jueves, 5 de enero de 2012

capitulo 15


Llegamos a casa, papá ya no estaba. Tom y yo subimos a mi recamara, Tom corrió hacia la cama, dando un pequeño salto. Me senté a su lado. El me miro sonriendo, baje la mirada un poco apenado, cuando volví a levantar la mirada él seguía mirándome.

- ¿Qué pasa?- me atreví a preguntar. Tom quito su tenis y subió los pies a la cama, acercándose un poco a mí. -¿Tom?- se acerco más a mí y tomo aire.

- ¿es tu mejor amiga?- al parecer fue mala idea preguntar, empezaba a molestarme y de verdad no tenía ganas de pelear, pero menos de que me hicieran sacar cosas de las que estaba confundido o realmente no sentía.

- pues…si ¿por qué lo preguntas?- ladeo la cabeza y con sus dos manos tomo cada uno de mis hombros, sacudiéndome un poco. – Tom, ¿por qué lo preguntas?- repetí

- emm, por como la miras, por cómo te comportas cuando estas con ella.- sonrió. Yo me puse serio y arrugue las cejas, no entendía muy bien a lo que quería llegar con eso.

- ¿Cómo la miro? ¿Cómo me comporto con ella? Vamos, Tom, no digas estupideces, desde siempre me he portado igual con ella.- rodeo los ojos y me hizo sentir que tal vez lo que yo decía era una completa mentira, tal vez yo no me daba cuenta de cómo me portaba con ella.

- la miras como, no sé, ¿Cuál sería la palabra?- fingió estar pensando en algo. Chasqueo sus dedos -¡enamorado!- dijo mientras me apuntaba con el índice, yo lo mire incrédulo y rodee los ojos, al igual que él había hecho.

- tal vez eres tu el que está enamorado de ella y quieres culparme por tus sentimientos.- dije guiñando el ojo.

- ya va, no seas, Bill ella a mi no me gusta, y lo sabes porque no la conozco.- lamí mis labios y le mire a los ojos. El me miraba, esperando, tal vez, una respuesta mía, pero me había dado un poco duro.

- ehh…pudo ser amor a primera vista.- frunció el ceño y dio una palmada en su muslo, comenzó a reírse fuertemente. Me miro por un momento, pareció captar que a mí no me dio la más mínima gracia, ladee la cabeza y el paro de reír, mordiendo sus labios. -¿por qué te ríes, Tom?- pregunte, un poco serio.

- Bill ¡¿amor a primera vista?!- se burlo. –Vamos, eso no existe, el amor a primera vista es una mierda, tú no te enamoras de ella en serio, solo de su físico.- asentí, era un buen punto, pero no del todo.

- ¿Por qué lo dices? Te equivocas. –dejo ahora de reírse por completo y jalo una mecha de mi cabello, me queje un poco, pero sonreí, invitando a que contestara mi pregunta hecha hace unos segundos.

- no me digas que tú crees en el amor a primera vista, ¿¡por qué!?- me miro extrañado. Yo mire el parque tras de nosotros y cerré los ojos.

- ¿Cómo te atreves a preguntar eso, Tom? Es el amor más lindo que puede existir.

- ¿el más lindo? Espera- tomo mi rodilla -¿hablas del amor a primera vista?- yo asentí, sonriendo. El soltó una carcajada. –no digas estupideces, Bill, no es lindo.

- no las digas tu. Tal vez no te gusta porque no sabes mirar a los ojos.

- ya esta, Bill. Te gusta (tu nombre), fue amor a primera vista ¿no?- negué.

- Tom ¡ya te dije que no me gusta!- comenzó a reír fuertemente…otra vez. ¡Que me hartaba!

- está bien, te creo.- sonrió. El silencio inundo la casa y por alguna extraña razón no lo sentía tan incomodo como antes, quizá si me hacía falta estar con mi hermano, o estar acompañado de alguien que, por difícil que parezca, está pasando por lo mismo que yo, aun que él tuviera su vida hecha a mano, bordada a la perfección, siempre iba a haber un hueco, y ese hueco se llamaba “papá”, el papa que poco le faltaba y ahora, es como si no existiera.

Tome aire y en mi mente repase un poco algo que seguro ni yo mismo entendía, jamás lo había sentido y en verdad jamás me había interesado en esto pero, gracias a mi hermano, que me hizo abrir los ojos, pude notar que tal vez esto era algo nuevo para mí. Cuando pedí sentimientos nuevos, jamás pensé en estos, jamás quise que fueran estos pero…las cosas pasan por algo ¿no?

