capitulo 37

Ya han pasado semanas y papá no ha conseguido trabajo alguno. Ha tenido muchas entrevistas para poder conseguirlo, pero después de hacer las entrevistas, nadie le llama después. Papá está desesperado, pues Arabelle se pone un poco más enferma cada día y no podemos llevarla al doctor.

En cambio yo he platicado con Arnold y con Tom, hemos hecho algunas pequeñas presentaciones, y estoy muy feliz pues Georg, el amigo de Tom, también quiso unirse a nosotros. El toca el bajo y de verdad no lo hace nada mal. Hoy, en una hora, haremos una presentación y me siento triste porque sé que a papá no le gusta –y es que ni siquiera sabe que he platicado con Arnold- pero puedo ganar dinero con ello y ayudarle con mi hermana para que pueda ser revisada.

Camine hacia su recamara, el estaba sentado en su sofá beige con un periódico en sus piernas y un bolígrafo en una sus manos, tomaba sus sienes con una mano y dejaba salir pequeños suspiros, parecía realmente desesperado.

- papá…- el me miro.

- vamos, niño ¿Qué es lo que quieres?

- eh…solo te avisaba que saldré ahora, ¿puedo?- el relamió sus labios.

- sí, haz lo que quieras…solo déjame solo, por favor.- rodeo los ojos y colocó su mirada nuevamente en el periódico que llevaba en sus manos. Sonreí y salí de la recamara.

- estarás muy orgulloso de mí, lo prometo.- susurre mientras mi sonrisa crecía cada vez más. Salí de casa y tome un autobús. Cuando llegue, corrí junto con Tom y Georg, que los dos tenían sus instrumentos. -¡hola!- dije casi en un grito.

- hola, Bill ¿Cómo estás?- pregunto Georg.

- nervioso…- Tom camino a mi lado y paso su brazo por mis hombros.

- hermano, tu sabes hacerlo, no deberías estarlo.

- bueno…no sé, siento que no le gustaré a nadie.

- ¿recuerdas lo que te dije cuando no pasamos la audición?- asentí.

- tienes razón…lo haremos.- ensayamos por un momento. Arnold se acerco sonriendo y con una cara que al parecer también era de nerviosismo dijo:

- es su turno.- esas palabras pudieron terminar de llenar mi cuerpo de nervios, pero era ahora o nunca, no podía correr como un cobarde y dejar a mi hermano y a Georg. Ellos tomaron sus instrumentos y se dieron un abrazo, respire hondo y salimos al escenario. Había tres personas –seguro de compañía musical- y Arnold que sonreía, de verdad parecía muy feliz, cerré mis ojos y tome aire, dejándolo salir lentamente. La guitarra rompió el silencio entre nosotros y fue que los nervios se fueron quitando.

Era un sentimiento tan extraño el escuchar mi voz por primera vez en un lugar como estos. Tenía emoción, tanta que por poco lloraba y daba tantas gracias a Dios por permitirme este día, que no me importaba si nos descalificaran a la mitad de la canción, el estar aquí de pie, enfrente de esas personas ya era demasiado para mi, y seguro querría estar en el mundo de la música por siempre.

Las ultimas notas que salieron del bajo, la guitarra y el teclado, fueron realmente lo que más nervioso me pusieron, pues finalmente había salido de mis pensamientos y volví a la realidad, ellos aplaudieron y miraron a Arnold sonriendo.

- vaya, lo hacen muy bien.- dijo uno de ellos. Arnold lo miro.

- temo que concuerdo con John.- dijo otro de ellos.

- bueno, todavía les falta un poco.- dijo el tercero.

- oh, vamos, dime que no te ha gustado, Alex.- dijo John.

- me ha gustado de verdad, pero sigo creyendo que les falta algo, ¿no han pensado en una batería? Algo que le dé más ritmo a lo que hacen.- yo mire a Tom, que torció los labios.

- les dije que les gustaría.- sonrió Arnold con suficiencia.

- aprenderé a confiar un poco más en ti.- rió John. Después nos miro. –de verdad me gusta lo que hacen, en serio. Ustedes pueden triunfar- se quedo en silenció un tiempo. -¿saben qué? Solo busquen una baterista, eso que les falta y les prometo que en esta compañía van a tener todo nuestro apoyo.

