domingo, 8 de abril de 2012

capitulo 57


- ¡Te odio, estúpido, te odio!- se dejo caer de rodillas frente a mí y cubrió su cara.

- … (tu nombre)…- tome sus muñecas y la levante con delicadeza, ella me miro enfadada.

- ¡te odio, Bill…TE ODIO!- le di un fuerte abrazo, reprimiendo mis ganas de llorar y besarle. No podría culparla de nada, y sabía que sería difícil convencerla de que no estaba consciente cuando bese a ese hombre, tampoco por irme de casa sin decir nada.

Ella se separo de mi, empujándome con fuerza, se sentó en la cama y cerró sus ojos fuertemente, aparentándolos para que sus lágrimas no salieran más. Me acerque a ella e hice que me mirara a los ojos, ella lo hizo, y en esos ojos pude mirar algo extraño, no era su odio, tampoco su amor, y temí que esto significara su decepción. (Tu nombre) era una persona a la que jamás quise decepcionar.

- ¿Por qué, Bill?... ¡¿POR QUÉ NO ME LO DIJISTE!?...- sentí una roca de posiblemente doscientos kilos caer en mi moral, sentí que mi razón se despedía de mí diciendo “tú fuiste el marica que se fue sin decírselo, fuiste el marica que beso y acarició a un hombre cuando tenías novia, no me culpes a mí, esto arréglalo tu solo.”  Mi corazón se iba de la mano con mi razón, dejando mis sentimientos huérfanos y mi cerebro despiadado y muerto, descansando en una telaraña de “te lo dije”. No sabía qué hacer o que decirle, había hecho demasiado en unos días, había hecho tanto, que (tu nombre) estaba destrozada.

- escúchame, linda…- ella negó. Me refleje en sus ojos, mirando ese estúpido cuerpo frente a ella, en esos ojos tan brillantes gracias a sus lágrimas.

Inconvenientemente, la puerta del baño se abrió, dejando que el vapor del agua saliera por la puerta. (Tu nombre) pareció asustarse, miro a Viveka y después me miro, Viveka me miro, sabiendo que había salido en muy mal momento; me levante y la tome de la mano, haciéndola caminar hacia donde estaba (tu nombre).

- es mi amiga, Viveka, ella me ayudó a salir de Göppingen.- quitó sus lágrimas y sonrió.

- y también vengo a platicar. (Tu nombre), Bill no es la persona que crees, el es una persona realmente valiosa y yo se que tu sabes eso, entonces me ahorrare estas estúpidas palabras y comenzaré con lo serio.

- ¿quieres…quieres que salga?- pregunté, ella negó.

- no es necesario, so comienzo a golpearla tendrás que pararme.- (tu nombre) me miro con miedo. –Solo bromeo pero…mejor prevenimos.- sonrió.

- bueno…- sonreí. Viveka tomo las manos de (Tu nombre).

- Shein lo atrapó, me dijo que vio a Bill durmiendo en la calle, lo tomo y lo llevo a casa.

- ¿Quién es Shein?- dijo nerviosa.

- no te daré una respuesta hasta terminar.- (tu nombre) asintió. –ahí estábamos todos, esperando que Shein llegara con comida, nos moríamos de hambre. Shein llegó con Bill, me pareció estúpida su forma de llorar al ser arrastrado por shein, Bill no parecía normal, más bien parecía tener problemas muy graves.- la mire incrédulo. –Shein iba a cogérselo, todos ahí pensábamos que era una mina. Al Shein darse cuenta que no era así, lo golpeo e hizo que Margareth y Belthram se lo cogieran.

- pero…- ella la miro, haciendo que se silenciara.

- Margareth se regreso pero Belthram, como es marica quiso follarse a Bill. Desde arriba escuchábamos los gritos de Bill, sus suplicas y sus sollozos. (Tu nombre), Belthram drogó a Bill, ¡BILL NO QUISO HACERLO!, quien envió el mensaje fue Belthram, no Bill.

