domingo, 1 de julio de 2012

capitulo 97


By (tu nombre)

Ha sido un día totalmente estresante en el trabajo, tuve una cita con mi jefe, una cita que depende de ella mi trabajo; estoy nerviosa y algo agobiada, pero al menos por hoy se ha terminado, por fin volveré a casa y descansaré por el resto del día.

- ¡¡ (Tu nombre)!!- me di la vuelta algo fastidiada; ahí estaba él, sonriendo ampliamente; agarré mi bolso y camine hacia él, fingiendo una sonrisa.

- Hola, Nathan.

- Que, ¿un mal día?- asentí.

- Completamente.- dejé salir un suspiro.

- ¿Por qué no vamos a comer?, ¿te gustaría?

- ¿Por qué no lo dejamos para mañana?, estoy realmente fastidiada, no me gustaría arruinar tu tarde con mi humor.- él sonrió.

- Tienes planes con ese novio tuyo, ¿verdad?- rodee los ojos.

- No, Nathan, de verdad estoy cansada.

- Está bien.- caminamos a la puerta, en silenció. Mi brazo sufrió un leve jaloneo, en el cual mi cuerpo se tenso y mi corazón se agitó.

- ¿Te asuste?- sonrió con amplitud.

- ¡Bill, no vuelvas a hacer eso, por poco y me sacas el corazón del susto!- él comenzó a reír.

- Lo siento.- negué.

- ¿Qué haces aquí?- sonreí ante su cara de indignación, tocando su pecho con la palma de su mano.

- ¿Un hombre no puede visitar a su esposa sin avisar?

- Pues…

- (Tu nombre), creo que mejor nos vemos mañana.- interrumpió Nathan. – Veo que estás ocupada.

- Ven, Nathan, quiero presentarte a Bill.- negó con seriedad.

- Ya lo he visto; adiós, nos vemos.- caminó, dándonos la espalda. Miré a Bill algo impresionada, pero al contrario que yo, el sonreía sin alguna razón aparente.

- ¿Qué te pasa?

- ¿Es tu compañero de trabajo?- asentí. – Al parecer no soy el único que piensa que eres hermosa.

- Oh, Bill, ¿de qué estás hablando?

- Por favor, linda, no me digas que no has visto como se puso cuando me vio.- sonreí.

- ¿Y eso te molesta?- Le dio la risa floja, mientras caminaba hacia el auto. Se detuvo, mirándome con una linda sonrisa, tendiendo su mano; tome su mano y me acercó a él.

- No, no me molesta, ¡me fascina!- nuestras frentes se tocaron y nuestros ojos se conectaron, haciéndome sentir ese revoltijo en mi estómago; sus ojos eran tan hermosos y siempre tenían un pequeño brillo en ellos. –Me gusta el sentimiento de saber que tú eres mi pareja y nadie más puede besarte.- sonreí; nuestros labios se juntaron, abriéndose y cerrándose sobre los contrarios.

Entramos al auto y ahí, Bill me miró sin sonreír, solo con seriedad pura; metió las llaves y antes de arrancar, se miró en el espejo, acomodando su cabello tras de sus hombros; una vez más me miró, aun sin arrancar.

- Tom se está tomando muy enserio lo que papá le dijo sobre cuidarnos cuando él no estuviera.- sonrió, volviendo su mirada al espejo, acomodando su flequillo con sus uñas. -¿Sabías que está tomando clases de cocina “para que comamos bien todos los días”?- Arrancó, saliendo del aparcamiento, deteniéndose en la luz roja que estaba a tan solo dos metros de ahí; y una vez más, volvió a mirarme, esperando una respuesta.

- ¿De verdad?- asintió, echándole un vistazo al semáforo que aun no cambiaba de color. -¿no quería graduarse de la escuela de música?- le dio un pequeño golpe al volante, algo desesperado porque la luz no cambiaba de color.

- Está haciendo todo al mismo tiempo; de la escuela de música se graduará en cuatro días; me ha dicho que tiene algunas ideas para nuevas canciones, y encima está llevando muy bien sus clases de cocina. –la luz cambió a ser verde; él sonrió. - ¡Por fin!- sonreí; él aceleró.

- Vaya, no era necesario que entrara a eso, él cocina realmente bien.- asintió.

- Se lo dije, pero no quiso escucharme, ya sabes cómo es él.- suspiró mientras daba la vuelta hacia la izquierda, a pocos metros de llegar a casa.

Aparcó el auto frente a la casa; saco las llaves y una vez más, miró su reflejo en el espejo, sacando un poco de delineador negro; Guardó las llaves en su bolso y quitó su cinturón de seguridad, dejando caer su cabeza en el asiento. Quité el cinturón de seguridad de mi cuerpo y lo miré.

