By (tu nombre)
He despertado con una cobija muy gruesa sobre mí. Talle mis ojos
fuertemente y al abrirlos, pude ver la cara de Sam muy cerca de la mía,
haciéndome sacar un grito ahogado.
- Sam, pero ¿Qué hacías mirándome?
- te ves linda durmiendo.- sonrió.
- ¿gracias?- el asintió, dejándome ver sus dientes.
- ¿recuerdas que te dije que te llevaría a un lugar hoy?- asentí. –pues
¿Qué esperas? Toma una ducha, te espero abajo.
- está bien.- el salió de la habitación y se escucho el ruido de otra
puerta. Me metí al baño para darme una ducha. Al salir coloqué un montón de
chamarras sobre mí, pues hacía mucho frio y encima nevaba. Salí de la
habitación y baje las escaleras.
- ¿ya estas lista?- asentí. –Bueno, entonces nos vamos.- sonrió y me
tomo la mano, haciéndome salir de la casa con desesperación, caminamos a una
parada de autobuses, cuando cogimos uno, nos sentamos esperando llegar.
- ¿A dónde iremos?- pregunte con ansia.
- Chamoix.
- ¿Chamoix, que es eso?
- ohh, ya verás.- tomo de algún bolsillo de su
chamarra, un gorro de tela azul marino, y acomodando su cabello –que no era muy
largo-, lo colocó en su cabeza, después se levanto tendiendo su mano para que
la tomara; eso hice y bajamos de ahí.
- ¡Dios mío!
- veo que te gusta.
- ¡me encanta!
- aun no has visto lo mejor.- me tomo del antebrazo
y me llevo corriendo a saber dónde. Al llegar, no puedo explicar lo que sentí
al mirar aquello: era un puente se miraba altísimo, era de madera –al igual que
una cabaña a su lado-. -¿te gusta?
- ¡es precioso!
- ven.- corrió, yo le seguí y entramos a esa
cabaña, después salíamos por una gran puerta –también de madera-. Estábamos de
pie frente a ese puente. –se llama Aiguille du Midi, ¿quieres cruzarlo?
- ¿estás loco? No cruzare eso…
- ¿Por qué no?, no me digas que le temes a las
alturas.
- bueno, un poco.
- ya, yo te cuido, vamos.- me tomo la mano
fuertemente, sintiendo el calor de la suya, y comenzamos a caminar. Mire el
suelo, se miraba realmente lejano.
- aquí es hermoso.- de pronto, la nieve comenzó a
caer rápidamente.
- mierda…tenemos que irnos…- bajo la mirada y
corrimos de ahí.
[…]
- Samuel, ¿¡a donde fuiste!?- dijo su mamá,
enojada.
- solo fui con (tu nombre) a…a un lugar.
- hay, niño ¿no te pones a pensar que tu hermana
puede pescar un resfrió?
- lo siento…
- ya no importa, vamos a la mesa, es hora de
cenar.- asintió. Ella se fue.
- perdóname, (tu nombre) nunca quise llevarte para
que enfermaras.
- pero no estoy enferma, Sam no importa.- el sonrió
y me tomo de los hombros, acercándose a mí. Nos miramos a los ojos, esas dos
luces azules penetraron en mis ojos, su piel blanca y su cabello que cubría
toda su frente, estaban tan cerca de mí. El comenzó a sonreír.
- pudiste haber enfermado, y todo por mi
desinterés, perdóname.
- en serio, no importa.- cerro sus ojos mientras
sonreía sin mostrar sus dientes.
- mejor vamos a cenar.- asentí. Caminamos a la mesa
y nos sentamos, su mamá coloco los platos frente a nosotros, comenzamos a comer
¡que era delicioso! No sabía realmente que era pero su sabor era delicioso.
Después de comer subimos y cepillamos nuestros
dientes para después colocarnos el pijama e ir a las camas. Mire a Sam, que
acomodaba su cabello con horquillas, después puso otro de esos gorros de encaje
y se recostó en la cama.
- ¿nerviosa por mañana?
- ahora menos que antes.- conteste sonriendo.
- me alegro. Que tengas una linda noche.
- y tu también.- apagamos las luces y los dos nos
recostamos para dormir.
By Bill
- ¿Por qué no le ayudamos?- dijo Damián.
- estás loco.- se carcajeó. –Billa siempre hace todo
él solo, luego su novio Andy le paga con una buena noche.
