- ¡Te odio, estúpido, te
odio!- se dejo caer de rodillas frente a mí y cubrió su cara.
- … (tu nombre)…- tome
sus muñecas y la levante con delicadeza, ella me miro enfadada.
- ¡te odio, Bill…TE
ODIO!- le di un fuerte abrazo, reprimiendo mis ganas de llorar y besarle. No
podría culparla de nada, y sabía que sería difícil convencerla de que no estaba
consciente cuando bese a ese hombre, tampoco por irme de casa sin decir nada.
Ella se separo de mi,
empujándome con fuerza, se sentó en la cama y cerró sus ojos fuertemente,
aparentándolos para que sus lágrimas no salieran más. Me acerque a ella e hice
que me mirara a los ojos, ella lo hizo, y en esos ojos pude mirar algo extraño,
no era su odio, tampoco su amor, y temí que esto significara su decepción. (Tu
nombre) era una persona a la que jamás quise decepcionar.
- ¿Por qué, Bill?...
¡¿POR QUÉ NO ME LO DIJISTE!?...- sentí una roca de posiblemente doscientos
kilos caer en mi moral, sentí que mi razón se despedía de mí diciendo “tú
fuiste el marica que se fue sin decírselo, fuiste el marica que beso y acarició
a un hombre cuando tenías novia, no me culpes a mí, esto arréglalo tu solo.” Mi corazón se iba de la mano con mi razón,
dejando mis sentimientos huérfanos y mi cerebro despiadado y muerto,
descansando en una telaraña de “te lo dije”. No sabía qué hacer o que decirle,
había hecho demasiado en unos días, había hecho tanto, que (tu nombre) estaba
destrozada.
- escúchame, linda…- ella
negó. Me refleje en sus ojos, mirando ese estúpido cuerpo frente a ella, en esos
ojos tan brillantes gracias a sus lágrimas.
Inconvenientemente, la
puerta del baño se abrió, dejando que el vapor del agua saliera por la puerta.
(Tu nombre) pareció asustarse, miro a Viveka y después me miro, Viveka me miro,
sabiendo que había salido en muy mal momento; me levante y la tome de la mano,
haciéndola caminar hacia donde estaba (tu nombre).
- es mi amiga, Viveka,
ella me ayudó a salir de Göppingen.- quitó sus lágrimas y sonrió.
- y también vengo a
platicar. (Tu nombre), Bill no es la persona que crees, el es una persona
realmente valiosa y yo se que tu sabes eso, entonces me ahorrare estas
estúpidas palabras y comenzaré con lo serio.
- ¿quieres…quieres que
salga?- pregunté, ella negó.
- no es necesario, so
comienzo a golpearla tendrás que pararme.- (tu nombre) me miro con miedo. –Solo
bromeo pero…mejor prevenimos.- sonrió.
- bueno…- sonreí. Viveka
tomo las manos de (Tu nombre).
- Shein lo atrapó, me
dijo que vio a Bill durmiendo en la calle, lo tomo y lo llevo a casa.
- ¿Quién es Shein?- dijo
nerviosa.
- no te daré una
respuesta hasta terminar.- (tu nombre) asintió. –ahí estábamos todos, esperando
que Shein llegara con comida, nos moríamos de hambre. Shein llegó con Bill, me
pareció estúpida su forma de llorar al ser arrastrado por shein, Bill no
parecía normal, más bien parecía tener problemas muy graves.- la mire
incrédulo. –Shein iba a cogérselo, todos ahí pensábamos que era una mina. Al
Shein darse cuenta que no era así, lo golpeo e hizo que Margareth y Belthram se
lo cogieran.
- pero…- ella la miro,
haciendo que se silenciara.
- Margareth se regreso
pero Belthram, como es marica quiso follarse a Bill. Desde arriba escuchábamos
los gritos de Bill, sus suplicas y sus sollozos. (Tu nombre), Belthram drogó a
Bill, ¡BILL NO QUISO HACERLO!, quien envió el mensaje fue Belthram, no Bill.
