- tendrán que juntarse en parejas para hacer el trabajo.-
dijo la maestra. Todos empezaron a mirar a su pareja, buscándola con la mirada.
- mierda…- odiaba los trabajos en parejas ¡los odiaba!
Había dos opciones: quedarme solo, o juntarme con alguien que me odiara. Tome
mi libreta y comencé a hacer garabatos. Estaba un poco molesto, siempre me
quedaba solo y si tenía que juntarme con alguno de ellos, prefería mejor no
hacer el trabajo. Adam se acerco, sonriendo, como si tramara algo; quite mi
mirada de la suya y seguí rayando las hojas de mi libreta.
- hey, Billa tu y yo vamos a ser parejas, ¿Qué te
parece?- sentí rabia y mi pecho subió y
bajo rápidamente, le mire, que ya acercaba una silla hacia mí.
- yo voy a estar solo.- me atreví a decir, aun que al parecer
no era una buena idea. Adam negó.
- no lo creo, la maestra ha dicho que debía juntarme
contigo.- sonrío con suficiencia. – y más te vale que no vallas de marica,
niña.
- jumm.- deje salir un suspiro. –Bueno, ¿de qué quieres
hacer el trabajo?- dije molesto. El me miro incrédulo y sonrió.
- pero no me preguntes a mí, Billa, lo vas a hacer todo
tu.
- ¿estás loco? No lo hare todo yo.
- claro que lo harás, o…puedes sufrir en descanso…-
sonrió, alzando las cejas.
- no puedes amenazarme, Adam. Tu también harás el
trabajo.- dije, serio, ocultando el miedo que sentí.
- ¡lo harás todo tú!- su lapicero penetro un poco por mi
mano, haciéndome sacar un grito de dolor y la sorpresa que medio el sentir la
punta entrando. Todos pusieron su vista encima de nosotros y comenzaron a reír.
Adam tomo el lapicero, que aun estaba dentro de mi piel.
- ¡no lo quites!- dio un salto en respuesta a mi grito y
dejo de tomarlo, comenzó a sonreír…lo quitaría. –por favor, Adam, vas a
lastimarme, por favor.- mi respiración se agito, pues lo que Adam quería era
lastimarme, no compadecerse de mí.
- Billa, Billa, Billa, lo hubieras pensado antes de tomar
tanta confianza y negarte a mis órdenes.- paso su lengua por sus labios y tomo
el lapicero de nuevo.
- por favor, Adam, no puedes ser tan malo…- puse la
mirada en su mano, que sostenía el lapicero con su pulgar y su índice. –haré el
trabajo yo…pero déjame quitármelo yo solo.
- yo soy un caballero, y no puedo dejar que las niñas
hagan un trabajo duro, lo quitare yo.- mi respiración se agito a un más. Y es
que mis manos eran demasiado sensibles al dolor y si me lo quitaba el, podría
acabar llorando ahí.
- Adam… ¡AHH!...- lo había sacado. De mi mano comenzó a
salir la sangre lentamente; cubrí la herida con mi mano sana y la pegue contra
mi pecho.
- la bebe está llorando.- todos en el cubículo empezaron
a reír. No lo estaba haciendo…o al menos aun no soltaba lágrimas pero, en
efecto mis ojos se llenaron de ellas. La maestra llego hasta donde nosotros
y cruzo sus brazos.
- ¿por qué no están trabajando?- Adam la miro y sonrió,
se puso de pie y tomo el brazo de ella.
- Bill empezó a gritarme, me dijo que todo lo hacía mal y
no quería estar de pareja conmigo.- mi cara mostro sorpresa, aun que no la fue
del todo, sabía que iba a culparme a mí. –No me quiere como pareja.- volvió a
hablar.- la maestra se acerco a mí.
- siempre tienes que ser tu el que causa problemas. No
deberías molestar a tu compañero ¡él es tu pareja quieras o no! contigo no hay
remedió, tu no haces las cosas mejor que él y el jamás te lo dice ¡no abras la
boca sin antes conocerte!- gritaba enojada mientras el dolor inundaba mi ser.
- ¡yo no le dije eso, el me hizo esto!- puse mi mano
frente a su cara, ella la miro con asco y la aparto.
- ¡porque me dijo marica, yo si tengo sentimientos y
tenía que defenderme! El no sabe hacer nada, solo nos trata mal a todos
nosotros, por eso aquí nadie lo quiere, ¡ni su papá lo quiere!
