capitulo 47

¿Por qué se suponía que tenía que ser yo quien se preocupara por papá?, el nunca se preocupo por mis sentimientos o sobre algo en lo que me empeñé tanto por terminar. Siempre era él el que me hacia la vida una mierda.

Bien podría aventar esa caja en su cara y no darle ni una sola palabra de aliento, también podría desearle el mal y decirle que jamás saldría de esa enfermedad y sufriría lo mismo que yo sufrí. Pero había algo en mi, algo dentro de mí que me hacía no decirlo ni hacerlo; él era mi papá, pero estaba claro que el no me creía su hijo, entonces ¿Por qué tenía que volver a verle la cara? ¿Por qué tenía que caer siempre a sus pies? ¿Por qué él sabía cómo hacerme caer? Él lo sabía, poniendo esas caras de sufrimiento y esa voz…esa voz que se escuchaba tan débil y ronca, sus ojos que en solo la mínima de las ocasiones pude ver brillar de felicidad –aunque estaba claro que esa “felicidad” no era por mí, era por Arabelle-.

- ¿Por qué, papá?- el me miro confundido.

- ¿por qué, qué?

- ¿por qué cuando estamos en un momento así, es cuando tú te resignas a hablarme de esta forma?

- no te entiendo, Bill.- aclaró su voz.

- papá…pudiste estar bien conmigo, pudiste quererme y darme tu atención… ¿Por qué solo cuando estás enfermo es cuando lo haces?

- siempre han dicho que cuando una persona va a morir, tiene que estar bien con los que ha estado mal.

- has estado mal conmigo ¡por qué tu lo quisiste!

 - escúchame, Bill. No puedes querer a una persona la cual tu corazón se indigna a querer, más estar bien con ella, es tener la consciencia limpia.

- no…no te entiendo…- claro que lo entendía, pero quería que él me lo dijera con sus palabras, no con metáforas idiotas. – ¿estás diciendo que…aun no…no me quieres?

- después de todo lo que me hiciste pasar…no podría quererte…

-¿lo que yo te hice pasar?...- con la desesperación me daban arcadas, no podía creer como encima me echaba la culpa de todo. -¡¿lo que yo te hice pasar?!- repetí con enojo. – papá…me privaste de mi infancia…me privaste de mamá…me privaste de una vida feliz…de una adolescencia feliz… ¡me privaste hasta de ti!

- no te equivoques, todo paso por ti. ¿Recuerdas haber roto la escultura de vidrio de tu madre?- me quedé en silencio. Claro que lo recordaba. –yo solo estoy intentando arreglar las cosas contigo, porque no me quiero ir de este mundo sin al menos intentar hacer las paces contigo.

- es que yo era un niño…yo no quise romperla…papá…si nunca me quisiste… ¿Por qué me llevaste contigo?...

- quería que tu madre se arrepintiera de todo lo que me hizo,

- ¡ella no te hizo nada…y yo tampoco! Papá…yo si te quería, ¿Por qué tenías que arruinar la admiración que un día te tuve? ¡Todo lo hiciste por rencor!

- lo hice para darle una lección a tu madre y hacerte un hombre.

- con golpes, con insultos, con el olvido y con discriminación ¡no me ibas a hacer un hombre!...papá…estos años sin ti he intentado saber el por qué de todo lo que me hacías, ¿sabes? No hay motivo ni razón, lo hiciste para complacerte a ti mismo.

- ¿sabes, Bill? ahora no tengo el ánimo para hablar contigo.

- ¡¿entonces cuando!? Si estamos los dos aquí, frente a frente, debemos hablar…quiero…quiero que me dé una explicación… ¿Por qué nunca me quisiste? ¿Por qué no mostraste cariño hacia mí nunca? ¿Por qué a pesar de verme sufrir y caer no me ayudaste?

- preguntas no deberías hacérmelas tu; ese debo ser yo.