- en el video…Bill estaba
besándolo y…y tocándolo…
- ¡te he dicho que estaba
drogado, niñata! Bill te quiere, me ha platicado de ti, me ha dicho que le
duele saber que no serán los mismos después de ese video.- las lagrimas en los
ojos de mi (tu nombre) comenzaron a salirse, Viveka tomo la quijada de (Tu
nombre) e hizo que la mirara. –no llores, porque yo se que lo amas, no vivirían
juntos de no ser así, y ningún video estúpido hará que eso cambie.
- (Tu nombre)… (Tu
nombre) yo no quise que nada de esto pasara…yo no quise besarlo, no quise
quedarme ahí, no quise perderte.- sus ojos desprendieron aun más lagrimas, pero
no fueron solo eso, fueron las lagrimas de rencor y decepción, las dejo escapar
para que salieran las lagrimas de perdón.
- Bill…te amo…- te
amo…esas dos palabras que más que un abrazo o afecto, me hacían sentir la
persona más feliz del mundo. Mi corazón regreso de ese viaje, haciendo que mis
sentimientos recobraran esa felicidad y comenzaran a saltar con emoción,
haciendo que mi estomago sintiera un ataque de jaloneos.
Me acerque a ella, Viveka
se levantó y retrocedió, quise olvidarme del olor que llevaba puesto, quise
olvidarme de mi horrible físico y también de mi horrible sentimiento que aun no
me dejaba en paz. Le abrace fuertemente, sintiendo sus pequeños brazos rodear
mi cintura.
[…]
Vaya, un par de semanas y
aun no me puedo creer que esté de vuelta. (Tu nombre) y yo somos los de antes,
no podría dudar de alguien como ella, de una persona que parece conocerme más
de lo que yo lo hago de mi mismo. Andy perdió su trabajo, pero está en busca de
uno, en el que le dan más libertad y no tiene que romperse la espalda para
subir de puesto. La banda ha tenido presentaciones, pero aun no estamos listos
para la próxima gira.
- ¡vamos, Bill,
devuélveme eso!- saltaba y estiraba su brazo. - ¡te comportas como un bebé!
- te lo doy…pero a cambio
de una cosa.- sonreí.
- dilo rápido.
- vamos a ir a caminar.
- es noche, Bill.
- ya lo sé.- ella sonrió
y asintió.
- iremos, ¡pero
devuélvemelo ya!- lo puse en sus manos y ella al tiro comenzó a cepillarse,
sonrió ampliamente y saco su chamarra, después me miro y se acerco a mí.
-¿tienes alguna idea de lo mucho que te quiero?- me carcajee y rodee su
cintura.
- hum, supongo que menos
que yo.- despeinó mi cabello y camino hacia la cama, tomo unas zapatillas
rosadas y me miro.
- ¿nos vamos?- tome su
mano y despeiné su cabello con la otra. -¡Bill, que me ha costado trabajo!
- así te vez más linda.-
salimos de casa hacia un parque que había visto hoy por la tarde. Tome la mano
de (tu nombre), ella me miro y saco una pequeña sonrisa.
- ¿qué pasa, Bill?- volví
mi mirada a la suya y con un poco de confusión contesté:
- ¿con qué?- ella levantó
nuestras manos hasta mi vista, aun entrelazadas con delicadeza. Volví a mirarla
a los ojos y ladee la cabeza. -¿no te gusta?
- si me gusta…pero hace
tanto que no tomas mi mano.- sonrió.
- tus manos son tan
pequeñas que podría romperlas.- reí.
- y las tuyas son tan
grandes que podrías matar a un oso con ellas.- se carcajeó.
- te quiero tanto.-
acaricié su mano con mi pulgar. Al mirar hacia enfrente, volví a mirarla
ansioso. -¡llegamos!- ella miro su alrededor y después me miro a mí, quizá en
busca de una explicación. –entremos.
By (tu nombre)
Un poco confundida
acepte. Entramos a ese parque, era tan oscuro que casi no podía ver nada, Bill
me guiaba hacia el lugar al que pretendía ir, sacaba pequeños soniditos de su
garganta, y de pronto deje de escuchar esos animalillos y la voz del viento,
había aprendido a concentrarme solo en esa voz, esos pequeños sonidos que
dejaba salir, como si con ello se guiara mejor por el camino.