- ¿Qué tienes, Bill?

- Fui a buscar trabajo…- lo miré confundida; él cerró los ojos y entreabrió sus labios, dejando que un suspiro cansado saliera de ellos.

- ¿Por qué?, ¿ya no quieres seguir haciendo música?-negó.

- No es eso… me han dicho que soy un machista, por eso de que tu trabajas y yo solo hago música.- rodee los ojos, él tomó su frente, parecía desesperado.

- ¿Y no conseguiste?- negó.

- Gracias a mi “mala apariencia”, pero prometo que mañana seguiré buscando.

- Bill, no es necesario, no te dejes influenciar por los comentarios de otros.

- Lo buscaré, quiero hacerlo, de verdad.

- Bueno, si lo haces por ti, no me importa que lo hagas; pero si lo has hecho para satisfacer a los demás, mejor no lo hagas.

- No, es por mí, de verdad.- sonrió, mirándome a los ojos. –mejor entremos. Bajamos del auto y ahí estaba Tom, poniendo la mesa con delicadeza; nunca le había visto tan empeñado en hacer algo; terminó de poner los cubiertos y nos miro, sonriendo levemente.

- ¿Cómo les fue?

- Fue un día algo agobiante, pero al final no estuvo tan mal.- sonreí.

- …Horrible…- dijo Bill, aventando su bolso sobre el sofá pequeño en la sala.

- ¿No te dieron el trabajo?- negó.

- Mañana lo conseguiré.

- Bueno, pero ahora podrías dejar ese humor y venir a comer, no has comido nada.

- Sí comí, antes de ir por (tu nombre).

- Está bien.- tanto Tom como yo, sabíamos que era una completa mentira, Bill no había probado ni una miga de pan; pero ambos también sabíamos que Bill no pararía hasta conseguir lo que quería, aun que eso le costaran días sin comer.

By Bill

Quería conseguir un trabajo, realmente tenía ganas de tenerlo; así que, tomé la correa de mi perro y salí al jardín, silbando un par de veces, hasta que él apareció coleando, brincando con sus patas traseras, mientras que con las delanteras, rasguñaba mi estómago cubierto por un par de chamarras algo gruesas. Coloqué la correa en su collar y caminamos al comedor.

- Iré a seguir con mi búsqueda, no tardaré.- me acerqué a (tu nombre) y besé sus labios. –Ahora regreso.- salí de casa, seguido por mi amigo peludo.

Días nublados y fríos, llenos de neblina, en donde no puedes ver más allá de lo que está frente a ti; seguramente un lugar muy peligroso para que un crío anduviera solo por las calles; y habría temido ser uno de esos críos, pero para mi suerte yo ya no era uno. Caminé con lentitud, buscando algún lugar donde poder ir a pensar, porque sí…había mentido, no iba a buscar trabajo una vez más, quería Salir para pensar, para apreciar la amarga y a veces también dulce soledad, en donde solo podía escuchar mi respiración y ver el vaho que sacaba de mis labios.

Pero a veces el reflexionar con tu “yo interior” también hace que veas lo positivo y te abre caminos hacia un nuevo futuro; y eso era lo que estaban viendo mis ojos; ese pequeño letrero amarillo con letras negras.

- Scotty… ¡Scotty, mira!- le di fuertes caricias en el lomo y corrí hacia esa tienda, hasta estar de pie frente a la puerta; me percate de lo que era: Una hermosa tienda de música. Pequeña, pero se veía lindísima; y decidí a adentrarme, dispuesto a pedir el trabajo. –Pequeño, creo que debes quedarte aquí, por favor no hagas nada malo.- ladeo su cabeza, sin entender; yo solo le di caricias y entré.

- ¿Puedo ayudarle en algo?- preguntó un hombre, quizá unos tres años más grande que yo; lo miré con esperanza.

- Yo... vengo por lo del letrero de afuera…- apunté.

- ¿Por el trabajo?- asentí. –amm, bueno, pasa por aquí.- caminamos hacia el mostrador, en donde el saco una hoja y un bolígrafo. –Contesta esto, por favor.

- Está bien.- tomé el bolígrafo y lo contesté rápidamente, sin detenerme a pensar dos veces las respuestas de algunas de las preguntas en la hoja. Al terminar se la pasé al hombre, quien sonrió y asintió mientras leía. Cuando terminó de leerla, sonrió ampliamente y me miró.

- ¿Qué sabes de música?

- ¿Acerca de qué?

