viernes, 6 de abril de 2012

capitulo 56



By Bill

Escuché un cuerpo de vidrió azotar con el suelo fuertemente. Abrí mis ojos, verificando que todo estuviera bien, al mirarme en ese lugar me di cuenta que nada estaba bien…respire hondo, y todo el polvo y la tierra de ese lugar entro por mi boca, haciéndome toser fuertemente. La puerta de este lugar se abrió y ahí vi al hombre de piel negra, él se acercaba a mí y se hinco a mi lado.

- ¿cómo ha dormido el marica, eh?- encogí mis piernas hasta mi pecho y las abracé con nerviosismo. El tomo mi quijada fuertemente y sonrió. - ¿Qué te pasa, ya recordaste todo?- lo mire un poco confundido.

- ..q… ¿qué?- rió fuertemente.

- ¡levántate del suelo!- pronto su carácter se torno brusco, me tomo los brazos y me levanto del suelo. -¿quieres desayunar? ¡¿Quieres?!- negué. Me llevó del brazo a lo que parecía era la cocina. Ahí dentro estaban todas esas personas que había visto la noche pasada.

- ¡eh, mi pequeño hombre!- grito el Belthram, yo lo mire con indiferencia. El hombre soltó mi brazo e hizo que me sentara en el suelo.

- ¡aquí está tu comida, marica!- aventaron dos trozos de pan a mi cara. -¿quieres algo de beber? ¡Aquí tienes!- echaron agua a mi cara. –oh, ¿no vas a comer?

- vamos, tienes que estar fuerte para tu novio.- dijo Margareth.

- …no…él no es mi novio…

- si lo somos, Bill…hoy haremos lo mismo ¿cierto?- me levanté del suelo y corrí a la puerta, intentando escapar. El hombre de barba de candado me tomo del estomago y me jalo lejos de la puerta.

- ¡no…no! ¡Suéltame, suéltame!

- ¡¿Qué es lo que te pasa?! ¡No vuelvas a intentar escapar!- me tiró al suelo.

- ¡no me toques, déjame…!

- ¡cállate, que para lo único que sirves es para complacer a tu nuevo novio, y no te irás hasta que ya no te quiera!

- ¡él no es mi novio…el me drogó para que lo hiciera…no es un hombre…y tu tampoco!- era muy tarde para retractarme. El hombre hizo dos puños con sus manos y comenzó a golpearme. -¡ahh!- me quejé.

- ¡¿Qué no somos hombres?! Pff, tu tampoco lo eres, eres un maricon y no te dejaremos salir de aquí.

- déjame ya… ¡no me golpees!- chillé.

- ¡¿Quién es el hombre ahora?!- me levanto de los cabellos y me azotó a la pared, ahí me miro directo a los ojos. –nunca tuviste que meterte conmigo, ¿acaso sabes quién soy?- negó y escupió en mi cara. –no quiero escucharte juzgar mi hombría, maldito maricon.

- ¡no soy un maricon!

- sí, lo eres.

- ¡tú me besaste a mí! ¡Dime ahora quien es el marica!- escupí también en su cara. Todos los demás dieron gritos ahogados y pronto empezaron a reír. El hombre me levanto en su hombro y se largo al cuarto en donde había despertado, al llegar cerró la puerta y me dejo caer al suelo con una fuerza bruta que pude sentir mi espada tronar y mis lagrimas salir.

- ¡Eres hombre muerto!- tomo un alambre oxidado del suelo y se acerco a mi; no tuve tiempo de correr, mi espalda me dolía hasta la mierda. Amarró mis manos y camino lejos de mí. Creí que solo haría eso, que quizá me dejaría morir ahí, pero sabía que no iba a ser así, llego con piedras y comenzó a aventarlas sobre mí.

- ¡me duele…déjame…por favor!- el origen de las piedras que llevaba no lo supe y no me importaba mucho, pero el dolor que sentía con cada una al tocar mi piel, me hacía retorcerme fuertemente.