- oh, Dios…- se quedo de
pie, después me miro y me tomo de los hombros, deshaciendo nuestra conexión en
nuestras manos. –Mira allá.- vaya, si que era un hermoso lugar, era como si la
luz de la luna nos dijera que ahí era donde estaríamos, era tan grande y
brillante, que podía ver el pasto y los arboles alrededor.
Bill me tomo y me llevó
hasta allí, se dejo caer de rodillas al pasto y después me miró, no sabía que
era más lindo, la luna que nos alumbraba, o los ojos de Bill brillando gracias
a la misma. Me senté en el pasto con él, admirando nuestro alrededor, Bill se
recostó en el pasto.
- acuéstate a mi lado.-
dijo con un hilo de voz. Sonreí y así lo hice. –dime que no te gustan todas
esas estrellas.
- me encantan.- tome la
mano de Bill y me di cuenta de que temblaba fuertemente, lo mire, él sonreía.
-¿te pasa algo, Bill? estás temblando.
- nunca vi las estrellas
brillando tan fuerte. Es hermoso.- su voz sonaba entrecortada. –siempre desee
esto.
- ¿ver las estrellas?-
negó.
- ver las estrellas
contigo.- mi corazón se agitó, creyendo que tal vez esto era un sueño, de esos
sueños que son tan reales, de los que pase lo que pase no quieres despertar,
pero no lo era, era la realidad, y de esta realidad no quería alejarme nunca.
Sus ojos estaban
concentrados en las estrellas, su pecho subía y bajaba rápidamente y una
pequeña sonrisa salía de sus labios. Me miré en un momento tan cómodo, adoraba
verle feliz, su felicidad era sencillamente la mía, verle sonreír me hacía
sentir tanta paz y felicidad, porque estas eran una de las pocas veces que
sonreía con sinceridad, sin miedo a que llegara su papá, sin miedo de que Adam llegara,
sin miedo a que abusaran de él, tan solo con tranquilidad.
- te amo, Bill.- Sam me
dijo un día, que las personas que sufren son las que muestran sentimientos
verdaderos, y me parecía que eso era lo que pasaba con Bill, su amor hacia la
naturaleza seguro le hacía sentirse libre de alguna forma.
- podría decir lo mismo,
pero decir que te amo no iguala lo que siento por ti.- pude sentir la mirada
húmeda, pero no quería llorar. Coloqué mi cabeza en su pecho y de pronto pude
escuchar una hermosa melodía, tan tranquila, golpeando su pecho con delicadeza,
nunca escuché un latido así, parecía tener algo de eco y a veces paraba, por
unos pequeñísimos segundos para después volver a latir. -¿qué haces ahí?- dijo
con una voz tan clara y después acarició mi cabello.
- escucho tu corazón.-
sacó una risa silenciosa.
- cuando Tom y yo éramos
pequeños, me decía que era extraño.- me senté en el pasto.
- lo es, nunca escuché
uno como el tuyo.- Bill se sentó también y me miro.
- ¿en serio?- asentí. –Ah…debe
estar enfermo.- sonrió.
- vamos, Bill, no juegues
con eso.- me miro y dio un beso en mi mejilla.
- lo siento.- sonrió
tiernamente. - ¿no es hermoso este lugar?
- lo es, ¿Cómo lo
encontraste?
- cuando Viveka y yo regresábamos,
lo mire por la ventanilla.
- vaya...
- Dime, ¿cómo mirarías atrás
sin prejuicios?- ladee la cabeza al escuchar su voz, pronto cambio el tema sin
razón. Lo mire, él no lo hacía, miraba hacia los árboles frente a él; Al darse
cuenta que no respondí, me miro.
- hum…no lo sé, ¿cómo lo
harías tu?- se encogió de hombros.
- no sé.- rió. Di un
golpe en su hombro.
- vamos, dime como lo
harías.
- no sé, tienes que pregúntaselo
a tu interior.
- ¿a mi interior?-
asintió.
- quise entender el
lenguaje de las miradas y sentimientos, y pude apreciar cinco de ellos.
- ¿cuáles?