- ¿ya lo ves, bill? si quieres que te traten bien,
trátalos bien tu a ellos. Y ahora ¡trabajen!- dijo la maestra para después
darnos la espalda e irse. Pase el índice por la herida en mi mano, manchando mi
dedo de sangre que ya comenzaba a secar, cerré los ojos sintiendo el dolor que
me causaba.
Termine el trabajo y Adam lo llevo con la maestra. A la
salida me encontré con (tu nombre) y Gustav. Me senté en el pasto con ellos.
Aun que no duro mucho, ya que adam y sus amigos llegaron conmigo y me llevaron
lejos de ellos.
- ¿Qué quieren?- dije tímido.
- que pagues por lo que hiciste. No debiste ir con el
cuento de que yo te hice esto.- dijo Adam, levantando mi mano.
- ya va, hice yo el trabajo…déjame en paz.- me di la
vuelta y me encontré con Frank. -¿Frank?- empezó a sonreír.
- al parecer no soy al único al que le has arruinado los
planes.- lo mire confundido.
- ¿de qué carajo hablas?
- no juegues, Bill, ¿recuerdas que por tu culpa (tu
nombre) y yo nos peleamos?- mordí mis labios y baje la mirada.
- pero…vamos, yo no quise, perdóname.- negó y me llevo
con Adam y sus amigos.
- Billa, has ganado el record de ser el más odiado de la
escuela.- dijo Adam.
- Frank…por favor, no piensas ser igual que personas que
son más pequeñas que tú.- dije con miedo.
- no me importa cuántos años menores que yo sean, tu nos
debes mucho a nosotros.- dijo, tomándome por los hombros.
- por favor…yo no quise que (tu nombre) y tu pelearan…
- pero lo hicimos ¡y fue tu culpa!
- vaya, Bill, ahora nos la vas a pagar a todos
nosotros.- dijo Adam. Frank me pego
contra la pared, y todos se acercaron a mí, dejándome sin salida.
- por favor, no me hagan nada…hare lo que quieran…pero no
me peguen.- dije tímido, mi corazón quiso salir por mi boca, tenía miedo.
- es que no entiendes, lo haremos para que no vuelvas a
jodernos.- dijo Frank. Y me tomo por los hombros fuertemente. –mejor acabemos
con esto pronto.
- hum…- gemí al toque de su puño con mi pómulo. –por
favor, Frank…ahh.- dieron un puñetazo en mi estomago, haciéndome caer al suelo,
sin aire ni fuerzas. Sentí patadas, no paraba de gritar y las lágrimas ya me
caían por los ojos. –por favor…-me jalaron mi cabello e hicieron que me
levantara.
- mira lo que tenemos para ti, Billa.- sacaron unas ramas
un poco gruesas. Negué fuertemente y trate de correr. -¡hey! ¿A dónde vas,
Billa?
- déjenme…- me jalaron y me mostraron una vez más esas
ramas, si entre todos ellos me golpeaban con ramas, seguro se romperían mis
huesos y moriría ahí. -¡ayúdenme, por favor!- grite. Lloraba de pánico,
terminarían matándome a palazos. Adam me detuvo del pecho y Frank tomo una rama
y la apunto hacía mí. -¡AYUDENME! ¡POR FAVOR, ALGUIEN AYUDEME!
- nadie te va a escuchar, todos se han ido ya.- eso era
mentira, hacia apenas quince minutos que habíamos salido de la escuela, no
todos se habrían ido.
- ¡QUIEREN MATARME! ¡POR FAVOR, AYUDENME! ¡AYUDENME!-
dieron el primero en un costado de mi cabeza, cerca de mi oreja que seguro ya
estaba sangrando. Sentí mis pupilas dilatarse y el raspón de mi mejilla con la
pared, después el frío del pasto en mis mejillas. Cerré los ojos, escuchaba
como reían.
- se va a morir.- dijo una voz femenina, un poco
preocupada, escuchaba eco en su voz, pronto quedaría inconsciente y
efectivamente moriría si nadie me encontraba ahí.
- ayu…ayúdenme…- trate de gritar o que algo me ayudara a
que sus corazones se aflojaran y me llevaran con un medico.
- démosle otro en la cabeza, así se muere y no nos
culpa.- escuche una voz, ya no alcanzaba a distinguir si era femenina o
masculina.
- ¿estás loco? Nos meterán a la cárcel…
- ya, ya, no nos va a pasar nada, yo se lo doy.- me
encogí al escuchar aquello, esperando el golpe en mi cabeza.