La felicidad que me causo el escuchar esas palabras no la puede describir nadie, ni yo mismo, nadie podría describir el sentimiento que estoy sintiendo en este momento.

By (tu nombre)

- bueno, (tu nombre), el es Danny…- él se acerco a mí y tomo mi mano.

- creo que ya nos habíamos visto antes…bueno, soy Danny, el…el…mejor a migo de Sam.- Sam le dio pequeños golpes en su espalda y sonrió.

- tranquilo, Danny…ella ya sabe todo…- yo sonreí al igual que ellos dos.

- vaya, bueno…entonces ya sabes quién soy.- mordió sus labios. –Y que, ¿no hay problema con ello, (tu nombre)?- pregunto un poco nervios.

- no, claro que no.- dije aun sonriendo.

- (Tu nombre), ¿quisieras salir?- asentí.

- sí, claro ¿A dónde?

- bueno, me gustaría ir…no lo sé…solo caminemos o, podemos ir a comer fuera, ¿Qué te parece?- dijo Sam, acomodando su cabello.

- está bien pero antes, ¿puedes prestarme tu baño?- pregunte a Danny.

- vamos, (tu nombre), estás en tu casa, ahora eres también de mi familia.

- vaya, ¿de verdad?

- claro que sí. Cualquiera que le agrade a mi pequeño, me agrada a mi también.- dijo mientras abrazaba a Sam, que sonrió un poco apenado.

- de verdad muchas gracias, Danny, ahora vengo.- me parecía tan lindo que los dos tuvieran el mismo comportamiento, eran tan amables y serviciales. Entre en el baño y arregle un poco mi cabello, puse un poco de brillo en mis labios y delineador en mis ojos. Salí de ahí y camine lentamente a la sala, en donde se escuchaba la voz de los dos, me quede un momento, escuchando lo que decían.

- ¿Cómo fue que lo hiciste tan pronto?

- uf, de verdad fue difícil, Danny, pero (tu nombre) pareció comprenderlo.

- ¿Qué fue lo que te dijo?- Sam comenzó a reír.

- al principio ella no entendía lo que intentaba decirle, ¡Se miraba tan tierna!, tuviste que haberla visto. Cuando le dije ella lo tomo como si nada, tuvimos suerte.

- de verdad que si, y no sabes cuánto te agradezco.

- ¿agradecerme porque?

- por no ocultarme de (tu nombre)

- yo no iba a ocultarte por nada, eres como mi mejor amigo.

- bueno, supongo que soy mucho más que tu amigo.

- tienes razón, y por eso no te ocultaría de nadie.

- Sam, te amo.

- no tanto como yo a ti.- sus palabras sonaban tan sinceras y tiernas, que no podía creer como era que había personas a las que les diera asco o repugnancia. Decidí dejar de esconderme y camine a la sala nuevamente, sus labios se unían en un beso tierno, me quede de pie, mirándoles con una sonrisa. Sam acaricio la mejilla de Danny. Al darse cuenta que yo los miraba, Sam lo soltó rápidamente y me miro con vergüenza.

- ¡(tu nombre)!...lo siento…

- ¿Por qué lo sientes?

- bueno…no se…

- tranquilo, Sam.- sonreí. El ladeo la cabeza y se acerco a mí.

- ¿Qué te hiciste?, ¿te maquillaste, verdad?

- bueno, si… ¿se ve mal?- el negó repetidas veces.

- claro que no.  Te ves hermosa, siempre lo estas.

- oh, gracias pero…Danny pensará cosas malas.- reí.

- no lo hago, Sam siempre me dice que eres linda, y no mentía, de verdad lo eres.

- ya paren, que me sonrojare.- volví a reír. –mejor vamos ya.

- no deberías, (tu nombre), de verdad que lo estas, si no lo crees, pregúntaselo a Bill.- baje la mirada, sonriendo. –Vamos ya.- entrelazaron sus manos y salieron de la casa seguidos de mi.

Caminamos y nos dirigimos hacia un restaurante. Era bastante grande, entramos los tres y nos sentamos. Al estar la comida sobre la mesa, comenzamos a comerla mientras platicábamos, era divertido estar con ellos, realmente divertido.

Después de comer salimos a caminar, Sam y Danny se tomaban las manos, parecían realmente felices y comenzaba a creer que ellos serían igual que los papás de Sam, que estarían toda una vida juntos, pues ya llevaban bastante saliendo juntos y parecía como si apenas fueran unas semanas.