- ¡no lo voy a hacer todo yo!- dije con rabia.
- ¿¡estás seguro?!- asentí. El se acerco a mí
jalando mi cabello. -¿recuerdas que has estado a punto de morir por nuestra
culpa?- trague pesado y asentí con miedo. –bueno, si no quieres terminar así
otra vez, te sugiero que hagas el trabajo.
- ya, lo hago yo pero…no tenemos materiales…- el me
azoto en el piso y miro a Adam.
- bueno, nosotros tres vamos a comprarlos, ¿está
bien? mientras que la perra se quede aquí investigando.- Adam asintió.
- pero…no tengo mi libro…no los he comprado.- Adam
pareció enojarse, tomo su mochila y saco el libro para después aventarlo a mi
cara con fuerza. -¡aahh!
- tus gritos guárdalos para con Andy, Billa.
- …me has lastimado…- mi nariz sangro un poco, pero
ellos empezaron a reír.
- ¡PAPÁ!- grito Boris.
- ¡¿Qué pasa?!
- ¡tienes que venir ya!
- ¡ya voy!- se gritaban el uno al otro. Los pasos
de su papá se escucharon por toda el lugar. Baje mi mirada al libro y comencé a
leer los temas para escoger uno que podría gustarnos a todos. -¿Qué es lo que
quieres, Bo?
- no me llames así.
- ¡bueno, ¿Qué quieres?!- grito tan fuerte como
papá lo hacía. Lo mire un poco asustado…esa voz ya la conocía.
Mi corazón se detuvo, mi estomago se hizo un nudo
tan apretado, mi respiración se hizo entre cortada y el miedo recorría cada
centímetro de mi cuerpo lentamente,
sentí que un nudo en mi garganta se comenzaba a formar, mis ojos se
llenaban de pánico, no podía moverme yo…yo tenía miedo, mucho miedo.
- necesitamos dinero para el trabajo.- el saco
dinero de su bolsillo y se lo paso. El me miro, haciendo que mi corazón
sufriera de un mini-infarto. El me miro confundido, abriendo los ojos cada vez
más, después sonrió y alzo las cejas.
- niño…- las lagrimas estaban a punto de saltarse
de mis ojos, y pronto esas palabras llenaron mi cabeza: “que buena perrita. Te
has portado muy bien” “Vamos, trágatelo, trágate mi semen”
- papá, ¿Qué es lo que te pasa?- él lo miro
confundido y Boris solo rodeo los ojos y se dio la vuelta. –bueno, Billa,
quédate aquí mientras nosotros vamos. –abrieron completamente la puerta de la
habitación y salieron. Me levante de golpe, con mis piernas temblando
fuertemente y tome a Adam.
- ¡hey, ¿Qué es lo que te pasa, marica?!
- p…p…p
- ¿Qué te pasa?- pregunto asustado.
- y…y…y…yo…por…por favor…- le tome de los hombros
pero él me aparto al tiro, mire a ese hombre, sonreía ampliamente.
–quiero…quiero ir…por favor…
- no, tú te quedas haciendo el trabajo.
- por favor…. ¡no me dejes solo! Por favor…por
favor… quédate conmigo….no…no me dejes solo…por favor…
- no me quedaré contigo, ¡eres un marica!
- yo no quiero quedarme aquí solo….por
favor….Adam…por favor…
- no te va a pasar nada, bebé, piensa en tu novio y
ya.- salieron los tres y bajaron las escaleras. La puerta principal se cerró,
me paralice, no quería mirarle.
- eres mi zorrita, ¿me equivoco?- mi corazón
comenzó a sacar latidos fuertes, mi respiración cada vez se cortaba más y mis
lagrimas pronto saldrían. –vaya, ya has crecido mucho ¿Cuántos años tienes,
quince?...ya eres un jovencito bien formado.
Sentí su respiración en mi cuello y sus manos en mi
cintura. Comencé a temblar y estremecerme; rosaba su entrepierna en mi cuerpo,
esa entrepierna que había crecido tan rápido, saco una carcajada y su lengua
paso por mi cuello.
- no tiembles, zorrita ahora estas seguro conmigo.
- …d…déjame…
- quien iba a decir que volveríamos a vernos, y que
encima eres amigo de mi hijo.
- por favor…tengo que irme…- me separe de él, pero
me tomo el cabello y me acerco.