- ¡a ver si eres tan hombre después de esto!- se acerco a mí y me golpe un par de veces, después se fue. Me quedé en el suelo retorciéndome, hasta no poder si quiera recordar en donde estaba.

[…]

- hola, hermoso.- tomo mi mentón y dio un beso en mis labios; con ambas manos apreté su pecho y lo eche lejos de mi.

- ¡¿Qué te pasa?!...déjame…- Belthram sonrió y tomo mi cabello.

- ¿Qué ya no te acuerdas de lo que paso ayer?, ¿Qué ya no me quieres?

- yo…no paso nada ayer…- él negó y de sus pantalones sacó un celular, ¡mi celular!

- ¡eso es mío!- él asintió sin más y me mostro la pantalla del celular. Había un video de…mi y él…

- ¿lo ves?, ahora dime que no te ha encantado.- mis ojos despidieron lagrimas como dos grandes ríos. – eh, ¿Por qué lloras, Bill?

- no…no puede ser…no…por favor… ¡no!- nunca me había sentido tan mal en toda mi vida…nunca me había sentido tan sucio, tan imbécil, tan…sucio…

- vamos, niño, deja de llorar. Esto solo lo sabes tú…y (tu nombre).- rió fuertemente. ¿Cómo mierda conocía a (Tu nombre)?...

- ¿(tu nombre)?- me eché a llorar en el suelo fuertemente, él se acercó a mí y se acuclillo a mi lado. Acarició mi cabello, como era ya de costumbre, pero no hice nada por quitarlo, sentía mi corazón despedirse de la vida, sentía mi estomago crear arcadas para después ser expulsadas por mi boca.

- hey, no llores, lindo. Creí que me querrías después de todo.

- …así no… ¡así no!...- en la puerta estaba la mujer de ropas holgadas, ella chasqueó los dedos un par de veces y Belthram se levantó del suelo y se largó de ahí. Me sentí intimidado; ella se acercó a mí y me miro a los ojos, saqué mi mirada de la suya.

- ¿Cómo es que te llamas?

- B…Bill…- limpié mis lágrimas, ella asintió y dejo su cuerpo caer al suelo. Bastaron unos largos minutos de silencio para que ella volviera a hablar.

- veras, sé que es difícil que confíes en personas como nosotros aquí, pero…te pido que me dejes salir contigo.- negué.

- no…no…- tomo mi rodilla.

- por favor, Bill…quiero ayudarte.

- aquí solo quieren abusar de las personas… ¡no ayudarlas!

- vamos, niñato, por favor, ¡juro por mi vida que no te haré nada malo!- me costó pensarlo varias veces, pero al final acepté. Nos levantamos del suelo y salimos de esa habitación.

- ¡BUENOS DÍAS, BELLO DURMIENTE!- gritaron todos, excepto Margareth, Belthram y el señor que me había traído.

- silencio, maricones. Llevaré a este tío a hacer negocios, quizá consigamos otras personas.- el hombre de barba de candado se acercó y la tomo fuertemente de sus brazos.

- si me entero de que lo dejas escapar o él mismo se escapa, lo siento, preciosa, pero te mataré.- ella se soltó de sus manos y asintió.

- este marica no irá a ninguna parte, cálmate, shein. ¡Ahora venimos!

- ¡consíguenos una morra bien rica!- ella hizo caso omiso a los gritos y me sacó de la casa.

- ahora, más te vale que sigas mis pasos de ahora en adelante. Y en el camino podré platicarte un poco.

- ¿Cómo se que no me llevas a un lugar peor?

- ¿crees que hay un lugar peor?- rió. –Shein es la primera persona en esta parte de Göppingen a la que se le ha visto abusar de las personas. En todo este barrio, él tiene personal que busca las mejores mujeres y los hombres más fuertes, todo para ganar poder, si no eres un aliado y mencionas su nombre, podrías caer en sus brazos y ser violado y maltratado por él y sus aliados.

