- has despertado muy temprano, linda.- me di la vuelta. Bill estaba
sentado en la cama, aun con las cobijas que cubrían su cuerpo.
- eso me pasa por dormir siestas en la tarde.- sonreí.
- sí. Y al parecer no fuiste la única que despertó tarde. ¿Quién te llamaba?
- era Sam.
- ¿de nuevo tu hermano de intercambio?
- sí, ese mismo. Quiere que nos veamos hoy, ¿recuerdas hace unos días
que hablamos por teléfono? Me dijo que su familia vendría a California.
- sí, recuerdo que me lo has dicho…solo que no creí que vinieran tan
pronto.- tallo sus ojos y dio un estirón, haciendo que su espalda tronara
fuertemente llenándome los oídos de ese horrible ruido.
- Bill, no truenes tus huesos así.- dije, con un poco de ansias. El
comenzó e reír.
- no soy yo quien los obliga, ellos quieren.
- sí, claro- sonreí. – eh, ¿Bill?
- ¿Qué pasa?
- ¿que si te digo que Sam quiere verte?- dije nerviosa.
- ¿verme? ¿A mí?- asentí. -¿para qué?
- desde que me fui a Francia y le platiqué sobre ti quiere conocerte. ¿Quieres
venir conmigo en una hora? Por favor.
- claro que si.- sonrió y se levanto de la cama, dirigiéndose a mí. Me
abrazo por la espalda. -¿a qué hora nos vamos?
- bueno…- mire mi reloj. –creo que te queda media hora para arreglarte.
- ¡¿media hora?!- dejo de abrazarme y saco ropa interior de sus cajones
para correr rápidamente al baño. Se escucho el agua caer. Después de unos
minutos, Bill salió del baño en ropa interior; me miro sonriendo y camino hacia
el armario, saco una variedad de ropa y la hecho a la cama. – Qué frío hace.-
dijo, acariciando sus brazos, frotándolos para darse calor.
- ¿Cómo es que no quieres sentir frío si estas en ropa interior, Bill? y
una ropa interior tan corta como la tuya.- el miro sus piernas y sonrió.
- ¿son muy cortos?- pues lo eran, apenas llegaba unos 20cm de su cintura
hasta su muslo.
- si- reímos. Bill negó y comenzó a colocarse la ropa. Uso un suéter
color rojo –que lo hacía mirarse de verdad tierno-, y un pantalón negro. Después
colocó calcetines y unas botas del mismo color. -¿sabes?, creo que no me dará
tiempo para levantarme todo el cabello.- dijo mientras caminaba hacia el
tocador y se miraba. –Mejor me lo peino de otra forma.- tomó el cepillo y
primero cepillo hacia arriba, simulando que si haría su cresta, pero todo su
cabello parado lo paso para atrás, aplanándolo un poco; puso fijador y al tiro comenzó
con el maquillaje, tomo la sombra y rápidamente la paso por sus parpados móviles;
después saco el delineador y jalo un poco su parpado inferior, colocando el
lápiz por sus ojos. –ya casi termino, linda.
- no te preocupes, Bill.- sonreí. Saco una mascarilla para sus pestañas
y comenzó a colocarlo hábilmente. Se alejo del espejo un poco y se miro, saco
un poco del maquillaje bajo sus pestañas inferiores y tomo un brillo para sus
labios.
- listo.
- te queda precioso el cabello así.- él ladeo la cabeza y volvió su
vista al espejo.
- ¿te parece?- asentí. –gracias. ¿Te digo una cosa?
- dime.
- tú te ves preciosa con todo.- sonrió y camino hacia mí. –vamos.
- está bien.
[…]
- ¡¡ (tu nombre)!!- me dio un abrazo fuerte que yo respondí al tiro.
- ¡Sam, te extrañe tanto!
- yo también lo hice. ¿Cómo estás?
- bien, ¿y tú?
- perfecto.- sonrió. Levanto la mirada y miro a Bill sonriendo aun más.
- él es Bill ¿no es cierto?
- oh, claro.- tome la mano de Bill y lo atraje más hacia nosotros. –Bill,
el es Sam.
- hola, Bill, mucho gusto.- le envolvió en un abrazo que Bill respondió.
- mucho gusto, Sam.
- ¿Cómo está Danny?- Sam sonrió ampliamente.
- está en la ducha. Ha venido con nosotros.- mordió sus labios.