- enojo, decepción,
miedo, tristeza y felicidad.- me enseño su mano, alzando sus dedos al tiempo en
que me los decía. –todos ellos en diferentes personas. Pero, ¿sabes cuál es la
que ansío sentir algún día?
- ¿Cuál?
- ¿has estado cansada,
tan cansada que lo único que quieres es echarte en la cama y no despertar hasta
el día siguiente…- asentí. –…pero, a pesar de eso, hay algo que no te deja
dormir, pero en lugar de sentirte frustrado y enfadado por ello, sonríes,
porque tu corazón brinca de felicidad, no podrías dormir porque piensas en
cosas hermosas, cosas de verdad hermosas?
- no, nunca he sentido
eso.
- bueno, eso es lo que quiero
sentir, un sentimiento que me haga quedarme despierto toda la noche, pensando
en mi lugar preferido, en mi hermoso futuro, en las personas que amo.
- un día me dijiste, que
no habías podido dormir, ¿no paso lo que querías?- negó, bajando la mirada.
- papá me golpeo esos
días, y en lo único que podía pensar era en como quitarme la vida sin tanto
dolor.- suspiro fuertemente. – ¿has terminado de decir “te quiero” o “te amo”?
- no te entiendo, ¿a qué
te refieres?- acarició mi mano.
- decir te quiero no es
suficiente, las personas deberíamos terminar la frase entera. Pero realmente
nunca entendí a lo que se referían esas personas, espero que algún día lo
entendamos.- sonreí.
- podría quedarme la
noche entera escuchando tus preguntas sin alguna respuesta aparente.- sonrió, dejándome
ver sus blancos dientes.
- podría quedarme toda la
noche a tu lado, mirándote sonreír.
- vamos, Bill, mi sonrisa
no es linda.
- te equivocas, todas las
sonrisas son lindas, la sonrisa es más que un sentimiento, ¿dime cuando has
visto una sonrisa y quedarte sin sonreír? Siempre que miro una sonrisa sincera
por la calle, es tan contagiosa, ¿no lo crees?
- tienes razón.- dio un
pequeño beso en mis labios y se levantó del pasto, tendiendo su mano para que
yo hiciera lo mismo. Caminamos de vuelta a casa, sin hablar, Bill iba serio,
mas en sus ojos podía ver que estaba contento.
Tom estaba en el jardín,
dando pequeños golpecitos en el estomago de Bruno. Al mirarnos, se levantó y se
acercó a nosotros.
- ¿cómo están mis
pequeños tontos?
- estamos bien, troll, ¿Cómo
estas tu?
- estoy cansado.
- ¿por qué no fuiste a
dormir?- dijo Bill.
- quería esperarlos, que
si no, no duermo por preocupación.
- oh, que tierno eres.-
despeinó mi cabello.
[…]
Lo prometido es deuda,
pero no puedo hacerlo.
Vivimos con tus abuelos
estos días, al contarles sobre tu operación ellos no dejan de darte todo en la
mano, te compran todo lo que quieres y hacen lo que les pidas. Me llamaron del
hospital, dijeron que tenían que revisarte, porque no había ido a tu operación,
una vez más, gracias al dinero.
Tu abuelo me prestó dinero,
para que pudiera al menos ir pagando de anticipo, pero no lo hice, ¿y sabes por
qué? Has roto mis nuevos anteojos, lo que hice con el dinero fue comprar
nuevos, tú y tu operación pueden esperar un poco más ¿no crees?
Hemos ido al doctor ahora, dijeron que tu
enfermedad estaba siendo grave. Dijeron que tu operación sería en dos semanas.
Jörg, tu papá.
Desmayos y pequeñas convulsiones
frecuentes.
En el desayuno, apenas
tocaste tu comida y te has desvanecido hasta el suelo, tu abuela se preocupo
demasiado por ti, creyó que era por baja presión y te ha comprado algunos
dulces para ello.
Al salir para buscar un
trabajo nuevo, te mire ahí jugando en el jardín con ese estúpido perro
afelpado, de pronto caíste al suelo y comenzaste a temblar fuertemente, me
acerque a ti, tu nariz sangraba. Tu abuelo te dio un baño helado, creyendo que
era por calentura.
