sábado, 10 de diciembre de 2011

capitulo 4


Gustav me miro, tal vez ya sospechaba algo, así que quise ya no abrir más la boca. Nos levantamos y regresamos cada quien a sus casas.

Subí a mi habitación y me eche en la cama, estaba cansado y quería tomar una siesta. Eso no duró mucho, ya que la puerta se abrió de par en par y la silueta de mi papá se miro en el marco de esta. Me senté de golpe.

- ¿Por qué no me avisas que has llegado?


- perdón…solo…


- cállate- interrumpió. – yo me voy.

Mi corazón latió fuertemente. Por un momento se me paso en la cabeza que se iría para jamás volver, así que le jale del brazo y me miro, furioso.

- ¡¿A dónde te vas?!


- ¿te importa? No te tengo que informar de todo lo que hago ¡suéltame!

Le obedecí y le solté lentamente, el negó y salió de mi habitación. Yo le perseguí hasta el primer piso.

- ¿A dónde vas?


- ¡¿Qué tu no entiendes?!


- por favor…dime…


- ¡cállate, niño!- dio un manotazo en mi cara y salió de la casa.

Mi respiración se hizo entrecortada; tome mi mejilla con mis dos manos, escuche la reja cerrarse y camine hacia la ventana. El ya no estaba, y por un momento temí que me habría dejado solo por siempre, pero el miedo se quitó al saber que estaría toda una tarde yo solo. Sin golpes ni palabras hirientes, ¡yo solo, haciendo lo que quisiera!

Subí a mi recamara, sabía que el “hacer todo lo que quisiera” por la mayor parte era totalmente falso, pues si papá se enteraba que hice algo que a él no le gustaba – que es todo lo que yo hago- me sacaría las costillas de su lugar.

Lo único que hice fue cantar…es como si me fuera a otro mundo, al mundo donde solo existen personas que me aceptan…solo existo yo y mi música.

Mi voz resonaba por toda la casa, cerré mis ojos, imaginándome no solo estando en un escenario, sino que, imaginando como hubiera sido mi vida sin regaños. Con un papá que me apoyara sobre mis sueños y sobre todo que me quisiera.

Mi voz se empezó a hacer entrecortada y algunas lágrimas ya resbalaban por mis mejillas. Deje de cantar, me quede mirando a la nada, simplemente seguía pensando. Trague saliva y suspire.

Tenía tantas ganas de escapar de mi realidad, ¡no la aceptaba! Quería escapar de mi vida, de esta horrible casa y sobre todo: de papá. Yo lo quería, en realidad cuando yo me quede con papá, ya tenía razón de pensar y, realmente yo estaba feliz de que él se quedara conmigo…no entiendo porque si yo lo quería el…el me desprecia tanto,

Mis lágrimas al recordar todo aquello, fueron creciendo. Mi vida nunca fue del todo linda, pero yo sabía aceptarla. Siempre que mamá y papá peleaban, tom y yo nos apoyábamos, sabíamos que juntos no nos dolería tanto pero, ahora que estamos lejos, siento envidia de él. Que tiene una vida realmente linda, no creo que le falte nada con mamá.

Deshice mi cama y cubrí mi cuerpo entero con las cobijas, trate de dormir un rato.
No pasaron más de 4 horas cuando escuche la puerta de casa abrirse.

- ¡Bill!- escuche la voz de papá penetrar en mis oídos fuertemente. -¡te estoy hablando, niño, baja AHORA!

Decidí fingir que dormía, quería que me dejara en paz, no quería ser su sirviente esta noche. De pronto escuche los pasos de papá acercarse rápidamente a mi recamara, me estremecí, cerré los ojos, apretándolos fuertemente.
Las cobijas me descubrieron, no abrí los ojos, desee que papá creyera que si estaba durmiendo y se largara, pero jalo mi oreja para que “despertara” entonces fue que abrí los ojos, mirándolo con miedo.

- ¡te estoy hablando, idiota!


- perdón…estaba dormido.- dije, excusándome.