- ¿Sabes el nombre de los instrumentos, cuáles son las marcas más vendidas, de que serie son?

- Sí, sí lo sé.- sonreí.

- ¿Sabes afinar instrumentos?

- Sí.- dije sin dejar de sonreír.

- Muy bien, estarás en prueba durante una semana; tus horarios son de 10:00AM a 3:00 pm, sábado y domingo son libres.- sacó una tarjetita de sus pantalones y me la pasó. –aquí están los números por si tienes alguna duda.

- ¡Muchas gracias!

- No hay de qué, empiezas mañana, ¿sí?- asentí.

- Claro… ¡Gracias!- salí de la tienda, tomando la correa de Scotty. -¡Tengo trabajo, Scotty!, ¿no estás feliz por tu papá?- ladró con voz grave, sacando bastante vaho de su hocico. Caminamos de regreso a casa, pero el frío parecía consumirnos a ambos, mi cuerpo temblequeaba con fuerza. Pasamos frente a una cafetería, me acuclillé y acaricié su cabeza. –Quédate aquí, ¿sí?, traeré algo para que comamos.

Entré ahí y caminé rápidamente a esa pequeña maquina, compré un café caliente y algún pan dulce; después de pagarlo, salí de la tienda y tomé la correa de mi perro, acuclillándome una vez más frente a él, acariciando su cabecita.

- Mira lo que tengo para el perro más lindo.- tomé el pan y lo alcé en sus ojos; su colita empezó a menearse rápidamente, mientras lamía su nariz con desesperación. -¡Siéntate!- el obedeció al tiro, levantando la cabeza impaciente. Sus pequeños chillidos comenzaban a emitirse. –Hey, tranquilo, bebé, aquí está.- aventé el pan él comenzó a comerlo rápidamente.

[…]

¡Maldita la hora en que me metí a dos trabajos!, ¡pero que es pesado, mierda! ahora no tenía otra alternativa más que segur rompiéndome la espalda con dos trabajos o… deshacerme de uno… ¡No, eso no!

La tienda de música me gustaba –siempre y cuando la música ambiental fuera buena.- y esa puta cafetería solo me traía un problema tras otro; “yo no te pedí esto.”, “¡ven y limpia por acá!”, “¡Te están hablando, ve y cobrarles allá!”; encima siempre tenía que mostrar buena cara. Si me deshacía de un trabajo, lo haría de la cafetería, ¡sin pensarlo!, pero pasaba que necesitaba el dinero.

- ¿Has tenido una mala noche, niño?

- Últimamente me es difícil conciliar el sueño.

- ¿Para qué entrabas a trabajar?, no pareces ser un tío que necesite el dinero.

- Lo necesito, Cedrick.

- ¿Para la universidad?

- No, ¡ni hablar, claro que no!- empezó a reír.

- Qué, ¿no estudias?

- No, ni siquiera imagino a mi futuro dentro de seis años saliendo de una universidad.- mi móvil vibró, haciéndome sentir un cosquilleo por todo mi cuerpo, lo saqué y lo miré: un mensaje de Tom.

¡Te estamos esperando, hermano!, que se me hace tarde. Tom”

- ¿Tarde?, ¿¡Tarde para qué?!- repasé en mi mente mi “calendario”. –Cedrick…

- ¿Qué pasa?

- ¿Quieres decirme qué día es hoy?

- 16 de enero, ¿por qué?

- Mierda…- maldije a lo bajo. –¡¡La graduación de mi hermano!!- 12:16 pm, aun era horario de trabajo, ¡no podía irme ahora!  -¿puedes cubrirme unos minutos?, tengo que hacer una llamada.

- Está bien, solo prevente del jefe, que si te pilla te descuenta tu sueldo.

- Bien, gracias.- presioné el botón verde, esperando que me contestase.

- ¡Que te dejamos, Bill!, ¡no puedo llegar tarde, ya no más, voy media hora tarde por tu culpa!

- Tom, estoy en el trabajo.

- Me dijiste que pedirías el día, ¡¿acaso te acuerdas?!- me quedé en silencio, cortante de palabras y lo que es peor…cortante de excusas. - ¡ni siquiera lo recuerdas!

- Estos días han sido pesados, hermano, mi mente revuelve todo.

- ¡Pero este no es un día cualquiera, Bill!

- Tranquilízate, veré como puedo zafarme de aquí y voy en cuanto lo haga, ni siquiera me arreglo, ¡lo prometo!- esta vez, fue él quien se quedó en silencio, podía sentir su rabia, y no era una rabia divertida, esta vez estaba completamente enojado. -¿Tom?