- en el video…Bill estaba besándolo y…y tocándolo…

- ¡te he dicho que estaba drogado, niñata! Bill te quiere, me ha platicado de ti, me ha dicho que le duele saber que no serán los mismos después de ese video.- las lagrimas en los ojos de mi (tu nombre) comenzaron a salirse, Viveka tomo la quijada de (Tu nombre) e hizo que la mirara. –no llores, porque yo se que lo amas, no vivirían juntos de no ser así, y ningún video estúpido hará que eso cambie.

- (Tu nombre)… (Tu nombre) yo no quise que nada de esto pasara…yo no quise besarlo, no quise quedarme ahí, no quise perderte.- sus ojos desprendieron aun más lagrimas, pero no fueron solo eso, fueron las lagrimas de rencor y decepción, las dejo escapar para que salieran las lagrimas de perdón.

- Bill…te amo…- te amo…esas dos palabras que más que un abrazo o afecto, me hacían sentir la persona más feliz del mundo. Mi corazón regreso de ese viaje, haciendo que mis sentimientos recobraran esa felicidad y comenzaran a saltar con emoción, haciendo que mi estomago sintiera un ataque de jaloneos.

Me acerque a ella, Viveka se levantó y retrocedió, quise olvidarme del olor que llevaba puesto, quise olvidarme de mi horrible físico y también de mi horrible sentimiento que aun no me dejaba en paz. Le abrace fuertemente, sintiendo sus pequeños brazos rodear mi cintura.

[…]

Vaya, un par de semanas y aun no me puedo creer que esté de vuelta. (Tu nombre) y yo somos los de antes, no podría dudar de alguien como ella, de una persona que parece conocerme más de lo que yo lo hago de mi mismo. Andy perdió su trabajo, pero está en busca de uno, en el que le dan más libertad y no tiene que romperse la espalda para subir de puesto. La banda ha tenido presentaciones, pero aun no estamos listos para la próxima gira.

- ¡vamos, Bill, devuélveme eso!- saltaba y estiraba su brazo. - ¡te comportas como un bebé!

- te lo doy…pero a cambio de una cosa.- sonreí.

- dilo rápido.

- vamos a ir a caminar.

- es noche, Bill.

- ya lo sé.- ella sonrió y asintió.

- iremos, ¡pero devuélvemelo ya!- lo puse en sus manos y ella al tiro comenzó a cepillarse, sonrió ampliamente y saco su chamarra, después me miro y se acerco a mí. -¿tienes alguna idea de lo mucho que te quiero?- me carcajee y rodee su cintura.

- hum, supongo que menos que yo.- despeinó mi cabello y camino hacia la cama, tomo unas zapatillas rosadas y me miro.

- ¿nos vamos?- tome su mano y despeiné su cabello con la otra. -¡Bill, que me ha costado trabajo!

- así te vez más linda.- salimos de casa hacia un parque que había visto hoy por la tarde. Tome la mano de (tu nombre), ella me miro y saco una pequeña sonrisa.

- ¿qué pasa, Bill?- volví mi mirada a la suya y con un poco de confusión contesté:

- ¿con qué?- ella levantó nuestras manos hasta mi vista, aun entrelazadas con delicadeza. Volví a mirarla a los ojos y ladee la cabeza. -¿no te gusta?

- si me gusta…pero hace tanto que no tomas mi mano.- sonrió.

- tus manos son tan pequeñas que podría romperlas.- reí.

- y las tuyas son tan grandes que podrías matar a un oso con ellas.- se carcajeó.

- te quiero tanto.- acaricié su mano con mi pulgar. Al mirar hacia enfrente, volví a mirarla ansioso. -¡llegamos!- ella miro su alrededor y después me miro a mí, quizá en busca de una explicación. –entremos.

By (tu nombre)

Un poco confundida acepte. Entramos a ese parque, era tan oscuro que casi no podía ver nada, Bill me guiaba hacia el lugar al que pretendía ir, sacaba pequeños soniditos de su garganta, y de pronto deje de escuchar esos animalillos y la voz del viento, había aprendido a concentrarme solo en esa voz, esos pequeños sonidos que dejaba salir, como si con ello se guiara mejor por el camino.