- no me importa lo que estabas haciendo, ¡a mí me escuchas cuando te hable!


- pero no te escuche, dormía muy profundo, perdóname.- dije con la mirada baja.


- al parecer tu no escuchas nada, niño. ¿Sabes porque regrese?- negué levemente. -¡contéstame!


- no…no se ¿por mi?- pregunte esperanzado.


- ¡ja! ¿Por ti? ¡Claro que no regrese por ti! Regrese porque la directora me hablo y me ha dicho que no te presentaste en la escuela.

Mi corazón se detuvo por un momento, comencé a maldecir a la puta maestra.

- ahh...- intenté decir algo.


- ¡¿”ahh”?! ¿Por qué no fuiste?- empezó a gritar.


- no…yo…


- ¡háblame bien, no tartamudees!


- perdón…


- ya, ahora dime ¡porque no fuiste!


- te dije que todos me trataban mal…


- pero ¿y eso qué? ¡No tienes que faltar, yo no pago para que siguas igual de inútil! No pago tu escuela para que la pases por alto ¡no te importa lo que yo hago, no te importa que me rompa la espalda para pagar tus estudios!  ¡Eres un inconsciente, un idiota!


- ya…lo siento papá, te juro no lo vuelvo a hacer…


- ¡SEGURO QUE NO LO VAS A VOLVER A HACER O TE VA A IR PEOR QUE COMO TE VA A IR AHORA!


- ¡no! ya esta, perdóname, te lo juro que no lo hago más, ya no falto, por favor.


- me estoy cansando de que siempre digas y hagas lo que te venga en mente.


- perdóname, papi, ya no lo vuelvo a hacer, solo fui…

Antes de poder terminar, sentí la fría mano de papá tomándome las muñecas fuertemente. Lo mire con miedo y el, me miraba a mí con sus ojos que parecían estar prendidos con fuego.

- no, por favor, ¡ya no me golpees! Te prometo que no haré nada mal de nuevo.


- ¡para que no hagas estupideces otra vez, tienes que atenerte a las consecuencias!


- no, no por favor no.

Parecía no escuchar lo que le dije, o más bien, no le importo lo que le dije; me jalo, aun tomándome las muñecas, hacia mi habitación, me tiro al suelo y yo comencé a temblar, mirándole, esperando que algo hiciera que  ya no continuara con lo que estaba empezando.

- por favor…


- ¡cállate, marica!


- no…no me hagas nada.


- ¿no quieres escuchar, ehh? ¡Pues yo hago que me escuches, imbécil!

Vi su pie acercándose a mi estomago, mi único reflejo fue tomarle el tobillo para que no me hiciera daño, pero claro, eso fue tan mala idea como escaparme de la escuela.

- ¡suéltame, idiota!- tomo mi silla y la estrello en mi.


- ahh…- pude quejarme lo bastante fuerte, realmente me dolió muchísimo.


- ¿¡te duele!?- asentí, creyendo que al hacerlo, el dejaría de pegarme. -¡pues te mereces esto y más!

Se saco el zapato y comenzó a golpearme con él en todas partes de mi cuerpo. Las lágrimas ya se me habían saltado, el tiempo se detuvo al ver la cara de papá, me miraba lo bastante enojado, como si mereciera estar muerto por aparecerme en su vida.

Dio un último golpe en mi brazo y paro, después de lo que para mi fueron horas de dolor.

- ¡te vas a ir a la cama sin comer ni una miga de pan!- uso la misma excusa que en muchas películas habría escuchado, y pensaba que esos padres y también madres eran demasiado crueles. Pero esta no era una película, en la que todas actuaban y después de eso podrían comer lo que quisieran, esto era real y no era que tuviera mucha hambre, si no que no podía creer que papá me dijera inconsciente por no ir al colegio y el tuviera el corazón para no pensar en su hijo que posiblemente estuviera muriendo de dolor por lo que el mismo causo.

