By Tom
- ¡Bill!- me deje caer en el suelo, rendido. Son
las tres en punto de la madrugada y Bill no se digna a volver de casa. Me
preocupa como esta de salud, pues la lluvia cada vez se hace más fuerte y Bill
está ahí solo, tan solo con el pijama. -¡Bill, por favor vuelve!
Sentí cálido en mi espalda, me vire: era mamá,
tomando la misma manta con la que Bill había dormido la noche pasada. Mamá hizo
que me levantara, eso hice y la mire con preocupación –igual como ella me
miraba a mí-. Me acerco a ella, ya que tenía una sombrilla para no mojarse.
- Tom, es
mejor que entres a casa, vas a pescar un resfriado.
- …no…Bill también puede pescarlo, tenemos que
encontrarlo.
- es muy tarde ahora, tu papá nos dejo quedarnos
esta noche en su casa, vamos.
- está bien…- baje la mirada y mire una vez más
hacia el maizal en donde Bill se había escondido. –solo espero que este bien…
- te aseguro que lo está, Tom.- me abrazo por los
hombros y nos adentramos a su casa. Papá estaba en la sala, con una cerveza en
sus manos. Al mirarnos se levanto y se acerco a nosotros.
- ¿no lo encontraron?
- si lo hubiéramos hecho, estaríamos con él.- dijo
mamá, molesta.
- yo me voy a dormir.
- está bien, puedes tomar ropa de tu hermano, si es
que algo de esos trapos sucios te gusta.- asentí y subí a la recamara de Bill.
Tome ropa para dormir y me recosté en la cama, mirando el cielo desde la
ventana.
- Dios, Bill ¿por qué no apareces?
Estaba tan preocupado por mi hermano, pues al final
de todo esto yo tenía la mayor parte de la culpa. Por no detenerlo y por
cuestionarlo desde la noche pasada. Pero encima perdió su audición y de verdad
yo quería verle triunfar y hacer su sueño realidad…
- hum.- suspiré. Cerré los ojos e intente dormir.
- ¡todo esto es tu culpa!
- ¡¿Por qué mierda es mi culpa?! ¡El vive contigo,
no conmigo!
- si tu no hubieras venido aquí a decirle al niño
cosas estúpidas, no se hubiera ido.
- ¿Qué yo le dije cosas estúpidas? ¡Te equivocas,
yo no sabía nada de esto!
- y viniste aquí para que Tom no hiciera ¿no?
- ¡cállate!, yo no tengo la culpa de que no le
pongas la suficiente atención a tu hijo.
- ¡el no es mi hijo, por mi puedes llevarlo a tu
casa, me importa una mierda!
- ahh no, Bill no se viene conmigo ¿para qué? ¿Para
que no me sigas apoyando con los estudios de Bill?
- ¡aquí está tu hipocresía! Solo quieres lo
material.
- ¡no quiero lo material, quiero que nuestros hijos
tengan buenos estudios! La hipocresía es tuya, pues solo puedo tener a mi hijo
cuando tú quieres.
- ¡te he dicho que te lo puedes llevar cuando
quieras!
- ¿igual
como cuando lo quisimos llevar por una semana? ¡No le dejaste estar ni dos días
ahí!
- por favor, no mientas ¡llévatelos a los dos, no
me importa lo que hagas con tu estúpida vida!
- ¿sabes el daño que le estás haciendo a los dos?
¡Tienes una hija con otra mujer!
- ¡eso a ti no te importa, es mi vida y ellos
tienen la propia! Y el daño se los haces tú, no yo.
- ¿y te importa más esa niña, la cual sabes que
esta perfecta? No veo que le tomes importancia a que tu hijo esta vagando a
estas horas de la madrugada solo, no sabes que siente o como esta.
- ¡eso lo tuvo que pensar antes de irse de aquí! Yo
no puedo estar a cargo de los tres, ¡te recuerdo que ellos también son tus
hijos!
- ¡y los trato como tales! Yo no estoy con otro y
encima tengo un hijo sin preguntar antes a mi Tom lo que pueda pensar.
- ¡solo piensas en ellos, tu también tienes tu puta
vida y ellos no pueden controlarla! Ya déjate de bobadas, ¡si Bill vuelve, se
va contigo! Y no me importa lo que digas tu o el.
- ¡te he dicho que bill no va a volver conmigo,
jamás! ¡Tienes que hacerte cargo tú también de él!