Al ir al supermercado con
tu abuela y conmigo, comenzaste a respirar agitado, te quejaste un par de veces
y comenzaste a toser con fuerza. Tomaste tu pecho y potaste sangre. Tu abuela,
una vez más, creyó que se debía a la presión y a que habías tosido con mucha
fuerza.
Al darte una ducha,
comenzaste a gritarme fuertemente, lloraste un momento y después no escuché
algún ruido, entre al baño y estabas temblando fuertemente, casi te ahogabas,
te tome y harto de tu teatro, te llevé al hospital, me dijeron que te diera
unas medicinas y que esperáramos una semana más para tu operación, que con las
defensas tan bajas no podrían hacerlo.
Jörg, tu papá.
Nueva casa, Nuevos
problemas.
Por fin nos largamos de
la casa de los abuelos, tu abuelo me ha dicho que es mi culpa que tu madre y yo
nos separáramos.
La casa no es muy grande
pero para dos personas, y una que no vale tanto la pena, es perfecta. Ha llegado
a la casa un nuevo estorbo, tu maldito perro que tiene por nombre Scotty, tú y
tus estúpidos nombres maricas.
Me dijeron que compañía animal
en la casa te haría bien, y al parecer eso funciona, pues no me jodes y no has
tenido desmayos otra vez.
Hasta un día en el que
fui a despertarte para ir al colegio nuevo, te golpee un par de veces, pues no
querías despertar, te saque de la cama a jaloneos y ahí fue cuando me di cuenta
que estabas muerto. Primeramente sentí alivio y un nudo en mi garganta, pues tu
madre podría enviarme tras las rejas por algo que yo no hice, pero así no
sufrirías más ¿no?
Te llevé al hospital y te
dieron algo como suero, te sacaron sangre y muestras de orina. Dijeron que esperáramos
tan solo un poco más y que tenías que comer al menos cinco veces al día.
Jörg, tu papá.
Un pequeño problema, que
se convierte en uno tres veces más grande.
La bolita en tu corazón
ha crecido el doble, esa es la razón de tus desmayos frecuentes. Necesitamos tener
el dinero de la operación de un tiro y no he conseguido trabajo, le llame a tu
mamá, creyendo que me ayudaría, pero ya la conoces, se puso de marica y no me
ayudo en nada, dijo que lo mejor sería que los dos buscáramos trabajo, pero que
sería yo quien me encargaría de tu salud, porque ella tiene a Tom, mi hijo
perfecto, sin errores como los tuyos.
Quise un cambio de hijo,
es decir, que Tom se viniera conmigo y tú te fueras con tu madre, pero una vez
más, tu madre me dijo que si yo te llevé a ti, era porque yo quería hacerme cargo
tuyo, pero está equivocada, lo hice para que sufriera y el único que al parecer
sufre soy yo, teniendo que aguantarte tus chillidos y quejas de todo.
Jörg, tu papá.
Tal vez lo que un día
papá me dijo era verdad, mi mamá tampoco se preocupaba mucho por mí, y papá me
echaba la culpa por tener una enfermedad que yo nunca quise tener, sinceramente
se podría decir que literalmente era el error más grande de papá y mamá. Y Tom era
“el hijo perfecto.”
waaaaaaaaaaaaaa primera en coemntar porfin :D
ResponderEliminarSigeula me gusto bastante bastante n.n y me alegra demasiado el saber que Tn y Bill estan juntos nuevamente y que nadie ni anda los podra separa, y que apesar de los malos momentos que vivio bill al lado de Tn todo se vuelve un pcoo menos doloroso, me fasina la fic siguela protno vale :DDDDD tkm cuidate y siguela la amo n.n
WOW!!!!!! q bueno q (tn) escucho a Viveka y perdono a Bill!!!!!!
ResponderEliminarahora ya estan juntos y felices otra vez
ahora voy entendiendo como fue q Jörg no kiere a Bill y es injusto pero
aaaaaaaaaahhhhhhhh!!!!!!!!!!! me encanta tu fic sube pronto please!!!!!!!!