Salió dando un portazo. Las lágrimas no terminaban de salirse, y mi cuerpo empezó a palpitar. Sentía un dolor insoportable, cerré los ojos tratando de pensar en otra cosa, pero al parecer era imposible, ¿Por qué me hacía esto? No lo entiendo.


La alarma sonó un par de veces, abrí los ojos de golpe y mire que aun estaba tirado en el suelo. Me levante con un dolor que llenaba cada poro de mi piel, pero sabía que si no iba a la escuela no viviría mañana.

Me di un baño y me vestí. Casi no me maquille, algunos golpes no habían cerrado y podría ser que los infectara. Tome mi mochila y salí corriendo de casa, antes de que papá se despertara y comenzara a gritarme otra vez.

Llegue a la escuela y corrí hacia mi cubículo. Toque a la puerta y el maestro de física dejo de escribir y miro hacia la puerta, se acerco rápidamente y me abrió.

- llegas tarde.- dijo seco, frunciendo el ceño.


- lo siento…-baje la mirada.


- ¿ves lo que te pasa?- levante la mirada, confundido por lo que decía.


- ¿Qué me pasa?


- por ser una nena te dejan así la cara, ¿eso no te enseña que los hombres no se maquillan? Mira como te dejaron.


- yo si me maquillo.- dije, defendiéndome a mí mismo.


- sí, ya veo.- alzo las cejas. –es por eso que no te voy a dejar entrar a mi clase.


- no, ¡no puede, voy a reprobar también esta materia!


- yo no acepto maricones en mi clase.


- ya, me despinto ahora ¿sí?


- hum- hizo como si creyera que su clase fuera muy importante para mí, cosa que no lo era.


- ¿entonces?


- ¡hazlo rápido!


- está bien.

Corrí hacia el baño, realmente no quería llevarme otra materia. Abrí la llave y deje caer el agua en mis manos, la eche toda en mi cara y con papel higiénico quite todo el maquillaje que llevaba. Regrese al cubículo, abriendo la puerta y entre.

- ¿en tu casa no te enseñan a tocar?- me puse nervioso y asentí. -¿entonces?

Rodee los ojos y salí del cubículo de nuevo para tocar, el profesor se levanto y abrió la puerta dejándome pasar. Camine hacía mi asiento.

- Bill, otra vez vas a llevarte esta materia si no te portas bien.- dijo Andy, tal vez preocupado.


- no me porte mal, no tiene nada de malo que me maquille.


- no, pero llegas tarde.


- está bien, entonces ya no hay que hablar para que no te lleves también tu la materia.- dije un poco molesto.
- tranquilo, no te enojes.


- no me enojo.- mentí y mire mi libreta, saque un bolígrafo y empecé a rayarlo con frases un tanto estúpidas, otras no lo eran tanto.

Por fin termino la clase y era hora de un descanso. Me levante de mi mesa banco al igual que hizo Andy.

- ¿Qué hacías, Bill?- miro mi libreta, que yo cerré al tiro.


- nada… ¿Por qué no vamos con Gustav?


- está bien.

Salimos del cubículo y fuimos a buscar a Gustav al suyo. Entramos y lo que vi me dejo confundido, hablaba con alguien que no conocía, bueno…alguien que ni siquiera Andy conocía y eso nos puso dudosos. Nos acercamos a ellos, que al tiro nos miramos los cuatro.

- hola, amigos.- dijo Gustav que sonreía ampliamente, como siempre que estamos con él.


- hola.- dijo Andy con la misma sonrisa.


- hola…


- ¿Quién es?- pregunto Andy.


- es (tu nombre), es nueva en esta escuela.


- hola…- dijo tímida.


- ¿Cómo estás? Soy Andy y el es mi mejor amigo, Bill.



Me miro con los ojos grandes y su boca entreabierta, parecía sorprendida. Baje la mirada, avergonzado por la forma en la que me miraba, empecé a ponerme intranquilo.