- ¡Haz lo que quieras!, ¡ya no me importa!

- Llegaré, prometo que intentaré llegar, ¿sí?

- ¿Sabes?, prefiero que no lo intentes, ¡era importante para mí que tu estuvieras ahí!, pero no me importa más, ¡quédate en tu jodido trabajo!- y cortó. Acomodé mi cabello con algo de desesperación y nerviosismo; le había prometido estar ahí y lo cumpliría.

Fui a la pequeña oficina, y ahí estaba él, arreglando unos papeles con seriedad. Toqué a la puerta y él al tiro me miró, sin quitar su seriedad; hizo señas con sus manos, invitándome a pasar y con casa paso que daba los nervios me consumían el cuerpo.

- Eh…yo…

- ¿Qué necesitas, Bill?

- Bueno, pasa que hoy es un día importante, tengo un compromiso con alguien y…me preguntaba si…

- ¿Te dejo salir ahora mismo?- asentí, lleno de nervios. –Oh, Bill, en el reglamento está, “Si hay algún compromiso, avisar con anticipación.”

- Ya lo sé, pero lo había olvidado.

- Podría dejarte salir dentro de dos horas y media.- suspiré. – ¿está bien?

- Sí, gracias…

- Bueno, tengo que acomodar estos papeles, me gustaría hacerlo solo.

- Bien…gracias…

Regresé ahí otra vez, con el nudo en mi garganta; sí, era estúpido que tuviera ganas de llorar por esto, pero es que era importante para mi ir a verle, encima me jodía tanto que mi estúpidamente haya olvidado este día, ¡Estúpido, Bill!

[…]

2:28 Pm

- ¡Córrete, estúpido par de minutos!- sentí un roce en mi espalda, lento y tibio, el mismo que me hizo virarme con confusión.

- Bien, quedas desencadenado de este lugar, niño, puedes irte, pero el resto de la semana no quiero que vuelva a pasar.- mi sonrisa se agrandaba mientras sus palabras entraban por mis oídos.

- ¡Gracias, de verdad!- tomé mi bolso y salí corriendo de ahí hacia mi auto; ni siquiera miré mi reflejo por el espejo, me sentía un estúpido, deseoso de llegar a tiempo.

Al llegar a ese lugar, bajé del auto pronto, corriendo hacia la entrada, en donde un policía estaba de pie, mirándome. Mi corazón palpitó con fuerza, a punto de estallar; no quería escuchar las palabras, pero si no lo hacía, no sabría qué hacer después.

- ¿Se ha acabado la ceremonia?- dije en un hilo de voz. Él asintió.

- Hace una hora.

- Mierda, ¡mierda!- mordí mis labios tan solo para no llorar, lo había arruinado todo. – ¿Habrá una fiesta después?- volvió a asentir y yo…suspiré, aun no había perdido todo.

- Sí, es a las cinco, aquí mismo.- sonreí.

- Muchas gracias, adiós.- corrí nuevamente al auto, desesperado por llegar a casa pronto.

Aparqué el auto frente al de Tom y corrí a la puerta, buscando mis llaves en los bolsillos de mis pantalones; al encontrarlas, abrí la puerta rápidamente y entré corriendo hacia las escaleras para subir a su recamara. Cuando llegué, miré la puerta cerrada y levanté mi puño, con el propósito de tocar, pero me sentía mal por lo que había hecho, me sentía nervioso.
Al final toqué un par de veces.

- ¡Ya voy!- se escuchó su voz grave dentro de la habitación. La puerta se abrió y sus ojos me miraron con furia.

- Tom…

- ¡Vete de aquí!- interrumpió cerrando la puerta, o para decirlo mejor, intentando cerrar la puerta, pues mi pie encajó a la perfección entre ese huequito, en donde todavía podía mirar su cara, su cara tan roja como un tomate, de furia, lleno de furia.

- Escúchame, Tom, ¡intenté salir temprano!

- Me dijiste que estarías ahí, ¡aun que fuera tarde, no te presentaste ni por un puto segundo!

- ¡Lo intenté, pero mi jefe no me lo permitió hasta después de dos horas y media!

- ¡Pero esto tu lo sabías desde antes! ¡Te comprometiste desde antes de que papá se fuera!

- ¡No hables de él como si no estuviera!

- ¡JA!- rodeo los ojos. -¡Mierda, que a él lo sentí más presente que tú!

- Tom, te digo que el trabajo no…

- ¡El puto trabajo, SIEMPRE EL PUTO TRABAJO!, déjate de excusar con eso, si no querías ir ¡lo hubiéramos hablado y se acabó!

- No hables así, ¡te prometo que lo intenté!

