By (tu nombre)
- ¿por qué llora mi princesa?
- papá, quiero estar sola, por favor.- el negó y se acerco a mí,
sentándose a mi lado. Yo me levante del sofá pero papá me tomo la mano.
- vamos, siéntate que tengo que contarte algo.- rodee los ojos y lo
mire.
- ¿no puede ser después? No quiero hablar.
- no tienes que hablar, solo escucharme.- sonrió. Yo me senté a su lado.
–gracias.
- ¿Qué pasa?
- quiero saber la razón por la que llora mi niña.
- no es nada, solo es que me he caído.- me miro incrédulo y sonrió.
- enséñame donde te golpeaste, que nadie llora de esa forma a menos que
se haya golpeado muy fuerte.
- no puedo enseñártelo, está dentro de mí.
- ¿puedo adivinar?- lo mire confusa. – es un hombre, probablemente y
casi estoy seguro que es Bill. Pelearon y te has sentido culpable por ello o…lo
contrarió podría ser que alguno de ustedes dos reacciona a la defensiva ante
las palabras del otro.- acarició mi cabello. –dime, ¿estoy en lo correcto?
- ¿por qué me haces esto tan difícil?
- porque quiero ayudarte.
- bueno…pero prométeme que no te pondrás paranoico y me dejarás terminar
de contarte sin interrupción.
- está bien, lo prometo.- con sus pulgares sacó mis lagrimas y se
acomodo en el sofá, mirándome.
- bueno…hace una semana, Bill escapo de su casa…Tom me lo dijo, después
salimos a buscarle y cuando lo encontramos Bill…Bill se había metido
droga...y…el nos decía que no era verdad, pero…esta última semana, Bill no
puede dejarlas…papá, Bill se ha vuelto un adicto, no le importa más nada
y…encima se droga frente a mí…se inyecto la droga frente a mis narices y solo
me dijo que estaba probando algo nuevo…
- ¿Bill se droga?- asentí, dejando que algunas lágrimas resbalaran por
mis ojos. Papá negó. - ¿le has dicho que no lo haga?
- se lo he dicho…pero me dijo que si de verdad lo quería, tendría que
apoyarle…- en la cara de papá pude notar algo de rabia, preocupación y
decepción, esas tres cosas que seguro su mamá y Tom –y tal vez hasta su papá-
sentían también. Apretó la quijada fuertemente y su cara se hizo un poco roja.
- ¿Qué le dijiste tu?
- le dije que entonces no le quería…
- ¿sabes qué?, el no merece a alguien como tu…, me temo que tendrás que
dejarle.- mis lagrimas cayeron sin freno, pues yo quería mucho a Bill, de
verdad lo quería.
- no es cuestión de merecernos el uno al otro, papá…es Bill…puede
terminar mal si sigue drogándose…
- no te digo que no vamos a hacer lo posible por ayudarle, pero tú no
puedes tener de novio a alguien como Bill.
- no te preocupes- dije con sarcasmo. -, ya se lo he dicho. Quiero estar
sola…
Papá acarició mi mejilla y sonriendo –sin hacerlo realmente- se levanto del sofá y me salió por la puerta, cerrándola lentamente.
By Tom
Hoy vamos a visitar a Bill. Por alguna razón ya no se me ha hecho tan
emocionante mirarles a ninguno de los dos, ya no he tenido ganas de estar con
ellos.
- ¡tom, baja ya!
- sí, ya voy…- tome una chamarra y baje las escaleras. Subimos al auto,
mamá parecía no muy feliz de ir ahí. El camino no era muy largo pero realmente
era agotador ver siempre el mismo camino, nunca tenía nada nuevo, siempre era
igual.
Al llegar, mamá y yo bajamos, papá estaba con su hija en brazos mientras
intentaba abrir la reja, al mirarnos se puso serio y dejo de tomar la reja.
Mamá lo miro seria también. Ninguno se dijo una sola palabra, hasta que papá
por fin se atrevió a hacer un gesto.