- ¡lo marica se lo has pegado tu, yo no quiero un
hijo así!
- ¡lo marica no se lo pude pegar yo, se lo has
pegado tu por cobarde!
- ¡YA CALLENSE! Ni siquiera cuando mi hermanito
esta perdido pueden estarse en paz los dos.
- ¡vete a la recamara de tu hermano, Tom!
- ¡no me voy a ir! El daño lo hacen los dos, los
cobardes son los dos y los inconscientes también son ustedes dos. ¡Cállense de
una vez! ¿Por qué en lugar de traerse de los cabellos, se portan como un par de
adultos y buscan a su hijo?...ah ya veo ¡es que tiene cuerpo de adultos y mente
de críos!
Mis papás eran tan orgullosos que, en lugar de
hablar bien, comenzaron a gritarme y darme sus largos sermones. Sin terminar de
escucharlos me largue a la recamara de Bill. Ellos siguieron peleando, pero
preferí dejarlos matarse a gritos.
[…]
- ¿¡como que Bill ha escapado!?
- si…escapo ayer por la mañana.
- no puede ser… ¿ya llamaste a la policía?
- no tuve tiempo, (tu nombre), ¡tenemos que
encontrarlo!
- ya, pero ¿no viste por donde se fue?
- por allá.- apunte.
(Tu nombre) y yo corrimos hacia el maizal. Era muy
temprano, apenas eran las 7:29 AM, así teníamos tiempo de buscarle más.
By Bill
- ehh, Maki despierta.- abrí los ojos lentamente,
mirando aquel lugar ¿pero en donde me encontraba?
- pero que… ¡ahh!- mi cabeza me dolía fuertemente,
parecía querer explotar.
- ¿Qué pasa?
- ¿Quién ere…
- por si no lo recuerdas, soy Spike, no soy Bob, ni
(tu nombre), ni Tom y mucho menos tu novio.
- mi ¿Qué? ¿De qué hablas? Spike…ayer te dije que
me acompañaras a mi casa…
- al parecer no olvidaste todo.- sonrió. –estarías
loco si quisieras ir a tu casa como estabas ayer.
- ¿Cómo estaba ayer?, mierda no entiendo nada ¿a
qué te refieres?- me percate de la posicion en la que estábamos. -¿¡pero qué
mierda hago abrazándote!?
- ahh claro, después de follar dos horas, has caído
rendido sobre mí.- el sonrió. Yo le solté rápidamente.
- ¡¿FOLLAR?!
- sí, eres muy bueno ehh, me dejabas sin
respiración.
- ¡no es cierto, yo no hice eso!- el comenzó a
carcajearse.
- ¡solo bromeo, idiota! Tenías miedo y me pediste
abrazarme.
- uff…me siento mal…
- después de toda la droga que te has fumado, no
creo que sea novedad.
- ¿y esos cigarros que me has dado ayer?
- te fascinaron, al parecer.- realmente me habían
agradado un poco. –no vas a pedirme más, ¿verdad?
- bueno…
- vaya, de verdad no conocí a una persona que se hiciera
tan adicto en tan solo unas horas.
- ya, no soy pero…necesito…
- sí, eres un adicto al crack, ahora podre tener un
buen negocio contigo.
- ohh, vamos…no soy adicto… ¡ni siquiera me gusta!
- si…se nota que no te ha gustado.- se levanto de
la cama y se hinco en el piso, zafando una tira de madera de este. Saco una
pequeña caja y la colocó sobre la cama.
- ¿Qué es eso?- pregunte con morbo. El me miró
sonriendo y la abrió, ¡tenía miles de cigarrillos, tantos para poder fumarlos
en una vida entera! - ¡Dios mío!
- ¿sorprendido?, esto no es ni la mitad.
- ¿¡dices que tienes muchos más!?- asintió.
- claro que sí, tengo de tus favoritos y de otros
más.
- vaya, ¿Cómo es que los consigues?
- hay lugares donde podemos plantarlos, pero al
momento en que estas preciosas pueden ser arrancadas, tienes que apresurarte y
coger cuantas puedas, que todos vivimos de esto y no siempre se gana buena
mercancía.
- estás diciendo que, ¿las drogas se pueden
sembrar?- el rodeo los ojos.
- ¿pues tu donde vives? ¿Qué no vas a la escuela?
- bueno, no es eso…nunca me platicaron mucho de
ellas.- al asintió y sonrió.