- bueno…tal vez si me gusta…un poco…- baje la mirada apenado, mordí mis labios, esperando un “marica” un “te lo dije” o tal vez un “lo dices para no parecer marica” pero lo que vi no fue nada más que una tierna sonrisa y dos ojos cálidos mirarme, como si esto fuera algo…que se yo…algo lindo.

- ¿en serio?- dijo, ahora sin burlarse, serio, pero en sus ojos notaba una sonrisa. Yo asentí y baje la mirada, aun sintiendo mi corazón latir rápido por la vergüenza que sentía. -¿Qué pasa, Bill?

- no, nada…es solo que…no sé, eso es…raro

- ¿nunca te habías enamorado antes?- negué. –bueno, y que mejor que estar enamorado de alguien que ya conoces.

- Tom ¿es que no me escuchas? Ella tiene novio.- sonrió y me miro.

- se dará cuenta que tu eres uno en un millón…bueno dos.- rio fuertemente, contagiándome la risa. Nunca me había sentido como me estoy sintiendo ahora. Es un sentimiento que, de verdad jamás había experimentado antes.

- ¿lo dices en serio?- el asintió y estrecho mi mano en la suya, me miro y sonrió.

- Bill, veraz que ella se dará cuenta de que tu eres el indicado, no ese…

- Frank.- termine.

- Frank.- repitió. –ya veras, hermano.

No sé si yo era lo bastante sensible como para sentir ganas de llorar con lo que me dijo Tom. Es…yo jamás había escuchado ese tipo de palabras dirigidas hacia mí, y que mi hermano me lo dijera, mi hermano, el que no conozco del todo pero tan solo con mirarlo puedo saber que siente o piensa…mi hermano gemelo. Era tan lindo escuchas esas palabras de alguien a quien antes no tenías confianza.

Tom se fue con mamá y yo me quede solo en casa. Tome un vaso con leche y fui a dormir. Al siguiente día era sábado y eso significa que podía dormir toda la mañana.

A la mañana siguiente no desperté tarde, y eso me puso un poco de mal humor. Últimamente papá y esa señora hablaban tan fuerte por las mañanas, perecía que lo hacían adrede, para que no pudiera dormir. Me levante y me di un baño; al salir hice mi cama y baje. Estaban en el comedor, papa la abrazaba por la cintura y sus manos estaban colocadas en el vientre de ella, pronto me miraron y sus caras se pusieron serias.

- te estábamos esperando, niño.- dijo papá. Me emocione un poco, tal vez iríamos tres a comer. Sonreí y me acerque dando pequeños saltos.

- ¿en serio? ¿Para qué?- pregunte ansioso. Después mire sus caras detenidamente y me di cuenta que en lo último que pensaban era en llevarme a mí con ellos a algún lado. No me sentí muy mal, pero si me decepcione un poco, en verdad quería salir. Papá dejo de abrazarla y se acerco a mí, jalando mi brazo bruscamente. –ahh...Suéltame…por favor…- el me llevo hacia la cocina y me aventó, haciéndome tambalear hasta casi caerme al suelo.

- tenemos mucha hambre, niño ¿no piensas hacernos de desayunar?

- si…ya voy.- no rezongue y tampoco hice una mala cara. Me dirigí al refrigerador y busque algo que pudieran comer. Hice lo primero que se me ocurrió, trate de hacerlo bien, tome unos platos y los lleve a la mesa, donde los dos estaban sentados. –aquí esta…

- ahh…- hizo un ruido extraño, me quede de pie, mirándolos. Tomo un bocado de la comida y antes tragarlo me miro. -¿Qué esperas?- me sentí apenado pero me atreví a hablar.

- ehh… ¿puedo comer yo también?- frunció el ceño y asintió.

- no me preguntes, tú hiciste esto.- volvió a comer.

- sí pero…ya no hay más… ¿me das del tuyo?- aventó los cubiertos y tomo el plato, azotando toda la comida en mi pecho, soltó el plato y se hizo trizas al tocar el piso. El movimiento fue tan brusco que hasta su novia se asusto. Mire la cara de papá, estaba roja y en sus ojos podía ver que estaba muy molesto; sentí miedo y ganas de llorar.

- ¡comete la maldita comida y deja de molestarme!- se levanto de la mesa y se sentó en la sala, moviendo sus piernas rápidamente, enojado. Me acerque a él, teniendo en mente una disculpa.