- ¿no me has extrañado? Yo lo hice…extrañe esto…-
metió su mano en mi pantalón, estrujando mi entrepierna con “delicadeza”, fue
demasiado contacto conmigo, que pude recordar cada segundo de ese día, y me
puse a llorar sin hacer mucho ruido. –ehh, no llores que aquí estoy para
complacerte, me dio la vuelta con firmeza y desabrocho mis pantalones,
dejándolos caer hasta el suelo.
- por favor…- chillé con agudeza.
- shh, calla zorrita…- tomo el resorte de mi bóxer
y lo bajo rápidamente, dejando un gemido salir de su boca.
- suéltame…- quite sus manos y lo aparte de mi,
pero me tomo y me miro con una cara amenazante.
- ¿recuerdas? te mato si no te dejas…ahora
veamos…ohh, vaya has crecido demasiado, que rico me va a saber esto…- acaricio
mi entrepierna desnuda, mientras besaba mis labios, que apretaba para que no lo
hiciera. - ¡bésame bien!
- no…- me apretó los testículos como lo hizo esa
noche, haciéndome sacar un fuerte gemido de dolor. –Ya…lo hago…- abrí mis
labios, dejando que su lengua entrara libremente en mi boca, el cerro sus ojos
y se separo un poco de mi, lamiendo mis labios y mi mentón, sin quitar sus
manos de mi entrepierna que reaccionaba en cada toque, seguro empezaba a
crecer.
- aaahh, esta vez si quieres correrte, ¿verdad?-
negué, y me aparte de él.
- por favor…ya déjame… le arruinas la vida a tu
hijo… ¿Qué…que si te encuentra?
- no lo hará, por favor…mi hijo no sabe nada de
esto…huumm, que grande la tienes.
- ¡déjame ya!- grite, una vez más, desesperado. Mis
lágrimas caían, pues todo el miedo se acumulaba cada vez más. No quería sentir
esa entrepierna en mi otra vez…no quería volver a pasar lo mismo.
- cállate, zorrita…esta vez lo pasaremos mejor que
hace unos años.- me jalo fuertemente hacia la cama y afirmo en la orilla de la
misma. –Abre esas piernitas.- las abrí lentamente y sin mirarle. El acerco su
cara y me recostó.
- ¡déjame, déjame!- era lo único que mi cerebro le
transmitía a mis cuerdas, no podía decir otra cosa, más que gritar y suplicar.
Pero el tomo mis bóxers del suelo y los amarro en mis labios, haciendo que mis
gritos fueran más bien balbuceos y con alguna prenda –no supe bien lo que era-
amarró mis manos tras mi espalda. El metió mi entrepierna en su boca, mientras
gemía. Yo lloraba, pues a pesar del miedo que me causaba todo esto, mi
entrepierna crecía al toque de su boca con mi piel. Esa desesperación recorría
mi cuerpo y las lágrimas cada vez aumentaban más; el metió tres dedo en mi orto
y comenzó a simular una penetración, haciéndome gritar, sin poderlo hacer
realmente, y estremecerme.
- ¡PAPA!- el saco mi entrepierna de su boca y su
dedo también, desgarrándome nuevamente. Sentí un liquido caer por mis glúteos,
y mis lagrimas al saber que seguro estaba sangrando otra vez, crecieron.
- ¡Boris… ¿Qué haces aquí?!
- te recuerdo que es mi recamara… ¡¿Qué hacías?!
Que…que…no puede ser…- escuchaba sus voces, pero no quería mirarlos y tampoco
podía sentarme.
- ¡Boris, vete de aquí!
- ¿¡QUE ESTABAS HACIENDO!?
- ¡nada!
- te vi… ¡yo te vi!...te estabas cogiendo a Billa…
- ¡no es verdad!
- no… ¡lo estabas violando!- mi respiración se
entrecortaba cada vez más, unos tacones se escucharon por el piso de madera.
- ¿Qué es lo que pasa aquí?... ¡CONRAD!- escuche
una voz femenina, seguro la de du mamá. Era un grito desgarrador.
- mamá… ¡estaba follando con Bill!
- por favor, váyanse los tres.
- no, yo no me voy….Adam, Damián…por favor…
- está bien, mañana nos vemos.- se escucho la voz
de Adam y después el ruido de la puerta cerrarse.