- ¿por qué todos pelean por cogerse a los demás?

- es algo como una tradición, quitarles la virginidad o bien, violarlos para mostrar “poder”.

- ¿Por qué quieres ayudarme? ¿No quieres violarme tu también?- ella rió.

- no lo creo, finjo ser bisexual, como te darás cuenta aquí las personas no tienen una atracción sexual definida. Todos son maricas, lesbianas o bisexuales.- sonrió. –y no quiero violarte, en primera porque ayer te han hecho cosas horribles y en segunda porque yo no soy de esas personas.

- pero…estas con Shein.

- es verdad, pero…llegué ahí por cuestiones de salud, es decir, no tenía que comer, y si me juntaba con ellos tenía bufetes realizados y seguros. A mí novio le han torturado sexual y físicamente, lo hicieron Frizuz y lucas después de meterle todo tipo de cosas en el culo. Ahora está en california.

- oh, lo siento mucho…

- yo también. Escuché que tenías novia ¿es cierto?

- supongo que después de ayer eso…eso ya no es verdad…

- tú no eres de aquí ¿verdad?

- no…

- ¿Dónde vives?

- he estado viviendo en Los Ángeles.

- vaya, ¡¿vives en Los Ángeles!? Que mente tan enferma quisiera dejar ese lugar y venir aquí.

- no lo sé…

- ¿sabes? Puedes irte ahora que tienes la oportunidad, no desperdicies más días aquí hasta perder la vida, Bill.

- es que…no sé donde estoy…no sé cómo salir de aquí…

- hum…ven, corre.- corrió rápidamente, yo la seguí a paso torpe. Las calles estaban muy sucias, estaban completamente vacías, tan solo podía escuchar los pasos de ella y los míos. Caí fuertemente a la acera. Ella paro y camino hacia mí y se hincó a mi lado. -¿estás bien?- asentí. -¿sabes? Deshazte de todo lo que te impida el buen movimiento.- sacó mi playera que ya se encontraba hecha una mierda, estaba rota y sucia. –quítate los zapatos.

- estás loca, me joderé los pies.

- vamos, Bill, con esa plataforma tan alta no podrás caminar más.- asentí y quite mis zapatos, aventándolos a la calle. –sigamos.

Tras un par de horas caminando, llegamos a la carretera, una carretera que conocía perfectamente. Ella sonrió con suficiencia y me miro.

- a la izquierda esta…

- Loítsche.- interrumpí. Ella me miro con sorpresa.

- bueno, al parecer el camino ya lo conoces. Escapa lo más rápido que puedas, si vuelven a atraparte ya no estaré yo para ayudarte.

- ¿a qué te refieres?, ¿no vienes conmigo?- negó.

- no hay dinero con el que pueda salir a algún lado, necesito tener comida, niñato, no soy una ricachona como tú.- sonrió. –estaré con shein hasta ahorrar para comprar una casa lejos.

- no me has dicho tu nombre.

- me llamo Viveka, significa…

- mujer pequeña.- sonreí.

- vaya, ¿sabes Alemán eh?

- soy Alemán.- ella sonrió.

- oh, eso lo dice todo.- lamió sus labios. –bien, te dejo príncipe Bill.

- dijeron que te matarían si escapaba.

- bah, sería lo mejor para mi.- negué.

- ¿recuerdas mi bolso?

- sí, ese de marica ¿no?- rió. –solo bromeó. ¿Qué pasa con él?

- bueno, dentro de él tengo dinero…no es mucho pero te ayudara bastante en invertir para irte hoy mismo…esta también mi celular y mi ropa, puedes venderlas… ¿sabes?...- baje la mirada.

- ¿Qué pasa?

- ahí está la pequeña cadena de oro que me dieron mis papás al nacer…puedes venderla también.