- perdóname, papi, si quieres…lo siento, lo siento, no quise dejarte sin comer, perdóname.- se levanto del sofá y me tomo por los brazos, apresándolos fuertemente en sus grandes manos, comenzó a sacudirme mientras relamía sus labios.

- ¡no me vuelvas a decir “papi”, yo no soy tu papi y tu mucho menos mi hijo!- me sentí triste, pero no lloraba, solo miraba sus ojos, que al parecer no mostraban que lo que decía era mentira. El no sentía que yo fuera su hijo y eso ya era bastante claro, era más claro que cualquier cosa que él no podía mantener su mirada sobre la mía a menos que fuera para maldecirme o herirme. -¿sabes qué? Tu mamá y yo nos vamos a ir a comer y tú te vas a quedar.

- por favor, pa...Papá, tengo hambre, voy a morir de hambre.- me azoto en el sofá y puso su mano en mi garganta, apretándola fuertemente. Me estaba dejando sin aliento, vi unos puntitos blancos y negros frente a papá, comencé a toser, tratando de tomar aire pero él no me dejaba.

- si no quieres morir de hambre, te mato yo mismo.- negué, su cara me causaba pánico, lo creía capaz de hacerme todo lo que fuera sin sentir remordimiento alguno, podría echarme en una bolsa y después aventarme a un río sin siquiera tener la conciencia de que ese hijo era de su propia sangre.

Le patee el estomago, haciendo que se separara de mi pero no funciono del todo, solo para que su agarre fuera aun más fuerte. Con mis uñas, tome toda la fuerza posible y las encaje en sus manos, en ese momento no pensaba en nada más que salvar mi propia vida, no me importaba el dolor que sintiera, si es que lo sentía. Mis uñas me salvaron de morir asfixiado, papa me soltó y me tomo de hombros fuertemente, empezó a gritarme tantas cosas que no podía entender, estaba más concentrado en tomar aire.

- ¡¿me escuchaste?!- el miedo me inundo, no le había escuchado nada. -¡te estoy hablando, niño!- no conteste y lo único que él hizo fue darme un rodillazo en la entrepierna. -¡marica!- tomo la mano de la estúpida esa y salieron.

-hum…- gemí y me recosté en el suelo hasta que cesara el dolor, no era que me hubiera pegado muy fuerte pero aun así me dolía un poco. El timbre sonó y me levante un poco mareado a abrir.

- ¡Bill! ¿Cómo estás?- (tu nombre) estaba tras la reja, sonriendo. Parecía ser como mi salvación. Siempre que papá me hacía algo ella aparecía, era como si ella se percatara de lo que papá me hacía o que se yo. Al menos estaba agradecido por eso.

- hola, (tu nombre) ¿Qué haces aquí?- mordió sus labios y espero a que yo terminara de abrir la reja. Cuando lo hice suspiro y dijo. - ¿te gustaría salir al parque?

- ¿a cuál parque?- sonreí. (Tu nombre) apunto ese maldito parque frente a mi casa. –Ahh ¿ese?- ella asintió. –Está bien.- salí de casa y nos dirigimos al parque. Y por primera vez comencé a sentirme nervioso con (Tu nombre). Nunca me había pasado pero, creo que Tom me ha cambiado un poco, ahora que acepte que sentía algo por ella…no sé, siento nervios y un poco de pena al andar con ella. Solo espero que no lo note.

Nos sentamos en el pasto, comenzamos a platicar, era tan extraño como ella me hacía sentirme lejos de mi realidad, sentir que papá no existía o al menos no acordarme de lo que me hacía. Me sentía refugiado con ella y es que yo no soy muy abierto con las personas pero, con (tu nombre) se me hace tan fácil hablar, como si fuera ella mi libreta, donde puedo expresarme y puedo sentir que no me juzgará a pesar de todo.

El clima empezó a ser fresco y un poco nublado, las pequeñas gotitas empezaron a caer; no era molesto, así que no nos fuimos. El tiempo se me fue volando, me sentía hambriento, pero algo me hacía no querer comer ni un bocado. (Tu nombre) y yo platicábamos, nunca le había prestado atención a su forma de hablar. Movía las manos tan rápido y siempre lamia sus labios al terminar de hablar. Algo me hacía no poder escucharla, parecía que hacía mímica, era gracioso.