- ¿Qué hacen aquí?- pregunto con una voz normal y cargo a su hija con
más firmeza que la que ya ponía.
- creo que tu ya lo sabes, ¿sabes que hoy es el último fin de semana de
este mes?
- claro que lo sé, no soy tonto. No puedes ver a tu hijo.
- ¿Por qué no?- pregunto mamá de golpe. Papá suspiro y la miro con
enojo.
- porque mi novia y yo saldremos.
- ¡pudiste haber avisado, solo me haces gastar tiempo en venir aquí!-
mamá se dio la vuelta y se adentró al auto nuevamente. Papá abrió la reja
completamente y yo me acerque a él.
- ¿puedo ver a mi hermanito?
- Tom, ¿no escuchas? Anette y yo saldremos.
- sí, pero no llevaras a Bill, ¿cierto?- al asintió.
- está bien.- sonreí y corrí dentro de casa, subí las escaleras y antes
de poder entrar a la recamara de Bill, Anette me detuvo.
- ¿Qué haces aquí? Ehh ¿Tom, cierto?- asentí.
- solo vengo a visitar a mi hermano.- ella asintió.
- Tom, quiero decirte algo, ¿puedo?- asentí y le mire con detenimiento.
–bueno, es que…me preocupa tu hermano, esta última semana no ha dejado de
meterse droga, me preocupa que enferme.
- ¿Bill te preocupa?...sé que se droga pero…
- Tom- interrumpió. –he conseguido el numero de un psicólogo y el de un
centro de rehabilitación, conseguí esto también. Ehh...si tienes la
oportunidad, me gustaría que llamaras a alguno de los dos, solo para ayudar a
tu hermano.
- vaya…gracias.- sonreí. Ella pasó los folletos y las tarjetas con el
número a mis manos, yo las tomé y ella sonrió.
- bueno, tengo que irme, adiós.
- adiós y…gracias.- no dejo de sonreír hasta que se dio la vuelta para bajar
las escaleras. Entre a la recamara de Bill, que estaba recostado bocabajo, su
espalda daba pequeños saltitos. Me senté a los pies de la cama -¿Bill?
- ¡déjame solo!- me miro, sus lagrimas caían lentamente por sus mejillas
y sus ojos estaban tan hinchados –parecía que había llorado toda la noche-.
- ¿Por qué lloras Bill?- el no me contesto, solo se sentó y cruzo sus
piernas.
- no quiero hablar…- limpió sus lagrimas.
- vamos hermano, dime porque lloras, puedo ayudarte.
- ¡no puedes ayudarme, nadie puede!- se produjo un silencio que no duro
demasiado hasta que pude descifrarlo.
- es por la droga, ¿verdad?- sus lagrimas cayeron rápidamente, una de
tras de otra y asintió.
- por culpa de esas cosas… (Tu nombre) me dejo….- le envolví en un
abrazo, pues estando del lado de (tu nombre), podría encontrar algunas excusas
para dejarlo, pero siendo mi hermano también tenía posturas para defenderlo.
[…]
Le he comentado a mamá acerca del psicólogo –investigue sobre el centro
de rehabilitación, y me pareció horrible, Bill no podría a ver a su familia
hasta que al fin durará apenas un mes sin drogas-. Mamá cree que es muy bueno
llevarle con un psicólogo, pues se preocupa demasiado por él.
Hoy regresaremos a la casa de Bill para llevarlo. Cuando llegamos nos costó un poco poder convencerlo de ir, pero finalmente acepto, tan
solo espero que el psicólogo o psicóloga le ayuden.
Después de unos minutos esperando a que Bill fuera atendido, una voz de
un hombre resonó por el lugar, llamando a mi hermano. Le mire, el no hacía
nada, tan solo miraba la pared sin prestar atención a lo demás. Le tome de la
pierna y le sacudí un poco.
- Bill, es tu turno.- el me miro y asintió. Se levanto de la silla y sin
más se adentro al pequeño cuarto.