- pues si se pueden sembrar, no se necesita de
mucha agua como las plantas normales, pero eso sí, tienes que tener paciencia
para que tengas unas como estas.- esto era tan emocionante, que el dolor de mi
cabeza se había pasado casi por completo. -¿sabes? Como eres un buen colega,
voy a regalarte algunas.
- ¡¿en serio?!
- sí, pero no debes dejar que nadie te los mire,
que puedes ir a parar en la cárcel y encima arrastrarme a mí. Pero lo más
importante es ¡no abras la boca y digas en donde las conseguiste! Y no las
fumes como las has fumado ayer, ¿está bien?
- sí, si.- dije, entusiasmado. tomo un gran puño y
lo paso a la cama. Tomé una pequeña bolsita y se la mostré. -esta es como la
que le diste al niño.
- hay, maki ¿tampoco sabes cómo usarlas?- negué.
–mira, esta se inhala, estas puedes colocártelas en la piel, estas las tragas,
estas las fumas ¡ah! Y la más genial de todas es esta, tienes que inyectártela.
- ¿inyectármela?- asintió. -¿y me va a doler?
- al principio sí, pero es un dolor hermoso, maki,
no podrás dejar de hacerlo cuando lo haces una vez.- sonreí.
- nunca tuve un amigo como tú.
- vamos, no podemos llamarnos amigos, pero aun así,
gracias por el cumplido.
By
Tom.
- ¡Bill!, por favor,
hermano.
- Tom, lo vamos a encontrar, no puede estar muy lejos.
- (tu nombre), se fue en la mañana…
- ¡ohh, mierda…BILL!
Esta vez no me iba a rendir, y aunque me costaran días para encontrarlo,
iba a hacerlo. Tenía miedo, pues Bill es tan raro que podría llegar a hacer
algo que nadie le desearía y mucho menos a él. Solo espero que no esté solo o
haciendo estupideces como las que hizo en el baño.
Tras cuatro horas buscando a mi hermano, (tu nombre) grito, apuntando un
pequeño punto caminando por el maizal. Mi corazón por fin pudo dar un respiro
al ver que si era mi hermano. (Tu nombre) y yo corrimos hacia él, venía con una
gran sonrisa a pesar de haber estado un día entero perdido –o tal vez el si
sabía en donde estaba-.
- Bill, ¿Dónde estuviste? ¡Te estuvimos buscando toda la mañana!
- hay…no me grites…me siento mal.
- ¿Qué te duele, Bill?- pregunto (tu nombre). –Bill, nos tenías muy
preocupados.
- solo camine por aquí y me he quedado dormido.
- gracias a Dios no te ha pasado nada.
- ahh…vamos a casa ¿sí?...me siento mal…- le mire a los ojos y me di
cuenta de algo: estaban rojos y pequeñas venitas saltaban de ellos, sus labios
estaban un poco resecos.
- ¡te has metido droga ¿verdad?!-
me miro enojado, y arrugo la frente.
- ¿Qué me he qué?
- ¡no soy tonto, Bill estas drogado!
- Tom, tal vez no durmió bien…- dijo (Tu nombre), defendiendo a Bill.
- ja, eso es absurdo, ¿le has mirado los ojos?
- Bill… ¿te drogaste?
- ¡que no!, ¡yo no me drogo, ya déjenme en paz!- camino en dirección a
su casa. (Tu nombre) me miro preocupada, pues tanto ella como yo sabíamos que
Bill si lo había hecho.
Llegamos a la casa de Bill, mamá le abrazaba mientras sonreía. En cambio
papá solo lo miraba con indiferencia. Pronto Bill subió a su recamara y mamá se
acerco a mí.
- ¿Dónde estaba?
- eso no es lo importante, mamá…tengo que decirte algo.- ladeo la cabeza
confundida. – es que…Bill se… ¡hey!- (Tu nombre) me jalo del brazo y me alejo
un poco de mamá.
- ¿piensas decírselo? ¿Solo así?- asentí. -¿no crees que es mejor hablar
con el primero?
- no va a escucharme a mí, si se lo decimos a mi mamá ahora, podríamos
salvarle de que se vuelva un adicto.- (tu nombre) asintió, dándome claramente,
la razón.
- Tom, ¿Qué ibas a decirme?
- mamá, Bill se…Bill se droga, mamá…- paso su mano abierta por toda su
cara, deteniéndose en su frente, mordió sus labios y al mirarme, sus ojos ya
brillaban.
