capitulo 40

- Bill, ¿ya estás listo?

- ¡espera, Tom!

- ¡vamos, corre, llevas horas metido ahí dentro, tengo que orinar!

- puedes ir al baño de papá.

- ¿Por qué mejor no te arreglas ahí tu?

- pff, Tom, puedes entrar, no te miro.- comencé a reír.

- bueno.- se adentró al baño.

- no era verdad lo que decía, espérame solo cinco minutos.

- no…me temo que ya es muy tarde.- ahora fue él el que comenzó a reír.

- ¡que eres desagradable, Tom!- salí del baño, tomando mi maquillaje.

Termine de maquillarme, me senté sobre la cama, esperando a Tom. Cuando salió se acercó a mí, echando el agua que en sus manos se encontraba a mi cara.

- ¡TOM!- se carcajeó.- me he tardado en hacer esto, ¡siempre lo arruinas!

- vamos, Bill no te molestes.

- ¿Qué no me moleste? Eres tu tonto.

- oh, un momento ¿hoy es halloween?

- vamos, Tom, estamos a junio.

- ah, entonces ¿Por qué te has peinado así?- lo mire incrédulo.

- ¿no haces nada más que molestarme?

- lo siento pero… ¿no crees que tu cabello parece…no se dé…esos pequeños animalillos…- cerro los ojos y comenzó a chasquear sus dedos. -¡ERIZO!

- y… ¿no crees que tu pareces un perro callejero al que se le formaron rastas por no bañarse en años?- puso una cara larga y yo comencé a reír.

- me cabe, idiota.- comenzó a reír.

- ya, mejor hay que ir al estudio pronto.- el asintió. Nos levantamos y salimos de la casa. Al llegar al estudio fuimos con Arnold. Gustav y Georg ya estaban ahí.

- al fin llegan, los estábamos esperando.- dijo Arnold. –Tomen asiento, que tengo algo muy importante que decirles.- Tom y yo nos miramos extrañados y tomamos asiento. –bueno, primeramente es para decirles que estoy muy orgulloso de ustedes cuatro. Me sorprende como han llegado hasta donde están en muy poco tiempo; y es por eso que tengo una noticia…bueno, son dos.- sonrió. –la primera es que ¡tendrán una gira mundial! Su álbum apenas ha salido hace unos meses y fue todo un éxito, y no hablo solo en Alemania.

- ¡¿de verdad?!- mi corazón dio un gran salto y quiso desprenderse de su lugar.

- claro que si.- sonrió. –y la segunda es que la gira la harán conmigo, pero después ya no trabajaré con ustedes, es decir, les he conseguido un manager, está interesado en ustedes y nada que, eso, estarán con él.

- ¿Cuándo lo conoceremos?- preguntó Georg. Arnold lo miro sonriendo y se encogió de hombros.

- no lo sé, el vive en una parte más alejada de Alemania y seguro tardará, pero les aseguro que ustedes no están solos en el tiempo en que el no estará.

- ¿y cómo se llama?- pregunto mi hermanito.

- vaya, son muchas preguntas ¿no creen?, esas preguntas déjenlas para él.- sonrió.

- bueno, ¿y qué pasa con la gira?- dijo Gustav con entusiasmo, Arnold asintió.

- a eso iba. Bueno que, no es por presionarlos pero la gira comienza en enero del próximo año.

- ¡PERO ESTAMOS A JUNIO!- Gritó Georg. Arnold rió.

- vamos, tranquilo que tenemos lo necesario. No hace falta empeñarse mucho, las canciones ya las dominan, el escenario es su casa, chicos, el publico su familia  ¡no hay nada que no puedan hacer!

- pero…no se…es difícil…no puedo…- dije, nervioso.

- no es difícil, Bill ¿sabes cuantas personas no me pidieron ser sus managers?- sonreí. –miles, Bill ¡no dudes de la banda que la molan!

- es cierto, Bill, no estés nervioso que cuantos conciertos no hemos dado y nos ha ido bien.

- pero estamos dentro de Alemania, capaz que no le gustamos a los demás.- volví a defender mi punto de vista.