By Bill
- ¿tú eres Bill?- busque con la mirada esa voz, cuando ahí la mire, con
una blusa blanca abotonada y una falda azul marino que llegaba debajo de sus
rodillas.
- sí, soy bill.- ella sonrió y se levanto.
–Ven, ¿Por qué no tomamos asiento?- asentí y me senté frente a ella en un sofá blanco. –bien, Bill ¿Cuántos años tienes?
–Ven, ¿Por qué no tomamos asiento?- asentí y me senté frente a ella en un sofá blanco. –bien, Bill ¿Cuántos años tienes?
- dieciséis.
- y, ¿Qué es lo que te gusta hacer? Es decir ¿Qué haces en tus tiempos
libres?
- emm, me gusta escribir canciones y cantar, también me gusta escribir
historias o…dibujar.
- ¿te gusta dibujar?- asentí. Ella se levanto del sofá y camino a un
pequeño armario. –aquí tengo algunos materiales y hojas.- regreso al sofá y
puso las cosas sobre la mesa de vidrio. -¿Por qué no dibujas algo?- asentí y me
senté sobre el suelo.
- ¿Qué quieres que dibuje?- hizo como si pensara y después me miro a los
ojos.
- ¿por qué no dibujas a tu familia?
- no…a mi familia no.
- ¿Por qué?
- es aburrida, no me gusta.
- hum, bueno entonces…puedes dibujar lo que quieras, eres libre de hacer
lo que sea.- asentí y tome un lápiz. Después de unos minutos haciendo el
dibujo, ella aun me miraba sin apartar alguna vez la mirada.
- ya casi lo termino.- sonreí mirándole. Ella también lo hizo y negó.
- no importa cuánto tardes.- asentí y solo le perfeccione un poco, pues
ya lo había terminado, solo me faltaba hacerle algunas cosas. Cuando por fin lo
termine eche un vistazo y quedando conforme con lo que había hecho, puse la
hoja frente a sus ojos.
- vaya, Bill dibujas hermoso, ¿puedo quedarme con tu dibujo?- asentí y
ella me agradeció con la mirada. Se levanto del sofá y lo colgó en el corcho
que se encontraba detrás de su mesa de trabajo. Entre buscó en un pequeño cajón
y trajo consigo unos pequeños papeles, volvió a sentarse en el sofá y me miro.
–bueno, se me ocurre que podemos hacer algo, ¿te gustaría?
- sí, está bien…- ella asintió y me mostro una fotografía, en ella se
miraba una mina, sonreía ampliamente –en la fotografía predominaba su cara, no
se podía mirar bien la ropa que ella usaba-. Su cabello parecía ser movido por
el aire al ser tomada la fotografía.
- bueno, ¿Qué es lo que tú ves en esta foto, Bill?- volví a pasar la
mirada por ella y pensé la palabra correcta para describirla.
- falsedad.- dije de golpe y ella me miro.
- ¿”falsedad”? ¿Por qué?- la mire a los ojos y tome aire.
- bueno, ella tiene problemas, solo mira sus ojos, parece no estar
concentrada en la foto que le están haciendo, sus ojos parecen estar en algo
completamente diferente, tal vez piensa en sus problemas y trata de esconderlos
con esa sonrisa, esa sonrisa que para algunos ojos puede ser real y hermosa,
pero para ella es solo un espejo, un disfraz para fingir que está bien.
- vaya…- miro la fotografía. Después saco otra y me la mostro. -¿Qué miras
en esta?- era de una familia, el papá cargaba a un niño –parecía de tres o
cuatro años-, la mamá sonreía, abrazando al señor.
- emm…miedo, arrepentimiento y decepción.
- ¿por qué?
