By (tu nombre)
Una brisa cálida y linda perforaba mi piel para ocultarse de los últimos
rayos del sol. Él se levantó de la arena y camino lejos sin razón alguna –al
menos para nosotros.- Su hermano lo miro sin entender, pero a pesar de eso él
no perdió más tiempo y siguió caminando, lejos de nosotros. Uno de sus amigos
me miro, pero lo único que hice fue negar con una sonrisa en mis labios; volví
a mirar a su dirección, pero su presencia se había esfumado por completo.
- ¿a dónde va, (tu nombre)?- dijo con tono preocupante, sentándose a mi
lado.
- no lo sé.
- ¿por qué no lo sigues?
- supongo que si se fue sin decirnos nada, es porque quiere estar solo.
- tal vez no le gusten las fogatas, ¿no?- asentí. Pareció ser que Georg
no encontraba la respuesta a su pregunta; me miraba con confusión, y sus ojos
estaban llenos de preguntas quizá aun no realizadas en su mente.
- nunca vamos a terminar de conocerlo, tal parece que ni siquiera
Andreas le conoce la mitad. Él sabe porqué se va, Georg, no tenemos que saberlo
nosotros, al menos no hasta que él quiera decirnos.
- tienes razón, entonces creo que es mejor dejarlo ir por ahora, ¿no?
- así es.
La realidad era que yo sentía exactamente la misma curiosidad por saber
a dónde iba, pero también sabía que a Bill no le gustaba dar explicaciones, no
le gustaba que interrumpieran sus “momentos para reflexionar.”
Estábamos todos juntos, con la familia de Bill y realmente también se
convertía en la mía; todos sonreían, Sam estaba acostado sobre las piernas de
Danny, mientras el mismo acariciaba su oscuro cabello; Boris platicaba con
Adam, parecía haber cambiado demasiado, ahora no lo miraba sonreír con la sed
de ver a alguien sufrir, sino ahora lo miraba con la sonrisa de ternura, le
gustaba estar aquí; por el otro lado estaba Georg con Tom, riendo fuertemente.
Y aquí estábamos Gustav, Andy y yo, en silencio; pero la realidad era que no
necesitábamos las palabras. Llevábamos tiempo conociéndonos, y nos dimos cuenta
de que el estado de ánimo de Bill le influenciaba mucho al nuestro.
- tal vez sea mejor que platiquemos con él.- dijo Andreas, mirándonos
con seriedad.
- no lo creo, amigo; Bill no nos querrá escuchar ahora.- yo me mantenía
en silencio, escuchándolos con paciencia.
- ha cambiado tanto.- Gustav asintió.
- me gusta el nuevo Bill.
- a mi también, me ponía mal verlo llorar y gritar.
- verlo dormir en el jardín de su casa por culpa de su papá.- miré a
gustav sin entenderlo.
- ¿el dormía en el jardín?- pregunté; Gustav y Andy me miraron.
- sí, ¿nunca te lo dijo?- negué.
–Odiaba ver a su papá tomando y después golpearle sin medir su fuerza por lo
mismo; prefería dormir en el jardín, lejos de él.
-Bill siempre prefirió estar lejos de sus problemas, ocultarse de
ellos.- dijo Andy.
- así es. Recuerdo un día, en quinto año de primaria, que me llamó
llorando, no lograba entenderle nada, porque encima de que sollozaba,
susurraba. Entendí que tenía miedo, que lo ayudara.
- ¿qué tenía?- pregunté.
- Después escuché los gritos de su papá, de pronto se combinaron con los
de Bill.- mi corazón se alteró un poco. –sentí miedo, escuché que Bill
suplicaba, pero después de eso la voz de su papá en el otro lado de la línea me
sacó el corazón del susto; me dijo que no volviera a llamarle a Bill fuera del
horario escrito, y después cortó.
- su papá me daba miedo.- Andy me miró. –una ocasión, Bill nos invitó a
su casa. Su papá lo golpeaba frete a nosotros, lo hacía comer guarradas para
que gustav y yo comiéramos bien; y a pesar de que no siempre lo golpeara, le
decía cosas que hasta a mí me hacían querer llorar.
- pero ¿saben?- volví a hablar. – no hay que recordad eso, Billy a pesar
de todo lo que paso sigue sonriendo; eso es lo importante.