- ¿lo dejaste todo allá? ¡Qué eres tonto, niño! Ahora te lo traigo.- no pudo dar un paso más, pues yo la detuve.

- te lo doy, de verdad…no quiero que vivas allí por más tiempo.- sus ojos se aguaron.

- no entiendo por qué quieres darme todo esto a mí…yo no he hecho nada por ti.

- me has sacado de este lugar y…eso es demasiado para mi…- ella me dio un fuerte abrazo, coloqué mi mano en su nuca, atrayéndola más a mí…cuando se me ocurrió una grandiosa idea. -¿Por qué no vienes conmigo?- dejo de abrazarme.

- ¿qué?

- ven conmigo, iremos a casa de mi papá y…y podremos irnos de aquí.

- no hablas enserio, no puede ser, Bill.

- sí que puede, me has dicho que tu novio esta en california, puedes venir conmigo.

- ¿lo dices enserio, Bill?- asentí. - ¡ahora vengo!- corrió lejos de mí. Me senté en el pasto y le esperé.

[…]

Ahí la mire regresando, sus ropas estaban rotas y parecía que lloraba. Me levante del suelo y me acerqué a ella.

- ¿Qué te paso?

- se dieron cuenta…no querían que me fuera y encima con tus cosas.

- mira como te dejaron la cara.- tenía unas cortadas aun abiertas, claramente.

- eso ahora no importa, no seré golpeada nunca más.- sonrió.

- por qué no te cambias la ropa, se te desbaratará en el camino.- ella asintió.

- puedo… ¿puedo usar de tu ropa?

- claro.- sonreí.

- gracias…no mires, que me cambiare por allá.

- está bien.- la espere por tan solo unos minutos hasta que estuvo lista.

- vamos.- caminamos a mi antigua casa, le platiqué sobre mi vida y del porque había llegado ahí.

[…]

Mi casa no quedaba muy lejos, era de las primeras que se podían mirar, entonces llegamos muy pronto. Ahí la volví a mirar, siempre era igual, salvo que en una ventana del segundo piso había calcomanías en forma de corazones, seguro de mi pequeña hermana. Mire a Viveka.

- entraré por dinero, ahora vengo, no me tardo.- ella asintió. Entre a la casa, estaba vacía completamente. Subí a la recamara de papá y sentí escalofríos, camine hacia su cajón y tome absolutamente todo el dinero que tenía ahí, sabía que no le gustaría pero estaba claro que planeaba devolvérselo. Baje las escaleras y corrí hacia Viveka.

- ¿te dejo usar su dinero?- negué.

- se lo devolveré. Ahora vamos a un aeropuerto.- pedimos un taxi que nos llevara al aeropuerto más cercano. Compramos los boletos y tuvimos que subir al tiro, pues el vuelo ya se iba.

Nos sentamos juntos y ella comenzó a temblar, me miro con miedo y pude saber exactamente lo que le pasaba, pues a mí me pudo pasar lo mismo en un momento. Tome su mano y la estreche fuertemente, el avión despegó y por fin ella estuvo más tranquila.

- Bill… ¿crees que Andrew me recuerde?

- si él es tonto, lo hará. No podría olvidar a alguien como tú, sería estúpido. No te preocupes por eso, que seguro no lo hizo.- ella bajo la mirada.

- y tú, ¿crees que tu novia te quiera después de eso del video?

- estoy seguro de que no me creerá que me drogaron para hacerlo, pero espero que podamos seguir siendo amigos…

- vaya vida la nuestra, ¿no crees? Y todo por ese shein.

- lo sé.

“EL VUELO 109 HA LLEGADO A SU DESTINO, FAVOR DE ABROCHAR SUS CINTURONES, DESPEGAREMOS EN UNOS SEGUNDOS. GRACIAS.”

Abrochamos nuestros cinturones y miramos la ventana. Ella sonrió ampliamente y me miro.

