jueves, 15 de diciembre de 2011

capitulo 6



Mamá entro en el momento que escucho los gritos y vio la escena que mi papá estaba causando. Mamá se asusto y corrió hacía mi papá, sacándome de su mano.

-¿¡pero que le haces a nuestro hijo!?- me tomo en sus brazos. No quise hacerme la víctima, sabía que eso no lo gustaba a papá.

Papá solo la miro extrañado, se acerco a nosotros y ella me abrazo aun más fuerte.

- no le estaba haciendo nada.- sonrió.


- ¿Cómo que no? yo te vi.


- Bill, ¿verdad que no te estaba haciendo nada?- dentro de mi sentí muchas ganas de decirle que si me lo estaba haciendo, que me había lastimado pero, gracias a mi cobardía no podía hacerlo.


- sí, solo estábamos jugando ¿nunca has jugado así con Tom?- mamá ladeo la cabeza, confundida y miro a Tom, que estaba dormido aun.


- ¿jugando?- dijo mordiendo sus labios.


- ehh…si, es que…aquí jugamos a…a eso.- sonreí y mama lo hizo también.


- ahh, bueno.

Mamá se acerco a mi cama y se sentó mirando a Tom, sonrió y acaricio su cabello. Sonreí, imaginando que tal vez eso pasaría en cuanto me largara de esta casa.

- ¿simone? Creo que Tom está muy cansado, ¿por qué no lo llevas a tu casa?- dijo papá, apretando un poco la mandíbula.


- sí, y creo que tu también estás cansado ¿no, Bill? En casa de tu amiguito no podías despertar.- dijo mama, aun acariciando a mi hermano.


- bueno…si.


- está bien, entonces nos vamos, el Martes vengo por ti.


- ¿el martes?- pregunto papá.


- sí, pasará las vacaciones con nosotros.

Papá dejo salir un gran suspiro de sus labios y me miro de reojo, después miro a mama y asintió.

- lo veré.


- ¿lo veras?


- sí, tal vez saldremos, no sé, también es mi hijo.


- bueno…pero no lo he tenido por meses.


- bueno ¡lo veré! Ahora si me disculpas, Bill y yo queremos dormir.


- si…lo sé.- dijo mirándome y después se volteo con Tom. –Tom, despierta.

Lo movió del hombro, haciendo que Tom abriera los ojos y la mirara, él sonrió y se sentó en la cama.

- hola.- dijo estirándose.


- hola.- rió mamá. –tenemos que irnos, tu papá quiere descansar.


- hum…bueno.

Se levanto de la cama y bostezo tapándose los labios con su mano, se acerco con papá y dio un abrazo que duro muy poco…pero papá lo respondió.

- adiós.


- adiós, Tom. Cuídate.


- tú también.- se dio la vuelta y me miro, después volvió a mirar a papa. –ehh…


- ¿Qué pasa Tom?


- ¿vas a dejar que Bill venga en vacaciones con nosotros?

Papa miro el techo, después miro a mis ojos para después mirar a Tom, negó lentamente y rasco su sien.

- no lo sé.


- mm, bueno.- bajo la mirada y me miro. –adiós, Bill. Y si te dejan, nos vemos en una semana.


- si…adiós.

Mamá y Tom salieron de la casa, escondí mi diario y me puse pijama para dormir; deshice la cama y me senté en ella cobijándome hasta la cintura. Papá llego a mi recamara y se sentó en la cama, como mamá lo había hecho con Tom. Lo mire confundido, más no hice nada más que mirarlo.

- ¿por qué tu mamá quiere llevarte en vacaciones?- me miro sin alguna expresión en su cara.


- yo…no lo sé.- baje la mirada.


- lo sabes, dime porque.


- en serio no lo sé.


- hum- suspiró. -, ¿quieres irte con ella?- pregunto mirándome directo a los ojos.


- …no…- mentí.


- ¡dime la verdad!


- bueno…si quiero.


- ¿por qué?


- pues…hace mucho que…que yo no puedo ir a  Loítsche con mamá y…no se…


- ahh.- alzo las cejas.


- ¿me vas a dejar ir?- sonreí.


- hey, cálmate, yo no he dicho que puedes ir.


- pero…


- cállate.- eso hice.- quiero que desde mañana empieces con una buena conducta, que no me pidas permiso para salir con nadie, que no me contestes ni me hagas enojar. ¡Quiero que te portes bien! Si no, no te dejo ir.


- bueno…- trate de no sonreír, pero es que era tanta felicidad la que me consumía.


- ¡eso espero!


- si... ¡Lo juro, GRACIAS PAPI!- trate de contener las ganas de gritar de emoción, de salir corriendo fuera con scotty.

Lo abrace fuertemente pero al parecer no le gusto mucho la idea. Me miro enojado y se zafó bruscamente de mis brazos.