- ¡¿Qué hiciste!?
- ¡yo no hice nada, el me lo pidió!
- aunque lo hubiera hecho, ¡es menor de edad,
tienes un hijo! ¿Qué mierda te pasa?- mis lagrimas caían rápidamente y mi respiración
cada vez era menor, mi corazón seguía bombeando fuertemente, aun sentía miedo.
- ohh, cállate ya, yo me largo de aquí.
- no, ¡tú no te vas a ir!- grito ella
- ¡claro que sí!- escuche el ruido de la puerta abrirse
para después cerrar con un portazo.
- Billa…- dijo ella.
- mamá, se llama Bill…
- bueno…- se acerco a mí, mire sus ojos con miedo y
mi cuerpo desnudo volvió a temblar. –Tranquilo- desató mi ropa interior y la
quito de mis labios, después desató mis manos. Se senté sobre la cama, a pesar
del dolor que me causaba.
- ahh…- gemí. Ella colocó su mano en mi pecho.
- estas sangrando…mejor llamamos a un doctor…
- no…déjame…déjame ya…- dije asustado. Me levante
de la cama y coloque mi ropa interior y mi pantalón, después de poner mis
zapatos corrí fuera de esa casa, aun llorando y sintiendo el miedo recorriéndome.
Tarde unas horas para llegar a casa pero cuando lo
hice, lo primero que hice fue correr a mi recamara y sacar mi ropa por completo.
Llene la tina del baño y me metí, desahogándome aun más. Era increíble como
pude haber tropezado dos veces con la misma piedra…era estúpido como ellos no
se habían percatado de que su papá era un imbécil, un hijo de puta sin corazón.
By (tu nombre)
- ¡qué suerte nos ha tocado!- grito Sam, dándome un
abrazo que respondí al tiro.
- ¿Por qué lo dices?
- he visto las lista, ¡y nos ha tocado juntos!
- ¡¿en serio?!- asintió.
- ¿Por qué no vamos?- esta vez yo asentí y
caminamos hacia nuestro cubículo.
Las clases iniciaron, todo era tan diferente aquí. De
pronto la puerta se abrió y un tío entro sin más. Tenía el cabello rubio y
despeinado, y tenía finta de ser de esos populares los cuales creen que el
mundo gira sobre ellos y no les importa nada más que ellos. Se sentó tras nosotros
e hizo que la cabeza de Sam rebotara fuertemente con la pared.
- ¿Cómo te fue en las vacaciones Sam?
- …bien…
- que bueno, porque seguro que este año no lo
pasaras muy bien.
- ¡silencio, Dominique! Llegas tarde y encima te
pones a platicar.- dijo la maestra. Entonces él era el tal Dominique que
molestaba a Sam.
[…]
Todas las clases Dominique encontraban una excusa
para golpear o molestar a Sam. Cuando salimos de la escuela le comenzó a decir
todo tipo de insultos; el al parecer había aguantado mucho en todo el día, así
que fue ahí cuando se soltó llorando, parecía tener rabia.
- no llores, Sam.- acaricie su espalda, el me miro.
- es que, nunca puedo estar feliz un día completo
por su maldita culpa. Lo odio, (tu nombre), ¡lo odio! ¡Encima nos toco juntos
en el salón!- eso me hizo recordar a Bill, ¿Qué di la había tocado con Adam o
con Boris? Sería otro año siendo molestado y golpeado por ellos.
- todo esto se va a terminar.
- ¡¿Cuándo?!...he estado toda la secundaría siendo
molestado y golpeado por el…- quitó sus lagrimas de su cara y me miro.
- pronto, las cosas pasan por una razón, y el algún
día se arrepentirá de todo lo que te hizo.
- es que…no sabes lo difícil que es aguantarle todo…ser
golpeado y maldecido…me siento tan mal…como…como si no le importara al mundo.-
pues realmente no sabía lo que se sentía ser tratado así, pero había vivido una
gran parte de mi vida con una persona la cual sufría igual.
- ¿tus papás saben lo que te hacen?
- si lo saben, ya han hablado con el papá de
Dominique, pero ellos niegan todo.
- ¿no has pensado en un cambio de escuela?
- sí, pero realmente no tenemos el dinero para
cambiarme…sabes, creo que es mejor que regresemos a casa.- sonrió.
