein es la primera persona en esta parte de Göppingen a la que se
le ha visto abusar de las personas. En todo este barrio, él tiene personal que busca
las mejores mujeres y los hombres más fuertes, todo para ganar poder, si no
eres un aliado y mencionas su nombre, podrías caer en sus brazos y ser violado
y maltratado por él y sus aliados.
- ¿por qué todos pelean por
cogerse a los demás?
- es algo como una tradición,
quitarles la virginidad o bien, violarlos para mostrar “poder”.
- ¿Por qué quieres ayudarme?
¿No quieres violarme tu también?- ella rió.
- no lo creo, finjo ser
bisexual, como te darás cuenta aquí las personas no tienen una atracción sexual
definida. Todos son maricas, lesbianas o bisexuales.- sonrió. –y no quiero
violarte, en primera porque ayer te han hecho cosas horribles y en segunda
porque yo no soy de esas personas.
- pero…estas con Shein.
- es verdad, pero…llegué ahí
por cuestiones de salud, es decir, no tenía que comer, y si me juntaba con
ellos tenía bufetes realizados y seguros. A mí novio le han torturado sexual y
físicamente, lo hicieron Frizuz y lucas después de meterle todo tipo de cosas
en el culo. Ahora está en california.
- oh, lo siento mucho…
- yo también. Escuché que
tenías novia ¿es cierto?
- supongo que después de ayer
eso…eso ya no es verdad…
- tú no eres de aquí ¿verdad?
- no…
- ¿Dónde vives?
- he estado viviendo en Los Ángeles.
- vaya, ¡¿vives en Los Ángeles!?
Que mente tan enferma quisiera dejar ese lugar y venir aquí.
- no lo sé…
- ¿sabes? Puedes irte ahora
que tienes la oportunidad, no desperdicies más días aquí hasta perder la vida,
Bill.
- es que…no sé donde estoy…no
sé cómo salir de aquí…
- hum…ven, corre.- corrió
rápidamente, yo la seguí a paso torpe. Las calles estaban muy sucias, estaban
completamente vacías, tan solo podía escuchar los pasos de ella y los míos. Caí
fuertemente a la acera. Ella paro y camino hacia mí y se hincó a mi lado.
-¿estás bien?- asentí. -¿sabes? Deshazte de todo lo que te impida el buen
movimiento.- sacó mi playera que ya se encontraba hecha una mierda, estaba rota
y sucia. –quítate los zapatos.
- estás loca, me joderé los
pies.
- vamos, Bill, con esa
plataforma tan alta no podrás caminar más.- asentí y quite mis zapatos,
aventándolos a la calle. –sigamos.
Tras un par de horas
caminando, llegamos a la carretera, una carretera que conocía perfectamente.
Ella sonrió con suficiencia y me miro.
- a la izquierda esta…
- Loítsche.- interrumpí. Ella
me miro con sorpresa.
- bueno, al parecer el camino
ya lo conoces. Escapa lo más rápido que puedas, si vuelven a atraparte ya no
estaré yo para ayudarte.
- ¿a qué te refieres?, ¿no
vienes conmigo?- negó.
- no hay dinero con el que
pueda salir a algún lado, necesito tener comida, niñato, no soy una ricachona
como tú.- sonrió. –estaré con shein hasta ahorrar para comprar una casa lejos.
- no me has dicho tu nombre.
- me llamo Viveka, significa…
- mujer pequeña.- sonreí.
- vaya, ¿sabes Alemán eh?
- soy Alemán.- ella
sonrió.
- oh, eso lo dice todo.- lamió
sus labios. –bien, te dejo príncipe Bill.
- dijeron que te matarían si
escapaba.
- bah, sería lo mejor para mi.- negué.
- ¿recuerdas mi bolso?
- sí, ese de marica ¿no?- rió.
–solo bromeó. ¿Qué pasa con él?
- bueno, dentro de él tengo
dinero…no es mucho pero te ayudara bastante en invertir para irte hoy
mismo…esta también mi celular y mi ropa, puedes venderlas… ¿sabes?...- baje la
mirada.