- ¡Bill, que una gira mundial se hace porque le gustaron a muchos lugares! ¿Qué no entiendes?- grito Arnold entusiasmado. Sonreí.

[…]

01. Enero - Hamburgo

07. Enero – Bruselas

26 Febrero - Oberhausen

01Febrero– Copenhague

03 Marzo - Oslo

13 Marzo – St. Petersburg.

10 Marzo  - Moscú

15 Marzo - Praga 

17 Marzo - Lille

18 Marzo - Lyon

20 Marzo - ST. Herblain

22 Marzo - Niza

23 Marzo– Marsella

Apenas llegamos al hotel, aquí –Marsella- es un lugar bastante lindo, y pude sentirme tan alagado al ver que la nieve caía fuertemente y que aun así, había personas que dormían en la fila solo para vernos a nosotros…es tan grato saber que hay personas que admiran lo que uno hace de esa forma.

Me día una ducha y me puse el pijama para recostarme en la cama.

- que, ¿mi pequeño hermano está cansado?- sonreí.

- no molestes, Tom.

- vaya, ¿algún día pudiste imaginar que nos pasara lo que estamos viviendo?- me senté y le mire.

- si quieres que sea sincero, la respuesta es no. nunca creí que… que podríamos llegar aquí…y lo que nos falta…- suspiré.

- tienes razón. Bueno, te dejo descansar hermano, que tendremos una entrevista mañana.

- cierto, al menos tenemos un mes de descanso.- asintió. – buenas noches, Tom.

- buenas noches, hermanito.

[…]

Terminamos la entrevista, ¡que la gente era tan linda aquí!, había conocido mucho de este país y realmente me gustaba demasiado.

Ahora teníamos la tarde libre, decidimos ir a conocer más a fondo este lugar, pues nos pareció muy interesante la cultura de aquí. Fuimos a museos, a lugares turísticos –muy lindos por cierto-. Ahora estábamos dentro de una plaza, en donde había un aire fresco.

- creo que es mejor volver al hotel.- dijo Gustav, rascando sus sienes. –tengo sueño.

- oh, vamos, gustav ¿Por qué mejor no comemos aquí y después nos vamos? Tenemos un mes de descanso. – saco un suspiro y asintió.

Nos adentramos en el restaurante. La comida sabía deliciosa, nunca había comido así desde siempre, podría quedarme comiendo todo el día aquí si fuera necesario. Termine mi plato y sonriendo, limpie mis labios para darle un sorbo a mi vaso con agua.

- Bill, ¿no quieres más?- pregunto Tom, mirándome, de alguna forma, retador. Ladee la cabeza y comencé a ponerme nervioso, pues aun tenía apetito.

- no, gracias.- sonreí y al tiro baje la mirada. No sé porque se me hace tan difícil mantener la mirada a alguien.

- ¿estás seguro? Parece que aun tienes hambre.- trague pesado y negué, pues era lo que papá me había inculcado desde siempre: no comer más de una vez.

- de verdad.- sonreí y tome el vaso, terminando toda el agua.

Después de caminar por ese lugar, Tom, Gustav y Georg ya querían regresar nuevamente al hotel. Yo quise quedarme, pues es que nunca había salido por más de un par de horas y menos había estado aquí.

Había bastantes tiendas, algunas repletas de ropa, ¡que era emocionante! Había visto tipos de ropa que en mi vida se me habría pasado por la cabeza que existían, era tan divertido encontrarlas, pues eran realmente extrañas.

Después de ver la mayoría de las tiendas me sentí exhausto y sediento; camine un poco más en busca de un lugar en donde vendieran agua. En cuanto lo encontré compre una; sentí un golpe en mi espalda que me hizo virarme.

- ¡ES BILL!- un grupo de amigos se acerco a mí, gritando.

- mierda…- susurre para mí mismo.

- ¡bill, por favor, déjame tomarme una foto contigo!

- claro que si.- sonreí. Le tome por la cintura y sonreí mirando la lente de la cámara. Cuando desvié mi mirada y me percate de algo…o más bien alguien. –eh, discúlpame ¿sí? Tengo que irme.

- Adiós, Bill ¡te amo!- sonreí.