- ¿has visto, Bill? ¡Estamos muy lejos de Alemania!- sonreí. Todos bajamos del avión. Viveka y yo tomamos un taxi, después de todo no teníamos equipaje. –Bill…

- mande.- la mire.

- te acompañaré a tu casa, ¿puedo?

- no, pero tú te quedarás aquí, en busca de tu novio.

- quiero explicarle a tu novia lo que paso contigo y…Belthram.

- ¿harías eso por mi?

- después de todo lo que tú hiciste por mi…es lo menos que puedo hacer.- sonreí y le di un abrazo.

- gracias…muchas gracias…

Tras una hora de viaje en el taxi, el hombre nos detuvo frente a mi casa. Viveka me tomo el brazo, apretándolo sin mucha fuerza.

- no me digas que aquí vives… ¡no lo creo!

- sí, es mi casa.- sonreí. ¡Era mi casa! ¡Mi casa! no podía creerlo yo mismo…por fin estaba de vuelta…

Bajamos del auto y pagamos; el hombre se marcho dejándonos solos y pronto sentí un horrible nudo en mi garganta, ella me tomo la mano e hizo que la mirara a los ojos.

- ¿Qué pasa, Bill?

- eh…creo que es mejor esperar unos días para volver.

- ¡¿Qué!?, ¿¡estás loco?! Ellos te extrañan, no puedes hacerlos esperar más.

- después de lo que pasó ayer yo…creo que ya no me esperan más.- tomo mis mejillas fuertemente.

- “lo que paso ayer” no lo hiciste consciente, “lo que paso ayer” tan solo mostraría que eres marica, ¿crees que tu hermano deje de hablarte por ello?, ¿crees que tu novia deje de hablarte por ello? ¡Estás equivocado!, quizá tu novia y tú no se lleven igual que antes, pero te diré una cosa: ¡eres marica por no tener el valor de volver sin miedo, eres marica por querer esconderte! Unos días podrían significar mucho para los que te esperan ahí dentro.- sonreí y le envolví en mis brazos, ella contestó el abrazo y al tiro se separo de mí.

- tienes razón.- mire la puerta de casa, la abrí con sigilo e invité a Viveka a que entrará. Nos acercamos a la puerta y con mis nudillos toqué un par de veces. Mi corazón latía emocionado, toda clase de sentimientos podían revolverse en mi interior.

By Tom

- deben ser los policías.- gritó Gustav. Lo mire dudando, quizá eran ellos, pero había de dos opciones: Bill había regresado o Bill se quedó allá.

- vamos, Tom ¿Qué esperas? Pueden irse.- dijo Georg levantándose del sofá. -¿quieres que yo abra?

- no es necesario, amigo…iré yo mismo.- mis pasos eran lentos y nerviosos, después de todo era mi hermano, no me importaba su atracción sexual. Llegué a la puerta y con un poco de nerviosismos le tome y la giré con precaución.

Ahí estaba, sin camisa, en su brazo derecho había una tela enredada. Sus pantalones estaban rotos y rasguñados, sus pies estaban tan solo con sus calcetines. Su piel estaba demasiado sucia, había cortadas en su cuerpo; su cabello había crecido de nuevo hasta sus hombros y se había despintado un poco. Una pequeña barba comenzaba a salir de su cara.

- …Bill…- le di un fuerte abrazo, seguro el abrazo más emotivo que nunca pude darle a alguien. Sus delgados brazos envolvieron mi cuerpo; sentí a mi pequeño hermano brincar después de sacar unos pequeños suspiros, Bill estaba llorando, acaricie su cabello y me separé de él. –no llores hermano, todo será diferente desde ahora…

- ella…ella es mi amiga…Viveka…- parecía ocultarse detrás de mi hermano; su cabello estaba hasta su quijada y era de un café muy claro, sus ojos eran color miel. Saludó con su mano tímidamente y sonrió.