- oh, Dios…- se quedo de pie, después me miro y me tomo de los hombros, deshaciendo nuestra conexión en nuestras manos. –Mira allá.- vaya, si que era un hermoso lugar, era como si la luz de la luna nos dijera que ahí era donde estaríamos, era tan grande y brillante, que podía ver el pasto y los arboles alrededor.

Bill me tomo y me llevó hasta allí, se dejo caer de rodillas al pasto y después me miró, no sabía que era más lindo, la luna que nos alumbraba, o los ojos de Bill brillando gracias a la misma. Me senté en el pasto con él, admirando nuestro alrededor, Bill se recostó en el pasto.

- acuéstate a mi lado.- dijo con un hilo de voz. Sonreí y así lo hice. –dime que no te gustan todas esas estrellas.

- me encantan.- tome la mano de Bill y me di cuenta de que temblaba fuertemente, lo mire, él sonreía. -¿te pasa algo, Bill? estás temblando.

- nunca vi las estrellas brillando tan fuerte. Es hermoso.- su voz sonaba entrecortada. –siempre desee esto.

- ¿ver las estrellas?- negó.

- ver las estrellas contigo.- mi corazón se agitó, creyendo que tal vez esto era un sueño, de esos sueños que son tan reales, de los que pase lo que pase no quieres despertar, pero no lo era, era la realidad, y de esta realidad no quería alejarme nunca.

Sus ojos estaban concentrados en las estrellas, su pecho subía y bajaba rápidamente y una pequeña sonrisa salía de sus labios. Me miré en un momento tan cómodo, adoraba verle feliz, su felicidad era sencillamente la mía, verle sonreír me hacía sentir tanta paz y felicidad, porque estas eran una de las pocas veces que sonreía con sinceridad, sin miedo a que llegara su papá, sin miedo de que Adam llegara, sin miedo a que abusaran de él, tan solo con tranquilidad.

- te amo, Bill.- Sam me dijo un día, que las personas que sufren son las que muestran sentimientos verdaderos, y me parecía que eso era lo que pasaba con Bill, su amor hacia la naturaleza seguro le hacía sentirse libre de alguna forma.

- podría decir lo mismo, pero decir que te amo no iguala lo que siento por ti.- pude sentir la mirada húmeda, pero no quería llorar. Coloqué mi cabeza en su pecho y de pronto pude escuchar una hermosa melodía, tan tranquila, golpeando su pecho con delicadeza, nunca escuché un latido así, parecía tener algo de eco y a veces paraba, por unos pequeñísimos segundos para después volver a latir. -¿qué haces ahí?- dijo con una voz tan clara y después acarició mi cabello.

- escucho tu corazón.- sacó una risa silenciosa.

- cuando Tom y yo éramos pequeños, me decía que era extraño.- me senté en el pasto.

- lo es, nunca escuché uno como el tuyo.- Bill se sentó también y me miro.

- ¿en serio?- asentí. –Ah…debe estar enfermo.- sonrió.

- vamos, Bill, no juegues con eso.- me miro y dio un beso en mi mejilla.

- lo siento.- sonrió tiernamente. - ¿no es hermoso este lugar?

- lo es, ¿Cómo lo encontraste?

- cuando Viveka y yo regresábamos, lo mire por la ventanilla.

- vaya...

- Dime, ¿cómo mirarías atrás sin prejuicios?- ladee la cabeza al escuchar su voz, pronto cambio el tema sin razón. Lo mire, él no lo hacía, miraba hacia los árboles frente a él; Al darse cuenta que no respondí, me miro.

- hum…no lo sé, ¿cómo lo harías tu?- se encogió de hombros.

- no sé.- rió. Di un golpe en su hombro.

- vamos, dime como lo harías.

- no sé, tienes que pregúntaselo a tu interior.

- ¿a mi interior?- asintió.

- quise entender el lenguaje de las miradas y sentimientos, y pude apreciar cinco  de ellos.

- ¿cuáles?