- gracias…adiós.- tal vez pude parecer un poco egoísta pero, mi corazón, mi razón y mi cerebro me dijeron que tenía que irme.

Camine un poco más rápido, pues entre la multitud perdía lo que buscaba; dieron la vuelta a la izquierda y ¡LOS PERDI! Mierda…los perdí…camine decepcionado, me senté en una silla –era el área de comida-. Cuando escuché su risa, me di la vuelta y le mire, ahí estaba, con un hombre de cabello moreno y piel blanca, podía notar sus ojos azules brillando desde donde yo me encontraba. Llevaba una remera negra de la banda “Radiohead” y un pantalón negro entubado, tenía una gran sonrisa en su rostro.

Entonces fue que no tuve de otra más que levantarme de esa mesa. Cuando lo hice, me percate de que llegaba otro hombre, rubio y piel más bronceada, usaba un pantalón oscuro de mezclilla y una playera blanca sin ningún adorno. El primer hombre se levanto de la silla y dio un beso en los labios del segundo. Suspire, realmente aliviado y volví a  reunir las agallas para acercarme; corrí hacia allí y le tome el brazo, haciendo que sacara un grito agudo, sonreí y le tome por los hombros.

- ¡¿Qué diablos te pasa, imbécil!?- dijo enojada, haciendo que mi sonrisa se esfumara. Se dio la vuelta, pero le tome el brazo fuertemente, haciendo que regresara la mirada a la mía.

- vaya…tantos años y es así como me recibes.- volví a sonreír.

- ¿de qué mierda hablas?, creo que te estás confundiendo, y si es así como saludas a tus amigas o novia, con mucha razón te ha dejado por años…ahora si me disculpas, me voy.- se soltó de mi brazo, aun que eso  no le duro mucho, pues yo volví a tomarle. –ah, ¡que me dejes en paz, idiota!

- definitivamente no me recuerdas, vaya memoria que tienes, tonta.- sonreí. Ella me miro enojada.

- ¡encima me hablas de esa forma! Yo no te conozco y doy gracias por ello, eres un jodido mal educado. ¡Suéltame!

- pues, no des gracias tan pronto y de educación no hablemos que no soy yo quien se ha pasado este rato diciéndole groserías al otro.- volví a sonreír.

- me voy, mis amigos me esperan.- rodeo los ojos y se dio la vuelta, claramente, sin percatarse que aun tenía su brazo en mi mano. Al intentarse zafar y no lograrlo, me dio un pellizco.

- ¡ah! ¿Qué es lo que te pasa?

- es lo mismo que yo me pregunto, ¡déjame en paz!- llegaron los tíos y le tomaron.

- ¿te está molestando?- pregunto el pelinegro.

- ¡Sí!- dijo, con enfado.

- ¿Por qué no te metes con alguien de tu tamaño, idiota? Déjale en paz.

- sí, imbécil ¡déjame en paz! ¡Ya suéltame!

- ya, te suelto- ella miro mi mano aun en su brazo.

- bueno, ¿¡qué esperas?!

- ¿puedo decirte una cosa antes?

- ¡no!

- entonces no te suelto.- rodeo los ojos.

- ¡dilo rápido!

- bueno… tenía una amiga hace tres años, su nombre era…no mejor no te lo digo- ella me miraba seria, seguro queriendo que ya terminara. –bueno…ella me gustaba mucho, ¡demasiado! Y mi hermano me dijo que no perdía nada al decirle lo que sentía. Use su concejo y se lo dije, bueno, no exactamente, le hice una estúpida manta negra con letras blancas y tú dirás que soy un idiota, pues ya me lo dijiste mil veces.- reí. –y ella me dijo que sí. Estuvimos saliendo por días ¡semanas! Su papá me llevo a un viaje a L.A ¿puedes creer cuanto me divertí ahí, con ella? No, no creo que lo sepas…fuimos a DISNEYLAND, nunca creí que los papás de tu pareja se comportaran tan lindos conmigo…Pero…yo empecé a drogarme y ella se quiso separar de mi. Después se fue a estudiar a Francia, y me dijo que yo no dejaba que me ayudara…me dijo que estaba enfermo ¿puedes creerlo? Después de que se fue, después de hacerme sentir como un imbécil, no le he vuelto a ver.- su cara se puso seria, y miraba mis ojos.