- hola.- sonreí también. –Entren ahora…- los dos pasaron dentro.

- ¡Bill!- gritaron todos al son. El no sonrió, solo los miro impresionado, su mirada no estaba mirándolos realmente, parecía que pensaba, quizá la razón era porque (tu nombre) no estaba, quizá porque Boris y Andreas estaban ahí.

La amiga de Bill le sacudió un poco, haciendo que Bill la mirara y sonriera con ternura. Mi hermano se acercó a mi cabizbajo, comenzó a jugar con sus manos nervioso, nunca lo había visto así, algo le pasaba.

- …lo siento…- se atrevió a decir. Sonreí para mí mismo, le di un fuerte abrazo.

- hermano, no te preocupes por nada, no estés mal, no llores.

- ¿saben?- dijo Andreas, levantándose del sofá y encaminándose hacia nosotros; tomó el hombro de Bill y el de su amiga y sonrió. –creo que estas dos personas se mueren de hambre, ¿Por qué no comen algo?- Bill miro a Andy y por un momento creí que harían lo mismo que cuando Bill por fin pudo salir del centro de rehabilitación, pero él solo sonrió y bajo la mirada al tiro.

By Bill

Terminamos de comer, Viveka parecía muy feliz por todo esto. Y yo también lo estaba, pero algo me hacía sentir un gran nudo en mi garganta. Viveka me miro y se levanto de la mesa.

- Bill…yo tengo que irme…- dijo nerviosa. Yo negué.

- ¿estás loca? Te darás un baño y veremos si tengo ropa que te quede bien.- ella negó.

- me parece que eres tu el loco.- la tome de la mano y subimos a mi recamara. Era como la primera vez que la miraba, la primera vez que recordaba el olor de su perfume y también la primera vez que la miraba dormir. -¿es ella?- susurro y yo asentí. Camine hacia mis cajones y sigilosamente los abrí y saqué ropa que pudiera quedarle.

- date una ducha, el baño está ahí.- apunte. –Me avisas si no te queda la ropa.- ella la tomo con delicadeza.

- muchas gracias, Bill…- camino al baño. Me acerque a mi princesa y acaricie sus mejillas, ella se quejo y después abrió los ojos lentamente. Dio un grito ahogado al mirarme, sus ojos se volvieron cristalinos y se levanto de la cama; imaginaba una hermosa bienvenida, un rencuentro tierno y un abrazo en el que expresáramos lo mucho que nos habíamos extrañado, pero había inconvenientes, tales como el maldito video…eso significaba una horrible bienvenida, un rencuentro rencoroso y una golpiza en donde expresaba el asco y la repulsión que le daba el volverme a ver.

- ¡eres un estúpido!- me empujo a la pared, sus ojos dejaron salir las lagrimas que se había guardado desde que me miro.


4 comentarios:

  1. OMG!
    Ahora si me gusto!
    Sube sube sube
    sube sube!!!!!
    Ahhhh!!!
    Yaaaa! Porfa ahora si me encanto

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  2. WOW!!!!! q lindo BILL q ayuda a VIVEKA y espero q (tn) lo deje explicar todo q en realidad paso!!!
    esta genial me encanta tu fic sube pronto please!!!!!

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  3. PERO QUE COÑO HISO TN!!!
    entiwendo que este molesta
    por el dichoso video
    pero ella debe creerle a
    bill y no a un estupido
    video, debe de escucharlo
    y porfin ahora depues de
    todo lo que paso Bill
    porfin esta en su casa
    junto con ella y ella
    lo resive asi O.O
    estubo genial el capitulo
    siguelo pronto vale :D

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  4. ME gusto el capitulo! pero (TN) esta confundida :c , espero que Bill la haga entrar en razón y no terminen como amigos T.T , como novios mejor xd , bueno (: eres una grandiosa escritora y sube pronto :3

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