- enojo, decepción, miedo, tristeza y felicidad.- me enseño su mano, alzando sus dedos al tiempo en que me los decía. –todos ellos en diferentes personas. Pero, ¿sabes cuál es la que ansío sentir algún día?

- ¿Cuál?

- ¿has estado cansada, tan cansada que lo único que quieres es echarte en la cama y no despertar hasta el día siguiente…- asentí. –…pero, a pesar de eso, hay algo que no te deja dormir, pero en lugar de sentirte frustrado y enfadado por ello, sonríes, porque tu corazón brinca de felicidad, no podrías dormir porque piensas en cosas hermosas, cosas de verdad hermosas?

- no, nunca he sentido eso.

- bueno, eso es lo que quiero sentir, un sentimiento que me haga quedarme despierto toda la noche, pensando en mi lugar preferido, en mi hermoso futuro, en las personas que amo.

- un día me dijiste, que no habías podido dormir, ¿no paso lo que querías?- negó, bajando la mirada.

- papá me golpeo esos días, y en lo único que podía pensar era en como quitarme la vida sin tanto dolor.- suspiro fuertemente. – ¿has terminado de decir “te quiero” o “te amo”?

- no te entiendo, ¿a qué te refieres?- acarició mi mano.

- decir te quiero no es suficiente, las personas deberíamos terminar la frase entera. Pero realmente nunca entendí a lo que se referían esas personas, espero que algún día lo entendamos.- sonreí.

- podría quedarme la noche entera escuchando tus preguntas sin alguna respuesta aparente.- sonrió, dejándome ver sus blancos dientes.

- podría quedarme toda la noche a tu lado, mirándote sonreír.

- vamos, Bill, mi sonrisa no es linda.

- te equivocas, todas las sonrisas son lindas, la sonrisa es más que un sentimiento, ¿dime cuando has visto una sonrisa y quedarte sin sonreír? Siempre que miro una sonrisa sincera por la calle, es tan contagiosa, ¿no lo crees?

- tienes razón.- dio un pequeño beso en mis labios y se levantó del pasto, tendiendo su mano para que yo hiciera lo mismo. Caminamos de vuelta a casa, sin hablar, Bill iba serio, mas en sus ojos podía ver que estaba contento.

Tom estaba en el jardín, dando pequeños golpecitos en el estomago de Bruno. Al mirarnos, se levantó y se acercó a nosotros.

- ¿cómo están mis pequeños tontos?

- estamos bien, troll, ¿Cómo estas tu?

- estoy cansado.

- ¿por qué no fuiste a dormir?- dijo Bill.

- quería esperarlos, que si no, no duermo por preocupación.

- oh, que tierno eres.- despeinó mi cabello.

[…]

Lo prometido es deuda, pero no puedo hacerlo.

Vivimos con tus abuelos estos días, al contarles sobre tu operación ellos no dejan de darte todo en la mano, te compran todo lo que quieres y hacen lo que les pidas. Me llamaron del hospital, dijeron que tenían que revisarte, porque no había ido a tu operación, una vez más, gracias al dinero.

Tu abuelo me prestó dinero, para que pudiera al menos ir pagando de anticipo, pero no lo hice, ¿y sabes por qué? Has roto mis nuevos anteojos, lo que hice con el dinero fue comprar nuevos, tú y tu operación pueden esperar un poco más ¿no crees?
 Hemos ido al doctor ahora, dijeron que tu enfermedad estaba siendo grave. Dijeron que tu operación sería en dos semanas.

Jörg, tu papá.

Desmayos y pequeñas convulsiones frecuentes.

En el desayuno, apenas tocaste tu comida y te has desvanecido hasta el suelo, tu abuela se preocupo demasiado por ti, creyó que era por baja presión y te ha comprado algunos dulces para ello.

Al salir para buscar un trabajo nuevo, te mire ahí jugando en el jardín con ese estúpido perro afelpado, de pronto caíste al suelo y comenzaste a temblar fuertemente, me acerque a ti, tu nariz sangraba. Tu abuelo te dio un baño helado, creyendo que era por calentura.