- el señor siente arrepentimiento, en sus ojos se mira arrepentido por
el hijo que tienen, parece no quererlo, como si él hubiera sido lo peor en su
vida, en su quijada también se nota, como la aprieta fuertemente. Ella siente
decepción, seguro ellos pelean mucho, gracias a ese hijo y bueno, no solo
gracias a él, si no que pelean por cosas estúpidas. Tal vez el le es infiel. Y
bueno…el tiene miedo a su papá, seguro si en la fotografía su madre lo tuviera
en brazos, sonreiría; pero él no lo hace porque quien lo carga es su papá, le
tiene miedo, seguro abusa de él y lo insulta, lo humilla…él no lo quiere,
quiere que desaparezca de su vida, y con su corta edad, parece ser un niño con
problemas graves.
- ¿qué piensas de esta última?- la tomo y la puso frente a mis ojos. Era
de una persona –no podía definir su sexo-, la fotografía era casi negra por
completo, la persona estaba sentada sobre el suelo, se miraba que encogía sus
rodillas hacia su pecho, su cabeza descansaba en ellas, abrazaba sus piernas con sus brazos.
- soledad, diferencia, miedo, dolor, tristeza, rabia y soledad.
- Bill, ya has dicho soledad.- asentí, sabiendo que ya lo había hecho.
–bueno, ahora ¿Por qué piensas eso?
- es una persona sola, nadie ha estado ahí para ayudarle, parece que
nadie le presta atención nunca, que ha tenido que pasar una vida siendo odiado
por todos, le tiene miedo a salir por la calle solo, teme que le hagan daño
como ya muchos lo han hecho, y también tiene miedo de volver a casa y tener que
aguantar gritos y golpes…parece ser diferente a los demás, pues nadie le quiere
y siente rabia gracias a que cuando grita por ayuda, lo pasan por alto, no hay
persona que se interese en lo que le suceda. Las personas a las que parece
querer, se van de su lado por cómo es….
- ¿Qué hay del dolor?
- parece sentir dolor, porque todos sus problemas y enfermedades se las
guarda para el mismo…pudieron abusar sexualmente de él, pero no quiere
decirlo…tiene miedo de que su papá o mamá le regañen por dejar de ser
virgen…también es dolor porque abusan de él y…parece ser esa la diversión de
los demás…
Sus ojos parecieron aguarse, no lo entendía, pero no hice nada para que
se sintiera mejor, solo la miraba con detenimiento. Ella miro la fotografía y
sonrió, después se levanto del sofá y me tomo de los hombros, haciéndome parar.
Me guió a la puerta.
- esto ha sido todo por hoy, Bill espero verte otra vez.
- yo también.- sonreí y salí por la puerta. Camine hacia mamá y Tom, que al tiro se
levantaron y salimos de ahí para entrar después al auto de Tom.
Al llegar a casa, mamá bajo del auto y dio la vuelta al mismo para abrir
la puerta por la que yo saldría, me tomo de las rodillas y sonrió mirándome a
los ojos, dio un pequeño suspiro y relamió sus labios.
- Bill, Tom y yo tenemos que irnos ahora y al parecer tu papá no
regresa, ¿crees que vas a estar bien tu solo?- asentí.
- solo…quiero preguntarte algo.- mama asintió y espero mi pregunta.
–ehh… ¿Cómo esta mi Scotty?- mamá abrió los ojos, como si no se esperara esa
pregunta.
- Bill…tengo que decirte la verdad…el está muy mal, todavía no vuelve
del veterinario.- baje la mirada, sin dejar que alguna lagrima cayera de mis
ojos.
- tiene que estar conmigo…por favor…regrésamelo…
- Bill, lo están tratando, seguro que se pondrá bien.- baje del auto y
corrí a mi casa, abriendo la reja para después correr a casa y subir a mi
recamara, escuche el auto de mamá arrancar. Me recosté en la cama y en pocos
segundos sonó un pequeño y agudo tono en mi celular, lo tome y mire una llamada
perdida….de un número desconocido…
- ¿Qué mierda?- me dije a mi
mismo, apreté un botón y coloque mi celular en mi oído.
- ¿hola?- dijo una voz masculina del otro lado de la línea. ¿Bill?- mi
corazón latió con nervios.