- ¿¡que te pasa!?- se levanto de la cama, enojado.


- pe…perdóname…- rodeo los ojos y negó.


- no vuelvas a hacerlo.


- está bien…


- ya duerme, que mañana te levantas para ir a la escuela.


- si…buenas noches…


- sí, si…

Caminó hacia la puerta y con su mano tapo el interruptor de la luz para apagarla, pero me miro y se dio la vuelta por completo hacia mí.

- ahh, y una cosa más.


- ¿cuál?


- no quiero ¡por nada! Que te maquilles y hagas mariconadas otra vez.


- pero…no…déjame maquillarme ¡por favor!


- ¡no! no sabes cuánto me desagrada que un hombre se maquille ¡no lo harás si es que quieres pasar una semana con tu madre!


- por favor…


- ¡no, y quiero una buena conducta! ¿No escuchaste? ¡No vas a ir con tu madre!

Odiaba que me amenazara, odiaba que no me dejara hacer lo único que me gustaba hacerme ¡que quisiera cambiarme!  Las lágrimas se me saltaron y papá frunció el ceño.

- ¡no quiero que hagas ese tipo de mariconadas!


- perdón…ya no lo hago.- limpie mis lagrimas rápidamente y papá salió de mi recamara apagando la luz.

Cubrí toda mi cara con las cobijas y trate de dormir.

Desperté y me levante de la cama, me di un baño y mire mi cara, aun con los moretones, y yo sin poder esconderlos un poco. A escondidas, tome una bolsita con algo de maquillaje y la metí en mi mochila. Salí de casa y camine a la escuela.

Al llegar, Andy estaba fuera del cubículo, sentado en el suelo con su espalda recargada en la pared. En su mano tenía una pluma y rayaba sus pantalones; me acerque a él, hincándome frente a él.

- ¿Qué haces aquí?- levanto la mirada y negó. Parecía enojado.


- nada…- estaba escondiendo algo, lo sabía.


- dime, ¿Qué tienes?


- en serio, Bill, no es nada.


- hum bueno.- me levante y tome la puerta. Mire a Andy, que otra vez rayaba sus pantalones. -¿sabes qué?- volvió a mirarme. –Me quedo contigo.- sonreí.


- ¿Qué? No Bill, tienes que entrar, vas a reprobar otra materia.


- no me importa.- me senté a un lado de él.


- vamos, Bill ¿por qué quieres quedarte conmigo?


- eres mi amigo.


- pero eso no tiene nada que ver.


- tal vez para ti no.- sonreí.

Andy sonrió y volvió a bajar su mirada. Parecía que quería decirme algo pero no se atrevía, así que quise hacer tema de conversación.

- me iré a Loítsche en vacaciones.- el me miro.


- ¿en serio, con quien?


- con mamá.- sonreí.


- ¿y tu papá?


- no…él no…


- hum, espero que te diviertas…- dijo cortante.


- seguro lo haré pero, ¿y tú?


- ¿yo qué?


- ¿Qué harás?


- quedarme en casa, como siempre.


- ¿no saldrás?


- tal vez, pero no saldré de Hamburgo.


- ¿Qué te pasa?


- ¿de qué?- me miro levantando una ceja.


- nunca habías estado así.


- y tu tampoco…- Ladee la cabeza y arrugue la frente.


- ¿te sientes mal?


- no, Bill.

Parecía como si no quisiera que le hablara, entonces mire el suelo y deje de hablarle. Lo mire de reojo, aun estaba en la misma posicion, solo que ahora jugaba con algún hilo que salía de la manga de su chamarra.

- vamos, Bill no te enojes.


- no me enoje.


- mmm.- se quedo en silencio por un tiempo largo, suspiro relamiendo sus labios y me miro, serio. –Bill, van a empezar a molestarme a mi.- lo mire, ahora de verdad confundido, aunque por su tono de voz, podía casi imaginar de que se traba.


- ¿molestarte, por qué lo dices?- negó y trono sus dedos.


- hay rumores…


- ¿rumores de que?

De nuevo se quedo en silencio, yo lo mire, estaba mirando hacia enfrente, después me miro pero bajo la mirada rápidamente.


- ¡¿rumores de qué, Andy?!- me miro, exaltado y mordió un lado de su labio.


- sobre mi…


- ¿de qué se tratan?


- ¿quieres olvidarlo?


- no.- me miro.


- Bill, por favor, no quiero hablar de eso.
- bueno…- suspire.

La campana sonó y todos salieron del salón. Nosotros nos levantamos del suelo y muchos se nos quedaron mirando en forma de burla, mire a Andy sin entender mucho, pero caminamos hacia Gustav, que ya se encontraba con (tu nombre).