- Bill, ¿me estas prestando atención?- sacudí la cabeza y la mire apenado. Ella suspiro y sonrió. -¿Qué tienes? Piensas en otra cosa.

- no…si te escuchaba solo que…- sonreí con nerviosismo. –perdóname. Sonrió. La lluvia comenzó a ser cada vez más intensa, el cielo se iluminaba azul por los rayos y las gotas se oían caer por todas partes. Mire a (tu nombre), su cabello ya estaba empapado, ella sonreía mirándome, al igual que yo lo hacía.
- ¡creo que es mejor que nos larguemos!- grito. Nos levantamos y ella tomo sus cosas, se las saque bruscamente y las tire al pasto de nuevo; (tu nombre) me miro confundida. -¡¿Qué haces Bill?!- el sonido de la lluvia era tan fuerte que no me dejaba escuchar lo que me decía, me acerque a ella un poco más.

- no tenemos que irnos ahora.- me miro sorprendida.

- ¿Cómo que no, Bill? ¿Te has dado cuenta que está lloviendo fuertemente?- miro el cielo y después miro mis ojos.

- vamos, dime que no te gusta la lluvia.

- de verdad no me gusta.- sonrió y fue por sus cosas. Corrí hacia ella quitándoselas de nuevo y salí corriendo, ella comenzó a gritarme y me perseguía molesta. -¡Bill!- me vire para mirarla, estiraba su brazo, como si con ello pudiera alcanzarme o ir más rápido. Mire el pasto, que pronto se me hizo casi imposible moverme libremente por él, ya que la tierra se hizo lodo y mi calzado se hundía en él; me detuve y casi un segundo después pude sentir el frio en mi cara después de un golpe en mi espalda. -¡Bill, perdóname!- me vire a ella y quite el lodo de mis ojos parpadeando repetidas veces.

- ¡me has manchado!- fingí estar molesto. (Tu  nombre) se cubrió los labios y se hinco a mi lado y con sus manos quito algo de lodo de mi cara. –no, déjame ya.

- intento ayudarte, Bill, perdóname.- tomo mi brazo, haciendo que me parará, intente hacerlo pero se me ocurrió hacer algo mucho mejor. Le jale del ante brazo para que callera junto a mí. No se ensucio la cara pero si hablamos de su vestido, estaba hecho mierda. -¡Bill! ¿Qué te pasa? Tengo que llegar a casa y si me ven así…- cubrí su boca con mi mano.

- si te ven así, no creo que les importe, ellos te aman, así que ahora calla.- quite lentamente mi mano y ella sonrió, acomodo su cabello, echándolo todo frente a un solo hombro. –Pero, sigo pensando que te hace falta algo.- me miro confusa y relamió sus labios. A espaldas de (tu nombre), tome un poco de barro y lo puse en sus mejillas; abrió la boca, sorprendida y tomo con sus puños un poco y lo aventó a mí. –Ahh ¿quieres guerra?- me abalancé hacia ella, manchando su cara y cabello de barro.

- ¡para, Bill, para ya!- decía mientras reía. Le solté y nos sentamos, aun en el barro. (Tu nombre) trataba de quitar los restos de barro de su cara pero solo conseguía mancharla más. –oh, Bill ¡me las vas a pagar!- se hinco y un rayo paso, haciéndola ver como una película de terror aunque…el terror se fue cuando ella se acerco a mí para tirarme el barro y sus ojos brillaron con la luz de la luna, sus ojos miraban a los míos sin siquiera parpadear una vez.
Pudieron ser tan solo unos segundos, pero esa mirada penetrante para mi duro mucho más que eso y toda clase de sentimientos dentro de mi empezaron a revolotear y algo en mi estomago, como un nudo, comenzó a apretarse cada vez más. Fue tan rápido que sentí dos labios húmedos cerrarse junto a los míos y abrirse una vez más para ser sellados en un beso.

El tiempo no paso, se detuvo. Mis ganas de seguir con esto fueron aumentando. Mientras los dos seguíamos jugando con nuestros labios, mis parpados dejaron de luchar por quedarse abiertos y contemplar lo que al parecer era una linda escena y se cerraron para sentir sus labios más cerca de los míos, abrirse lentamente.