- ¿Qué pasa?
- ahí está la pequeña cadena
de oro que me dieron mis papás al nacer…puedes venderla también.
- ¿lo dejaste todo allá? ¡Qué
eres tonto, niño! Ahora te lo traigo.- no pudo dar un paso más, pues yo la
detuve.
- te lo doy, de verdad…no
quiero que vivas allí por más tiempo.- sus ojos se aguaron.
- no entiendo por qué quieres
darme todo esto a mí…yo no he hecho nada por ti.
- me has sacado de este lugar
y…eso es demasiado para mi…- ella me dio un fuerte abrazo, coloqué mi mano en
su nuca, atrayéndola más a mí…cuando se me ocurrió una grandiosa idea. -¿Por
qué no vienes conmigo?- dejo de abrazarme.
- ¿qué?
- ven conmigo, iremos a casa
de mi papá y…y podremos irnos de aquí.
- no hablas enserio, no puede
ser, Bill.
- sí que puede, me has dicho
que tu novio esta en california, puedes venir conmigo.
- ¿lo dices enserio, Bill?-
asentí. - ¡ahora vengo!- corrió lejos de mí. Me senté en el pasto y le esperé.
[…]
Ahí la mire regresando, sus
ropas estaban rotas y parecía que lloraba. Me levante del suelo y me acerqué a
ella.
- ¿Qué te paso?
- se dieron cuenta…no querían
que me fuera y encima con tus cosas.
- mira como te dejaron la
cara.- tenía unas cortadas aun abiertas, claramente.
- eso ahora no importa, no
seré golpeada nunca más.- sonrió.
- por qué no te cambias la
ropa, se te desbaratará en el camino.- ella asintió.
- puedo… ¿puedo usar de tu
ropa?
- claro.- sonreí.
- gracias…no mires, que me
cambiare por allá.
- está bien.- la espere por
tan solo unos minutos hasta que estuvo lista.
- vamos.- caminamos a mi
antigua casa, le platiqué sobre mi vida y del porque había llegado ahí.
[…]
Mi casa no quedaba muy lejos,
era de las primeras que se podían mirar, entonces llegamos muy pronto. Ahí la
volví a mirar, siempre era igual, salvo que en una ventana del segundo piso
había calcomanías en forma de corazones, seguro de mi pequeña hermana. Mire a Viveka.
- entraré por dinero,
ahora vengo, no me tardo.- ella asintió. Entre a la casa, estaba vacía
completamente. Subí a la recamara de papá y sentí escalofríos, camine hacia su
cajón y tome absolutamente todo el dinero que tenía ahí, sabía que no le
gustaría pero estaba claro que planeaba devolvérselo. Baje las escaleras y
corrí hacia Viveka.
- ¿te dejo usar su dinero?-
negué.
- se lo devolveré. Ahora
vamos a un aeropuerto.- pedimos un taxi que nos llevara al aeropuerto más
cercano. Compramos los boletos y tuvimos que subir al tiro, pues el vuelo ya se
iba.
Nos sentamos juntos y
ella comenzó a temblar, me miro con miedo y pude saber exactamente lo que le
pasaba, pues a mí me pudo pasar lo mismo en un momento. Tome su mano y la
estreche fuertemente, el avión despegó y por fin ella estuvo más tranquila.
- Bill… ¿crees que Andrew
me recuerde?
- si él es tonto, lo
hará. No podría olvidar a alguien como tú, sería estúpido. No te preocupes por
eso, que seguro no lo hizo.- ella bajo la mirada.
- y tú, ¿crees que tu
novia te quiera después de eso del video?
- estoy seguro de que no
me creerá que me drogaron para hacerlo, pero espero que podamos seguir siendo
amigos…
- vaya vida la nuestra,
¿no crees? Y todo por ese shein.
- lo sé.
“EL VUELO 109 HA LLEGADO A SU DESTINO, FAVOR DE ABROCHAR SUS CINTURONES,
DESPEGAREMOS EN UNOS SEGUNDOS. GRACIAS.”