- Lo olvidaste, ¡eso es lo que me jode!, hable contigo de esto antes, te dije que era importante para mí que tu estuvieras, ¡No es posible que Samuel y su novio se presentaran, Y MI HERMANO GEMELO NO!

- A la fiesta podemos ir juntos, Tom, ¡lo siento, de verdad!

- Oh, no ¡ni siquiera quiero que vayas a la fiesta!, ¡no quiero verte ahí!- quitó su saco, aventándolo a la cama con enfado, quitando su camisa mientras caminaba a su armario.

- ¿¡Por qué no?!, si yo quiero estar contigo, ¡entiende que no me lo permitieron!

- Entiende que eso no era lo que me importaba- dijo, tirando su camisa al suelo, dejándome ver su cuerpo desnudo. -, ¡te he dicho que lo que me jode es que lo hayas olvidado!- colocó una de esas grandes playeras; una de manga larga color blanco y encima de esta una gris de mangas corta con algunos dibujos blancos.

- No lo olvidé, Tom, ¡solo…solo me perdí un poco en el tiempo!- rodeo los ojos y sacó sus zapatillas aventándolas por el cuarto, sin importarle en donde cayeran. Desabrochó sus pantalones, los cuales cayeron por peso propio al suelo y descalzo con sus piernas desnudas, tan solo con ese bóxer verde seco que llegaba un poco arriba de sus rodillas, caminó hacia unos cajones, sin vergüenza a que lo mirara de esa forma.

- Vete de aquí, ¿quieres?

- No.- me miró, colocando un pantalón de mezclilla despintado que cubría sus pies.

- ¡Vete, hombre!

- Déjame ir a la fiesta contigo, por favor, quiero pasarlo contigo.

- ¿De verdad quieres pasarlo conmigo, o solo irás porque habrá alcohol y tabaco?

- Quiero pasarlo contigo.

- ¡Pues no lo harás!

- ¡Te comportas como un puto crío!

- ¡No me importa!

- Pues ¿sabes qué? ¡Haz lo que quieras! ¡No quiero ir a esa puta fiesta y mucho menos contigo!

- ¡Qué bueno, porque así no tendré que verte!

- ¡Me importa un huevo, ve con (tu nombre) a la fiesta, aquí estaré esperándola a ella, A TI NO!

- ¡Que te follen!- caminó hacía mi, empujándome fuera de su habitación, cerrando con un sonoro portazo.

Mierda, lo había arruinado todo y encima el puto orgullo tomaba lugar en el campo. Pero esto no iba a quedarse así, tenía que arreglarlo de alguna forma. Estaba claro que no podría ir a la fiesta, pero tenía que haber algo que pudiera compensar el haber faltado a su día, ¡tenía que…!

- ¡Lo tengo!- caminé hacia el pequeño estudio, y entre busqué en los cajones la tarjeta de socio, quizá podría hacer feliz a mi hermano por un momento. Tomé mi móvil y comencé a marcar. –Habla Bill…sí, sí. ¡Ahora, por favor!...bien, entonces nos vemos ahí, ¡no tardo!...sí, sí, GRACIAS.- sonreí.

Era mi oportunidad, quizá podía compensarlo todo…o al menos…eso espero.



5 comentarios:

  1. O_O omg Biiiiill por q tan despistadooooo mmnn..!! Tom es tan buen hermano!!!

    Espero todo se arregle

    ResponderEliminar
  2. Owwnnss! Bill que te pasa?? ERA LA GRADUACION DE TU HERMANO!!!! Hehe... pobre Tommy! Umm.... ME ENCANTOO EL CAPITULOO... TAN EMOCIONANTE! Cual sera el plan de Bill?? hehehe MUERO de dudaa!! =) SUBE PRONTOO PORFAVOOR ESQUE ES TAN GENIAL ESTA FIC'... Me intriga saber que es lo que pasara! cuidate muchisiimoo! y... SUBE PRONTO hehe =) =) =) TT__TT

    ResponderEliminar
  3. omg porque Bill se comporto ais T.T no em gusta que los gemelos pelen, amo tu fic siguela esta trizte u.u siguela pronto vale :DDD <3

    ResponderEliminar
  4. ola antes que nada perdoname por responder hasta ahorita peor noa via visto tu comentario que dejatse en "gracias por existir" perodoname y claor ntp mira te dejo mi correo es @estarblue1@hotmail.com perodn por tardar tanto en responder *n* tkmmm y tu sabes que te llevo siguiendo y leyendo tus fics desde hace tiempo asi que con gusto espeor y podamos palticar :DDD <3

    ResponderEliminar