Al ir al supermercado con tu abuela y conmigo, comenzaste a respirar agitado, te quejaste un par de veces y comenzaste a toser con fuerza. Tomaste tu pecho y potaste sangre. Tu abuela, una vez más, creyó que se debía a la presión y a que habías tosido con mucha fuerza.

Al darte una ducha, comenzaste a gritarme fuertemente, lloraste un momento y después no escuché algún ruido, entre al baño y estabas temblando fuertemente, casi te ahogabas, te tome y harto de tu teatro, te llevé al hospital, me dijeron que te diera unas medicinas y que esperáramos una semana más para tu operación, que con las defensas tan bajas no podrían hacerlo.

Jörg, tu papá.

Nueva casa, Nuevos problemas.

Por fin nos largamos de la casa de los abuelos, tu abuelo me ha dicho que es mi culpa que tu madre y yo nos separáramos.

La casa no es muy grande pero para dos personas, y una que no vale tanto la pena, es perfecta. Ha llegado a la casa un nuevo estorbo, tu maldito perro que tiene por nombre Scotty, tú y tus estúpidos nombres maricas.

Me dijeron que compañía animal en la casa te haría bien, y al parecer eso funciona, pues no me jodes y no has tenido desmayos otra vez.

Hasta un día en el que fui a despertarte para ir al colegio nuevo, te golpee un par de veces, pues no querías despertar, te saque de la cama a jaloneos y ahí fue cuando me di cuenta que estabas muerto. Primeramente sentí alivio y un nudo en mi garganta, pues tu madre podría enviarme tras las rejas por algo que yo no hice, pero así no sufrirías más ¿no?

Te llevé al hospital y te dieron algo como suero, te sacaron sangre y muestras de orina. Dijeron que esperáramos tan solo un poco más y que tenías que comer al menos cinco veces al día.

Jörg, tu papá.

Un pequeño problema, que se convierte en uno tres veces más grande.

La bolita en tu corazón ha crecido el doble, esa es la razón de tus desmayos frecuentes. Necesitamos tener el dinero de la operación de un tiro y no he conseguido trabajo, le llame a tu mamá, creyendo que me ayudaría, pero ya la conoces, se puso de marica y no me ayudo en nada, dijo que lo mejor sería que los dos buscáramos trabajo, pero que sería yo quien me encargaría de tu salud, porque ella tiene a Tom, mi hijo perfecto, sin errores como los tuyos.

Quise un cambio de hijo, es decir, que Tom se viniera conmigo y tú te fueras con tu madre, pero una vez más, tu madre me dijo que si yo te llevé a ti, era porque yo quería hacerme cargo tuyo, pero está equivocada, lo hice para que sufriera y el único que al parecer sufre soy yo, teniendo que aguantarte tus chillidos y quejas de todo.

Jörg, tu papá.

Tal vez lo que un día papá me dijo era verdad, mi mamá tampoco se preocupaba mucho por mí, y papá me echaba la culpa por tener una enfermedad que yo nunca quise tener, sinceramente se podría decir que literalmente era el error más grande de papá y mamá. Y Tom era “el hijo perfecto.”


2 comentarios:

  1. waaaaaaaaaaaaaa primera en coemntar porfin :D
    Sigeula me gusto bastante bastante n.n y me alegra demasiado el saber que Tn y Bill estan juntos nuevamente y que nadie ni anda los podra separa, y que apesar de los malos momentos que vivio bill al lado de Tn todo se vuelve un pcoo menos doloroso, me fasina la fic siguela protno vale :DDDDD tkm cuidate y siguela la amo n.n

    ResponderEliminar
  2. WOW!!!!!! q bueno q (tn) escucho a Viveka y perdono a Bill!!!!!!
    ahora ya estan juntos y felices otra vez
    ahora voy entendiendo como fue q Jörg no kiere a Bill y es injusto pero
    aaaaaaaaaahhhhhhhh!!!!!!!!!!! me encanta tu fic sube pronto please!!!!!!!!

    ResponderEliminar