- ehh…sí, soy yo ¿Quién habla?
- soy (el nombre de tu papá), el papá de (Tu nombre).- mi pecho dio un
salto, pues ya tenía alguna idea de lo que me diría.
- ahh, hola… ¿Qué pasa?
- bueno que, mi hija ha estado muy triste estos días pero, no quiere
decirme porque esta así, y ya que tu eres su novio, estoy seguro que lo sabes
¿puedes decírmelo?
- no, yo no sé porque esta así.
- pero son novios, ¿no?... ¿que ella no te cuenta nada? Por favor, Bill
puedes ser tu quien me ayude a ayudarla.
- si me contaba las cosas pero- saque un suspiro y trate de hablar sin
que mi voz sonara cortada. – (tu nombre) y yo ya no somos novios.
- ¿entonces si era verdad?
- no veo porque tendría que dudar de su hija.
- tienes razón pero, ella me ha dicho que tú te drogas, Bill.
- ehh…
- ¿es verdad?- interrumpió.
- bueno…si.
- ¿sabes que estás enfermo? Bill, metiéndote drogas te empeorarás, tu
trastorno en la sangre puede agudizarse. ¿Has pensado en un centro de
rehabilitación?
- ¿Qué es eso?
- ¿no lo sabes?- me quede en silencio. – es un lugar donde te quitan la
adicción, es como in internado.
- ¿un internado?- susurre. - ¡yo no soy adicto a nada!
- ¿hace cuanto te metes droga?
- creo que…una semana.
- ¿y crees que no eres adicto?
- ¡no lo soy!
- Bill, (tu nombre) está preocupada por ti.
- yo no fui el que quiso terminar con nuestra relación.
- ella tampoco lo quiso.
- ¿entonces por qué…por qué…?
- Bill, me gustaría verte algún día de estos.
- en cinco semanas regresamos al colegio.
- lo sé, quiero verte antes ¿puede ser?
- no se…
- por favor.
- bueno…si…
- gracias, yo te marco luego, adiós.
- si…adiós.- quite el auricular de mi oído y avente el celular a la
cama. Algo me tenía con nervios y realmente no sabía que era, podría ser mi
perrito, que está enfermo o (tu nombre)…pero era un sentimiento de ansiedad con
nerviosismo que me hacía tronar mis dedos frenéticamente.
Sabía que drogarme no era bueno, pero últimamente se me hacía una
necesidad, como necesitaba el aire, necesitaba estas drogas y me ponía
angustiado el saber que pronto se acabarían y papá no me dejaría comprarle más
a mi amigo Spike.
Tome de mi cajón una pequeña bolsita y una cuchara, puse un poco de agua
y droga en la cuchara y corrí a la recamara de papá por su encendedor; cuando
regrese, cerré la puerta echando el pestillo y me senté sobre la cama, tomando
la cuchara y prendiendo el encendedor bajo ella. Cuando esta se hizo dura comenzó
a desprender un dulce olor, cerré los ojos sintiendo ese olor que penetraba por
mis fosas nasales delicadamente; para después inhalar todo eso con ansiedad.
- humm…si…- mi corazón daba latidos fuertes, golpeando mi pecho, sentía
emoción al hacer esto era…era tan bueno… ¡mierda, mierda! La puerta se escucho
abrirse y la voz de Anette penetro la casa. Unos pasos subían las escaleras
rápidamente, tome la cuchara y la lleve al baño rápidamente, cerré la puerta y
corrí hacia mi cama. Antes de poder llegar caí al piso, parecía moverse
raramente, me maree un poco, entonces preferí no moverme.
- ¡Bill!- se abrió la puerta y papá apareció en el marco de la misma.
-¿Qué haces en el suelo?- algo me causo un poco de gracia, haciendo que una
pequeña risa saliera de mi garganta.
- ehh…estaba jugando…
- ¿jugando?- se acerco, acuclillándose frente a mí. -¿Qué es lo que
apesta aquí dentro?