- dímelas…juro que contestaré todas con la verdad.- el suspiro y se sentó en la cama. Anette hizo un movimiento, creyendo que tal vez papá necesitara ayuda. Lamió sus labios, tal vez pensando en formular una pregunta que no tendría respuesta. Pues a pesar de todos los años que viví sin su compañía, sabía perfectamente cuales palabras y sucesos eran los que perforaban mi estomago hasta hacerlo sangrar.

- si hablamos de apoyo ¿cómo querías apoyo si nunca me dijiste lo que te pasaba? ¿Querías apoyo? Me hubieras dicho cuando te violaron ¡no lo hubieras ocultado! Si querías confianza, ¡hubieras incitado a que en esta casa la hubiera! Nunca me pediste hablar contigo, nunca me lo hiciste saber. ¿Querías cariño? Lo hubieras buscado sin necesidad de llamar la atención, ¿creías que maquillándote y drogándote lo harías? ¿Creías que tomando y fumando lo harías? ¡Estas equivocado!

Y como lo había pensado, me había dado en un punto débil, pues nunca fui muy admirador de gritar y mostrar que me dolían tanto sus palabras y sus golpes. Pero aún podía rescatar algunas cosas.

- yo no te dije lo que me pasaba por…porque me daba miedo la forma en que lo tomarías. Papá… ¡me dijiste enfermo, me dijiste que mi sangre no estaba limpia porque me violaron!... no incite la confianza porque nunca quisiste hablar contigo…intenté confiarte lo que sentía por (tu nombre) ¡intente hablar contigo pero no te molestarte en mirarme! No intenté llamar la atención contigo…trate de encontrar el cariño en algo material porque en mi padre…el hombre que me vio nacer y el hombre que me hizo….no quiso dármelo…

- Bill…- su voz prontamente cambio a cuando lo escuché hablar por primera vez con Anette: tierna.

- papá…no voy a decir que te odio, porque estaría mintiendo…pero tampoco quiero mentir diciendo que te quiero… eres mi papá…y mereces respeto y de verdad te agradezco que hayas tenido al menos las ganas de tener hijos…pero tampoco voy a decir que has sido el padre por el que todo niño daría la vida…

- escúchame, hijo… esto no hubiera pasado si tu…

- sea lo que sea…me dejaste de querer desde que era un niño… ¡un niño!- interrumpí. –No puedo regresar el tiempo y vivir una infancia y adolescencia nuevamente, pero si puedo continuar con mi vida…y me duele decirte esto…pero he sido realmente feliz sin ti…yo ya no te necesito…- me di la vuelta pero no di un solo paso más. –espero que te recuperes de esto…papá…

Me di la vuelta sin mirarle más. Tom me miro serio y lamió sus labios para después de solo unos segundos morderlos. Arabelle se acerco a mí y tomo mi mano, apretándola fuertemente. Me llevo a la planta baja e hizo que nos sentáramos en el sofá.

- …no me gusta que pelees con mi papi, Bill…

- Arabelle, no estábamos peleando, solo….platicando.

- hermanito… ¿te quedarás de nuevo en casa? ¿Ya no te irás?- acaricie su cabello.

- no puedo quedarme.

- ¡¿Por qué no?!

- mi novia tiene que trabajar.

- ¡es fin de semana!

- sí, pero es sábado, mañana nos iremos.

- oh…ya no te quiero…- se cruzó de brazos.

- ¿ya no me quieres?

- ¡no!

- pues…entonces me voy ahora.- me levante del sofá.

- ¡Bill, Bill, no te vayas! Si te quiero…pero poquito.- sonrió.

- ¿solo poquito?- comencé a darle cosquillas. -¿Qué tan poquito?

- ahh…Biiiilll….si te quierooo- se revolvía fuertemente, sacando carcajadas.

- ¿Cuánto me quieres, Arabelle, cuánto?

- ¡muuchoo! ¡Muchooo!- deje de hacerlo, ella comenzó a recobrar la respiración.