- mucho gusto.- dijo entrecortada, tendió la mano para Andy, que al tiro la tomo. Después la tendió para mí, aun con su cara de sorpresa y me pareció que tenía algo conmigo, como si solo con mirarme le causara miedo o asco, así que decidí tomar su mano y soltarla al tiro.

- ¿saben? Tengo que irme.


- ¿A dónde?- pregunto Gustav.


- tengo que ir al baño.- Salí de ahí sin mirarles.

No quería ser grosero, pero ella no se miraba muy amigable así que decidí no hacerle mucho juego.

Regresamos a clases, yo estaba aun sentado en mi asiento, antes de que todos volvieran. Andy llego, serio, y se acerco a mí.

- ¿Qué te paso hace un rato, Bill?
- nada… ¿por qué?


- mmm, es que, no lo sé, pareciste no muy conforme con la amiga de Gustav.


- ¿yo? Ella no pareció muy conforme con mi presencia.


- vamos, Bill ¿Cómo quieres conseguir amigos así?


- no necesito amigos, contigo y Gustav es suficiente.


- recuerda que yo me iré y ¿Qué si gustav no estudia tampoco aquí?


- prefiero quedarme solo que con personas como todas aquí.

Andreas negó y se produjo un silencio largo, hasta que todos mis compañeros entraron en el salón seguidos de la maestra.

Pasaron 5 horas de clases y ¡por fin la escuela se había acabado! Andy y yo salimos y nos quedamos en el jardín esperando a nuestros papás. Gustav llego con ella, se nos acercaron y se sentaron en el pasto junto a nosotros.

- ¡hola!- dijo gustav. Nosotros los miramos, saludándolos. -¿Qué hacen?


- esperando a que nos recojan.- dijo Andy con sarcasmo.


- hum ¿Bill, te han quitado el castigo?


- pff…- dije, recordando todo lo pasado ayer. – no, y creo que no me lo quitara nunca.


- ¿te castigaron?- pregunto Andy.


- cuando no.- rió gustav y yo le mire molesto. –lo siento…


- ¿Qué pudiste hacer tan malo ahora?


- no hice nada…


- ¿entonces?


- yo… ¿Por qué no lo olvidan?- Andy y Gustav se miraron serios.


- ¿Por qué no vienen a mi casa por la tarde? Yo le digo a tu papá, Bill.- pregunto gustav


- ¡no! a mi papá no le digas nada ¡quieres que me castigue más!


- ¿entonces a tu mamá?


- ella…no está…


- vamos, Bill jamás sales fuera con nosotros.


- no puedo…


- hum, bueno…. ¿tu quieres venir?- le pregunto a ella.


- bueno…espero que mamá me deje.- sonrió.


- está bien.- Gustav le sonrió también.



De pronto los cuatro dejamos de hablar, de pronto Adam se acerco con su grupito: Agatha, Boris, Margot, Volker y Ronny.

- que, no me digas que de nuevo te han olvidado, nena.- despeino mi cabello con brusquedad.


- déjame…


- ¿te avergonzamos frente a tus amigos?- dijo Margot, burlándose.


- ya, para, que el marica va a llorar.- dijo imitando una estúpida voz.


- ¡déjenlo en paz!- se levanto Andy, defendiéndome.


- huuy, su amiguito lo defiende porque el marica no sabe hacerlo solo.- rio Boris.


- ¡cállense!- me levante.


- ¡¿o si no que, nenaza?! ¿Le llamaras a tu papá para que nos golpee igual que a ti?


- mi papá no me ha golpeado, imbécil.


- ahh, cierto, es que ni tu propio padre te prestaría tanta atención ¡porque no te quiere!- dijo Agatha, jalando mi cabello.

Mis ojos empezaron a aguarse, trate de que ninguna lagrima saliera de mis ojos, pero al parecer Adam lo noto y se acerco a mí.

- ¡esperen, ESTA LLORANDO!- comenzó a carcajearse.


- huuy, pobrecito, ya no llores marica.


- ¿Qué esperaban de un maricon como él?


- sí, siempre llora, ¡es una nena! No puede aguantar ni una ofensa porque se pone a llorar.