Salimos al descanso y platicamos poco, ahora me sentía dudoso por Andy y no tenía muchos ánimos para platicar. Entramos de nuevo a clases que aun no ponía mucha intención, tratando de buscar a alguien quien molestara a Andy.

Era la hora de salida, tomamos nuestros libros y salimos. Gustav y (tu nombre) de nuevo estaban esperándonos fuera del salón.

- ¿nos vamos?- pregunto Gustav.


- no, ¿podríamos ir a dejar nuestros libros?- pregunto Andy que sin respuesta camino hacia los casilleros. Lo seguimos.


- huy ¡perdóname!- dijo Margot, tirando mis libros.


- ¡estúpida!- grite, inclinándome para tomarlos. Ella no se molesto en voltear.

Andy se acerco corriendo a mí, mirándome extraño.

- ¿Qué pasa, Andy?


- yo…- apunto hacia los casilleros.

Los mire, tratando de buscar algo malo en ellos, pero no lo encontraba.

- ¿Qué hay de malo?- lo mire y después volví a mirarlos, me quede paralizado por unos segundos, pero pronto corrí hacia ellos.

En mi casillero había toda clase de insultos que iban principalmente por mi vida sexual y sobre mi supuesta homosexualidad, había dibujos obscenos.

Mi respiración se hizo entrecortada, sentí rabia. Saque todos esos papeles de mi vista, rompiéndolos y tirándolos al suelo, golpee el casillero varias veces. Salí corriendo de ahí, hacia el jardín. Me tire al pasto, escondiendo mi cara entre mis piernas, dejando que más lagrimas salieran de mis ojos. Sentí un jaloneo en mi cabeza.

- ¿Por qué lloras, nena?- seguro es Adam, ese estúpido. -¿te gusto la sorpresa?- Seguía llorando, esperando que se largara de una vez. Me pateo la pierna.


- mírame, marica ¡mírame, o le llamo a mis amigos!- lo mire rápidamente.

El sonrió y saco de su bolsillo un papel, lo desarrugo y me lo enseño.

- ¿te gusta? Lo hice para ti.- mire el papel detenidamente, había un dibujo asqueroso sobre mí.

- ¡eres un estúpido, déjame en paz! ¡Déjame en paz!- empezó a reír fuertemente.
- seguro a tu mejor amigo le encantara este dibujo.
- ¡cállate, lárgate!- tome el papel y lo arrugue.

Adam lo volvió a tomar y lo desarrugo otra vez.

- ¿Qué no te gusto?- rio y camino lejos. Apoye mi frente en mis rodillas, llorando fuertemente.

Sentí una mano tibia sobre mi espalda, no mire quien era, no quería saberlo.
Esa mano se movió delicadamente por toda mi espalda, acariciándome.

- bill, ya no estés mal, todo lo cobrara en vida, no llores.


- estoy harto de que siempre me molesten… ¡estoy harto!


- no les hagas caso.- Lo mire, Gustav quitó la mano de mi espalda y me miro.

- ¡lo dices porque a ti nunca te han hecho daño!- Me levante de ahí y Salí corriendo.


- ¡Bill, regresa!

Saque mi celular, llamando a papá que me contesto rápidamente.

*llamada.

- ¿Qué paso?- pregunto pesado.


- yo…iré a casa…solo…no vengas por mi…- dije sorbiendo la nariz, intentando que no escuchara que estaba llorando.


- ¿estás llorando?


- no…


- bueno, adiós.
- si...Adiós.

Guarde mi celular y camine a casa. Al llegar limpie mis lagrimas y subí a mi cuarto hundiendo la cara en mi almohada, llorando. Se abrió la puerta y escuche los pasos de papá acercarse.

- ¿Qué te pasa?


- …nada…


- ¿Por qué lloras, niño?


- no lloro…me siento mal…


- mmm ¿entonces no tienes hambre?


- no…


- bueno, saldré a comer fuera, ¿no quieres venir?

Si era estúpido, solo cuando por fin a papá se le estaba aflojando el corazón, tenían que hacerme esto.

- no…gracias.


- está bien, adiós.- cerró de un portazo y quite la almohada de mi cara.

El despertador sonó tan fuerte que me hizo casi caer de la cama, al parecer me había quedado dormido desde la tarde. Me di un baño y corrí a la escuela.

Había llegado temprano, el maestro aun no estaba, pero la mayoría de mis compañeros sí. Camine hasta mi lugar, junto a Andy.

- ¿Cómo estas, Bill?- baje la mirada y mire mis manos.


- bien… ¿y tú?


- yo estoy bien, pero no parece que tu lo estés.


- ¿por qué no?


- no sé, por lo que paso ayer.


- ahh…ayer tu tampoco estabas bien.


- ehh…si.