Abrochamos nuestros
cinturones y miramos la ventana. Ella sonrió ampliamente y me miro.
- ¿has visto, Bill?
¡Estamos muy lejos de Alemania!- sonreí. Todos bajamos del avión. Viveka y yo
tomamos un taxi, después de todo no teníamos equipaje. –Bill…
- mande.- la mire.
- te acompañaré a tu casa,
¿puedo?
- no, pero tú te quedarás
aquí, en busca de tu novio.
- quiero explicarle a tu
novia lo que paso contigo y…Belthram.
- ¿harías eso por mi?
- después de todo lo que
tú hiciste por mi…es lo menos que puedo hacer.- sonreí y le di un abrazo.
- gracias…muchas gracias…
Tras una hora de viaje en
el taxi, el hombre nos detuvo frente a mi casa. Viveka me tomo el brazo,
apretándolo sin mucha fuerza.
- no me digas que aquí
vives… ¡no lo creo!
- sí, es mi casa.-
sonreí. ¡Era mi casa! ¡Mi casa! no podía creerlo yo mismo…por fin estaba de
vuelta…
Bajamos del auto y
pagamos; el hombre se marcho dejándonos solos y pronto sentí un horrible nudo
en mi garganta, ella me tomo la mano e hizo que la mirara a los ojos.
- ¿Qué pasa, Bill?
- eh…creo que es mejor esperar
unos días para volver.
- ¡¿Qué!?, ¿¡estás loco?!
Ellos te extrañan, no puedes hacerlos esperar más.
- después de lo que pasó
ayer yo…creo que ya no me esperan más.- tomo mis mejillas fuertemente.
- “lo que paso ayer” no
lo hiciste consciente, “lo que paso ayer” tan solo mostraría que eres marica,
¿crees que tu hermano deje de hablarte por ello?, ¿crees que tu novia deje de
hablarte por ello? ¡Estás equivocado!, quizá tu novia y tú no se lleven igual
que antes, pero te diré una cosa: ¡eres marica por no tener el valor de volver
sin miedo, eres marica por querer esconderte! Unos días podrían significar
mucho para los que te esperan ahí dentro.- sonreí y le envolví en mis brazos,
ella contestó el abrazo y al tiro se separo de mí.
- tienes razón.- mire la
puerta de casa, la abrí con sigilo e invité a Viveka a que entrará. Nos
acercamos a la puerta y con mis nudillos toqué un par de veces. Mi corazón
latía emocionado, toda clase de sentimientos podían revolverse en mi interior.
By Tom
- deben ser los policías.-
gritó Gustav. Lo mire dudando, quizá eran ellos, pero había de dos opciones:
Bill había regresado o Bill se quedó allá.
- vamos, Tom ¿Qué
esperas? Pueden irse.- dijo Georg levantándose del sofá. -¿quieres que yo abra?
- no es necesario,
amigo…iré yo mismo.- mis pasos eran lentos y nerviosos, después de todo era mi
hermano, no me importaba su atracción sexual. Llegué a la puerta y con un poco
de nerviosismos le tome y la giré con precaución.
Ahí estaba, sin camisa,
en su brazo derecho había una tela enredada. Sus pantalones estaban rotos y
rasguñados, sus pies estaban tan solo con sus calcetines. Su piel estaba
demasiado sucia, había cortadas en su cuerpo; su cabello había crecido de nuevo
hasta sus hombros y se había despintado un poco. Una pequeña barba comenzaba a
salir de su cara.
- …Bill…- le di un fuerte
abrazo, seguro el abrazo más emotivo que nunca pude darle a alguien. Sus
delgados brazos envolvieron mi cuerpo; sentí a mi pequeño hermano brincar
después de sacar unos pequeños suspiros, Bill estaba llorando, acaricie su
cabello y me separé de él. –no llores hermano, todo será diferente desde ahora…
- ella…ella es mi
amiga…Viveka…- parecía ocultarse detrás de mi hermano; su cabello estaba hasta
su quijada y era de un café muy claro, sus ojos eran color miel. Saludó con su
mano tímidamente y sonrió.