By Bill

Volví a casa, la sonrisa no me la pudo quitar nadie allá afuera, solo espero que aquí no me la quite nadie. Subí a la recamara con papá, quería decirle la buena noticia que acababa de pasarme.

- ¡PAPI!-  grite, emocionado. El me miro serio, aun estaba sentado en ese sofá, pero ahora vestía con un traje.

- ¿Qué es lo que quieres ahora?

- ¿Por qué estas vestido así?

- ah, tuve una entrevista hace unas horas…

- y que, ¿te aceptaron? ¿Qué te dijeron?- negó, bajando la mirada.

- ¿Qué es lo que quieres tú?- verlo de esa forma me ponía mal, y la sonrisa ya se me había borrado.

- papi, tu vas a conseguir trabajo, te lo aseguro.

- no, no lo voy a conseguir nunca ¡¿Qué no ves todo lo que he hecho para conseguirlo?! Estoy harto de ir a las putas entrevistas para que me nieguen el trabajo…

- pero lo conseguirás, veras que todo esto solo es una mala pasada.

- ¡no es una mala pasada, idiota, ES LA REALIDAD! Y con la realidad no hay nada que hacer. Tu hermana está enferma y no podemos llevarla a ningún lado…yo no sé qué vamos a hacer…

- puedo…puedo donar sangre…así nos ayuda para llevar a Arabelle al hospital.

- ¿eres tonto, Bill? recuerda que tu sangre ya no está limpia…no puedes donarla, estás enfermo…

- pero…puedo hacer algo…me puedo meter a trabajar… ¿quisieras?

- ¿no ves lo que estoy intentando hacer desde hace semanas?

- ¿Qué puedo hacer para que no estés así?

- ¿desde cuándo te importa como estoy yo?

- papá, mi hermana está mal y no tenemos dinero ni para comer…

- ¡si comes, no digas lo contrario!

- si comemos es solo tres veces a la semana y cuando lo hacemos es nada más que cosas tan pequeñas como arroz…

- Bill, me estas quitando tiempo, necesito conseguir más entrevistas, por favor vete.

- quiero decirte algo.

- ¡¿Qué quieres?!

- tal vez triunfe en la música, papi…

- ya te dije que no lo harás, no sabes cantar.

- a ellos les gusto, dijeron que si conseguíamos a alguien que tocara la batería ellos nos apoyarían.- sonreí.

- Bill, ellos te engañan, igual que lo hacen conmigo, tu no vas a triunfar, simplemente mírate, no tiene imagen de cantante.

- no me engañaron, me dicen la verdad…creí que estarías orgulloso de mi.

- ¿Por qué estarlo?, si lo único que haces es soñar despierto.

- es mejor soñar, por eso se me hizo realidad.

- no se te ha hecho realidad nada, no lograrás ser alguien bueno en la música y soñar no está bien, tienes que vivir tu realidad, Bill, no lograras se eso, así que proponte hacer algo bueno.

- ¡si lo lograré! ¿Por qué no confías en mí? Nunca me has escuchado cantar…nunca me prestas atención…tan solo quisiera que me apoyaras…

- ¿Qué te apoye?, yo no tengo tu apoyo y quieres que te apoye yo a ti, estás loco.

- yo si te apoyo, papá…

- no, no me apoyas, no me ayudas en nada, ¡ni siquiera en irte!

- los papás siempre quieren lo mejor para sus hijos, ¿Por qué tú no quieres lo mejor para mí?

- porque los papás quieren a sus hijos, y yo no te quiero a ti.- sentí un golpe en mi corazón.

- ¿Por qué?

- porque por tu culpa paso todo esto…por tu culpa nos hemos quedado pobres…

- ¡no fue mi culpa!...yo no hice nada…te despidieron a ti…

- si fue tu culpa…si no te hubieran violado no tendría que pagar tus malditos medicamentos… ¡es tu culpa!

- papá…- mis lagrimas comenzaban a salir. –yo no quise que abusaran de mi…yo no quise sentirme enfermo ¡yo no quise estar lastimado!

- pero lo hicieron ¡y es tu culpa!

- por eso me lo calle la primera vez que me violaron…no te lo dije porque sabía que tú me echarías la culpa… ¿no entiendes, papá? ¡TUVIERON QUE VIOLARME DOS VECES PARA QUE TE DIERAS CUENTA DE LO QUE ME PASABA!...