Nunca fui un cursi o romántico, y un beso bajo la lluvia –que en realidad era una tormenta- era lo que menos esperaba para “mi primer beso”, aun que debo aceptar que esto no lo podría reemplazar nadie, sentir como sus labios encajaban perfectamente con los míos, siendo una escena lo bastante graciosa para el que no sintiera lo que nosotros –al menos yo- sentíamos en ese beso que pareció ser una eternidad, donde sin duda me quedaría a vivirla siempre.
Todo seguía igual, el beso nunca paso a los “apasionados” fue lento y corto, bueno…corto tal vez no lo fue para mí, jamás había sentido algo parecido a esto.

Frank…Frank…no…vamos, sepárate de ella… ¡FRANK!....

Mi corazón latió tan fuerte como el sentir de un asesino cuando es encontrado por millones de policías, sin escapatoria…o morías ahí mismo, o dejabas que te llevaran a pudrirte en la cárcel.

Me separe de ella, auto controlándome, o mejor dicho, siendo controlado por la parte buena de mis subconsciente. Mis sentimientos me llevaron a hacer algo que jamás quería –o tal vez sí- pero no quería que fuera de esta forma. Sentí su respiración en mi cara, trate de buscar un poco de contacto con ella, pero mi subconsciente me jalaba lejos de ella. Abrí mis ojos y limpie mis labios, sintiendo un escalofrío atemorizante, sentí vergüenza y sentí que encima no era la clase de amigo que alguien esperaría. Retrocedí, y me levante del barro, negué para mí mismo, siendo que en mi mente viajaban cada tipo de groserías hacia mi ser, hacia lo que había hecho.

- no…- (tu nombre) se levanto y se acerco a mí.

- Bill…- decía apenada, y no me quedaba duda del porque lo estaba.

- no, (tu nombre)…esto no estuvo bien…- rasque me cabeza, tratando de que de alguna forma esto no hubiera pasado. -¿Qué hay de Frank si se entera?- mordió sus labios y miro el pasto.

- perdóname, Bill…- negué, y me acerque a ella, tomando sus muñecas.

- perdóname tu a mi…jamás debí hacerlo, lo siento.- no dijo nada, solo me miraba y yo a ella. –nunca tuvo que haber pasado…perdóname…- negó y trato de sonreír.

- creo que es mejor que regresemos ¿no?- dijo, tratando de cambiar el tema, pero lo agradecía, agradecía no ser yo el que lo hizo. Asentí.

Caminamos hasta llegar frente a mi casa, la lluvia ya se había detenido y ahora el frio había comenzado y con él, (tu nombre) comenzó a temblar fuertemente, pasaba sus manos por sus brazos tratando de hacer calor.

- ¿quieres algo para cubrirte?- ella me miro y negó.

- no es necesario, Bill.- sonrió.

- no es verdad, vamos que te doy algo.

- aquí te espero.

- pero hace frio.

- no importa, Bill, en serio.- asentí y corrí lo más rápido que pude hacia mi recamara, Tome una sudadera y baje corriendo, ayude a que se la colocara y sonrió. –gracias, Bill.

- de que.- sonreí también.

- bueno…tengo que irme…nos vemos…- asentí y ella se fue. Entre en mi casa y me senté en la sala un momento, mirando como solo se miraba un boceto de (tu nombre) caminando.


7 comentarios:

  1. me encanto!
    justo lo que pediii!!!
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  2. Owwwi que bonito cap!! el pequño Bill
    se esta enamorando! *-*

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  3. wow!no me esperaba un beso tan pronto :D
    tan lindo bill :D
    ojala que termine la relacion entre Frank y (tu nombre) :)
    :( que mal lo trata su "papá" >.<
    pobre de bill no pudo alimentarse...
    si sigue asi creo q terminara en el hospital :(
    me encanto cuando Tom dijo:
    "se dará cuenta que tu eres uno en un millón…bueno dos"
    sube pronto! porfa! amo tu fic! y que bill ya no sufra porfa :(

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  4. omg me super encanto el capitulooooooooooo!! claro q Bill es uno en un millon!!! q besos tan tierno bajo una tormentaaa1! aahhh q lindo!! siguela me encanta tu fic

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  5. *w* k lindo x fin!!!!!!!!!!!!!!!
    awwwww k hermoso capitulo x fin bill se enamoro

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  6. *-* Que lindoo!! Bill esta enamorado y bueh... Tom que Hermano! =)me encanto el capii estuvo genial =DD uff pobre Bill q malo es su papa ¬¬ grrr.. sube pronto Kiss¡!

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  7. bill y (tn) enamorados ahhhhhhhhhhhhhhh wiiiiiiiiiiiii
    hermoso el cap espero el proximo
    :)

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