- genial. ¿Qué mejor que unas vacaciones en California con tu novio,
cierto?- Bill y yo comenzamos a reír.
- pues de verdad que si, solo que a Danny le da un poco de pena estar
con papá y mamá.
- a Bill también le daba.- Bill bajo la mirada, apenado.
- no debería, Bill.- dijo Sam. -¿Por qué no entran?- asentí y entramos. –tomen
asiento, están en su casa.
- gracias. ¿Por qué no me habías contado que tenías una casa aquí?
- no lo vi importante.- sonrió.
- ¡(Tu nombre)! ¿Cómo estás?- me vire, estaba Danny abriendo sus brazos.
Me levanté del sofá y nos dimos un gran abrazo.
- estoy bien. ¿Cómo estás tú?
- bien, gracias.- se sentó en el sofá. –Bill, ¿no?- dijo mirándole. Bill
asintió mientras sonreía tiernamente y tendía su mano. Que Danny apretó fuertemente.
–soy Danny, mucho gusto.
- mucho gusto.- repitió Bill.
Platicamos por un tiempo. Bill pareció llevarse muy bien con ellos, pues
ya los trataba como si los conociera de toda su vida. Extrañaba tanto a Sami,
de verdad que sí; y el estar aquí con ellos y encima con Bill me hacía sentirme
de verdad cómoda.
De pronto se escucho una pequeña y débil voz bajando las escaleras. Y el
grito de una mujer.
- ¡Dalila, ten cuidado al bajar las escaleras. No corras!
- ¡si, mami!- se escucho su voz. Corrió hacia nosotros, tomaba una
tortuga de peluche en su antebrazo. Usaba un vestido color fucsia que hacía,
con su cabello negro, que sus ojos verdes resaltaran bastante. -¡Sami,
¿jugamos?!- salto a su lado.
- hey, niña, baja tus pies de los sofás.- ella obedeció.
- juega conmigo… ¿hermanita?... ¡hermanita!- corrió hacia mí y se sentó
a mi lado. -¿Por qué te fuiste de mi casa?
- tenía que trabajar.- dije.
- ¿quieres jugar con Sami y conmigo? Tú también puedes Danny.
- que niña más grosera, saluda a Bill.- dijo Sami. Dali se estremeció y
miro a Bill con miedo. Los ojos de Bill brillaban con luz propia, y en sus
labios se formaba una hermosa sonrisa. Dali meneo su mano, saludando. –Levántate
y saluda.- eso hizo; esta vez se sentó a un lado de Bill.
- ¿Quién eres?
- soy, Bill ¿Cómo te llamas?- dijo con una tierna voz.
- Dali…Dalila…
- qué hermoso nombre. ¿Y como se llama tu amiguito?- dijo apuntando el
animal de peluche.
- …Midori…
- oh, qué lindo.- ella sonrió.
- ¿tú tienes un amiguito?
- no. hace mucho que no tengo uno como esos.
-hum…yo puedo conseguir uno para ti…y podemos jugar
juntos…- Bill le tomo por las axilas y la sentó sobre sus piernas. Dali sonrió
ampliamente y se acurrucó en el pecho de Bill.
- ¿Por qué no te vas a jugar, niña? Estábamos platicando.
- quiero quedarme con mi nuevo amigo.- Sam comenzó a
reír.
- por favor, ¿sí? Ahora vamos a jugar.- ella se irguió
seria y miro a Bill.
- ¿vamos a jugar, Bill?- ella se bajo de las
piernas de Bill y lo miro. –por favor, ¡hay que jugar!
- claro que si, vamos.- Dali tomo la mano de Bill.
- Bill, no es necesario que lo hagas, de verdad.- dijo
Sam. Bill levanto a Dali en sus brazos.
- no. de verdad quiero hacerlo.- Bill sonrió al
igual que lo hizo Sam. -¿A dónde vamos?
- ¡vamos al jardín!
By Bill
Camine hacia el jardín y la baje de mis brazos. Ella
se sentó en el pasto.
- siéntate.- eso hice. -¿a qué quieres jugar?
- eh, no lo sé, ¿Cuál es tu juego favorito?
- mmm, ¡hay que jugar a los piratas!
- a… ¿a los piratas?- sonreí ampliamente.
- bueno…entonces a…
- ¡me encantaría jugar a los piratas!- dije, casi
en un grito. Ella sonrió, dejándome mirar sus dientes.