- y eres tan cobarde que hiciste que la mamá de tu compañero me lo dijera.

- ¡YO NO SE LO DIJE!...tu eres un cobarde por no darte cuenta que me haces daño…

- yo no te hago daño, ¡yo no quise tenerte!

- ¿Por qué tuviste que llevarme contigo?...tu no me querías…ni a Tom tampoco…solo me hiciste estar contigo para joder a mamá.

- sí, y veo que no me ha servido de mucho, ¡PUES TU MAMA TAMPOCO TE QUIERE!

- quisiera morirme…- llore. Papá me tomo por los brazos y me azotó en el suelo.

- quisiera que lo hicieras, así no tendría que estar cargando contigo.

- y así yo no tendría que vivir con un idiota como tu ¡que arregla los problemas a golpes porque no sabe defenderse con palabras!- quito su cinturón y sentí el primer golpe con este en mi cara.

Y así yo no tendría a un marica conmigo.- sus golpes se hicieron cada vez más fuertes, parecía descargar su ira con mi cuerpo.

- deja de pegarme…me duele...- lloraba mientras me revolvía en el suelo.

- ¡qué bueno que te duela!

By Tom

Mamá parece muy contenta por lo que ha pasado, pues finalmente cumpliré mi sueño de ser un gran guitarrista, y que mejor que con mi amigo y mi hermanito.

- de verdad que me alegro mucho por ti, Tom y seguro que tu padre también lo está por Bill.

- yo no lo creo.- mamá frunció el ceño.

- ¿Por qué lo dices, Tom?

- no…por nada.

- ¿hay algo que quieras decirme?- negué. Me ponía muy cobarde al tratar de confesar la verdad, y es que sabía que era lo mejor para Bill, pero no sabía cómo reaccionaría papa al saber que mamá se enteró de todo.

- no, es solo que…no lo sé, tal vez…sabes, mejor olvídalo.- me levante de la mesa y subí a mi recamara, tome el teléfono y marque a la casa de Bill.

- … ¿hola?...

- eh, hola… ¿eres tú, Bill?- se escucho a esa persona sorber la nariz.

- sí, Tom… ¿Qué quieres?- su voz se escuchaba tan débil.

- ¿estás llorando?

- …no…

- algo te hizo papá, ¿verdad?

- no, Tom…no me pasa nada… ¿Qué quieres?

- dime que te hizo…. ¿volvió a golpearte? ¿Te grito? Por favor, hermanito, dime que te hizo.

- Tom, de verdad no me hizo nada…de hecho…el está muy feliz y orgulloso de mi…dice que seré un gran cantante…- sonreí.

- ¿de verdad?, vaya, me siento muy feliz al escuchar eso. Mamá también está orgullosa… es que solo no puedo creer esto.

- yo tampoco…

- que tienes, hermanito, de verdad te escuchas raro.

- no tengo nada, Tom, no te debes preocupar, debe ser la línea que me distorsiona un poco la voz

- puede que tengas razón, le diré a mamá que arreglemos la línea.- se escucho una pequeña risita de Bill.

- Tom, ayúdame.- se escucharon sollozos de Bill.

- ¿Qué pasa, hermanito?- me preocupe un poco.

- me estoy drogando… ¡ya no quiero, Tom, ya no quiero vivir!...ayúdame, Tom…- sus gritos eran desgarradores.

- no, Bill…deja de drogarte…suelta lo que tengas…por favor…

- ¡no puedo, Tom! ¡Papá acaba de golpearme! ¡No puedo dejar la droga…quiero morirme!

- hermano…solo mantén la calma…no hagas nada, por favor…le diré a mamá que me lleve contigo.

- por favor, ven Tom…necesito estar contigo…

- tranquilo, Bill…- en la otra línea comenzó a reírse fuertemente, seguro eran los efectos de la droga.

- Tom…ya no vengas…ya no me importa…- se carcajeo.

- bueno, ya no iré… hermanito me tengo que ir.

- está bien, (tu nombre)….adiós…

No iba a dejarle solo ahora, estaría loco si lo hiciera. Camine con mamá y le he dicho que me llevara con él, pero ella negó, ella no quería estar con papá, encima ya era tarde. Le suplique y ella me dijo que mañana temprano lo haría. Solo espero que Bill no haga algo estúpido…