Había algo muy distinto en Bill y en Sam, pero algo
los hacía ser casi la misma persona. Sam sería la parte positiva, la que confía
en sus padres y habla con ellos. A pesar de que no han podido solucionar el
problema, Sam sigue en la escuela y no quita su sonrisa. Bill, la parte
negativa, la que no les dice nada a sus papás y prefiere vivir con el dolor;
que durante estos años, su sonrisa solo se le mira cuando está lejos de esas
personas.
Caminamos a su casa, al llegar, Sam dio un abrazo a
su mamá y comenzaron a hablar. Después ella se acerco a mí y dio un beso en mi
mejilla.
- ¿Cómo les fue en su primer día?- dijo con una
sonrisa.
- no muy bien, me tocó con Dominique.- rodeo los
ojos y despeino el cabello de Sam.
- mmm, bueno, espero que este año se le ablande el corazón.
- ¿tú crees?
- sí, debemos luchar para que ese niño deje de juzgarte,
Sami.- el sonrió tiernamente. – ¿Cómo sentiste tu primer día, (tu nombre)?
- bien, gracias.- sonreí ampliamente.
- ¡nos toco juntos, mamá!
- vaya, que suerte tuvieron. Mejor vamos a comer.-
asintió. Caminamos al comedor, donde los platos ya estaban sobre la mesa; Dali
se acercó sonriendo y se sentó a mi lado.
¡Que la mamá de Sam hacía una deliciosa comida!,
comenzamos a comer, después de unos minutos el papá de Sam llego y se sentó en
la mesa, saludando con una gran sonrisa.
- ¡ohh, Sami había olvidado preguntar…!- dijo ella,
limpiando sus labios.
- ¿Qué pasa?
- ¿y tus amigos, ellos están en tu cubículo?
- no, todos se han cambiado de colegio, excepto
David y Sahira.
- ¿y Danny?- mire a Sam, que se había sonrojado un
poco.
- ¡mamá!- dijo renegando, bajando la mirada con sus
mejillas enrojecidas.
- vamos, Sami no te avergüences.- dijo su papá
sonriendo.
- ¡Sam y Danny, Sam y Danny!- decía Dali a gritos.
- ¡cállate, niña!- dijo sonriendo.
- bueno, ¿si está contigo?
- no…se fue de la escuela.
- ¿se volverán a ver, no?
- eso espero.- mordió sus labios. Su mamá me miro, pareció notar que no
entendía nada, entonces se digno a explicar.
- (tu nombre), Danny es…
- ¡no, mamá!- ella lo miro, espantada.
- ¿Qué pasa?
- yo le diré quién es, pero no me avergüences aquí.- su mamá asintió.
- bueno, pero no tiene nada de malo que le digas que te gusta.
- y yo le gusto, no lo olvides.- mordió sus labios de nuevo.
- bueno, se aman.- rió.
- …si…- saco un suspiro.
Terminamos de comer y Sam y yo subimos a la recamara y cepillamos
nuestros dientes. Sam se sentó en la cama donde yo dormía, parecía pensativo.
- ¿Qué te pasa?
- yo…nada, ¿por qué?
- no sé, te miras extraño.
- estoy bien, sonrió. (Tu nombre), después de hacer el trabajo de la
escuela, ¿te gustaría ir a caminar?
- claro que sí.
- gracias…- sonrió con la mirada baja.
WOW!!!! pero komo le pudo pasar otra vez a BILL nooooo y encima (tn) ya no esta con el aaaaah esta genial tu fic sube pronto
ResponderEliminaro_O dios pobre de Bill
ResponderEliminarvolver a repetir todo eso TT.TT
maldito señor es un %$#&"&%/$
Pero ahora que pasara que ahora
se an dado cuenta de lo que
le paso a bill, que pasa si su mama
de boris le dise al papa de bill O_O
Sigela pronto siiii?
ME atrapo tu fic sigela prontoo :D
omg :O :O casi lloro con el dolor q sintio bill, casi lo vuelven a violar que HORRIBLE no puedo creerlo espero q sepan q ese es un maldito desgraciado y lo metan a la carcel, estupido hombre!!! Les esta quedando super la fic, omg no puedo creer q tn esta en francia, pero esta son familiares suyos o solo son la gente con que vive, yo creo q un momento Tn y Sam tendran algo no se por q pero lo presiento por favor no hagan sufrir tanto a Bill.... lo amo demasiado......
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