- ¿entonces me quieres mucho?- reí.

- si…mucho…pero, no quiero que te vayas…nunca estás conmigo…- decía con la respiración entrecortada. Baje la mirada.

- Arabelle, no es que no quiera estar contigo, es…tengo que trabajar.

- me acabas de decir que tu novia trabajaba ¡¿por qué tienes que trabajar tu también?!

- porque ella no es la que tiene que hacer todo el trabajo, lo hacemos los dos. Lo entenderás cuando tengas edad.

- ¿Cuándo tenga edad?- asentí. -¿Cuándo va a ser eso? ¡Quiero trabajar para estar contigo!- le di un abrazo.

- te quiero muchísimo, Arabelle. Te prometo que algún día te vendrás a mi casa por unos días ¿te gustaría?

- ¡si, si! ¿En serio me vas a llevar? Porque te llevaste a nuestro perro…y lo extraño ¡papá no quiere comprarme otro!

- te lo prometo, verás a Scotty y también al perro de Tom, Bruno.

- ¿Bruno? ¿Tom tiene un perro también?- sonrió ampliamente.

- sí.- asentí. -¿y te digo un secreto?

- ¡sí!

- ellos me dijeron que quieren verte.- se carcajeo.

- ¡los perros no hablan!

- estos sí.- me miro sorprendida, formando con sus labios una O.

- ¿en serio?

- si.- sonrió.

[…]

Regresamos a L.A. Tom no ha hablado conmigo desde que estuvimos con papá, es como si me ignorara; pero tal vez es porque esta triste aun.

Mi linda se ha ido a trabajar, me ha dicho que tenía una junta muy importante. Puedo decir que odio cuando se va, pero es su trabajo y está claro que no lo perderá por estar conmigo. Pero estaba solo –sin contar a Tom, que estaba encerrado en su recamara con el pestillo-.

Mire la pequeña caja que papá me había dado. Tenía una intriga terrible por abrirla, así que la tome en mis manos y las puse sobre mis muslos. Abrí esa pequeña caja y mi corazón comenzó a latir al tiempo en que mi cerebro se preguntaba qué era lo que tenía que hacer. Había un pequeño cuaderno verde seco, en el que difícilmente se podía leer el nombre de papá y el de mamá.

Mis manos comenzaron a temblar, pues no sabía qué era lo que me esperaba ahí dentro. Eche un vistazo a la puerta, verificando si realmente estaba solo. Cuando supe que así era, tome la pasta y le abrí lentamente. Había una foto perfectamente cuidada: era mamá que era rodeada por los brazos de papá, en donde sus manos yacían en el estomago de mamá, su estomago bien formado, aunque aún pequeño…mamá estaba embarazada…los dos sonreían…se  miraban tan jóvenes y felices.

La sonrisa de mamá era hermosa, enseñaba sus blancos dientes y tomaba su largo cabello con una de sus manos. Usaba un short blanco y una playera azul cielo, la cual tenía doblada hasta su pecho, dejando ver su estomago. Mientras papá usaba un pantalón de mezclilla claro y una camisa negra; su sonrisa era amplia, mas no mostraba sus dientes, su cabeza estaba sobre un hombro de mamá. Me puse a pensar que tal vez papá y mamá se habían comprometido de verdad jóvenes, tal vez más jóvenes que yo.

Mis ojos estuvieron al borde de dejar caer lágrimas; se miraban tan felices y de verdad se miraba que se querían.

Quite la fotografía con cuidado y en la hoja que ya se miraba amarillenta había un escrito titulado como “tu llegada al mundo”

 Tu llegada al mundo

Vaya, ¿puedes creer cuan feliz estoy? Es decir, tu mami y yo hace unos pocos meses nos dimos cuenta que dios nos concedió tenerte.

Le di la noticia a tu abuelo, pero se ha enojado un poco, me dijo que era muy joven para hacerme cargo de ti. Pues es que tengo 18 años, pero ¿te digo algo? Yo te quiero y quiero hacerme cargo tuyo.