- ¿Qué se droga?- negó. –tu hermano no sería capaz…
- mamá, lo vimos…tienes que verle sus ojos.- sin más, mamá subió a la
recamara, se escucharon pequeños golpes a la puerta y la voz de mamá.
By Bill
Saque la bolsa de mis pantalones –la había escondido dentro de ellos,
detenida por el resorte del pijama-, y corrí a abrir la puerta, mamá entro sin
mi permiso y cerró la puerta. Me tomo de las mejillas y me miro a los ojos
seria.
- siéntate en tu cama.- dijo con voz firme. Eso hice, pero algo me
extrañaba en ella, nunca le había escuchado ese tono de voz. - ¿te estás
drogando?- negué.
- ¡¿Quién te ha dicho eso?!
- ¡tu hermano!, te estás drogando ¡¿verdad?!
- ¡yo no me drogo, ya déjame en paz tu también!
- Bill, por favor…no lo hagas, ¡por favor!
- ohh mierda ¡que no lo hago!- mamá negó y se acerco a mí, tomando mi
cabello, me corrí rápida y bruscamente. -¡déjame, vete de aquí!- mamá negó y
sin más se fue. ¡Es mi vida, yo puedo hacer de ella lo que quiera!
[…]
Han sido una semana de verdad frustrante. Papá no quita sus ojos de encima
de mí –seguro mamá fue con el chisme de las drogas-, Arabelle quiere aprender a
hablar y no deja de gritar en todo el maldito día y encima Anette le sigue el
juego. La otra noche, papá me ha obligado a comer carne –la pote después en el
baño-.
(Tu nombre) y yo no nos hemos visto desde que escape de casa, de verdad
le extraño muchísimo, pero papá no me deja salir a visitarle. Mi única diversión
son estas drogas que Spike me dio.
- ¡Bill, baja a comer!
- ¡ya voy!- baje con ellos, papá había conseguido otro trabajo durante
las vacaciones y se puede decir que le iba aun mejor que antes, ¡hasta quería
hacer un cuarto para su hija! No sentamos a comer, papá me miraba enfadado,
¿pues que se traía ahora conmigo?
Termine de comer rápidamente –no quería estar con ellos- y me levante de
la mesa.
- ¡te quedas aquí hasta que terminemos!- me espante un poco ante el gran
grito que salió de su garganta y con una mala cara me senté de nuevo y golpee
el plato con la mesa. - ¡no vuelvas a hacerlo y quita esa maldita cara!- tome
el plato y lo azote nuevamente en la mesa y le mire, retándole. Papá se levanto
de la silla y se acercó a mí, sacándome de la silla, me subió a mi recamara jalándome
el cabello y dio un manotazo en mi cara antes de darse la vuelta e irse, poniéndole
el seguro a mi recamara.
- ¡te odio!- algunas lágrimas de rabia se salieron de mis ojos, las
limpie rápidamente y me eche en la cama. La ansiedad me recorrió el cuerpo y la
necesidad ese químico en mi cuerpo crecía cada vez más. Me senté y abrí el
pequeño cajón del buró, saque una jeringa, aun estaba llena, pues temía un poco
al mirar ese gran filo, pero esta vez le iba a perder el miedo. Le golpee un
par de veces y mire ese color marrón tan brillante. Lo acerque a mi brazo, mi
mano comenzó a temblar, pero finalmente lo acabaría haciendo. -¡ahh!- grite, al
sentir el filo penetrar en mi piel, apreté la jeringa, sintiendo ese líquido
entrar en mi. –hum- gemí. De verdad se sentía tan placentero. La puerta se
abrió.
- ¡Bill!
- ahh, hola (tu nombre)
- ¡¿pero qué diablos haces?!- se acerco a mí y quito mi mano sosteniendo
ella la jeringa.
- probando algo nuevo...ahh…- quite su mano y apreté más la jeringa.
- ¡déjate ya!
- ¡AAHH!- quitó la jeringa de mi piel y la aventó. –eso me dolió….
- ¡qué bueno!- cerré los ojos, sintiendo algo delicioso dentro de mí. Sonreí.
- ¿por qué?- abrí los ojos y la mire.
- ¿Por qué, que?
- ¡¿Por qué te drogas, Bill?! ¡¿Por qué?!
- ¡no te importa!
- ¡¿Qué no me importa?! Por favor, Bill deja de hacerlo.
- ¡¿Por qué debería dejar de hacerlo?! Es lo que me gusta.- negó.