- ¡FRANK! Pero que…
- (tu nombre)…yo…
- ¡eres un estúpido! ¡¿Qué le hicieron?!- sentí unas
frías manos tomarme la mejilla, me torcerían el cuello. -¡Bill, Bill! ¿Puedes
escucharme? ¡BILL!
- (tu nombre), déjalo ya, se está muriendo.
- ¡eres un imbécil, hijo de puta! ¿¡Por qué lo
golpeaste!?
- pues porque te amo.
- ¡muérete! ¡Bill no te hizo nada!, Bill…- su voz se iba
apagando cada vez más y más. –Bill…Bill…escúchame…Bi…
[…]
Abrí los ojos débilmente, me encontré en un lugar helado,
intenté sentarme pero una mano grande apretó mi pecho desnudo y me hizo
acostarme nuevamente. Mover la cabeza me dolía, entonces no pude mirar quien
era esa persona, pero atendí lo que me hizo hacer y no volví a levantarme.
Sentí frio en mi frente y lo mire por primera vez…bueno, realmente no, yo ya lo
conocía, era el papá de (tu nombre).
- sí que te golpearon fuerte, ehh.- escuche una voz. – y
dime, ¿Por qué te golpearon?
- humm…- trate de hablar, pero me sentía tan débil que me
era un poco difícil abrir los labios.
- tranquilo, no te esfuerces.- escuche un pequeño zumbido
que me hizo cerrar los ojos.
- ¿Cómo esta, papá? No está grave, ¿verdad?- una voz,
seguro la de (Tu nombre). Trate de abrir los ojos pero es que algo me pasaba,
algo hacía que no pudiera estar en mis cinco sentidos.
- está bien, hace unos segundos despertó, pero puse un
calmante, para que no sintiera tanto dolor.- hum, ahora sé que me pasaba.
- ¿Cuándo va a estar bien, sin el calmante?
- tal vez en media hora, ahora es mejor que vallamos ca
comer.
- bueno…está bien.- escuche pasos y una puerta cerrarse
lentamente. Me di la vuelta en donde estaba recostado pero mi cabeza dolió
insoportablemente, así que decidí quedarme como estaba antes.
…
- ¿Bill, como te sientes?- abrí los ojos después de al
parecer dormir un momento y pude contemplar el lugar mejor.
- bien…- dije. Sentí algo muy frío en mi pecho. –hum…-
gemí.
- tranquilo. ¿Puedes levantarte?- asentí e intente
hacerlo, aun que me costó un poco de trabajo, pero él me ayudo, sosteniéndome
el estomago y la espalda hasta que lo pude hacer.
–ya estas estable. Mi hija
quiere verte.
- puedo… ¿puedo ponerme mi playera?- asintió y me la
paso, yo me la coloqué.
- Bill ¿has cuidado de tu peso corporal? Estas muy lejos
de tu peso ideal.
- ehh…si me he cuidado pero…no se…
- debes alimentarte bien, tienes anorexia y si sigues sin
comer puedes llegar a enfermarte mucho más grave.
- no soy anoréxico…no me he visto mal en el espejo yo…-
el me interrumpió con la mirada.
- Bill, ser anoréxico no implica todo lo que las personas
realmente saben, esos estereotipos. La anorexia no es solo eso, es no comer a
voluntad o lo contrarió.- levanto mi playera. –Detenla por mí ¿sí?- asentí y
detuve mi playera en mis hombros. –mírate, esto es grave, necesitas comer,
puedes tener anemia también. No sabes cuantas enfermedades vienen con la
desnutrición.- tomo mis costillas y bajo mi playera. Cambiando de tema ¿ya te
has comprado la pomada para tu infección?
- ehh…no.
- tienes que tomarte más en cuenta, tu cuerpo está
sufriendo.
- está bien…
- ahora debo irme.- asentí y el sonrió y salió de ahí. La
puerta volvió a abrirse, (tu nombre) venía con una charola de madera en sus
manos y se acercaba a mí.
- hola, Bill.- sonrió y puso la charola a mi lado. –te
traje de comer.
- gracias…- mire la comida y tome los cubiertos para
comer.
- Bill, perdóname por no llegar antes.- deje de comer y
la mire.
- no importa…- ella no sonrió, solo me miraba.
- fue el imbécil de Frank ¿verdad? El fue el que te
apaleo.
- bueno…sí.- suspiró furiosa.
- es un imbécil…estúpido…
- es tu novio, no deberías hablarle así.- sonreí.