Tu mamá y yo hemos tenido agradables discusiones sobre tu nombre y sexo. Tu mamá quiere que si eres hombre te llames Tomas y si eres mujer, Anja. A mí no me agrado mucho, ¿pero qué podemos esperar? Tu mamá está un poco loquita. Yo quiero llamarte, si eres varoncito…Bill ¿te gusta? Bueno…no quiero que te enojes tan pronto conmigo si eres una niña. Por eso he escogido que si eres niña serás simone, aun que a tu mami no le dio nada de gracia.Hemos hecho un trato, de que si eres hombre serás bill, y si eres mujer serás Anja ¿de acuerdo?Mañana iremos a mirar que estés perfecto/a de salud.

Creo que aun eres muy pequeño para saber tu sexo, pero si tenemos suerte lo sabremos.

Realmente quiero que seas hombre, mas tu mami quiere lo contrario… ¿desearías ayudarme?Tu mami se siente un poco mareada, así que tengo que ir con ella.

Te ama: jörg, tu papá.

No sabía si llorar o gritar. Sus palabras eran…eran tan lindas y simplemente no podía creer como papá había cambiado tanto conmigo…

Me llamo Bill porque eso fue lo que él quiso…más mi nombre dicho por él nunca lo escuche más que unas cuantas veces. En la carta estaba mamá; el parecía quererla mucho y preocuparse por ella, pero ahora no lo hacía…

Di vuelta a la hoja y encontré otro escrito.

Verte por primera vez. 

¡Hola de nuevo!  Bueno, hoy fuimos al ginecólogo de tu mami y ¿puedes creer la gran noticia que nos han dado? Estas sanito y la doctora dice que eres muy grande y quizá cuando nazcas estarás muy pesado.

Nos ha dicho que aun eres pequeño, pero que lo más seguro es que seas un pequeño, no una niña ¡UN NIÑO! Y tengo que agradecerte por ayudarme. Eres un varón…eres mi Bill.

En la pequeña pantalla, al verte aun que sea unos minutos no pude evitar sacar lágrimas ¿no es extraño como puede haber vida dentro de un estomago? Y que esa semilla de vida seas tú Mi hijo… ¡no puedo esperar a verte y tocarte por primera vez!Tu mamá dice que esta vez tuve suerte al ser tú un hombre. Ah, pero ella te adora al igual que yo y queremos verte, pequeño.

Nos han dado una pequeña fotografía de ti, se que apenas te miras como una semillita, pero sé que cuando crezcas no serás solo una semilla, serás una persona llena de alegría y felicidad, porque eso es lo que te daremos, una familia con la que puedas ser feliz completamente.

Tu mami y yo iremos a celebrarte, iras con nosotros y comeremos mucho ¿Qué te parece? Bueno, tu mami ha terminado de arreglarse y nos iremos ahora.

Te ama: Jörg, tu papá.

Después había un sobrecito blanco, lo tome y sin pensarlo una vez lo abrí. Ahí estaba la fotografía de mi ultrasonido. Sonreí ampliamente, pues papá tenía razón, se miraba una pequeña semilla ahí dentro. Limpie mis lagrimas y volví a mirar a la puerta, volviendo a verificar que estaba solo completamente.

En el piso de abajo escuche la voz de Tom y algunos chillidos de nuestros perros. Me asome por la ventana, que tenía vista hacia el jardín. Ahí estaba mi hermano, jugando con Bruno y Scotty. Sonreí y me senté nuevamente en la cama. Guarde la fotografía en el sobre y detrás de este se miraba la fecha -4/Abril/89-. Di vuelta a la hoja.

Doble sorpresa.

Tienes 8 meses, estas a nada de ver el mundo y compartirlo con nosotros.