- …eh…

- ya, te suelto, pero antes…te diré solo una cosa más ¿sí?- ella asintió. –Su nombre es… (Tu nombre).- le solté y me di la vuelta, caminando.

By (Tu nombre)

- …Bill…- susurré. Sam me miro.

- ¿Bill?

- ¿Bill? ¿Quién es Bill?- preguntó Danny.

- si…es Bill…

- ¡¿Quién es Bill!?- gritó Danny.

- es…su alma gemela….- mire a Sam al tiro. El sonrió.

- …no, no es…mi alma gemela…

- ¿su alma gemela? ¿Sami, de que hablas?

- sí, si es tu alma gemela… ¿Qué esperas?

- ¿Qué, qué espero? Yo…nada…- dije.

- ¿Por qué debe esperar algo? No comprendo, ¡alguien que me explique!

- se está alejando…y no ha mirado ni una vez para atrás.- dijo Sam, casi en un suspiro.

- no espero nada…que se aleje…

- ¿Por qué se aleja? ¿Quién es Bill? ¿Es tu hermano? ¡Díganme!- Danny seguía gritando.

“la ternura de ese niño le gano a tu razón”

- mierda…

- no digas mierda, (tu nombre) tu lo amas… ¿Qué haces aquí de pie? ¡VE POR EL!

- no.

- ¿Por qué no, (tu nombre)?- dijo Danny.

- si yo fuera tu, y Bill, Danny ¡no dudaría en ir por el!

- esto es diferente.

- ¡NADA ES DIFERENTE! Ve por el…

- ya no lo veo…

- ¡búscale, búscale!

Era mejor dejarlo ir…no, no lo es... ¡¿Cómo se lo que tengo que hacer?! Me pongo nerviosa…pero…es Bill…mi novio no es…pero es mi amigo ¡MI AMIGO!

- ¡Bill!- corrí hacia la dirección a donde él se había marchado. - ¡Bill!... ¡quítate!...- lo busque con la mirada, apartaba a las personas de mi camino, cuando le vi frente a un cubo de basura, tomando, al parecer, las últimas gotas de agua que en la botella había. Abrió el cubo y cerro la botella para después echarla dentro y seguir su camino. ¡Que se está yendo! Corrí lo más rápido que pude, tendí mi brazo para alcanzarle. ¡B…MIERDA!- sentí mis rodillas golpear fuertemente con el piso.

- lo siento, señorita, déjeme la ayudo.- mire a Bill, que salía de la plaza.

- ¡no, no!

- ¿Qué pasa, te has lastimado?- ese hombre me ayudo a levantarme.

- no… ¡mierda!...tengo que irme, ¡adiós!

- ya no corras así, señorita, que puedes lastimarte.

- sí, si… ¡necesito irme!

- está bien.- me soltó el brazo y salí corriendo. –oh…mierda… ¿Dónde estás?- traté de localizarle. - ¡¿DONDE ESTAS!?- jale mi cabello, realmente desesperada, cuando por milagro pude localizarle, pedía un taxi y este al tiro se detuvo para llevarlo, Bill subió y cerró la puerta, este arrancó. -¡NO, NO, ESPERA!- corrí tan rápido como pude, pese a mi gran dolor en las rodillas.

Mierda, Bill se iba ¡se iba!...la velocidad en mis piernas iba disminuyendo cada vez más. Había luz roja entonces decidí cruzar la calle.

- ¡espera, por favor!- mire nuevamente los semáforos, que parpadeaba. Ahí estaba ese taxi, ahí estaba Bill, ahí iba mi mejor amigo. -¡BILL, BILL! ¡ESPERA!- Cruce la calle, escuche un rechinido fuerte, gritos de las personas ahí cerca.

- ¡¡ (TU NOMBRE)!!- mi corazón se detuvo al escuchar mi nombre, cerré los ojos, para impedir a mi vista ver lo que iba a pasar. Coloqué mis manos como un escudo y me detuve ahí, esperando un gran dolor.