- no me dejaras mentir.- Gustav y yo pusimos la mirada sobre Andreas,
quien sonreía tiernamente, mirándome. –eres su razón para sonreír; si no te
hubiera conocido tendríamos que ir a visitarlo a un centro de rehabilitación
mental o estaríamos llorando frente a su tumba.
- Bill siempre dependió mucho de ustedes dos, y creo que aun lo hace. No
le hizo bien que te fueras.- Andy bajó la mirada.
- ya lo sé, y a mí tampoco me hizo bien alejarme de ese tonto.- sonrió.
- ya está lista la comida, ¿vamos?- preguntó Sam. Andy y Gustav me
miraron y asintieron.
- está bien, vamos.- nos levantamos de la arena y caminamos hacia donde
estaban los demás. Tom se me acercó, limpiando sus manos en su pantalón.
- hey, (tu nombre), ¿dónde está mi hermano?
- se fue, ¿quieres que vaya a buscarlo?- lamió sus labios y arrugó las
cejas.
- no, ¿sabes?, mejor ve a comer, yo lo buscaré.
- ¿estás seguro? Puedo ir yo, Tom.
- no, no, voy yo, de verdad.
- está bien.
By Tom
No me era muy difícil encontrar a esa persona, solo habían tres reglas:
un lugar alejado de todos, oscuro, con una vista nostálgica para poder
reflexionar. Eso era lo que él necesitaba para encerrarse en su propio mundo.
Y ahí lo vi, sentado en la orilla de un pequeño muelle algo descuidado;
sus cabellos se arremolinaban con la fría brisa del aire; una farola lo
alumbraba a escasos metros de distancia. Indiferente de lo que lo rodeaba, de
los sonidos que ocasionaba el mar al chocar con el mismo muelle; indiferente de
realmente todo. Sin moverse siquiera por escasos segundos; solo, con su mirada
en el agua, despidiéndose de los rayos que el sol aun no ocultaba.
Me acerqué procurando no hacer mucho ruido, caminando con las puntas de
mis pies, peleando con el equilibrio para no tropezar; y cuando estuve a su
lado, solo me senté a su lado, sin mirar su cara, sin prestarle atención. A veces
lo que uno necesitaba era el silencio en compañía. Pero mi hermano no era
fuerte ni orgulloso del todo; inició con suspiros largos, después, a rascar la
madera con sus uñas, jugando con sus piernas, acomodando su cabello, y después
los saltitos iniciaron; me miro y dejó caer su cabeza en mi hombro. Mi único
reflejo fue abrazar su delgado cuerpo con mi brazo izquierdo.
- ¿no te estabas divirtiendo?- pregunté después de un largo y silencioso
minuto. Él negó mientras jugaba con el cierre de su chamarra. -¿por qué no?
- …no sé…- sus palabras tan cortantes me hacían saber que no quería
hablar de esto, pero no dejé de insistirle.
- están todos tus amigos, ¿Por qué no vamos?
- necesito pensar…
- ¿pensar en qué?, siempre estás pensando.
- qué es lo que tengo que hacer para ya no seguir de esta forma.
- Has hecho demasiado estas últimas semanas, ¿no crees que es momento
para un descanso?
- no, aun me siento vacío.
- la persona más importante en mi vida se siente vacío, ¿cómo debería
sentirme yo entonces?
- lleno, porque todos te quieren.
- no es así, la persona más importante no me lo dice muy seguido, a
veces creo que es mentira.
- la persona más importante en tu vida piensa que tú eres todo para la
suya.
No lo miré, mi corazón sufrió de un aceleramiento constante, formando un
nudo en mi garganta y un río en mis ojos. Sus palabras se reproducían una y
otra vez en mi cabeza, ansiosas de responderle alguna cosa que lo reconfortara,
pero no había palabras más hermosas que las que venían de su corazón, no podría
luchar contra ellas.
- no deberías sentirte de esa forma, Bill. Todos los que estamos aquí te
queremos, ¿Qué te falta para ser feliz?
- eso es lo que intento encontrar.
- sé que no te tuve que quitar oxígeno en el vientre de mamá, se que
papá nunca te tuvo que obligar a lavar el piso de la cocina o los baños, nunca
te tuvo que golpear o maldecir, nunca tuvieron que arrebatarte la inocencia de
esa forma, y mucho menos por segunda vez…
- no hables ya de eso, por favor…- interrumpió con voz cortada, quizá ya
lloraba.