Pero tengo una noticia, ¡una gran noticia! Ayer fuimos al ginecólogo para checar tu salud y la de tu mami. La doctora nos dio dos noticias:

1.     Definitivamente eres hombre.
2.     ¡tienes un hermano gemelo!

¡Un gemelo! Con dificultad, la doctora nos dijo que tu hermano es también hombre. Nos dio una fotografía y me di cuenta que tu hermano era el culpable de hacerte ver tan grande ¡pues no es uno, si no dos bebés!Tu mami lo tomo un poco mal, pues le daba un poco de miedo, pero ya no teme y está completamente feliz al igual que yo lo estoy ¡dos bebés! Y con suerte los únicos.Nos hemos puesto de acuerdo en que tu hermano, el más grande, será Tom y el más pequeño serás tú, Bill.

Pues esto comenzó por ti, tú eras Bill desde que supimos tu sexo y seguirás siéndolo. El pequeño Bill.Siempre debe haber algo malo en esto, y es que las semanas para que nazcan no eran las planeadas, puesto a que son dos pequeños y los dos pelean por el espacio dentro de tu mami.

Espero noticias nuevas. ¡Cuida a tu hermano!

Te ama: Jörg, tu papá.

Sonreí al saber que Tom apenas era encontrado. Me sentí aliviado de saber que papá aun me quería a pesar de Tom venir al mundo y a sus ojos.

Ahí había otro sobre, un poco más grande que el anterior. Lo abrí con delicadeza y saqué la fotografía. Nos veíamos los dos perfectamente, juntos y quizá hasta abrazados, seguro yo habría querido a Tom desde antes de nacer. Sonreí ampliamente al mirarnos tan pequeños ahí dentro; imagine a mamá y a papá al saberlo.

Guarde la fotografía y mire el sobre, esta vez con una fecha distinta. -30/Agosto/89- pase la hoja.

El día esperado.

Son muy grandes para seguir dentro de su madre y tienen que salir cuanto antes.Tu mami está en el quirófano, al parecer tuvieron que nacer hace unas horas pero aun están dentro. Tu mami está un poco asustada, pero en este momento estoy aquí con ella. Estoy tomando su mano para que se esfumen sus nervios. Ya me regaño un par de veces por estar escribiendo.

7:26

Los médicos están listos para el parto. Tu mami no esta tan nerviosa ahora y entonces ha empezado todo. Me han dicho que saliera de ahí, yo no quería más tuve que hacerlo. Estoy nervioso ¡quiero verlos ya!

9:45

Ya han pasado unas horas y mis nervios aumentan más. He sabido que hay partos que duran hasta 10 horas, y no es por nada pero…creo que este es uno de los casos.Quiero ver tu carita, también la de tu hermanito, pero es que no se apuran. ¿Quieren quedarse dentro de su mami? Porque si es así yo no lo quiero.

12:19

No lo entiendo, nunca creí que un parto fuera tan duro y largo. ¡Ustedes ya deberían estar a mi lado! Bill, ayuda a tu hermano a salir pronto, o si el ya está aquí ¿quieres salir ya?Hace unos minutos un doctor ha llegado, dijo que tu hermanito no estaba en la posicion correcta, por eso habían tardado. Me dijo que el parto no sería natural.

6:16

¡Estoy viendo a tu hermano nacer! Oh, Míralo…su cabecita…vaya, Bill ¡esta enorme!  Lo escucho llorando… ya mis lagrimas caen…no puedo creer cuan maravilloso es esto.

Son las 6:20 y tu hermanito ya está aquí, tan solo me dejaron darle un beso en su frente, pues tu vienes ahora, es tu turno.Bill…hay problemas contigo…estás perdiendo la respiración…te estás asfixiando, pero no pueden regresarte dentro… los doctores han dicho que si te sacan de golpe puedes perder la vida. Te escuche gritar antes de que me sacaran de ahí dentro. Escuche tu aguda voz...