- tú eres el malo y yo el bueno.
- ¿yo soy el malo?- sentí unos latidos fuertes en
mi pecho.
- ¿quieres que los dos seamos buenos?- negó frenéticamente.
- yo soy el malo… ¡yo soy el malo! ¡Escóndete que
te atrapo!- comencé a perseguirle. Ella gritaba agudo mientras dejaba
carcajadas salir de su garganta.
- ¡no puedes atraparme, no puedes!- tendí mi brazo
para alcanzarla. Tome su antebrazo y ella saco un gran grito.
- ¡ya te atrape, no vas a poder escapar nunca!-
ella se hecho en el piso y yo me puse a cuatro sobre ella, tomando sus delgados
brazos en mis manos.
- ¡yo te voy a ganar, tonto!
- ¡no es verdad, yo me quedare con el tesoro y no te daré ni una moneda!
- ¡yo soy la que no te dará una moneda, yo me
ganaré el tesoro y rescatare a la princesa!
- ¡yo la voy a rescatar antes, te voy a lanzar con
los cocodrilos!- tome a Midori, la tortuga y la azote con delicadeza en su
cuello, causándole que sacara gritos y risas fuertes.
- ¡soy más fuerte que el cocodrilo, el te va a matar
a ti!- tomo al animal y doblaba los gruñidos del “cocodrilo”.
- ¡oh, no…me lástima! ¡Me está comiendo!
- ¡te dije que yo ganaba!
- ¡he recobrado fuerzas, ahora tú serás la
perdedora y me quedare con el dinero y la princesa!
- ¡no!
- ¡siiiii!
- ¡los cocodrilos te romperán los huesos!- ella comenzó
a revolverse debajo de mi.
- ¡no escaparás!
- ¡déjame, déjame!-
pataleaba con fuerza y sonreía ampliamente. -¡déjame en paz! ¡Suéltame, suéltame,
suéltame!
- ¡silencio, tu….!
- ¡¿Qué le estás haciendo a mi hija?!- me vire, su
mamá cubría sus labios sorprendida. -¡eres un idiota, déjala en paz!- se acerco
a mí y quito a Dali de debajo mío.
- mami, Bill…
- ya, tranquila.- interrumpió, dándole un abrazo.
Sam, Danny y (Tu nombre) aparecieron tras de su mamá.
- ¿Qué es lo que pasa, mamá?- pregunto Sam.
- ¿Cómo es que no pudiste escuchar a tu hermana
gritar?, este idiota quería abusar de ella.- Sam me miro y pronto su cara se
transformo en la de un demonio.
- ¿Qué?- se acerco a su mamá y a Dali. –entren a la
casa.
- Samuel…
- mamá.- dijo con firmeza. Su mamá y Dali entraron.
Sam se acerco a mí rápidamente. – eres un imbécil. “quiero jugar con ella”
¡eres un mentiroso! ¡Solo me engañarte para aprovecharte de mi hermana!
- espera un momento yo no…
- ¡no intentes arreglarlo! ¡Maldito depravado!-
sentí su puño penetrar en mi mejilla.
- ahh…- me queje.
- ¡Bill!- grito (tu nombre).
- Sam, déjame te explico…
- ¡no!, metete con personas de tu tamaño, no te
vuelvas a acercar a mi hermana.
- estábamos jugando…no le hice nada…
- “jugando” ¡si, como si ella fuera a
disfrutarlo!...eres un sucio…un cerdo…
- ¡no le hice nada malo! ¡Pregúntale a ella! ¡Yo no
abusaría de una pequeña!
- oh, vamos.
- Sami, ¿Por qué mejor no se lo preguntas a tu
hermana?- dijo Danny. Sam me tomo fuertemente y me hizo entrar a su casa, en
donde Dali estaba jugando en la sala.
- Dalila, ven acá.- ella se levanto rápidamente y corrió
hacia mí.
- ¡Bill!
- ¡déjalo, no lo toques!- Dali lo miro confundida y
retrocedió. -¿Qué estaban haciendo Bill y tú en el jardín?
- jugando…
- ¿a qué?
- Bill quería robar mi tesoro…
- ¡ya lo vez, querías violarla!- interrumpió.
- ¿Qué es eso, hermanito?...
- no es nada…
- yo no quise violarla… ¿a que mas jugamos, Dali?-
pregunte.