- yo sé que todo esto influye, sé que el ser estéril también, pero todo,
absolutamente todo lo que te hicieron, no te hace ser mejor o peor persona. Tú
eres Bill con golpes o sin golpes, con espermatozoides o sin ellos, eres mi
hermano a pesar de todas las cosas por las que has pasado, y yo no sé qué haría
sin ti, hermano, eres mi vida entera.
- Tom…
- sé que has intentado quitarte la vida, me lo platicaron tus amigos y
papá también lo hizo, y ¿sabes?, le doy gracias a Dios por retenerte, ¿sabes
que sería de mi si tú te hubieras quitado la vida gracias a esas personas,
gracias al sentimiento de sentirte odiado por todos?... Bill, no sería nada, me
habría quitado la vida yo también, me habría matado por no haber podido hacer
nada por ti. ¿Es que no entiendes, Bill? tu eres mi vida, eres la persona más
importante en toda ella.
Sus ojitos me miraron, desprendieron las lágrimas que había guardado
desde antes de llegar; dejó caer su cabeza en mi pecho y se desahogó con sollozos
agudos. Le di un abrazo, envolviéndolo en mis brazos; mis ganas de llorar se acumularon
en mis ojos; mi hermano merecía ser feliz, merecía tener su felicidad ahora que
no podía regresar el tiempo. Él es una persona tan valiosa.
- vamos, límpiate esas lágrimas.- dejé de abrazarlo y lo miré a los
ojos. Quité sus lágrimas con la manga de mi chamarra y él sonrió. –allá hay una
reunión con personas que te quieren y admiran, no desperdicies el tiempo
llorando, hermanito.
- yo le doy gracias a Dios por
darme al hermano más maravilloso e importante de la tierra.- sonreí. –gracias,
Tommy…
- no agradezcas nada, tu sonrisa me importa más que eso.- sonrió. –Ahora
vamos, que se acabarán la comida y no te dejarán nada.- me levanté y tendí mi
mano; él la tomó y se levantó.
Caminamos en silenció, sin decir una sola palabra. Cuando llegamos todos
gritaban y reían tan fuerte que me pude percatar de la sonrisita de mi hermano;
Danny se nos acercó con dos platos con carne.
- miren, yo y Danny compramos carne de soya para ustedes.
- ¿de verdad? Vaya, no tenían que molestarse.
- no comerían nada, no fue molestia.- nos pasó los platos.
- oh, pues, muchas gracias.
- no deben agradecer.- sonrió. –y Bill, no estés triste, ¿sí? Te diré un
secreto, me encanta tu sonrisa, pero no se lo digas a Danny.- Bill sonrió.
- después de eso no podré estar más triste.- Sam sonrió y se fue.
- vamos, Bill, prueba la comida.
- no tengo mucha hambre.
- no te arrepentirás, es deliciosa.- partió pequeños pedacitos con sus
dedos y los metió a su boca, masticándolos con lentitud.
- de verdad es deliciosa.- asentí.
- ¡Tom! He traído mi guitarra, ¿por qué no nos tocas algo?- dijo Boris.
- eh, no lo creo…- sonreí apenado.
- vamos, por favor, Bill tiene talento para cantar, quiero saber si tú
lo tienes también.- dijo Adam.
- lo haré, pero solo si mi hermano canta conmigo.- lo miré, Bill negó.
- no…
- vamos, Bill.- dijo Boris.
- bien, lo haré.- Boris pasó su guitarra en mis manos y nos sentamos
justo en medio de la fogata. Miré a Bill y empecé a tocar la canción.
La voz de Bill podía producirme un lindo sentimiento, a veces podía
dudar de su voz, no creía que era él quien producía una voz tan tierna y un
poco aguda que tenía. Pero era Bill Kaulitz, la persona más fuerte que había
conocido en toda mi vida.
By Bill
Cerrar los ojos al momento en el que cantaba me hacía sentirme más
seguro de mi mismo, no sabía exactamente la razón, peo lo hacía. Me gustaba
sentirme lleno con la música; la música había sido mi salvación desde que era
un niño, la música siempre me ayudaba a subirme el ánimo. La música siempre
estaba conmigo.