- Bill ¿a caso aun estas adormecido? El ya no es mi
novio…es un hijo de puta.
- si no hubiera gritado…tu aun…
- si no hubieras gritado te hubieran matado y yo aun estaría
cegada por un imbécil.- sonreímos.
- mmm, esto es delicioso…- saboree la comida, comiéndome
un bocado. Aleje el plato de mí.
- que ¿ya no lo vas a terminar?
- es…estoy lleno, ya no me cabe nada más.
- Bill, casi no comiste nada.
- pero, en serio ya no me cabe nada…explotaré.- dije,
acariciando mi barriga. Su papá llego y se sentó en su escritorio, buscando
algún papel.
- vamos, Bill, un poco más.
- (tu nombre), te juro no me cabe nada.- su papá sonrió
al encontrar lo que necesitaba y se levanto para salir, aun que se acerco a
nosotros.
- ¿no te lo vas a comer?- negué. -¿recuerdas lo que
estábamos hablando?
- sí pero…no me cabe, en serio.
- inténtalo.- tome el tenedor y pique la comida, me la
metí a la boca y la mastiqué. Sentía un poco de asco, no era por la comida, en
realidad no me cabía ni una semilla de arroz. Con el tenedor movía la comida y
raspaba el plato. –No juegues con la comida, cómetela.- cerré los ojos,
exhausto. El tomo el tenedor y junto la comida y la subió en este, poniéndolo
frente a mis ojos, me miro serio. –abre la boca, come esto. – me sentí bajo
presión, así que abrí la boca y el metió el tenedor en ella, mastique
lentamente hasta tragarlo.
- ya no puedo…en serio…enfermare…- el negó y volvió a
juntar un poco de comida.
- comete esto, solo esto.- mordí mis labios y tome el
tenedor, metiéndolo a mi boca y tragándolo sin siquiera masticarlo una vez.
- ya…ya no…- se me salió una arcada y sentí toda la
comida regresar por mi garganta.
- ten, tomate esto.- me paso un vaso con agua y lo devoré
rápidamente. –bien, ahora ya pueden subir.
- vamos, Bill.- subimos a su recamara. Me senté en un
pequeño sofá verde. Tu nombre se sentó a mi lado y sonrió. –no quiero que potes
en mi recamara.- se burlo.
- no lo haré…lo prometo.- contesté.
- ¿Qué fue lo que le paso a tu mano?- me la tomo y
acaricio levemente mi mano.
- fue Adam, me encajo el lapicero.
- idiota que es. Deberían matarlos.
- vamos, (tu nombre), no seas tan mala.
- tú no seas tan bueno, Bill ¿no te das cuenta que te
están matando?
- no te pases, solo me odian…- baje la mirada. –yo no les
hice nada.
- no les hagas caso, Bill, ellos no saben valorar todo lo
que eres.
- ¿crees? Realmente no soy el mejor, es decir, tienen
razón de odiarme, no me doy a respetar.
- pues en eso te apoyo, dejas que te hagan todo, y no lo
mereces, eres buena persona.
- ¿en serio?
- sin duda. Bill, tú vales mucho, no dejes que acaben
contigo.
- vaya, nunca creí que pensaras así de mí.
- eres mi mejor amigo, ¿Qué podría pensar de ti?- Tome su
mejilla y la atraje hasta mi, nos miramos a los ojos por segundos enteros.
- eres mi mejor amiga.- le di un abrazo fuerte que ella
respondió.
- te quiero mucho, Bill.- susurró en mi oído.
- yo te quiero más.- confesé. Realmente la quería más que
a nada, pero no sabía cómo demostrarlo.
Dejamos de abrazarnos y comenzamos a mirar la TV.
Bueno…ella la miraba yo en cambio pensaba que esto era realmente extraño.
Empezaba a enamorarme y eso no era lo malo…era que lo hacía de mi mejor amiga.
Puede parecer raro, pero para mí era un sentimiento hermoso, no sabía qué era
lo que me había llevado a enamorarme de ella…antes la miraba con desprecio,
sentía que sería otra de esas personas que me juzgarían, y encima nunca se me
había hecho tan linda de físico como la miraba ahora.
¿Qué fue lo que me llevo a esto? Quizá fue su sonrisa, o
sus ojos, sus palabras o su apoyo. Lo que sea que fuera, lo agradezco
demasiado, es un sentimiento que ni el hombre más enamorado del mundo lo
entendería, porque siento que…que es ella…la indicada, no sé si mi alma gemela
ni con la que pasare todo el tiempo de mi vida. Pero, yo espero que así sea,
porque sí, tengo 15 años, pero con mi corta edad puedo sentir que estoy
enamorado.