-…déjenme…


- ya, ¡paren, que si no se pone a llorar más!

Volker me empujo, haciéndome caer al pasto bruscamente, me encerraron en medio de ellos y comenzaron a patearme y darme insultos hirientes.

- ¡ya, paren, idiotas! ¡Déjenlo ya!- escuche la voz de gustav, que quito a Margot bruscamente,  jalo de mi brazo haciéndome parar.


- ¡vallase lejos!- dijo Andy. -¿o quieren que les acuse con la directora?


- nadie lo quiere, no te creerían.- dijo Adam.

Los seis se largaron y Andy regreso conmigo.

- ¿estás bien, Bill?- pregunto Gustav, mientras intentaba acomodarme unos cabellos.


- ¡déjame!- me levante del pasto. –yo me voy.

Tome mi mochila y camine. Me jalaron la playera tan fuerte que pude casi asegurar que era papá, pero no lo fue, era Andy que me miraba preocupado.

- no te vayas, amigo.- Gustav y ella se acercaron también.


- Bill, ¿no esperarás a tu papá?- pregunto Gustav, preocupado.


- no…prefiero ir yo solo.


- si quieres, mamá puede llevarte.- dijo Andy.


- no…quiero estar solo, por favor.


- ahora no es momento de que estés solo, Bill. ¿No quieres platicar?- pregunto Gustav, parecía realmente preocupado.


- no…estoy bien, en serio…


-¿estás seguro?


- puedes platicar con nosotros, ¿verdad (tu nombre)?- la mire, serio, ella me miraba igual, pero asintió.


- no, no quiero hablar ¡ahora no quiero, déjenme!

Camine otra vez, esta vez sin ser detenido por ninguno de los dos. Al saber que estaba solo, es decir, que ya no estaba cerca de la escuela, comencé a dejar que las lagrimas cayeran lentamente. Tenía miedo de llegar a casa, pero ahora también empezaba a temerle aun más a lo que me esperaba fuera.

Saque las llaves de casa y entre en ella. Scotty me saludo, coleando de felicidad. Me acuclille frente a él, dejando que lamiera mi cara.

- ¿Cómo estás, Scotty?- dije, mientras acariciaba tras de sus orejas.

Él era el único amigo que sabía todo lo que me pasaba y que, a pesar de todo, el me quería y esperaba por mi cuando salía, el único que me quería sin juzgarme y el único al que yo le tenía muchísima confianza.

Sonreí al mirarle y le abrace por su cuello. El se quedo quieto y al tiro se hecho en el pasto dejando que yo me echara también sobre él, apoyando mi cabeza en su pancita. Ya no era tan cachorro pero, a pesar de que apenas llevara unos pocos años conmigo, había aprendido a quererme, al igual que yo a él.


5 comentarios:

  1. pobre de bill T______T como es posible de que pueda soportar tanto dolor :'(
    lo peor es que tooodoos lo tratan igual excepto sus amigos y scotty :)
    bueno espero con ansias el otro porfa muero un millon de veces por saber que pasa luego :) y con (tn) :O
    espero se lleven bien yyyyyyyy........
    ahh!!!!! muero!! solo epero el proximo :)

    ResponderEliminar
  2. sigela plisss vale n_n u____U que trizte lo de Bill porque el mundo es cruel con el????? porque tienes que soportar lagrimas, maltrator, discuciones,golpes,incomprension,soledad ? porque todo eso le pasa a Bill que tan buena persona es ? u___U y su papa parese odiarlo a muerte ? u___U sigela plisss porfa vale? no se porque pero tu fic refleja un poco de mi vida u___U

    ResponderEliminar
  3. que triste por que a bill el que es tan lindo T.T SIGUELA

    ResponderEliminar
  4. omg que historia mas trsite por favor no hagas q bil sufra tanto :-( por fis siguela

    ResponderEliminar
  5. si de verdad no hagas que el sufra tanto pero aun asi me encanta

    ResponderEliminar