- hola.- sonreí también.
–Entren ahora…- los dos pasaron dentro.
- ¡Bill!- gritaron todos
al son. El no sonrió, solo los miro impresionado, su mirada no estaba
mirándolos realmente, parecía que pensaba, quizá la razón era porque (tu
nombre) no estaba, quizá porque Boris y Andreas estaban ahí.
La amiga de Bill le
sacudió un poco, haciendo que Bill la mirara y sonriera con ternura. Mi hermano
se acercó a mi cabizbajo, comenzó a jugar con sus manos nervioso, nunca lo
había visto así, algo le pasaba.
- …lo siento…- se atrevió
a decir. Sonreí para mí mismo, le di un fuerte abrazo.
- hermano, no te
preocupes por nada, no estés mal, no llores.
- ¿saben?- dijo Andreas,
levantándose del sofá y encaminándose hacia nosotros; tomó el hombro de Bill y
el de su amiga y sonrió. –creo que estas dos personas se mueren de hambre, ¿Por
qué no comen algo?- Bill miro a Andy y por un momento creí que harían lo mismo
que cuando Bill por fin pudo salir del centro de rehabilitación, pero él solo
sonrió y bajo la mirada al tiro.
By Bill
Terminamos de comer,
Viveka parecía muy feliz por todo esto. Y yo también lo estaba, pero algo me
hacía sentir un gran nudo en mi garganta. Viveka me miro y se levanto de la
mesa.
- Bill…yo tengo que
irme…- dijo nerviosa. Yo negué.
- ¿estás loca? Te darás
un baño y veremos si tengo ropa que te quede bien.- ella negó.
- me parece que eres tu
el loco.- la tome de la mano y subimos a mi recamara. Era como la primera vez
que la miraba, la primera vez que recordaba el olor de su perfume y también la
primera vez que la miraba dormir. -¿es ella?- susurro y yo asentí. Camine hacia
mis cajones y sigilosamente los abrí y saqué ropa que pudiera quedarle.
- date una ducha, el baño
está ahí.- apunte. –Me avisas si no te queda la ropa.- ella la tomo con
delicadeza.
- muchas gracias, Bill…-
camino al baño. Me acerque a mi princesa y acaricie sus mejillas, ella se quejo
y después abrió los ojos lentamente. Dio un grito ahogado al mirarme, sus ojos
se volvieron cristalinos y se levanto de la cama; imaginaba una hermosa bienvenida,
un rencuentro tierno y un abrazo en el que expresáramos lo mucho que nos
habíamos extrañado, pero había inconvenientes, tales como el maldito video…eso
significaba una horrible bienvenida, un rencuentro rencoroso y una golpiza en
donde expresaba el asco y la repulsión que le daba el volverme a ver.
- ¡eres un estúpido!- me
empujo a la pared, sus ojos dejaron salir las lagrimas que se había guardado
desde que me miro.
OMG!
ResponderEliminarAhora si me gusto!
Sube sube sube
sube sube!!!!!
Ahhhh!!!
Yaaaa! Porfa ahora si me encanto
WOW!!!!! q lindo BILL q ayuda a VIVEKA y espero q (tn) lo deje explicar todo q en realidad paso!!!
ResponderEliminaresta genial me encanta tu fic sube pronto please!!!!!
PERO QUE COÑO HISO TN!!!
ResponderEliminarentiwendo que este molesta
por el dichoso video
pero ella debe creerle a
bill y no a un estupido
video, debe de escucharlo
y porfin ahora depues de
todo lo que paso Bill
porfin esta en su casa
junto con ella y ella
lo resive asi O.O
estubo genial el capitulo
siguelo pronto vale :D
ME gusto el capitulo! pero (TN) esta confundida :c , espero que Bill la haga entrar en razón y no terminen como amigos T.T , como novios mejor xd , bueno (: eres una grandiosa escritora y sube pronto :3
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