- no es lo que te gusta, ¡Es lo que algún imbécil te incitó a hacer!
- ¡no fue ningún imbécil, es mi amigo!
- ¡¿tu amigo?! El no es tu amigo, ¡un amigo no te da drogas!
- ¡pues el si me las dio!- tome del cajón las pequeñas pastillas y comencé
a comerlas.
- dime donde quedaron tus sueños, donde quedo el Bill que yo quería.
- que, ¿ya no me quieres?- negó.
- si te quiero, Bill…pero no quiero que…que enfermes por esas
porquerías.
- ¡no voy a enfermar!, por favor, (tu nombre) ¡nadie muere por drogarse
un poco!
- ¡¿UN POCO?! ¡Llevas una semana con esas cosas, ESO NO ES POCO!
- bueno, ¿pero a ti qué? Si me quisieras me apoyarías.
- ¡pues entonces no te quiero! Jamás voy a apoyarte si eso depende que
vallas por este camino.
- si no me quieres, no veo porque siques aquí.- se levanto y camino a la
puerta, escuche un pequeño sollozo, se dio la vuelta, sus lagrimas llegaban
hasta su quijada, miro el techo y después me miro a mí.
- ¿sabes qué?
- no me importa…- dije, enojado.
- yo ya no quiero estar más contigo… ¿sabes?, yo si te quería, pero gracias
a esas estúpidas drogas no puedes pensar en nada más…es mejor que nos demos un tiempo….
- no… (Tu nombre), no…espera, por favor.
- no, Bill… no pensé esto de ti, nunca creí que fueras a caer en esto…
- (tu nombre)- abrió la puerta para salir, pero le tome el brazo, ella
me miro y saco sus lágrimas.
- suéltame.- se corrió y bajo las escaleras.
- ¡(tu nombre)!- le seguí hasta el jardín, donde ella abría la reja para
salir. Corrí antes de que lograra abrirla y me coloque frente a la reja para
que no saliera.
- quítate, Bill…
- no, no me voy a quitar…por favor…- suspire. –por favor perdóname… (Tu
nombre) por favor…- me tomo por los hombros y me aparto de la puerta, salió
corriendo. -¡(tu nombre), por favor! ¡Por favor!
no se que decir, para empesar; bill no debió haber hecho eso, disculpa si este no es de mis mejores comentarios, lo que pasa, es que me pone triste, que le pasen estas cosas a bill, el no se merece sufrir tanto, y lo de (tn) no me gusto ella si lo quiere de verdad; no lo dejaría solo, y no se rendiría tan rápido, buscaría la manera de ayudar a bill, o por lo menos eso aria yo si fuera ella ;.(, bueh espero que la sigas pronto. Küsses
ResponderEliminarWOW!!!! nunca me imagine que bill hiciera eso pero (tn) debe apoyarlo mucho
ResponderEliminarsube pronto que me encanta tu fic <3
Para mi fue nose esta bien que le hubiera terminado solo que le diga" hasta que dejes esas estúpidas drogas volveré contigo"
ResponderEliminar:)" sisisiisi me encanto!
chanfle este capitulo esta muy triste, no me gusta la actitud q esta tomando mi amado bill hasta su audicion perdion :(, y bueno comprendo a TN es horrible ver q la persona q amas se hace daño y no te escucha para su bien!! me pone super triste, espero q los proximos cap seas menos triste omg estoy super triste!!!
ResponderEliminarPEro siguelaaaaaaa les va quedadon super son la mejore chikas!! Alien LOve
dios pobresita de Tn debio de averse
ResponderEliminarsentido de lo peor cuando Bill le dijo
esas cosas u.u todo por la culpa de spike
si enverdad es su amigo no le daria esas
malditas drogas :@
que cnojo y frustacion siento u.u pero
Bill debe de dejar las drogas
sigela vale :D
ok concuerdo con alex von kaulitz...
ResponderEliminarBill no debio haber hecho eso... definitivamente las drogas no son la solucion a sus problemas... aunque, claro q no tiene muchas opciones para escapar del sufrimiento en su diario vivir, asi q supongo q por eso se aferro a esas drogas, haciendole sentir mejor d alguna manera falsa...pero esta echando todo a perder..
(tn) deberia de ayudarlo, no abandonarlo... pero bn, tambien bill no se comporto como debia con ella...
ahh espero y no se haga adicto...
sube pronto porfa!