- Bill quería quedarse con la princesa y me lanzo a
los cocodrilos…me dijo que no iba a darme ni una moneda ¡pero yo gane! ¡El
pirata Bill se murió porque los cocodrilos lo mataron!- comenzó a reír
fuertemente. Yo sonreí.
- hey, yo no morí. Eras tú la que iba perdiendo.-
dije, metiéndome nuevamente en el juego.
- no es cierto… ¡tú eres el malo, yo soy el pirata
bueno!- grito. –pero mi mami no quiere que juegue con el… ¡Sam, dile que me
deje!- Sam me miro.
- ¿estaban jugando a los piratas?- yo asentí. –oh…Bill…perdóname…no
sabes cuan avergonzado estoy…lo siento…lo siento…mi madre es una paranoica…perdóname,
Bill…- bajo la mirada.
- no te preocupes, Sam.- sonreí.
- yo… ¿me prestarías unos minutos, por favor?
- sí, claro.-sonreí. Sam me tomo la mano y subimos
a lo que parecía, era su recamara.
- Bill… (Tu nombre) me ha contado mucho de ti.
- ¿en serio?- sonreí.
- si…me platico que en tu escuela te maltrataban,
¿es cierto?- baje la mirada.
- bueno…si…
- a mi también…- lo mire.
- ¿en serio?- asintió.
- llegaron a dejarme inconsciente…
- también a mí.
- vaya…pero, (tu nombre) me dijo también que tu
familia también lo hacía.
- bueno…mi papá…
- ¿Qué te hace?
- me pegaba y me insultaba por todo…desde que mis
papás se separaron, yo me quede con papá...el me eligió a mi solo porque quería
causarle problemas a mamá, pero mamá tampoco parece quererme…papá tuvo una hija
con otra mujer y nunca me lo dijo, nunca me pregunto cómo lo tomaría o…- mi vos
se entrecortó.
- tranquilo, Bill. ¿Qué te dice sobre como vistes?
- que…que soy un marica…un transexual…no me apoya,
lo soy asco…
- ¿le das asco?, ¿el te lo dijo?- asentí.
- paso algo hace unos años, y volvió a ocurrir…papá
no me apoyo, me dijo que estaba enfermo…
- ¿tu mamá sabe esto?- negué.
- si ella se entera, creo que papá me mataría.
Odiaba recordar esto. Apenas podía librarme de
papá. Apenas podía iniciar una nueva vida, sin él, sin sus golpes, sus palabras
y su abandono. Odiaba vivir en mi cuerpo, tener una forma de pensar diferente
era lo que había hecho que mi vida se fuera a la mierda. Papá, cuando Tom y yo éramos
pequeños siempre nos decía que nuestra opinión siempre contaba, que no teníamos
que dejarnos llevar por las opiniones de los demás, pero es que papá había
cambiado demasiado y de verdad no recuerdo el porqué paso todo esto. Siempre vivíamos
felices, no recuerdo el día ni la causa del porque después su actitud hacia mí
fue cambiando, no re cuerdo que fue lo que le dije para que dejara de quererme,
para que dejara de mostrar cariño y preocupación por mí, no recuerdo el porqué comenzó
a golpearnos a mamá, a Tom y a mí, sus gritos, sus peleas con mamá.
Todo eso me quedaba tan lejano, eran recuerdos
borrosos que a pesar de todo el dolor que me causaron se van borrando de mi
mente. Pero aun veía algo de brillo en los ojos de papá, aun tenía la
oportunidad de cambiar, y yo quería esperar a que eso pasara, pues finalmente
es mi papá pero…el no me ve como a su hijo…
aaahh!!!!! como pudo pensar q BILL quería abusar de Dali????? noooooooo solo estaban jugando a los piratas!!!!!!
ResponderEliminarwow esta genial tu fic sube pronto
Muy buen capitulo!
ResponderEliminargenial!!!!
ResponderEliminarcomo va a creer q Bill iba a abusar a Dali q mal pero
lo bueno q ya todo se arreglo
siguela
waaa porfin me deja comentar :D
ResponderEliminarsieugla protno tambien lei el otro
capitulo pero no me dejaba comentar
ya que me menaba a otra pagina que no
cagarba
siguel protnoa mo tu fic
y que malo que ayan desconfiado de Bill
peor lo bueno es que ya las cosas
se aclararon :D siguela protn vale cudiate tkm