6:30

Han podido sacarte con éxito, pero los doctores te llevaron tan pronto, dicen algo te está pasando. Me dijeron que tu respiración no llevaba un ritmo correcto, estas mal…hijo, por favor se fuerte…no quiero perderte…quiero tenerte en mis brazos, sano, sin nada malo en ti, por favor.Iré con tu mami que seguro también esta devastada…Bill…por favor se fuerte hijito.

Te ama con todo su corazón: Jörg, tu papá.

¿Estaba mal?...nunca, ni mamá ni papá, me habían dicho que había tenido problemas al nacer…un problema seguro grave, pues podía morir…

Mi corazón se lleno de alegría al leer estas palabras: “te ama con todo su corazón: Jörg, tu papá.” mis lagrimas cayeron, porque al menos estaba seguro de que el no me detestaba desde siempre, él quería que yo sobreviviera…quería que estuviera bien.

Mi emoción la tenía que compartir con alguien, así que guarde todo con delicadeza y escondí la caja en un cajón. Baje al jardín, donde Tom ya no estaba. Busque en la cocina ya que un ruidito se escucho claramente, después de Tom sacar un gran suspiro; Tom limpiaba sus labios con su antebrazo, acababa de terminar un vaso con agua, seguramente. El me miro serio y bajo su mirada, yo sonreí ampliamente y me acerque a él.

- ¡Tom, Tom!- el no contesto, mas hizo una mueca y ladeo la cabeza. -¡papá si me quiso, papá no me odio desde siempre!- alzo el entrecejo y succiono sus mejillas.

- pero, ¿y eso qué? Tu no lo quieres a él.- dijo serio.

- bueno…pero…- me quede en silencio.

- no puedo creerlo, Bill.- lo mire a los ojos.

- ¿creer qué?

- estas llorando porque papá te quiso, pero no lloras por todo lo que te ha dicho cuando fuimos a verlo.

- Tom…no sabes cuan feliz me hace saber que me quiso… ¡no fui siempre un estorbo para él!

- ¿Por qué nunca me lo contaste?- lo mire confundido, pues cambiaba de tema tan repentinamente.

- ¿contarte qué?

- …han abusado de ti…- mire mis pies y sentí mi corazón agitarse.

- Tom…no quería recordarlo…

- pero podía ayudarte.

- ¡¿ayudarme cómo!? No podías hacer nada…

- ¡si podía!

- ¡¿Qué?! ¿Irías tras de ese señor y lo matarías? ¡No podías hacer nada, Tom!- mis lagrimas salieron, pero esta vez fueron de desesperación al volver a sentir que estaba viviendo en ese lugar. Mi cuerpo dolía y arcadas salían de mi garganta.

- ¿por qué no se lo dijiste a papá?

- …me daba miedo… ¡papá nunca me apoyo!...solo cuando volvieron a hacerlo…- me di la vuelta, dispuesto a salir de ahí, pero Tom tomo mi hombro.

- ¿abusaron de ti dos veces?

- ¡déjame, Tom! ¡No quiero hablar de eso!

- se lo pudiste contar a tu mamá, o a Anette ¡a alguien!

- ¡si le conté a alguien!

- ¿a quién?

- … (tu nombre)…

- ¡¿(tu nombre)?! ¡¿Ella que podía hacer por ti?!

- ¡lo mismo que tu pretendes pensar qué harías!

- pero…Bill, pude decírselo a mamá y ella hubiera actuado…

- ¡me matarían, el señor me dijo que si lo decía me mataba! ¡Terminaría igual y nunca hubieran podido encontrarlo!

- ¿”señor”? ¿Era un hombre?

- ¡TE DIJE QUE NO QUIERO HABLAR!

- por eso papá te decía marica, ¿verdad?

- ¡cállate, Tom! ¡Cállate de una vez, por favor, no me hagas vivir ahí de nuevo!

- tranquilo, Bill…no quiero hacerte…

- ¡ya basta, por favor…ya basta!- salí de ahí.

- ¡Bill!- era (tu nombre). -¿Cómo est…?

- ¡DEJAME!- corrí a la recamara.