- Adam me dijo que te gustaría el dibujo…


- ¿cuál dibujo?- pregunto dudoso.


- el…ese dibujo.- dije queriendo no recordarlo.


- ahh… ¿el que tenía gustav...De ti?- asentí. – ¿Qué me iba a gustar? Bill, claro que no me gusto. Es por eso que ayer no quería decírtelo.


- ¿decirme que?


- lo de los rumores.


- ah, ¿y qué tiene que ver el dibujo?


- bueno…


- ¡buenos días!- dijo la maestra.


- mierda…


- ¿me lo dirás luego, verdad?


- claro que si.- sonrió.

Estuvimos en clases, estaba feliz de que solo quedaran tres días y yo por fin podría irme una semana de esta estúpida vida. Que podría estar una semana con mamá. Una semana sin golpes ni groserías.

La escuela por fin termino. Estábamos Gustav, Andy, (tu nombre) y yo sentados en el pasto, esperando que llegaran por nosotros. Llegaron por Gustav. Entonces fue que ninguno tuvo un tema de que hablar. Me acerque con Andy.

- ¿me lo dirás ya? En todo el tiempo no me has dicho nada.


- Bill, ¿Qué es lo que quieres que te diga?


- “los rumores”- dije moviendo las manos.


- ahh, bueno…escuche unos rumores acerca de ti y de mi.


- ¿Qué tipo de rumores? ¿Quién te lo dijo?


- no me lo dijo nadie, yo lo escuche. Y fueron rumores que en serio no me pusieron muy feliz.


- ¡¿por qué, de que se tratan?!- dije desesperado.


- tranquilízate Bill. Fueron rumores sobre que tú y yo…- miro el suelo y mordió sus labios.


- ¡ANDREAS!- Andy volteo, era su mamá.


- mañana te digo.


- ¡nunca puedes decírmelo!


- te lo prometo, mañana lo digo ¿sí?


- bueno…Adiós.


- adiós, Bill, adiós (tu nombre).


- Adiós.- dijo sonriendo.

Quedamos solos (tu nombre) y yo. Ella me miro y sonrió con nerviosismo, yo no me moleste en sonreír, solo levante las cejas e hice un movimiento con mi cabeza.
Ella bajo la mirada, y yo hice lo mismo, saco su celular, como si estuviera desesperada por que llegaran por ella.

- ¿puedo…puedo preguntarte algo?- ella dejo su celular en sus piernas y me miro.


- sí, ¿Qué es?


- bueno… ¿te doy asco?- frunció el seño.


- ¿asco?- asentí. –bueno…


- eso ya me respondió, gracias.- mire hacia otro lado, ella solo suspiró y se puso frente a mí.


- ¿por qué me ibas a dar asco?


- no hace falta preguntar…mírame…


- ya te he visto antes, no me das asco.


- bueno…tal vez no asco pero…soy un marica y bueno ¡olvídalo!


- ¿eres homosexual, Bill?- pregunto inocente, yo solo puse mis ojos en blanco y la volví a mirar.


- eso es lo que todos dicen.


- pero no eres ¿o sí?


- no.


- bueno, aunque fueras homosexual no me darías asco.


- pues pareciera que si…


- ¿por qué?


- ¿jamás has visto la forma en que me miras?....parece que…que vez a un…monstruo.


- perdóname si te hice sentir así, Bill. No lo hice queriendo, perdóname.- miro hacia la calle e hizo una seña. –bueno, han llegado por mí, adiós y ¡en serio perdóname!- salió corriendo a su camioneta.

Papá llego no mucho después que se fue.

- ¡córrele!- tome mi mochila y corrí al carro, me metí en él.

En el camino no habíamos hablado, ni siquiera para pelear. Llegamos a casa y corrí a mi cuarto.



5 comentarios:

  1. T____T pobre de bill las cosas que le sucedio :'( debio de ser terriblemente mal, y....me hace imaginar del que como lo habra tomado en la vida real :S ...... :'( pero bueno lo ame aunque fue muy triste para mi, las cosas que sientio cuando le dijeron que es homosexual :S
    ahhh!!! sube prontooooooooooo :D

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  2. q bien q esta pesadilla se acabara y estara con su mami .. pobre bill .. todo lo q le pasa .. es terrible .. es orrible .... sube otro porfiii
    u sigue mi fic porfiiiii www.perdidaperoencontradafic.blogspot.com

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  3. dios sera que algo esta naciendo entre Tn y bill n___n continuala ok amo tu fic y te segire siempre vale cudiate tkm y que bueno que porfin dse va bill con su mama y Tom cuidate tkmmmm!!! sigela vale

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  4. I likee !!!!! sube sube !! porfiiis ! :D

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  5. pobre bill espero que ya no sufra mas siguela me gusta tu fic

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