- no se…- sonreí. –yo no me drogue, papi.
- ¡¿Dónde mierda tienes escondidas esas cosas?!
- ¿Qué cosas?
- ¡las malditas drogas!
- papá, yo ya no me drogue…- comenzó a buscar por toda mi recamara,
quito el colchón de mi cama, después fue al baño y buscó en todo este, regreso
con una extraña cuchara.
- ¡¿Qué mierda es esto?!
- una cuchara.- me burle.
- ¡no seas estúpido! ¿Qué es lo que tiene?- acerco la cuchara a su nariz
y la quito de golpe.
- ahh…eso es crack.- me carcajee.
- ¡¿crack?! ¡Te estabas drogando!
- yo no me drogo ya, papi…-Se acerco a mí y jalo mi cabello. -¡haay,
papi me duele! ¡Suéltame!
- ¡deja de drogarte! ¡Deja ya de tratar de llamar la atención!- tomo uno
de mis cinturones de cuero con estoperoles de metal y le doblo por la mitad.
- ¡no me pegues con eso, que me mataras!- reí.
- ¡no me importa!- creí que sería un dolor realmente insoportable, pero
me causaba cosquillas, que me hacían reír fuertemente. -¡cállate ya!
- ¡no me duele, no me duele!- me burle. Sentí el metal en mi ojo haciéndome
cerrarlo de golpe.
-¡papi, ya déjame!
- no me hables así, ¡que te follen, marica!
- ¿Cómo sabes que me follaron?- volví a reír. -¿ya te lo había contado?
- ¡dije que te calles marica! ¡Deja de decir estupideces!
- no son estupideces papi… ¡es verdad!- me carcajee fuertemente, sin
prestar atención a los golpes de papá. - ¡que me han violado!- papá paro con
sus golpes y me tomo del cuello.
- ¡no es verdad! ¡Estas drogado, deja de decir eso!
- ¡papá, si me violaron, me violo un señor!- saque una risa de mi
garganta que él me hizo callar.
me encantoooooooooooooooooooooooooo siguela proto este si me gusttooooooooooooo esta super jejejeje que le regresen a scotty rapidoooooo asi se pone mas feliz y cuida a su perrito jejeje :) kusses
ResponderEliminarWOW!!!! esta super genial!!!! sube pronto ya quiero saber si le regresaran a scotty y espero q eso d las drogas se le pase rapido ahhh esta genial!!!
ResponderEliminar:O lo ameee!!! ame el capitulo!!
ResponderEliminarjaja no se porq m dio risa esta parte:
- ¡no me pegues con eso, que me mataras!- reí.
hahaha....
:O ops! como que se le salio decirle Bill al papá que lo habian violado! :O
espero y le crea.. :S
Bill!!! ya deja las malditas drogas!!!! y Tom date cuenta de la realidad!!!
sube pronto porfaa!! XD
T.T bill se sige drogando TT__TT
ResponderEliminarporque no demonios deja esas
malditas drogas ya de una ves!!!!
dios y ahora ya le dijo a su
papa que lo violaron T.T
Ahora que pensara el papa,
y si le sige pegando enverdad lo
va a lastimar mucho mas u.u
Lo que me gusta mas fue que
la esposa del papa de bill
se preocupo por el
u.u espeor y todo esto pase
pronto y Bill vuelva con
Tn y lo mas importante que
deje las dorgas ya
sube pronto sii? cudiate tkm
Mi amor ya no lo hagas es por tu bien me gusto este capitulo y el estupido de su padre me tiene harta q lo maltarte mucho pero como estab drogado no sintio nada xD jajajaja esta buenisima quiero mas sigue subiendola esta genial :D !!!!
ResponderEliminaromg a Bill se le salio decirle a su papa q lo violaron!! omg por q haces sufrir tanto a la persona mas hermosa del mundo!!!!! les esta quedando super la fic!!!! siguelaaaaaaaaaaa
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