[…]
Este día había sido muy especial después de todo; Tom siempre sabía cómo
levantarme el ánimo y estar con mi esposa y amigos me hacía sentirme
completamente feliz. Bajamos del auto, (tu nombre) parecía cansada; le ayude a
caminar hasta la puerta.
- sube al cuarto, Billy, tomaré una pastilla, ahora subo.
- ¿quieres que te ayude?
- no, gracias, estoy bien.
- está bien, linda, te espero en la cama.
- no tardaré.
- las pastillas para el dolor de cabeza están en el primer cajón.- dijo
Tom, acercándose a (tu nombre). Dejé de escuchar su conversación y subí a mi
recamara.
- Coff…Coff…- fruncí el entrecejo al escuchar aquello, pero sin más me
acerqué al baño, abriendo la puerta con sigilo, esperando no encontrarme con
algo que mis ojos no deberían ver.
- …papá…- pronuncié en un grito ahogado. Papá potaba con fuerza y
desesperación, me acerqué a él con miedo, pero al darme cuenta que era sangre,
mis lágrimas salieron de pronto y lo único que pude hacer fue gritar. -¡TOM,
(TU NOMBRE)!
Papá se ergio y limpio los restos de sangre de su boca con un pedazo de
papel higiénico; sonrió y tomó mi mejilla con la planta de su mano, después
negó un par de veces.
- no les llames, Bill.
- papá…estabas…- limpió mis lágrimas con sus manos y volvió a negar.
- el doctor me lo había advertido, me dijo que era parte del
medicamento. Estoy bien.
- ¿e-en serio?
- así es, no hay porque preocupars…- quitó su mano de mi cara y volvió
al excusado. –Coff…coff…ahh…- suspiró. Verlo así me causaba miedo.
- ¿no hay nada que se pueda hacer para evitarlo?
- no- volvió a limpiar sus labios. –Mientras me den ese tratamiento no.-
bajó la llave del excusado y se levantó del suelo; yo le imité y lo seguí hasta
el lavamanos.
- pero te ayuda, ¿cierto?- lavó sus manos, sin contestarme. -¡¿cierto?!-
me miro a los ojos y asintió.
- sí, Bill, me ayuda.
- no creo que sea normal eso, papá…
- eso fue lo que me dijo el doctor, Bill, no te pongas a cuestionar.
- ¿estás seguro?
- en definitiva; ya no te preocupes más.
- bueno…está bien…
- iré a la habitación, en dos días me iré de aquí, ya no te molestaré
más.- sonrió.
- no me molestas, papá, me preocupas.- despeinó mi cabello y salió de
ahí.
Tenía miedo de que me dijera mentiras, pero papá siempre había sido
sincero con eso de su enfermedad. Me preocupaba su salud, pero finalmente era
él quien decidía lo que hacía. Me desvestí por completo, quedándome solo en mi
ropa interior; tomé mi ropa y la metí en el cesto de la ropa sucia.
By (tu nombre)
- ¿ya tiene sueño mi angelito?- se dio la vuelta y me miró con una
sonrisita.
- eso creo, ¿y mi princesa?
- oh, me estoy muriendo de sueño.- tomé mi pijama y quité mi blusa. Bill
sonrió tiernamente y se acercó a mí.
- aun recuerdo el día en que te daba vergüenza hacerlo frente a mí.
- aun me da un poco, pero vamos…- sonreí.
- claro, te entiendo.- beso mis labios con ternura, abrió sus labios
solo un poco; nunca nos gustaron muchos los besos realmente apasionados. Acarició
mi espalda descubierta y yo también lo hice con la suya, recorriendo todo ese
delgado y frío cuerpo, en el cual sentía sus pequeños huesitos por todas
partes.
- te amo.
- yo también te amo, linda…- volvió a besarme, ahora con más lentitud;
podía sentir sus pequeños labiecitos chocar con los míos, tan fríos y suaves,
hacían tan fácil ese beso.
Al separarnos, él me miró con una sonrisita y mordió sus labios, bajando
la mirada con pena. Acaricié su cabello y me coloqué la blusa y después mi
pantalón.
- ¿no vas a ponerte un pijama, Billy? Está lloviendo.
- lo haré.- sonrió y sacó de sus cajones un pijama blanco y se lo colocó
con rapidez. Sonrió con ternura y se metió en la cama.