- Bill, ¿Qué te pasa?- sacudí la cabeza y la mire.
- nada, ¿por qué?
- no lo sé, estas raro ¿te sientes bien?
- si…- asintió y se viro a la TV.
La mire por unos segundos y pensé que quizá ella no
sentía lo mismo que yo por mi. Pero no podía ser verdad…aquel beso que nos
dimos fue…fue el que me hizo descubrir que los dos sentíamos por lo menos una
pizca de amor hacia el otro.
- (tu nombre)…- tomo el mando de la TV y me miro.
- ¿Qué pasa, Bill?- sonrió.
- tu… ¿crees en las almas gemelas?- me miro confundida.
- bueno…no lo creo, ¿y tú?
- yo si…- sonreí.
- ¿en serio? ¿Cómo sería ti alma gemela?
- emm… no lo sé, no me importa como sea…supongo que todos
tenemos una.
- ¿crees que yo la tenga?
- sí, pero tienes que creer en ella…puede que este
vagando, buscándote.
- ¿lo crees?- asentí. -¿Dónde está la tuya?
- espero que no esté muy lejos…que este lo más cerca de
mí…
- tal vez no lo está, solo debes buscarla un poco más.
- o que ella se dé cuenta que yo estoy aquí.- sonreí.
Ella asintió.
- Bill, ¿crees que…que nos asignen un compañero de vida?
- eso creo, todos tenemos la oportunidad de amar y ser
amados ¿no?
- bueno, tienes razón. Me gustaría tener alguien en quien
confiar.
- pero para eso no necesitas compañero de vida. Están los
amigos ¿sabes?
- cierto.
- quiero alguien que no me juzgue, alguien que me acepte
y no tenga vergüenza de salir a la calle a mi lado.
- y las que lo hagan, será porque son idiotas. Alguien
que te juzga no es buena persona.
- si…
- como Frank…el no es buena persona, prometió cosas que
jamás cumplió.
- y gracias al estúpido de Bill Kaulitz terminaste con
él.
- no eres estúpido. No iba a dejar que te apalearan hasta
matarte.
Sus palabras eran las más lindas que había escuchado
nunca, era hermoso como podía cambiarme de ánimo siempre, sin siquiera
proponérselo, con solo mirarla podía sentir cosas que jamás había sentido en
toda mi vida. Era como sentir que me llevaban volando a otro lugar, donde solo
existía la felicidad y no había personas malas.
Si no se lo decía ahora, podría perderla para siempre. He
escuchado que las amistades no pueden tener relaciones afectivas pero no lo creo,
o al menos no quiero hacerlo, prefería perder esa amistad a perder la
oportunidad de confesarle todo lo que sentía, de poder perder esa mirada sobre
la mía. Respiré hondo y la mire.
- (tu nombre)…
:O its so nice! n.n
ResponderEliminarxd i like !
aaaa!!! no puedo creer q la hayas dejado ahi!!
ResponderEliminaren la parte mas emocionante!!!
*-* aaww!! no puedo creer lo que Bill esta a punto de hacer!! espero y todo le salga bien!!!
sube rapido! prontooo! porfa! t lo ruego!!
me dejas con demasiada intriga!
PD:Bill se esta muriendo! :( espero mejore su salud!
PD de PD: Odio a Adam y a Frank!!!! espero que todo lo que le hacen a Bill se les devuelva pero multiplicado por 10000!!! >.<
:O!!!!!!!! como la dejas ahi!!!!!!! >.<
ResponderEliminarmira k mala eres jajajaj
me fui de vacaciones y la lei al tiro todo lo k me perdi pff mori al dejar de leer en ese parte mas importante k la dejaste jm!!! jajaa
sube prontooo porfa T_T
siii ¡amor! lo que el mundo esperaba :D ojala frank no mate a bill 0_0 me encanto sigue asi =3
ResponderEliminaromg me super encantooooooooo!!! siguelaaaaaaaaaaa me dejastes en suspenso
ResponderEliminaro.o!!!!!pobre bilito esta sufriendo muchooo!! esos malditos ojala y se mueran!!! >.<
ResponderEliminaresta super el capiii!!
me dejaste con le intrigaaa!!!!
siguelaaaaaaa porfaaaa!!
sube pronto!!