- siempre me ha dado la impresión de que eres como un crío.
- ¿en serio?- asentí. – ¿por qué?
- no lo sé, eres muy tierno.- sonrió.
- tú eres muy linda.
- y tú muy lindo.
- te adoro, linda.
- yo te adoro a ti. Y cantas hermoso, me hacía falta escucharte cantar.
- no canto muy bien…
- cantas precioso.- interrumpí. –tu voz es tan tierna.
- pues gracias.- sonreí. Sacó un grito ahogado y puso una carita de
sorpresa.
- ¿qué te pasa, Bill?
- lo olvidé.- se salió de la cama y camino hacia el sofá; regresó
abrazando al mono azul. Sonreí al ver como lo abrazaba, con tanto cariño. –había
olvidado a nuestro hijo. Ahora ya podemos dormir.
- vaya, Bill, ese mono aun no pierde tu cariño.
- nunca lo hará, me trae hermosos recuerdos.
- a mí también, ¿pero sabes qué me gusta más de ese mono?
- ¿qué?
- tu sonrisa al tenerlo cerca.
- oh, (Tu nombre).
- no, es enserio, adoro tu cara al tenerlo contigo.
- de no ser por ti, no lo tendríamos en nuestras manos.- giró el muñeco
hacia mí y apuntó la playera que llevaba puesta. –y no tendría que usar para
vestirse, tú le compraste su ropa.
- tú sonrisa es lo único que me importa.
- tus palabras son las únicas que me hacen sentirme el hombre más
afortunado por tenerte.
- y tener a alguien tan lindo como tú me hace ser la mujer más feliz.
- eres la mujer que más quiero en esta vida.
- y tú el hombre que yo más quiero.- me dio un beso en la frente y se
recostó. –duerme bien, Billy.
- y tú también, linda, te amo.
- yo también te amo.
No necesitaba un ángel, un amigo, o familiar; ahí estaba él, salvándome de
todas las mañas decisiones y subiéndome el ánimo siempre. Él era la persona que
más quería en este mundo, el hombre por el que yo daría la vida sin pensarlo
una vez. Ahí estaba Bill, la persona más importante del mundo.
La razón por la que no subí capítulo ayer fue porque tuve una pelea con un familiar que me dejó muy mal. Si el capítulo esta corto, lo siento mucho, mañana subiré uno temprano; pero pasa que en México, hoy es el día del padre [¡FELICIDADES A SUS PAPÁS :D] y yo no tengo un papá muy comprensivo jajaja, me ha castigado la computadora por "malagradecida" y esas cosas; estoy aquí mientras mi papá se fue, que si me encuentra creo que ya no estaría viva jaja así que me voy. una vez más siento el capitulo tan corto, pero mañana prometo que subiré otro. ¡gracias por estar aquí siempre! Cuídense.
O.O ya llevan como 10 años juntos y solo han tenido accion una vez heeheheh!! No soy perver verdad, pero hay q ser super compresiva para estar casada con un hombre q no quieree... ya saben ustedes heehehehe!!
ResponderEliminarEspero q Bill ya salga de ese tranze, quiero algo nuevo algo que lo haga feliz!! yo si hubiera estado de acuerdo con la imseminacion ehehhe!! ya q tom es igual a bill no hubiera sido problem ;)!! ehehehehhe pero bueno!! sigo leyendooo
aaa me encanto el cap xq Bill no puede ser fliz del todo y xq es esteril no podra tener hijitos :(...me gustaria que tuvieran mas accion 1313 no es que sea perver pero seria bueno que tengan mas accion que tal que asi x milagro (tn) que embarazada bueno dijo no se tu que piensas :)
ResponderEliminarame el cap y tambien amo la fic espero que subas otro
y espero que tus problemas se hayan solucionado y que tu papa te comprenda mas bye cuidate mucho :)
T.T este capitulo me a echo llora mucho, me llego en el fondo de corazon la platica que Tom le dio a Bill, dios dios llore como una dramatica T_T aparte te comrpendo, bueno es scierto yo no tengo papa n_n enfin tranquila apesar de que los problemas familiares vieenes siempr elos tiene sque aforntar con als mriad amuy en alto y sonrreia ;D yo te apoayare pero jamas te rindas vale tkm hermanita n.n siguela amoooooooo tu fic!!!
ResponderEliminar